S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la inauguración de la Gran Sala Sinfónica de la Universidad de Chile

10 JUL. 2025
Descargar Audio Discurso Descargar Transcripción

S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la inauguración de la Gran Sala Sinfónica de la Universidad de Chile.

Un escalofrío me recorre al momento de dar estas palabras porque sé lo significativo que es para toda la comunidad de la Universidad de Chile y sé lo importante que es y va a ser para el país.
 
Muy buenas tardes, rectora Rosa Devés. Muchas gracias por sus palabras, que se inscriben en lo mejor de la tradición de lo público. Que recuerdan cuando uno las escucha los discursos que se leían de Andrés Bello, con ese hermoso discurso inaugural; Juan Gómez Millas, Eugenio González, Juvenal Hernández, esos grandes próceres que en diferentes momentos históricos hicieron grande a la Universidad de Chile. Hoy día usted continúa ese camino y hace grande a la Universidad de Chile con esto.
 
A través suyo saludo también, por cierto, al ex rector Víctor Pérez. Qué orgullo volver a verlo, rector, tantas que pasamos juntos. O en bandos separados a veces, pero más juntos, más juntos. Y a Ennio Vivaldi, nuestro actual embajador en Italia, que no me cabe ninguna duda que también estaría muy feliz de estar acá.
 
La rectora se refería, y yo también hago mi homenaje al maestro Rodolfo Saglimbeni, porque dejó un legado muy grande. Yo tuve la oportunidad y la rectora me enviaba con mucho orgullo algunos videos de cuando se estaba ensayando acá. Uno de ellos fue en homenaje al maestro, que además lo habíamos visto hace tan poco dirigiendo a esta misma orquesta en el Estadio Nacional. Con tanto orgullo, llevando la música a las multitudes, entendiendo que estas expresiones artísticas no son propias de una élite, sino que son de todo el pueblo y de todo el pueblo de Chile, y que ese es el rol justamente de la universidad.
 
Muchas gracias, don Maximiano Valdés, maestro, y Juan Pablo Villarroel por ser quienes han preparado esta hermosa presentación y, por cierto, a todas y todos los músicos, los coristas. Es realmente un honor verlos con esta elegancia y no me cabe ninguna duda con el tremendo orgullo que deben sentir hoy día en esta sala donde el sonido resuena de manera distinta. Y eso ustedes lo saben, pero se nota. Incluso quienes tenemos el oído un poco más duro, se nota la diferencia.
 
Es que llevar el conocimiento, la cultura y las artes más allá de las aulas es construir y hacer patria, y la Universidad de Chile al igual que el resto de las universidades estatales son un ejemplo de la diversidad con la que se piensa y se construye al servicio de Chile y su desarrollo.
 
Este edificio encarna precisamente ese espíritu porque aquí en Vicuña Mackenna 20 van a confluir el pensamiento crítico tan propio de nuestra universidad, la formación académica en torno a la política, el quehacer público, las relaciones internacionales junto con el arte y la cultura, todos temas tan importantes en este mundo vertiginoso.
 
Representa también el compromiso, como lo decíamos antes, de los herederos de Andrés Bello, un compromiso con el desarrollo social, cultural, institucional de Chile. Las instituciones no se defienden solamente en el discurso o en proyectos de ley, se defienden con obras concretas. Lo que estamos haciendo acá hoy día, lo que ha hecho la Universidad de Chile al construir este edificio es también, de alguna manera, una defensa a las instituciones.
 
La rectora Devés hablaba de cómo combinar democracia y excelencia, compromiso social y excelencia. Este edificio lo encarna en toda su significación.
 
Además, acá hay un compromiso, como decía, que va más allá de las aulas, que va más allá de este lugar hermoso. Porque esta orquesta ha recorrido en conjunto con el Coro Santiago, interpretando obras clásicas acá en Plaza Italia. Cuando había temor todavía de hacer cosas, la Universidad de Chile dijo "este espacio es público, acá vamos" y llenó Plaza Italia con un concierto al aire libre. También en el Estadio Nacional, también en Bajos de Mena, en Puente Alto o en el Templo Votivo de Maipú y en Estación Central.
 
Hoy esta maravillosa sala dota a Santiago y a Chile de un espacio extraordinario para apreciar esta música en el centro mismo de la ciudad. Un espacio que nos invita a encontrarnos y que nos habla del país que queremos. Por eso felicito al Centro de Extensión Artística y Cultural, a través de su directora Dominique Thomann, porque hoy sus elencos –ya hacía referencia a ellos la rectora– tienen aquí espacios de altísimo nivel para presentarse y ensayar para salir fuera de acá también. 
 
Como patrono de la Universidad de Chile, felicito orgulloso a las comunidades de la Facultad de Gobierno, del Estudio de Institutos Internacionales y del Instituto de Estudios Avanzados de Educación que tendrán acá recintos acogedores, amplios y amables para los estudios y la labor académica.
 
Vicuña Mackenna 20, para quienes no son de la comunidad o no han pasado por la comunidad universitaria de la Chile, era como una suerte de tierra prometida. Que todos hablaban, pero que nunca llegaba y que cuando se mencionaba como promesa, generaciones de estudiantes decían "ya me están…de nuevo." Y aquí está Vicuña Mackenna 20. Al fin, veo a varios exdirigentes estudiantiles que quizás alguna vez fuimos escépticos y en verdad se logró. Eso es un mérito tremendo de quienes lo empujaron con mucha voluntad, con mucho sacrificio, con mucha precariedad también dada las limitaciones institucionales que tiene el Estado para apoyar a sus universidades y aun así lograron sacarlo adelante.
 
Además, este va a estar cerca de otras instituciones importantes como la FECh o la Facultad de Derecho. Y sin duda esto va a facultar la integración entre unidades académicas, estudiantes, profesores y funcionarios, la FAU, la FEN.
 
Además, mantiene la antigua fachada, como decía la rectora, de la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Chile, que fue obra del arquitecto Eugenio Joannon y da la bienvenida, recuperando la historia.
 
Esta decisión es mucho más que un gesto de conservación patrimonial. Es una demostración de que aquí, en la Universidad de Chile, la historia no se borra, por el contrario, se integra y se abre a un futuro más bello, amable y mejor para todos y todas.
 
En tiempos donde cunden el individualismo, la idea de salvarse solos, este espacio es un lugar de encuentro que rema contracorriente para volver a ser mayoritaria. Es un espacio de diálogo, de emoción, de inspiración, de reflexión y no me cabe ninguna duda que será otro puente más entre la universidad y el país que estamos construyendo.
 
Cuando hay quienes dudan respecto de la importancia de financiar la cultura, de invertir en educación, en las artes, yo les digo “vengan a la Universidad de Chile”.
 
Muchísimas gracias.