S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa de la inauguración de la IV Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Foro China-CELAC

12 MAY. 2025
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa de la inauguración de la IV Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Foro China-CELAC.

Muy buenas tardes a todas y todos los presentes:
 
Presidente Xi Jinping, Presidente Lula, Presidente Petro, a todos los ministros de Relaciones Exteriores de nuestra América Latina y de China.
 
Es un honor participar desde tan lejos y, a la vez, tan cerca, vecinos por el Océano Pacífico, en este diálogo entre la Comunidad Política de los Países Latinoamericanos y Caribeños y la República Popular China.
 
Y es un honor particularmente este momento donde vivimos tiempos de cambio e incertidumbre. Porque hoy la humanidad se enfrenta un dilema que, en formulación de un diplomático chileno, Hernán Santa Cruz, en 1984, decía: “Nos enfrentamos al dilema de cooperar o perecer." Y esa frase, de hace décadas, hoy día resuena con plena vigencia.
 
En un escenario global marcado por la fragmentación, las tensiones geopolíticas, las guerras, el deterioro ambiental y las brechas de desigualdad, esta afirmación resulta no sólo una consigna retórica, sino una urgencia civilizatoria. Porque, también, como líderes políticos tenemos el deber de traer a nuestros pueblos esperanza. Como bien dice un viejo proverbio de este pueblo, estamos al final todos juntos bajo un mismo cielo.
 
Y es que sólo mediante la cooperación y el diálogo político constructivo, como el que promueve este Foro CELAC-China, podremos encarar los desafíos comunes y forjar un futuro basado en la dignidad, en un desarrollo sostenible que piense no solamente en quienes actualmente habitamos este planeta, sino también en las futuras generaciones y, sobre todo, en la paz y el desarrollo de nuestros pueblos.
 
Desde Chile, en estos tiempos turbulentos, venimos a reafirmar nuestra convicción profunda de que el libre comercio y justo en beneficio de nuestros pueblos es la vía para el progreso y el desarrollo de las naciones. Venimos a reafirmar que es el multilateralismo, el diálogo y no las imposiciones unilaterales, la manera de encarar los desafíos que tenemos en la humanidad.
 
La iniciativa que en conjunto adoptáramos en 2015 al constituir este Foro CELAC-China, que fue inaugurado en ese entonces por el Presidente Xi Jinping, apunta en la dirección de lo que creemos hoy necesitamos: cooperación, diálogo, acciones conjuntas, medidas concretas para reforzar el multilateralismo y la diversificación de nuestras economías y de los socios comerciales.
 
En Chile defendemos la autonomía estratégica de nuestro país y decimos que la soberanía radica no sólo en el respeto a las fronteras materiales, sino en la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar. Porque el comercio es el encuentro entre pueblos y nosotros queremos encontrarnos con todos los pueblos, no tener que optar por uno u otro por imposición.
 
En ese sentido la iniciativa de la Franja y la Ruta se abrió a América Latina para el desarrollo de infraestructura, comercio e inversión. Me alegra positivamente escuchar los cinco programas que propone el Presidente de la República Popular China para poder seguir desarrollando esta asociación en materia de pueblos, de civilizaciones, de desarrollo, de paz.
 
China, como ustedes saben, constituye no sólo para Chile, sino para gran parte de los países de nuestra América Latina, su principal socio comercial. Los chilenos siempre recordamos que Chile fue el primer país continental de América Latina en reconocer formalmente y establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China en el gobierno de nuestro presidente Salvador Allende, en 1970.
 
Esto abrió las relaciones diplomáticas entre Chile y China que han sido cultivadas no sólo desde la perspectiva del comercio o el intercambio de bienes materiales, sino también de la cultura, del arte, de la poesía, por ejemplo, a través de pintores como José Venturelli, el poeta Pablo de Rokha, Gonzalo Rojas y tantos otros que han pasado por aquí.
 
Ahora, en los tiempos actuales tenemos nuevos desafíos. Las áreas, por ejemplo, de energías renovables, la interconexión eléctrica, la transformación digital, el desarrollo y el intercambio cultural deben ser prioridades para este foro.
 
Es importante que no solamente nos centremos en uno de ellos. Muchas veces en los foros internacionales tenemos la tendencia a hablar del intercambio monetario o de productos entre nuestros países, pero el comercio es más que dinero. El comercio también es cultura. El comercio es conocernos.
 
Como bien decía el refrán que citaba el Presidente Xi, la felicidad consiste en la comprensión del otro y el comercio es una gran herramienta para ello. Por eso el entender que somos todos parte de una misma humanidad y que, por lo tanto, en atención a nuestra condición de ser humanos tenemos los mismos derechos es que tenemos que abordar en conjunto desafíos tan importante como, por ejemplo, la crisis climática que hoy amenaza a todo el planeta sin distinción.
 
Creemos que la Declaración Política de Beijing, que será el producto de este foro, prioriza temas que son de interés mutuo, relevando en estos momentos el papel del multilateralismo como la principal herramienta para enfrentar conjuntamente los desafíos del presente con una cooperación integral.
 
En particular, respecto a la crisis climática, Chile valora profundamente el compromiso con el control de las emisiones de metano donde China y América Latina han asumido un compromiso creciente a nivel global.
 
En este contexto, y como parte de los esfuerzos birregionales que promueve el Foro CELAC-China, quisiera destacar que nuestra patria, nuestro humilde país es uno de los pocos del mundo que ha establecido una meta nacional explícita para la reducción de las emisiones de metano. Porque entendemos que pese a ser un país que contribuye relativamente poco a la contaminación de la atmósfera, somos todos juntos los que debemos comprometernos.
 
Pero también les decimos a las naciones del norte y en particular a las más desarrolladas, que tienen que poner más de su parte, porque el crecimiento que tuvieron durante las últimas décadas –y me refiero a las últimas décadas largas desde la Revolución Industrial en adelante– es consecuencia justamente o es más bien la causa de que hoy día tengamos una situación preocupante a nivel de nuestro planeta y de la propia existencia de la humanidad.
 
Pero eso corre para todos y, por lo tanto, todos debemos colaborar y así desde Chile lo hemos entendido. Este ámbito, este encuentro ofrece una oportunidad concreta para impulsar iniciativas conjuntas de cooperación climática entre China y CELAC, facilitando transferencia tecnológica, financiamiento verde, nuevos mecanismos para la gobernanza ambiental.
 
Para poner un ejemplo, me gustaría destacar que la capital de nuestra patria, Santiago de Chile, es la ciudad fuera de China, en el mundo que cuenta con más buses eléctricos circulando por la ciudad. Lo que ha cambiado de manera significativa la calidad de vida de los habitantes de esta ciudad y hoy día estamos expandiendo justamente esta política a las regiones de nuestra patria.
 
Además, el Plan de Acción Conjunto China-CELAC para la cooperación en áreas claves que se proyecta entre el 2025 y el 2027 permite relevar el compromiso con la promoción de una economía global abierta, sin proteccionismo y que respete la Carta de las Naciones Unidas. Porque entendemos este como el vehículo institucional de un multilateralismo que queremos reforzar y renovar para su próxima etapa.
 
El mundo no es el mismo de 1945 y, por lo tanto, para poder preservar las reglas de la paz es necesario también saber cambiar y adecuar nuestra institucionalidad global, tanto política como financiera, a la nueva realidad de los países del mundo. Siempre desde la perspectiva del multilateralismo, desde la perspectiva del beneficio compartido y no en la imposición del que es circunstancialmente más fuerte por sobre el más débil.
 
Para que la CELAC en su conjunto se constituya en un socio económico y comercial relevante para China es urgente aunar esfuerzos nacionales y definir una agenda regional concertada de prioridades.
 
Estos encuentros deben salir con acciones concretas que nos permitan mejorar nuestras condiciones de intercambio. Debemos acentuar nuestros procesos de integración económica en la región, de conocimiento, de intercambio tecnológico, de aseguramiento de las cadenas globales.
 
Y en ese camino quiero destacar el Corredor Bioceánico que unirá prontamente el Atlántico con el Pacífico, la América Atlántica con la América del Pacífico, y que compromete por ahora a Brasil, Chile, Paraguay y Argentina.
 
Esto es importante y estuvimos con el Presidente Lula, hace un par de semanas, justamente en Brasil, discutiendo, conversando y concretando este Corredor Bioceánico de estos cuatro países que nos van a permitir una mayor integración y abrir a América del Sur hacia el Asia Pacífico.
 
Además, y recogiendo lo que señalaba el Presidente Petro, Chile ya ha comenzado la construcción del primer cable de fibra óptica que conectará de sur a sur, donde nos permitirá tener una fibra óptica de red desde el puerto de Valparaíso hasta nuevamente el Asia Pacífico.
 
Tenemos la convicción que es el momento propicio para dar un salto de calidad en la vinculación económica con China. Debemos promover encuentros técnicos, reuniones empresariales y de alto nivel, activar políticas de desarrollo productivo, avances en innovación, infraestructura, transporte, logística, calidad de recursos humanos.
 
Y en este camino de cooperación cada vez más estrecha es esencial que siempre se resguarden los principios del respeto mutuo y el reconocimiento de las particularidades de cada nación y sus estados de derecho. Estos valores, que son compartidos por quienes hoy día integran este foro, son la base para una relación armónica, equilibrada y beneficiosa para ambas partes.
 
Una cooperación que fortalezca las particularidades nacionales de cada país integrándonos, pero no homogeneizándonos, y promueva el desarrollo de acuerdo con sus propias realidades y prioridades. Esta, creemos, es la manera de avanzar.
 
En tiempos donde se ha desatado una guerra arancelaria y comercial, bien vale recordar las palabras del sabio Sun Tzu, cuando decía que la guerra es un asunto grave de estado. Es un lugar de vida y muerte. Una vía hacia la supervivencia o la extinción, una cuestión que hay que reflexionar detenidamente. Un gobernante nunca debe movilizar a sus hombres por ira. Un general nunca debe entablar batalla movido por el rencor. La ira puede convertirse en placer, el rencor puede convertirse en alegría, pero una nación destruida no puede volver a su estado anterior. Un hombre muerto no puede nacer a la vida. Así el gobernante inteligente es siempre prudente. El general efectivo es cauteloso y esta es la forma de mantener a las naciones en paz.
 
Las tareas, objetivos, oportunidades que tenemos por delante son de un enorme potencial y el Sur Global, hoy día convocado en este encuentro, está llamado a ser el protagonista del desarrollo sostenible de las siguientes décadas.
 
Invito a aprovechar esta ruta de cooperación entre países diversos, pero hermanos y desde nuestra región promover espacios para la cooperación y la representación del interés regional desde una óptica de igualdad, respeto mutuo, beneficio compartido y desarrollo conjunto.
 
Muchísimas gracias.