Presidente de la República, Gabriel Boric Font encabeza el lanzamiento de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas

5 ABR. 2023
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Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, encabezan el lanzamiento de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas.

Muchísimas gracias a todas y todos los presentes, muchísimas gracias Paula por la lectura, por el dibujo de tu hija.
 
Yo, la verdad, tengo algunas dudas de si estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer en materia de Política Nacional de Lectura, el Libro y las Bibliotecas. Y hoy presentada esta Política Nacional de la Lectura, el Libro y la Biblioteca, quiero que también desde el Ministerio, pero lo voy a tomar como una tarea personal, quizás en algún momento poder conversarlo con el consejo, me gustaría que estemos permanentemente revisándola porque esto no puede ser un plan para hacer un check por cumplir.
 
Y, desgraciadamente, hay muchas cosas, no quiero decir ninguna en particular, que se hacen así, cumplí con hacer el plan a largo plazo, pero en la práctica ¿qué impacto tuvo? ¿cuántos niños y niñas se imaginaron otros mundos, a partir de la lectura? ¿cuánto jóvenes entendieron lo que estaban leyendo? ¿cuánto acceso se tuvo a obras que han inspirado y constituyen la esencia de nuestro país?
 
Hay un cineasta alemán, tuve la suerte de conversar con él, Werner Herzog, que decía que él pensaba que durante su vida y la de sus hijos no iba a volver a ver a Alemania unificada y que no veía que a los políticos les interesara la Alemania unificada. Pero lo que unificaba a Alemania entonces no eran ni los discursos ni los políticos, sino que eran justamente sus poetas.
 
Me quedó dando vueltas esa frase de Herzog, esa reflexión porque en Chile si algo también ha logrado unirnos, y últimamente no han sido tantas cosas, es también nuestra poesía, nuestra literatura, nuestros escritores y escritoras. Pese a que históricamente son buenos para pelearse entre ellos, les recomiendo mucho “La Guerrilla Literaria” de Faride Zerán por las polémicas de ahora para dar un pequeño ejemplo de eso.
 
Pero independiente de esas discusiones, Chile es un país que tiene una dignidad propia, no por el PIB Per Cápita, no por la altura del Costanera Center, no por cuánto comerciamos internacionalmente, todas cosas por cierto muy importantes, Chile tiene una dignidad propia por su literatura y eso es algo que debiera, o yo espero que en nuestro Gobierno logremos hacerlo contagioso y consciente en todos los lugares de Chile.
 
Yo hoy no estaría acá si no fuera por la Biblioteca Pública N°6 que estaba adosada a la Escuela Industrial Armando Quezada Acharan en la calle Oscar Viel con 21 de mayo en Punta Arenas. Por cierto, hay muchos otros motivos, mi militancia, condiciones de clase, un montón de cosas, pero la Biblioteca Pública N°6 del Liceo Industrial fue fundamental porque ahí descubrí a los 8 o 9 años, primero, los cómics, las novelas gráficas, después empezar a leer a Emilio Salgari, después de Emilio Salgari pasar a Monteiro Lobato, después poco a poco encontrarse con Orwell y empezar a descubrir un mundo en esa Punta Arenas en donde no había librerías más allá que para comprar los libros que te pedían en el colegio, generalmente en versión resumida.
 
La biblioteca era un mundo, era realmente un mundo y las bibliotecarias y los bibliotecarios, el tío Juan y la tía Meche, equivalían a mucho más de los aviones que en esa época no podíamos tomar, porque era un viaje permanente.  Y esa suerte, esa aventura que tienen quienes tienen acceso a la literatura es algo que tenemos que multiplicar y tomárnoslo profundamente en serio.
 
Por eso, la Política Nacional de Lectura, el Libro y las Bibliotecas no puede ser pensada, y no estoy diciendo que lo sea ahora porque la contingencia ha sido muy dura y ha costado meterse también en estos temas que son tan importantes, pero no puede ser un tema que sea una formulación meramente burocrática por cumplir, insisto.
 
Pensémoslo desde el corazón, este es un marco que nos dice hacia dónde avanzar y sobre este marco, Ministro, Subsecretarios, ustedes tienen una tremenda tarea que sea realidad y no solamente palabras que se las lleve el viento o se llenen de polvo.
 
La construcción de bibliotecas por sí mismas no bastan, tenemos que llenarlas de vida. Me ha tocado ver bibliotecas hermosas en donde habitan fantasmas, por lo tanto, este no es un problema solamente de infraestructura.
 
¿Por qué es importante la lectura? En estos días en Chile se está hablando mucho de delincuencia y de seguridad, el debate copa las preguntas. Si hoy yo terminara el discurso y dijera “quedo atento a sus preguntas”, les aseguro que no me preguntarían nada del libro y me preguntarían sobre las polémicas del Congreso y sobre seguridad u otra cosa.
 
Acá en la lectura, en los libros, en Marta Brunet, en todos los Parras, en Enrique Lihn, que sé yo, es siempre injusto cuando uno nombra uno en vez de otro, pero hay también una herramienta de combate a la delincuencia, hay también una herramienta de recuperación de lo público.
 
La seguridad que todos queremos se logra de muchas maneras, una de ellas, que se está discutiendo actualmente en el Congreso, es fortaleciendo a las policías, como corresponde, con límites claros, y en donde exista esta triada que tiene que ir unida, y que he repetido hasta el cansancio, entre seguridad, justicia y derechos humanos.
 
Pero no es la única manera: el deporte, la ciencia, la cultura y la literatura son también fundamentales en esta tarea. Hoy estamos hablando de la Política Nacional del Libro, pero permítanme reflexionar respecto de lo que hace la Municipalidad de El Bosque, por ejemplo, con sus talleres de deporte para niños; están combatiendo la delincuencia con eso. Los cuentacuentos que se organizan en diferentes sectores de la ciudad o lo que hacen, si no me equivoco, en Pirque, corríjanme si me equivoco, los payadores. Todas esas iniciativas son fundamentales para esta tarea en la que nos hemos embarcado.
 
Y, por eso, los invito a que este plan, este marco nos lo tomemos en serio, nos lo apropiemos todos y todas, y lo despleguemos por todo Chile con acciones concretas.
 
Esta política va de la mano con otra tarea importante y qué bueno que esté el Ministro de Educación acá porque él sabe cuál es su primera prioridad hoy, que es acortar las brechas de aprendizaje mediante la reactivación educativa que se generaron producto de la pandemia y que, además, vienen con una carga histórica, muchas veces de clase.
 
Y este es un aspecto en donde cultura, educación, innovación, ciencia tienen que trabajar, tenemos que trabajar juntos, no queremos que el rezago lector deje a nadie atrás. Esta anécdota ya la he contado, pero seguramente no a todos los que están acá presentes. En Calama, en un barrio que, si mal no recuerdo, se llamaba Los Balcones una señora, presidenta de la junta de vecinos, me dice que en la junta de vecinos donde no tenían ni siquiera sillas estaban haciendo cursos con voluntarios para enseñarles a leer a niños de tercero básico, porque durante la pandemia no habían aprendido a leer. Les conseguimos las sillas, pero ¿hemos superado ese rezago?
 
¿Cuántos niños como esos de esa escuela marginal de Calama tenemos en todo Chile hoy? Preguntémonos e interroguémonos, cuestionémonos al respecto.
 
Yo acá, la verdad, no estoy leyendo casi nada de lo que tenía que leer porque este es un tema que me apasiona profundamente y quiero tratar de transmitirles la sensación de urgencia que tengo con que la lectura puede ser una tabla y, por qué no decirlo, un crucero no sólo de salvación, sino de viaje paradisíaco también para nuestro pueblo. No es un tema menor, no es un hobby, no es algo que haya que dejar a la cola.
 
Por eso quiero que lo hagamos bien, que lo hagamos con pasión, que nuestros escritores y escritoras sepan que tienen un reconocimiento. Es importante lo del Premio Nacional, pero esa es la punta del iceberg, lo anunciamos hace poco cuando le entregamos el Premio Nacional de Literatura a Hernán Rivera Letelier.
 
Pero, paralelamente a eso, por diferentes motivos, acá no toda la culpa es del Gobierno o del Estado, nosotros llevamos un año, veíamos que casi se nos cae la casa de Huidobro en Cartagena. Gracias, Subsecretaria, por la pega que hizo ahí para poder arreglar los desperfectos que había y poder sacarlo adelante. Hay un montón de fundaciones de escritores que agonizan. Evidentemente el Estado no puede financiarlo todo, pero podemos generar una red, una industria cultural que sea mucho más dinámica y yo quiero que nos aboquemos a eso.
 
Y, por eso, insisto en vincularlo con el tema que está en boga, con justicia hoy en Chile, que es la seguridad, abordémoslo también desde este punto de vista. Un niño que haya leído “La Otra” de Gabriela Mistral yo creo que es más difícil que sea tentado por bandas delictuales que alguien que no ha tenido jamás acceso a un libro. Por cierto, esto hay que acompañarlo de muchas más cosas, mejores condiciones materiales, mejores condiciones de salud, parques, mayor encuentro, mayor asociatividad, pero la lectura es una herramienta poderosa, muy, muy poderosa, tomémonosla en serio.
 
Y yo, como Presidente, me comprometo, en conjunto con el Ministro, con las Subsecretarias, a que le vamos a poner mucho ñeque para que este plan, estas directrices, este marco se hagan realidad y vayan mucho más allá de la realidad.
 
Muchísimas gracias.