Presidente Piñera encabeza ceremonia por Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes

4 NOV 2021
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por ministros de Estado, encabeza la ceremonia del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.

Muy buenos días, Cecilia, señor Presidente de la Corte Suprema, señor Representante Protocolar de la Iglesia Evangélica, señor Nuncio, señoras y señores Ministros, autoridades civiles y militares, señores obispos, pastores y fieles:
 
Estamos celebrando el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes y, también, recordando un 31 de octubre de 1517 cuando Martín Lutero clavó las 95 tesis en la Catedral de Wittenberg, donde estuvimos junto a Cecilia hace algún tiempo atrás.
 
Quiero expresar mi más profundo aprecio, valoración y gratitud porque Dios le hace bien a Chile, pero también la Iglesia Evangélica y Protestante le hace bien a Chile. Y lo digo por muchas razones porque aprecio mucho la firme y decidida defensa y prédica que hace el pueblo evangélico de la palabra de Dios, de la palabra del Evangelio. Aprecio y valoro su permanente y férrea defensa de la libertad, partiendo por la libertad religiosa que es, tal vez, la más importante de las libertades y la igualdad de cultos que a lo largo de la historia y todavía en el presente está muy amenazada y, por tanto, su defensa siempre es necesaria y oportuna.
 
En nuestro propio país, ya lo mencionaban aquí la visión que tuvo nuestro Padre de la Patria Bernardo O'Higgins no sólo en llamar y pedirle ayuda para el mundo de la educación, también porque autorizó el primer cementerio para disidentes religiosos, después vinieron las Leyes Laicas, la Ley de Matrimonio Civil, la Ley de Cementerios, la Ley del Registro Civil en tiempos del Presidente Domingo Santa María.
 
Después, en la Constitución de 1925 se estableció la separación entre el Estado y la Iglesia reconociendo aquello de que en el mundo de lo humano tenemos que ser tolerantes y respetuosos de la libertad en el campo religioso.
 
Tuvimos la Ley de Libertad Religiosa e Igualdad de Culto a fines de la década pasada.
 
Pero, además de eso, yo aprecio y valoro mucho la permanente defensa que hace el mundo evangélico de ciertos valores que son fundamentales. El valor de la libertad, el valor de la dignidad, el valor de la vida de todos, de todos, incluyendo aquellos que están por nacer, la defensa del valor de la familia, del derecho de los padres y deber de los padres de educar y formar a sus hijos, la defensa de la libertad de conciencia son valores que el pueblo evangélico los siente y los lleva en el alma y los defiende con mucha fuerza y con mucha convicción.
 
Y, finalmente, y esto lo comparten ustedes con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, yo llevo más de 30 años en el servicio público y junto a Cecilia hemos recorrido Chile infinidad de veces y, créanme, que siempre donde está el dolor, donde está el sufrimiento he visto la presencia del mundo evangélico, de los pastores, de los obispos, de los fieles, de las dorcas, en aquellos que están privados de libertad, en aquellos que sufren adicciones y necesitan tratamiento como tratamiento contra las drogas, en aquellos que están enfermos en los hospitales, aquellos que se sienten o están solos, aquellos que viven en la marginalidad, siempre, siempre he encontrado esa mano cariñosa, acogedora del mundo evangélico.
 
Finalmente, es para mí una emoción saber que ésta es la última vez que, como Presidente de todos los chilenos, me toca participar en esta celebración del Día del Mundo Evangélico.
 
Pero querría terminar diciendo que, en tiempos tan difíciles para nuestro país, en que enfrentamos tantos desafíos, ojalá, estos valores estén siempre en nuestra Ley Marco, en nuestra Constitución y en el alma de todos los chilenos.
 
Pero también decir que es un momento para pedir. Enfrentamos no solamente grandes problemas, desafíos y oportunidades en nuestro país, también en el mundo. En este instante el mundo está jugándose una carta fundamental en la lucha contra el cambio climático, estamos enfrentando una brutal pandemia.
 
Por eso, es oportuno, en estos momentos, pedirle a Dios que nos dé a los chilenos y a las chilenas unidad, bondad, sabiduría para enfrentar estos tiempos difíciles.
 
Y, tal vez, cada vez que nos hemos alejado de Dios la humanidad ha sufrido graves consecuencias. Por eso, en estos momentos tan difíciles, pedirle a Dios que nos dé la guía, la iluminación y que bendiga a todas las chilenas y a todos los chilenos.
 
Muchas gracias.