Presidente Piñera promulga Ley Acompaño Tu Duelo

21 SEP 2021
Descargar Audio Discurso

S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado de los ministros de Salud, Enrique Paris; y de la Mujer (s), María José Abud, promulga ley de apoyo a familias que pierden un hijo en embarazo, en el parto o a pocos días de nacer.

Aracelly, Maximiliano, Senadores, Ministros, Subsecretaria, Tribu Ley Dominga:
 
Las palabras de Aracelly son emocionantes porque son verdad, porque nacen del alma. Nadie nos enseña a ser padres o madres, pero la maternidad y la paternidad es una bendición que cambia el rumbo de nuestras vidas y enriquece nuestras vidas. Y eso todos los padres y todas las madres lo sabemos.
 
Y si bien es verdad que todos algún día nos vamos a encontrar con la muerte en este mundo terrenal, ningún padre, ninguna madre está preparada para la pérdida de un hijo. Cuando un adulto mayor muere es como un barco que llegó a puerto, pero cuando un niño muere es como un naufragio. La muerte de un hijo produce un dolor desgarrador en sus padres, es una tragedia devastadora, a veces, invisible porque va por dentro y que deja profundas huellas emocionales, psicológicas, espirituales en sus padres, en sus familias.
 
Y este profundo sufrimiento merece no sólo nuestro respeto, nuestra solidaridad, nuestra comprensión, requiere también que esos padres en ese momento de dolor profundo sean acompañados y acogidos por la sociedad y el Estado para ayudarlos a enfrentar ese dolor.
 
Los que somos creyentes encontramos consuelo en la vida eterna, pero todos los padres y madres creyentes o no creyentes nunca, nunca podrán olvidar el dolor, el vacío, la pérdida que significa que un hijo no siga con ellos. Y ese dolor, esa pérdida, ese vacío los va a acompañar durante toda su vida, pero la vida vale la pena seguir viviéndola.
 
Como dijo Aracelly, en Chile una de cada cuatro mujeres sufre la pérdida de un hijo durante su periodo de gestación, e igual como el amor de los padres por un hijo no depende del número de días, meses o años que ese hijo tenga, el dolor de una madre y el dolor de un padre tampoco depende de la edad del hijo que perdieron.
 
Esas mujeres, esos padres, esas familias necesitan, como muy bien lo dijo Aracelly con sus palabras tan sentidas, el acompañamiento, la comprensión y la ayuda de la sociedad y el Estado.
 
Y ése es el objetivo profundo del proyecto de ley que hoy vamos a promulgar y que fue impulsado con un amor, una fuerza, una resiliencia, una perseverancia maravillosa por parte de Aracelly y Maximiliano que lideraron una verdadera cruzada de empatía y solidaridad con las madres que pierden a sus hijos durante la gestación o durante el parto o a los pocos días de vida.
 
La causa de Aracelly, el movimiento Ley Dominga, la causa de ustedes fue bautizada así en honor de su pequeña hija Dominga, que va a cumplir un año en seis días más, y esa causa busca otorgarles un trato más digno, más amable, más humano a esos padres, a esas madres.
 
Y, de hecho, esa causa se convirtió en la causa de todos y contó con el valioso apoyo legislativo de las Senadoras Carolina Goic, Ena Von Baer, Marcela Sabat, Yasna Provoste y el Senador Quinteros y, también, con el apoyo resuelto y permanente del Gobierno y del Ministerio, y el Ministro, la Subsecretaria y el Subsecretario de Salud.
 
Hoy tenemos la alegría, la emoción profunda de promulgar esta ley que establece ese tan necesario trato digno, humano y amable a las madres y padres que pierden hijos durante la gestación o durante el parto o durante los primeros días de vida.
 
Esta ley incorpora el derecho de las madres y padres a recibir de parte del Estado acciones de contención, de empatía, de apoyo, de respeto por su dolorosa pérdida y también incorpora el aumento de los permisos de trabajo por muerte de un hijo nacido vivo de 7 a 10 días y de 3 a 7 días en caso de la pérdida de un hijo en el período de gestación.
 
Esta ley no sólo llena un vacío de otorgar un trato más digno, amable, humano a los padres que sufren la pérdida de un hijo, también representa un gran paso adelante en dignificar a las personas y en humanizar a nuestra sociedad.
 
Como también lo logró la Ley Tu Nombre es mi Recuerdo que promulgamos hace algún tiempo atrás, y que permitió a los padres y madres ponerle un nombre, darle una digna sepultura, y les reconoció el derecho natural de la madre y el padre a recordar al hijo perdido. Recordar significa traer de vuelta la memoria a ese hijo que se fue antes de nacer.
 
Con estas leyes nosotros también cumplimos y honramos nuestro compromiso con la defensa de la vida y dignidad de todas las personas, incluyendo los que están por nacer, y con la protección y fortalecimiento de la familia, y también con hacer un poco más humana nuestra sociedad.
 
Porque, como muy bien dijo Gabriela Mistral, la humanidad es todavía algo que tenemos que humanizar.
 
Muchas gracias.