Presidente Piñera inaugura mina Rajo Inca en División Salvador de Codelco

24 AGO. 2021
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, inaugura el proyecto minero Rajo Inca, que dará continuidad a la División Salvador de Codelco.
 
 

Muy buenas tardes.
 
Señores Ministros, Señor Delegado Presidencial, Señores Parlamentarios, Señor Presidente de CODELCO, ejecutivos, pero muy especialmente, trabajadores de El Salvador y queridos compatriotas.
 
Ayer, a esta misma hora, estábamos inaugurando la planta que produjo la primera molécula de hidrógeno verde para la minería chilena, una planta que genera un combustible o una energía limpia para una minería más verde y más sustentable.
 
Y hoy estamos aquí, en El Salvador, a casi 3.000 metros de altura, en el desierto más árido del mundo. A mis espaldas tenemos el Rajo Inca que significa una nueva vida y una nueva esperanza para El Salvador.
 
Esta es una tierra minera y Chile es un país minero. De hecho, nuestros pueblos originarios eran, ya, pueblos mineros y en estas tierras explotaron los minerales y sacaron la riqueza de las entrañas de la tierra desde siempre; desde los tiempos de Potrerillos hasta la Mina El Salvador que es una mina que fue una salvación para esta ciudad porque, cuando Potrerillos estaba muriendo y apareció esta mina, se la llamó El Salvador porque era la salvación de los pueblos y las personas que vivían en esta tierra.
 
Hoy traemos un nuevo salvador de El Salvador que es el Rajo Inca que está mis espaldas y que va a significar, como lo decía el Presidente de CODELCO, una nueva vida, una nueva oportunidad, una nueva fuente de riqueza para nuestro país.
 
La verdad es que hoy día nos sentimos orgullosos de la fuerza, de la tenacidad, de la pujanza de los hombres y mujeres que se resistieron a morir y que mantuvieron de pie la esperanza para poder darle esta nueva vida y esta nueva oportunidad a El Salvador.
 
Son hombres y mujeres que han convivido durante mucho tiempo con el fantasma que los acechaba permanentemente porque el cierre de El Salvador significaba la muerte de la ciudad de El Salvador, pero hoy día ese temor ya quedó atrás porque tomamos la decisión de empujar este nuevo proyecto Rajo Inca que es un proyecto que no solamente es un proyecto eficiente desde el punto de vista productivo, sino que también es un proyecto limpio y sustentable desde un punto de vista ambiental.
 
Las obras de este proyecto se iniciaron en mayo de este año, pero por razones de la pandemia no pudimos inaugurarla.
 
Hoy día estamos muy contentos de poder desechar ese fantasma que acechaba a estas tierras y darle esa tranquilidad y esa proyección que significan 47 a 50 años por delante porque hoy estamos a callando esos temores.
 
El Rajo Inca, que está a mis espaldas, le da una nueva vida a El Salvador por cerca de 50 años, significa no solamente mayor productividad, un aumento de la producción de 60 a 90 mil toneladas, más de 800 millones de toneladas de mineral están a mis espaldas esperando ser extraídas para contribuir al desarrollo de nuestro país.
 
Y Rajo Inca es un proyecto innovador porque va a cambiar la forma tradicional en que se explotaban los minerales en esta tierra que era subterránea y va a ser un, como su nombre lo indica, un rajo abierto sobre la superficie, que es lo que tenemos a mis espaldas, y va a permitirnos una nueva vida en este mineral.
 
El desarrollo del proyecto significa una inversión de más de US$1.300 millones que es muy importante como aporte a la actividad esta región y como aporte a las actividades mineras de nuestro país.
 
Por esa razón, Rajo Inca, sin duda, es un proyecto que nos llena de alegría y nos llena de esperanza.
 
Se hicieron muchos esfuerzos para mejorar la ingeniería, el diseño, la infraestructura para que este mineral fuera un mineral que se sustentara y que fuera sustentable, que son dos cosas distintas. Los beneficios económicos de este proyecto son muy grandes. De hecho, por cada peso que invierta el Estado va a lograr extraer 5 o 6 pesos en beneficio de los chilenos para financiar la educación de nuestros niños, la salud de nuestras familias, las pensiones de nuestros adultos mayores.
 
Pero, además, va a generar durante la etapa de construcción 2.400 puestos de trabajo y durante su etapa de explotación cerca de 1.000 puestos de trabajo que van a significar que muchas familias chilenas van a poder, gracias a su trabajo, mirar el futuro con optimismo, con fe, con esperanza.
 
Pero sabemos muy bien que la minería no va a seguir siendo como era antes, estamos viviendo tiempos nuevos, estamos siendo golpeados ya no por un cambio climático, como lo decíamos hasta hace un tiempo atrás, sino que por una crisis climática que exige cambios profundos en la forma en que hacemos las cosas en todos los campos y muy especialmente en la minería.
 
Y, por eso, este es un proyecto que está acorde a los tiempos y que, además de generar riqueza y de generar empleo, es un proyecto respetuoso y cuidadoso de la naturaleza.
 
Este proyecto contempla resguardar el Salar de Pedernales y todo su ecosistema, contempla recuperar 60 hectáreas de vegetación, contempla poner en valor 175 hectáreas que incluyen los sistemas vegetacionales, zonales, hídricos y terrestres de mucho valor del Salar de Pedernales, contempla, también, un catastro de las especies de flora y fauna que existen en la zona para asegurar su sobrevivencia, su protección o su reubicación y, además, se va a proteger el patrimonio arqueológico que, estoy seguro, existe porque aquí vivieron nuestros pueblos originarios.
 
Quisiera terminar estas palabras reconociendo que, si no fuera por el empuje, la resiliencia, la fuerza la pujanza de tantas y tantos, probablemente, este discurso sería un discurso de despedida, de cierre. Sin embargo, gracias a esas virtudes, hoy día estamos haciendo un discurso de futuro, un discurso de nacimiento, un discurso de esperanza igual como nos llena de esperanza la canción de Cobresal cuando dice que son “insoportablemente vivos”. Este pueblo, este mineral también ha demostrado ser insoportablemente vivo.
 
Y aprovecho de felicitar a Cobresal por sus últimos triunfos y decirle que esperamos que reverdezca sus laureles.
 
Pero también es verdad que El Salvador continuará siendo una ciudad llena de vida, de trabajo, de oportunidades por muchas décadas. Y aquí no viven solo mineros, aquí viven familias, viven niños y, por tanto, también tenemos un plan de mejoría de la calidad de vida en El Salvador que continúa siendo el último campamento minero que tenemos en nuestro país.
 
Quisiera terminar haciendo una reflexión de país. Ayer se inscribieron las candidaturas a la presidencia y también las candidaturas al Parlamento. Quiero llamar a todos los candidatos a pensar en Chile y a poner a los chilenos por delante durante esta campaña.
 
Que esta campaña sea una campaña que deje huellas y no cicatrices en el alma de nuestro país, que sea una campaña limpia, constructiva, esperanzadora después de tiempos tan duros y de tanta adversidad que hemos vivido, que sea una campaña en que todos actúen con responsabilidad y respeto por la verdad, que sea una campaña con un espíritu de colaboración y de buena voluntad y que sea una campaña que nos ayude a resaltar lo que nos une y no solo lo que nos divide.
 
Ojalá, todos podamos aprovechar estos tiempos para reflexionar y colaborar a que nuestro país pueda continuar el buen camino que hemos estado recorriendo. Un buen camino que es mérito de todos los chilenos porque se debe al aporte y al compromiso de todos los chilenos.
 
Yo sé que a algunos solo les gustan las malas, yo sé que a los chilenos les gustan también las buenas noticias.
 
En lo sanitario estamos disminuyendo significativamente el número de contagios, el número de hospitalizaciones, el número de fallecidos. Estamos dando la batalla contra el coronavirus y el mundo entero reconoce que los chilenos lo estamos haciendo bien.
 
En materia de vacunación, nos acercamos ya al 85% de nuestra población protegida con las dos dosis de la vacuna, los cual nos pone entre los 3 países del mundo que más porcentaje de su población ha logrado vacunar.
 
En materia de empleo, perdimos 2 millones de empleos en el peor momento de la crisis; ya hemos recuperado más de 1 millón y la meta para lo que resta de este año es recuperar 500 mil, creando 500 mil nuevos empleos, entre ellos los empleos que se crean aquí en El Salvador.
 
En materia de crecimiento, Chile es de los países que se está recuperando con mayor fuerza. Hemos visto las cifras de crecimiento de los últimos meses y tenemos confianza en que este año Chile va a crecer en torno a los dos dígitos, liderando el crecimiento no solamente en América Latina, sino que en el mundo entero.
 
Pero estos buenos resultados no nos deben llevar bajo ningún punto de vista a bajar la guardia ni mucho menos a dormirnos que los laureles.
 
Sabemos que tenemos por delante enormes desafíos que enfrentar como, por ejemplo, el cambio climático, la sequía que nos golpea durante, ya, 12 años y que amenaza con permanecer, la temporada de incendios que ha sido devastadora en el hemisferio norte y tenemos que prepararnos para enfrentarla en nuestra temporada y muchos otros desafíos más como el envejecimiento de nuestra población y la necesidad de atender las nuevas necesidades de los chilenos.
 
Pero también tenemos grandes oportunidades, tenemos grandes oportunidades. La revolución tecnológica, el mundo digital, la Sociedad del Conocimiento y la Información nos entregan herramientas e instrumentos que antes no teníamos y que nos han permitido revivir El Salvador con esta nueva oportunidad que significa el Rajo Inca, las tecnologías 5G, donde Chile está siendo pionero, que van a cambiar la forma de vida de todos los chilenos, el hidrógeno verde que nos va a permitir una energía limpia y verde como tanto la necesitamos.
 
Por eso, yo quiero pedirles a mis compatriotas que nunca perdamos de vista el norte, una casa dividida no puede prevalecer.
 
Por eso, más allá de nuestras legítimas diferencias, llamo a todos los chilenos a actuar unidos, con colaboración en la forma en que enfrentemos estos desafíos y estas oportunidades porque solo unidos y colaborando, como la historia nos ha demostrado, vamos a ser capaces de avanzar juntos hacia un Chile más libre, más justo, más próspero, más seguro, más limpio y más feliz.
 
Desde este milagroso Salvador llamo a todos mis compatriotas a cuidar no solamente nuestra salud y nuestras vidas, cuidemos también nuestras familias, cuidemos nuestra democracia, cuidemos nuestro país.
 
Muchas gracias.