CHINA - Presidente Piñera recibe el grado Honoris Causa de la Universidad de Tsinghua

25 ABR. 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, recibe el grado Honoris Causa de la Universidad de Tsinghua. (04:00 hora de Chile)

Profesor y rector de esta magnífica Universidad de Tsinghua:
 
Para mí es un gran privilegio y un gran honor recibir este grado como profesor Honoris Causa, que ustedes comparten con muy distinguidos personas, muchos de ellos Premios Nobel. Quizás sumen un nuevo Premio Nobel a su colección de profesores Honoris Causa en su universidad. Pero la verdadera causa por la que estoy conmovido y emocionado con esta distinción es porque es una prueba válida de la amistad entre Chile y China.
 
En primer lugar, estoy totalmente consciente que esta universidad está entre las mejores 20 instituciones educativas del mundo, y eso es algo muy difícil de lograr. Así que, les felicito, rector, a su equipo, a sus estudiantes, a todas las personas que lo hacen posible. Pero al mismo tiempo está entre las 10 mejores instituciones de ingeniería en el mundo, y eso incluso es más complicado de lograr.
 
Sé que el Presidente Xi Jinping fue estudiante aquí, pero no sólo él, el anterior Presidente también fue estudiante de esta universidad. Por lo que, quizás, entre los estudiantes que están asistiendo a este evento, esté el próximo Presidente de China. Ustedes tienen muy buenos profesores.  Y también, al parecer, en los últimos años la universidad ha tenido una muy fuerte presencia en Chile. Así que son muchas, muchas razones, por las cuales estar conmovido y muy motivado con esta distinción que me están otorgando.  
 
China es un magnífico país, ustedes lo saben incluso mejor que nadie, tiene una cultura milenaria: China fue la potencia mundial más importante del mundo por muchos, muchos años, casi por 2 mil años. los habitantes de Occidente no lo sabían, porque no conocían de China, hasta que Marco Polo llegó acá. Y ahora China está volviendo a su posición natural, como una de las dos principales potencias. Y creo que esto es bueno para todos, porque ello ha proporcionado un mejor equilibrio para manejar en este complicado mundo en el que vivimos. 
 
El siglo pasado fue un siglo muy corto, comenzó no en el año 1900, nunca ocurre de esa forma, comenzó en 1914 cuando el mundo, que estaba en paz, cayó en uno de los peores episodios que hemos tenido en la historia de la humanidad, la I Guerra Mundial, y terminó en 1989 cuando cayó el Muro de Berlín, y junto con el Muro de Berlín, el Imperio Soviético también cayó. 
 
Así que fue un siglo corto, lleno de conflictos, porque tuvimos dos guerras mundiales, tuvimos varias cosas de las que no nos sentimos orgullosos, pero al mismo tiempo fue un siglo en el cual alcanzamos un enorme progreso en muchas áreas y diferentes ámbitos: llegamos a la Luna, llegamos al fondo de los océanos, descubrimos la constitución de los átomos. Pero al final del día si tuviéramos que concebir este siglo, es que esperamos que este siglo, que es nuestro siglo, es que sea mucho mejor que el siglo que acabamos de terminar.
 
China, como les he estado diciendo, tiene una muy larga historia, más de 5 mil años de significativa historia y una enorme contribución a la humanidad. La capacidad de invención de los chinos no tiene en realidad límites.
 
¿Cuántas muchas cosas se han inventado en China? no sólo la pólvora, la brújula, la impresión, el papel, la tinta, muchísimas cosas, pero no ha terminado, porque ahora se está dando la mejor parte de ello, y estoy impresionado, no sólo por la enorme capacidad de crecimiento que China ha mostrado en los últimos 3 o 4 décadas, sino la capacidad de anticiparse a lo que viene. Newton una vez dijo que teníamos que subirnos a hombros de gigantes para ver lo que hay más adelante del horizonte, anticiparse, prepararse para ese mundo que viene.
 
Y estoy realmente impresionado por la capacidad de innovación, la capacidad creativa de los chinos, porque en unas pocas décadas ustedes han alcanzado las fronteras del conocimiento en muy distintos ámbitos. Y la gente está preocupada de lo que está ocurriendo en China, porque ustedes lo están haciendo muy bien, hay gente que piensa que el mundo está cambiando de forma tan dramática que están preocupados, porque por lo general la gente le preocupan los cambios, porque la gente le preocupa lo que no conoce.
 
Pero sabemos que este país que tiene una historia muy extensa y sólida, ustedes conocen sus valores, conocen sus principios. Así que estamos muy contentos de que China está emergiendo como una enorme potencia mundial, porque -como les dije anteriormente- agrega mayor tranquilidad, más equilibrio a este mundo que está emergiendo frente a nuestros ojos.
 
La historia de China es absolutamente fantástica: la Dinastía Shang fue en la que comenzó a surgir el desarrollo, y luego la Dinastía Zhou fue en la que se desarrollaron las ciudades, y donde se introdujo el sistema monetario, y fue también el tiempo del gran Confucio. La dinastía Quin unificó el Imperio e inició la construcción de la Gran Muralla, que aún está ahí.
 
Así que, desde un punto de vista histórico, hay tanto que nos pueden enseñar, y tenemos tanto que aprender de su magnífica historia y de su magnífico país.
 
Pero, en el caso de Chile, me gustaría enfatizar que hemos tenido relaciones con China por los últimos 50 años. Chile fue el primer país de América Latina en establecer relaciones diplomáticas con China, pero no sólo hablo de relaciones diplomáticas, porque también ellas son prueba de las relaciones de amistad, relaciones que han unido de verdad a nuestros pueblos, al pueblo de China y al pueblo de Chile.
 
Y al mismo tiempo, han sido capaces de modernizar su economía y su sociedad en sólo unas pocas décadas. Creo que hay muy pocos países en el mundo que pueden contar la misma historia, cómo ha cambiado China en las últimas 4 o 5 décadas. Por supuesto que podemos encontrar a varios y grandes chinos, como Xi Jinping, y tras él, el Presidente de China ha mantenido esa ruta y ha persistido en tratar de llevar a China donde debería siempre estar. Un magnífico país, con una gran cultura, pero con un mayor futuro.
 
Por eso, la Iniciativa One Belt One Road, que ha sido impulsada por el Presidente Xi Jinping, es -en alguna forma- reiniciar la historia, porque fue es una continuación de la Ruta de la Seda, su antecesora, miles de años antes. La idea de unir al mundo, conectar el mundo, hacer que el mundo esté más cerca, en donde la gente esté más cerca de los demás, es una gran idea, y ahora tenemos más instrumentos y más herramientas que nunca para lograr ese objetivo. Y creo que la Iniciativa One Belt One Road se mueve en esa dirección. 
 
Es por eso que Chile está tan entusiasmado respecto a esta iniciativa, estamos participando y estamos colaborando porque creemos que al final del día, todas las diferencias entre las personas son menos importantes que lo que pensamos, porque compartimos los mismos valores, y queremos las mismas cosas para nuestras familias, para nuestros hijos, para nuestros nietos, para los que vendrán, y eso es algo que une al mundo, más que cualquier ideología o más que cualquier plan político.
 
Y en la Administración de Xi, China ha emergido como una gran potencia, y al mismo tiempo las políticas de exterior en muchos otros lugares en el mundo han cambiado demasiado. Ustedes saben que Estados Unidos ha cambiado su política exterior en los últimos 3 años, y ello se traducido en una serie de preocupaciones. Europa está atravesando por una profunda crisis, y no es solamente debido al Brexit, hay varias cuestiones.  Así que, tener a China moviéndose de una forma muy clara hacia su norte, y retomando la brújula, ustedes no se están desviando con eso la ruta, y creo que ello ha sido muy útil para China, pero también ha sido prueba de ser muy buenas noticias para el mundo entero.
 
Chile y China, como ya dije, han tenido relaciones por un largo periodo de tiempo, 50 años. ayer, tuvimos oportunidad de reunirnos con el Presidente Xi, con el Primer Ministro, con el presidente de Congreso Chino, y discutimos sobre lo que hemos logrado en los últimos 50 años. Vamos a discutir lo que viene en el futuro, vamos a subirnos sobre hombros de gigantes -como ya dije- para ver qué es lo que viene, que es lo que sigue, cómo podemos cambiar la ruta que tomamos antes, para crear a mundo mejor para todos.
 
Chile fue, de hecho, el primer país en América Latina en establecer relaciones diplomáticas con China, pero también fue el primer país en apoyar a China en ser parte de Organización Mundial de Comercio, lo que fue un tremendo cambio para el mundo entero, porque con China uniéndose a la Organización Mundial de Comercio, toda la estructura comercial internacional cambió, y es por eso que hoy el Océano Pacífico es bioceánico como fue en el pasado el Mar Mediterráneo y luego el Océano Atlántico, ahora es el Océano Pacífico, porque China es parte de él, y proveyó de todos los esfuerzos a esta parte del mundo.
 
Chile también fue el primer país en firmar un Tratado de Libre Comercio con China, y en actualizar ese Acuerdo de Tratado con China, lo que hicimos el año pasado y entró en vigencia en marzo de este año.
 
Hoy China es, por lejos, nuestro principal socio comercial. Pero no se trata sólo de comercio, estamos, además, alcanzando acuerdos para fortalecer, no sólo el intercambio de bienes y servicios, sino que además inversión, movimiento de personas, cultura; todo tipo de interacciones entre los nuestros dos países.
 
Y, de hecho, cuando ustedes ven que en sólo unos años hemos podido alcanzar grandes tratados entre ambos países, más de 43 mil millones de dólares. En sólo algunos años, ¿qué seremos capaces de alcanzar en el futuro? Es por eso que para nosotros esta Visita Oficial a China es tan importante y vemos, además, que China se ha convertido en un gigante en ciencia, tecnología e innovación en muchas áreas. Telecomunicaciones, energías limpias y renovables, lo mismo en electromovilidad, en astronomía.   
 
China realmente está tomando la delantera en muchas áreas y nosotros estamos mirando de cerca y con interés lo que China está haciendo.
 
Este año seremos los anfitriones de la Cumbre APEC en Chile y esperamos que podamos derrotar todos estos movimientos proteccionistas que han aparecido en los últimos años, renovar nuestro compromiso con el libre comercio y con la regla base del libre comercio, porque ésa es la única forma de dar seguridad a todos de que el libre comercio funcionará para todos y no sólo para algunos de nosotros.
 
Y, por lo tanto, la APEC será una gran oportunidad de debatir sobre esto con el Presidente Xi. Él dijo que asistirá a la Cumbre APEC y espero que el Presidente Trump también pueda asistir, porque esa será una gran oportunidad para tratar el problema que ha surgido entre ambos países, el cual no beneficia a nadie, no beneficia a China, no beneficia a Estados Unidos, no beneficia al mundo. Debemos poner un alto a esta guerra tarifaria y comercial.
 
Además, el principal tema de esta Cumbre APEC será la sociedad digital y la integración real que incluya a todos, especialmente las pequeñas y medianas empresas y las mujeres, para ser parte de esta nueva sociedad, con los mismos derechos, las mismas responsabilidades, los mismos derechos y con la misma dignidad.
 
Además, estamos muy entusiasmado con la iniciativa One Belt, One Road, como lo mencioné anteriormente, porque nos permitirá fortalecer nuestros lazos no sólo con China, sino que con toda el área Asia-Pacífico, que es el zona de más rápido crecimiento en el mundo y Chile es parte de esta zona.
 
En el pasado, ser parte del Océano Pacífico y especialmente en el caso de Chile, que está ubicado en la parte sur de Océano Pacífico, era estar en el fin del mundo; hoy día, estamos en el centro del mundo y debemos tomar ventaja de eso.
 
Por otra parte, estamos trabajando muy fuerte para ser parte del RCEP, la Asociación Económica Integral Regional, que es en este momento la economía creciente más grande con el 40% del PIB y esperamos que algún día APEC pueda ser parte, y entonces sería la zona de libre comercio más grande del mundo, a pesar de lo que está sucediendo con la OMC que no va a ningún lado. Debemos tratar de usar otras alternativas, pero no debemos olvidar que la mejor manera de integrar al mundo no es con acuerdos regionales, sino que con acuerdos a nivel mundial.
 
Por supuesto que, si esos acuerdos a nivel mundial no funcionan, como es el caso de la OMC, debemos buscar otras alternativas.
 
Además, seremos los anfitriones de la COP25 en diciembre de este año. Y esto es algo de lo que debemos preocuparnos y prestarle mucha atención. Un Presidente norteamericano dijo que esta generación, nuestra generación, es la primera en sufrir las consecuencias del cambio climático y el cambio no sólo del clima, sino que el aumento de las temperaturas, pero añadió que es la última generación que puede hacer algo para prevenir que este cambio climático se convierta en una tragedia irremediable para todo el mundo y ésa es un gran responsabilidad.
 
Y estamos totalmente convencido de que nuestros hijos y nietos nos juzgarán por la forma en que nosotros enfrentemos este gran desafío de tratar de evitar una tragedia con la raza humana.
 
Hace unos años leí en muchas revistas importantes, The Economist, Time, decía “Salvemos el planeta Tierra” y dije: eso está mal. Porque el planeta Tierra ha sido capaz de sobrevivir a todo, terremotos, inundaciones, asteroides; lo que está realmente en peligro no es el planeta, lo que realmente está en peligro es la supervivencia de la raza humana en el planeta Tierra. 99 de cada 100 especies que han existido, han desaparecido y no queremos que la raza humana tenga el mismo fin.
 
Es la razón de la responsabilidad que tenemos, especialmente, grandes países como China en hacer lo que sea necesario para evitar un colapso holocausto climático. Es algo que no podemos evitar y tendremos que enfrentar.
 
Es por eso que estamos muy comprometidos con la COP25 que se llevará cabo en Chile. Y nos gustaría añadir dos temas que son muy importantes: la protección de nuestros océanos que son fuente de vida; sin azul no hay verde, sin verde no hay vida. Ésa es la conexión entre el océano, la Tierra y nuestras vidas en este planeta Tierra.
 
Otra cosa que es muy importante. Chile es un país pequeño, Chile fue la colonia más pobre de España en Latinoamérica, ellos buscaban oro y plata, nosotros no tenemos ni oro ni plata. Pero Chile se ha convertido el país con el mayor per cápita interno en Latinoamérica, con el mayor índice de desarrollo humano en América Latina, con mucho trabajo, con institucionalidad y con mucha perseverancia para seguir el camino y para no separarse de ese camino.
 
Y Chile es parte de Latinoamérica. América Latina es un continente bendecido, lo tenemos todo. No hemos tenido el tipo de guerras que casi destruye Europa y China en el siglo pasado; tenemos grandes territorios generosos y abundantes en recursos naturales; no tenemos conflictos raciales o religiosos y, a pesar de ello, Latinoamérica es un continente subdesarrollado.
 
¿Cuántos países han sido capaces de pasar del subdesarrollo al desarrollo en los 50 o 60 años? Sólo unos pocos; puedo contarlos con los dedos de una mano, Corea del Sur, Singapur y unos pocos más. Yo creo que China y Chile tienen una gran misión, porque nosotros somos aún países desarrollados, no por la voluntad de Dios, no por el destino, sino sólo porque no hemos sido capaces de tomar ventaja de todas las oportunidades. Entonces, cuando vemos cómo China ha crecido en las últimas 2 o 3 décadas y sigue creciendo, y todas las proyecciones dicen que seguirá creciendo más rápido que el resto del mundo, vemos que es posible.
 
La misión de nuestra generación en Chile es muy simple, la misión es transformar Chile, la colonia más pobre de España en América Latina, en el primer país latinoamericano desarrollado, sin pobreza, durante la próxima década. Por lo tanto, tenemos sólo 10 años para alcanzar la meta y podemos hacerlo; lo hemos probado, como ustedes lo han hecho, que se puede hacer, pero se necesita un gran compromiso, coraje y perseverancia para poder alcanzar esa meta.
 
Al final del día cada país es lo que no fue, cada país puede ser tan grande como grande sean los sueños y la fuerza de voluntad, y China lo ha probado. Hace unas décadas, China era uno de los países más pobres en el mundo, con un ingreso per cápita por debajo de los 200 dólares, miren lo que han logrado en pocas décadas. Imaginen lo que pueden hacer en las décadas siguientes.
 
Es por eso que creo que debemos tomar ventaja de lo que trae el nuevo mundo, porque ahora estamos presenciando la cuarta revolución tecnológica. Hemos vivido muchas revoluciones, la revolución agraria, la revolución industrial, la revolución tecnológica, pero ahora estamos presenciando la revolución más salvaje, fuerte y más profunda que hayamos visto, que es esta nueva sociedad del conocimiento y la información. Y esta sociedad ha probado ser muy generosa con aquellos países que la abrazan y toman ventaja de la oportunidad, pero, también, ha probado ser muy cruel con aquellos países que le han dado la espalda a esa revolución.
 
Y yo creo que China ha tomado la decisión de ser parte de esta revolución y no sólo ser parte, sino que liderar esta revolución, que es exactamente la misma transformación que estamos haciendo en Chile. Para eso necesitamos hacer muchas cosas, las mismas cosas que tuvieron que hacer en China, mejorar la calidad de la higiene, invertir más en ciencia y tecnología, promover la innovación y el emprendimiento y no asfixiarlo.
 
Y eso es algo que es muy importante porque muchas veces, el sector público, en lugar de promover la innovación, la creatividad, el emprendimiento, la imaginación, hace exactamente lo contrario. Y es por eso que hay tantas cosas en común entre China y Chile, porque enfrentamos los mismos problemas: la revolución industrial, el cambio climático, el calentamiento global, el envejecimiento de nuestra población, son los mismos problemas que estamos enfrentando en Chile.
 
Pero hay dos formas de enfrentar estos problemas. Una es quedarse y esperar a ver qué pasará y la otra es anticipar lo que pasará y prepararse para ello. Es la ola del futuro que viene, nos podemos preparar y navegar la ola, y usar la fuerza de la ola para alcanzar nuestras metas o podemos esperar que la ola llegue y si ése es el caso, estoy seguro que nos derribará y no será nada bueno para los países. Y ésa es la decisión de cada país debe tomar.
 
Algunos países están perdiendo el tiempo discutiendo cosas que no son relevantes e ignorando lo que es realmente relevante para convertirse en un país desarrollado, que sea capaz de dar oportunidades a cada uno de sus ciudadanos para desarrollar los talentos, para dar garantías a cada ciudadano de que podrán vivir una vida con dignidad. Esas son dos cosas que son absolutamente cruciales para garantizar a todos un flujo básico y para decir a todos que el cielo es el límite de acuerdo a sus talentos, de acuerdo a sus esfuerzos, de acuerdo a sus compromisos. Y eso es algo que debemos tomar, muy pronto, en consideración.
 
Es por eso que, para mí, rector, es un gran honor recibir este Honoris Causa de la Universidad de Tsinghua y estoy seguro que China y Chile, los cuales tienen una exitosa historia de relaciones, seremos capaces de escribir juntos las más hermosas páginas en el futuro.
 
Muchas gracias.