Presidente Piñera asiste a Seminario Revolución Microeconómica

15 MAR 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto al Ministro de Economía, José Ramón Valente, asiste al seminario Revolución Microeconómica. 

Muy buenos días:
 
Sé que han tenido muy buenas presentaciones, en que los ministros y también nuestros invitados han planteado los temas centrales y con la brillantez y elocuencia que los caracteriza. Por eso yo quisiera solamente enfatizar algunos aspectos que me parecen fundamentales.
 
En primer lugar, la gran misión que tiene nuestra generación es transformar a Chile en un país desarrollado y sin pobreza. Cada generación tiene su propia misión: los Padres de la Patria tuvieron la misión de darnos la independencia y la libertad; una generación que nos antecedió, hace tres décadas, tuvo por misión recuperar la democracia, la convivencia, el respeto a los derechos humanos; y a nuestra generación le corresponde dar el gran salto para conquistar el desarrollo y derrotar la pobreza.
 
Que ése es un camino difícil, por supuesto que sí; el camino a las más altas cumbres, nunca está pavimentado, está lleno de obstáculos, trampas, dificultades, y el que no tiene el coraje, la voluntad y las ganas de transitar ese camino, nunca lo va a intentar y, por tanto, nunca va a llegar a esa cumbre.
 
Nosotros nos pusimos como un objetivo central recuperar el liderazgo, el dinamismo y esa sana ambición que habíamos perdido. Yo quiero recordar que, y no es por recordar el Gobierno anterior, pero durante el Gobierno anterior se adormecieron las fuerzas, las ganas, los ánimos. Lo que nosotros hemos querido hacer es desatar la fuerza de la libertad, de la iniciativa, del emprendimiento, de la innovación, que son absolutamente necesarias.
 
 
 
 
Por eso nos estábamos acostumbrando a un país que crecía 1,7%, descuenten el crecimiento de la población 1,1, queda 0,7, es decir necesitamos 80 años para duplicar nuestro ingreso per cápita. No es un proyecto para ninguno de nosotros, ni siquiera para nuestros hijos, tal vez para nuestros nietos.
 
Y ése era el país que estábamos, la inversión caía año tras año, y todo el mundo indiferente; la productividad, en vez de haber sido un motor que nos empujó con fuerza del pasado, se transformó en un lastre que nos frenaba. Y así podríamos seguir.
 
Lo que hemos querido hacer es despertar esa sana ambición, esa misión a lograr algo grande y noble. Y para eso se requieren muchas cosas, pero una de ellas es, sin duda, remover todos los obstáculos, los cuellos de botella que dificultan, que frenan, que están en todas partes, y que además son muy difíciles de identificar, porque saben esconderse y muy difícil de erradicar, porque saben sobrevivir.
 
Y por eso quisimos hacer una verdadera revolución, no solamente en lo macro, de recuperar los equilibrios fiscales, estabilizar la deuda pública, aumentar la transparencia; no, también en una revolución micro, que es la más difícil de todas. Es como en la Agenda Mujer, el cambio legislativo es lo más fácil: uno identifica dónde hay discriminaciones, las identificamos -la sociedad conyugal, la sala cuna universal, la prohibición de matrimonio de 270 días- presentamos tres proyectos y pronto vamos a poder decir que no hay ninguna discriminación legal.
 
Pero eso es recién el comienzo, lo más difícil son las discriminaciones culturales.
 
Lo mismo pasa para poder lograr que un país recupere su liderazgo, dinamismo y aproveche en plenitud su potencialidad.
 
Y por eso la revolución microeconómica es fundamental. Yo sé que muchas veces ha habido intentos de hacer revoluciones microeconómicas, pero no han resultado, porque seguimos siendo un país, basta ver los indicadores internacionales, que muestran que Chile es un país que está lleno de dificultades para invertir, para innovar, para emprender, que los trámites que hay que hacer son agobiantes, que muchas veces se destina demasiado tiempo a la burocracia y poco tiempo a lo que realmente importa.
 
Y por eso quisimos hacer esta revolución, que involucra a muchos ministerios, y yo sé que, entiendo que, el Ministro de Economía explicó a fondo la revolución que está usted liderando, ministro, que no es solamente el Ministerio de Economía, también están involucrados todos los Ministerios, prácticamente todos los Ministerios. La diferencia, creo yo, y honestamente, es que esta vez el Presidente está personalmente comprometido por esto, realmente comprometido de apoyar, cortar los nudos georgianos, empujar con toda la fuerza, tomar las decisiones que hay que tomar.
 
Y por esa razón yo creo que ésta es una tarea que no se agota ni en un día, ni en un año, ni en un gobierno, pero sí creo que estamos avanzando en la dirección correcta.
 
De hecho, solamente para recordar -porque el pesimismo en nuestro país es una enfermedad crónica, aquí pasamos de la euforia a la depresión con una facilidad infinita, pero el camino inverso toma psiquiatra, tratamiento- nuestro país está dando muestras de que es capaz de reaccionar.
 
A algunos les molestan las buenas noticias, pero que un país haya pasado, haya logrado, casi triplicar su tasa de crecimiento; que la inversión que sólo caía, haya crecido con fuerza el año que acaba de terminar; que la productividad, que era un lastre que frenaba, se haya transformado en un motor que empuja; que los equilibrios fiscales se están recuperando; que la deuda externa se ha estabilizado; que hemos logrado crear más de 140 mil empleos asalariados, con contrato, con mejores condiciones y asalariados, porque tenemos bases administrativas, basta ver cuánta gente está inscrita en el seguro de desempleo, cuánta gente está inscrita en los sistemas previsionales, para poder ver que hay más de 140 mil empleos asalariados, más los que no son dependientes, que además de eso, hemos podido también avanzar en esta revolución microeconómica, es un primer paso.
 
Sí esto no significa dormirse en los laureles, el crecimiento es muy difícil, y mientras más crece un país o mientras más avanza más difícil es dar el paso siguiente.
 
Vea lo que pasa en el Continente, vea lo que pasa en América Latina: Argentina lleva 8 meses de recesión; Brasil lleva años de estancamiento; sin mencionar lo que está pasando en países como Venezuela.
 
Y, por tanto, ésta es una tarea muy difícil y que requiere, sin duda,  compromiso, apoyo, voluntad, tenacidad, en esto hay que ser resiliente, porque esto no se gana con una bala de plata, éstas son miles de miles de operaciones, esto es una forma que requiere el trabajo de todos los días, en cada lugar, nada es demasiado glamoroso, a pesar que usted, Ministro, ayer mostró los dientes, lo vimos todos, le hizo una propaganda a su dentista.
 
Pero yo, lo que quería hacer, Ministro, es, fuera de destacar la importancia a esta revolución, que es una revolución un poco silenciosa, pero absolutamente necesaria, y destacar la importancia del crecimiento económico. El crecimiento económico es un medio fundamental, no es suficiente, pero es absolutamente necesario. Sin crecimiento no hay empleo, no hay oportunidades, las Pymes no pueden crecer, no hay recursos fiscales, en fin.
 
Y por eso quería, Ministro, hacerle algunos encargos, aprovechando que está de muy buen humor, porque yo tenía aquí una forma de rendir cuentas, pero me imagino que si lo hago, voy a repetir lo que ya dijo el Ministro. Me imagino que usted, Ministro, hizo una descripción brillante y elocuente de todo lo que ha hecho en estos 12 meses.
 
Así que, no voy a repetir lo que se ha hecho, es mucho. Además, este tema lo conversamos una vez, antes asumir la Presidencia, con Rodrigo Valdez, ¿se acuerda usted?, de todo lo que hay que hacer microeconómicamente para desatar la fuerza de la libertad, creatividad, emprendimiento, innovación; que el Estado, muchas veces, en lugar de promoverlas termina asfixiándolas, es lo que uno escucha, permanentemente, en los recorridos.
 
Pero los encargos que quería hacerle, Ministro, son, básicamente los siguientes:
 
Uno, Chile es uno de los países con mayor complejidad de procesos regulatorios dentro de los países de la OECD, y en parte se debe a que hay más de 300 mil normas, entre leyes, decretos, regulaciones, la mayoría de ellas se crearon en alguna época, y hoy día no tienen ningún sentido, están obsoletas, pero ahí están, sobreviven, y hay que cumplirlas todas, porque el fiscalizador puede escoger cualquiera de ellas.
 
Y, por eso, la gran queja que dicen los pequeños empresarios es que tienen que cumplir con cientos y si no, miles de normas, y no saben cuál es la que finalmente les va a apretar el zapato, cualquiera de ellas puede ser.
 
Y, por eso, avanzar en lo que es OPEN, esta oficina para la productividad y el emprendimiento nacional, de revisar con criterio crítico, cuestionando la norma, mientras más tiempo más tiempo lleva, mayor razón para cuestionarla. Y escuchar, también, porque nadie sabe mejor dónde están los problemas que a quiénes afectan ese exceso de burocracia.
 
Y poder avanzar con mucha fuerza a derogar, a evitar duplicidades, a evitar obsolescencia, en esa maraña de normas que tenemos en nuestro país, y que se presuponen conocidas, porque en Chile la ley y las normas se supone que son conocidas, nadie puede alegar desconocimiento de la norma.
 
Segundo tema, que es muy importante, es lograr seguir avanzando en ayudar a eso 65 mil millones de dólares de proyectos de inversión, que están en alguna parte del sistema burocrático nacional para que, cumpliendo las normas, porque las normas hay que cumplirlas, mientras estén vigentes, pero poder ayudar a destrabarlas porque, muchas veces, están trabadas por cosas absurdas, por cosas absolutamente nimias y pueden pasar meses, porque a un funcionario se le olvidó que lo tenía en algún cajón de su escritorio y eso le puede costar millones de dólares en costos a quién está perdiendo el tiempo, por no poder avanzar.
 
Además de eso, les quería plantear, sin duda, que es contribuir a preparar un nuevo Instructivo Presidencial que obligue a todas las reparticiones a ir revisando y evaluando, periódicamente, todas las normas, todos los reglamentos, todas las regulaciones que corresponden a cada uno de esos Ministerios.
 
Hoy día tenemos un conflicto, ustedes ven, que lleva mucho tiempo, porque esto un tema mucho más complejo de lo que la gente cree, el conflicto, por ejemplo, tiene parado a 6 mil millones de dólares de inversiones inmobiliarias en la Ciudad de Santiago. Es una diferencia de interpretación entre Ministerio de Vivienda y la Contraloría, y entre medio los fallos de los Tribunales. Aquí hay muchas instancias distintas y no coordinadas que están en esto.
 
Por eso, la mejor manera de contribuir a que esto no se produzca es atacar el fondo del problema. Cuando hay una normativa que es poco clara, que les da competencia a tres instituciones distintas, lo que pasa es que, finalmente, las tres interpretan distinto y el resultado final es que todo se paraliza.
 
Luego revisar estas normas, en algunos casos, a través de modificaciones legales, en otros casos de modificaciones reglamentarias, es una tarea fundamental.
 
Y, también, trabajar con la Secretaría General de la Presidencia para establecer que en cada iniciativa legal que se presenta al Parlamento, se haga una evaluación y esto lo tiene que hacer, no el Ministerio respectivo, de cuál es el impacto que va a tener, no solamente en las finanzas públicas, que es el informe financiero, cuánto cuesta, sino que, qué efecto va a tener sobre la economía.
 
Porque, muchas veces, se aprueban normas que nadie ha medido siquiera el efecto o el impacto que puede tener sobre la economía y esa información, tal vez, si la tuvieran los legisladores, habrían legislado de otra manera.
 
Y, en eso, es muy importante, también, que pensemos que no solamente hay que seguir aprobando leyes. Nosotros estamos próximos a presentar un proyecto ley inédito en la historia nuestro país; es un proyecto de ley que deroga 100 leyes y lo vamos a presentar en los próximos días.
 
Son leyes que algunas están obsoletas, dejaron de ser operativas, otras quedaron tácitamente derogadas, pero eso es caldo de cultivo para discusiones legales en los Tribunales y otras, simplemente, hay que derogarlas porque no son buenas leyes para los tiempos modernos.
 
Y, finalmente, Ministro, quería, también, encargarle que potenciemos aún más las oficinas GPS y OPEN, porque esas dos oficinas, queremos que nos solamente sean por decreto, una iniciativa de un gobierno, que sean instituciones permanentes y, por tanto, transformarlas en instituciones permanentes, zanjándolas a través del marco de la ley.
 
Como se hizo, por ejemplo, con “Elige Vivir Sano” porque de lo contrario, muchas veces, y es la experiencia que tuvimos en nuestro primer Gobierno, duran lo que dura un Gobierno y estas instituciones queremos que sean permanentes, porque las vamos a requerir en forma permanente.
 
Y, finalmente, viene una revolución por delante. Yo vengo de tener una larga reunión con el nuevo Ministro de Ciencia y la nueva Subsecretaria de Ciencia, y estamos planificando lo que va a ser el rol de ese Ministerio. No solamente discutir que queremos gastar más, si gastar es un insumo, lo que queremos ver es cuál es el resultado, pero viene una revolución tecnológica que ya está golpeando nuestras puertas, de magnitudes gigantescas.
 
Todo el mundo repite el 50% de los trabajos en Chile están amenazados de poder ser reemplazados por la robótica, y yo le pregunto, ¿quién ha estudiado dónde está ese 50%?, ¿dónde están?, ¿en qué sector?, ¿en qué regiones?, ¿qué podemos hacer para que eso no ocurra? o ¿cómo podemos empezar a prepararnos con un plan de adecuación anticipado, para no experimentar cuando ya “la leche se ha derramado”?
 
Y, por lo tanto, con esta revolución tecnológica que viene, tenemos dos opciones: o seguimos mirándola para que nos pase por encima y nos revuelque, o nos preparamos para subirnos arriba de esa ola y usar su fuerza en beneficio de las cosas que queremos lograr.
 
Y, por lo tanto, lo discutimos hoy día largamente con el Ministro de Ciencia, hay varios consejos, a quien le hicimos un encargo: en Chile estamos legislando sobre cosas muy importantes, el calentamiento global, acabamos de promulgar una Ley de Cáncer, tenemos la Ley de Envejecimiento, y muchas más.
 
Y yo les digo una cosa, en estas materias queremos que todos esos consejos, comités, comisiones asesoras, presten un aporte, que nos aporten a cómo hacer bien esas leyes, desde el mundo de la ciencia. Y para eso ellos quieren que varias de sus divisiones, que tienen que ver con innovación, pasen al Ministerio de Ciencia.
 
Y yo le dije, que siempre que una buena práctica es escuchar a las dos partes, así que está citado mañana a las 9 de la mañana, sábado, para discutir eso, con el Ministro de Ciencia, pero a compensación de eso, lo invito Ministro, con su encantadora señora, a ver a Paul McCartney este miércoles, a las 9 de la noche, en el Estadio Nacional.
 
Muchas gracias.