Presidente Piñera da reinicio a importación de gas de Argentina

30 OCT. 2018
Descargar Audio Discurso Descargar Transcripción

S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto a la Ministra de Energía, Susana Jiménez, y al Secretario de Energía de Argentina, Javier Iguacel, da reinicio a la importación de gas natural argentino a Chile para generación eléctrica por primera vez en una década.

Amigas y amigos:
 
Chile y Argentina somos dos países que hemos sido bendecidos por Dios: tenemos países maravillosos, una Cordillera que físicamente nos separa, pero que nos genera todas las oportunidades para unirnos. Y hoy día, estamos dando un paso más en esa dirección.
 
Debo reconocer que éste fue un tema que conversamos con el Presidente Macri durante mucho tiempo, y lo acordamos en nuestra última visita a Buenos Aires. Yo tengo una especial amistad, aprecio y admiración por el Presidente Macri.  Por eso, esto tiene una doble significación, porque estamos llevando a la realidad un acuerdo, igual como fue el acuerdo de un Tratado de Libre Comercio que complementa el ACE-35.
 
¿Por qué es tan importante?
 
Porque éste es un paso más en nuestra firme voluntad de unir fuerzas para enfrentar mejor y juntos los desafíos del presente y las oportunidades del futuro, con el país hermano de Argentina.
 
Estamos avanzando en muchos frentes: en la integración económica, en la colaboración en materia de ciberseguridad, en materia de energías renovables, en materia de innovación, en materia de integración física -hace unos días nos tocó participar en la inauguración de un nuevo paso, el Paso Huemules, que facilita la integración entre Chile y Argentina-, y hoy día una nueva gran noticia, que es abrir nuevamente la válvula del gas, que nos va a permitir beneficios a ambos países.
 
En el caso de nuestro país, después de 12 años hoy día hemos logrado abrir nuevamente la válvula del gas, y eso nos va a permitir un suministro de un combustible, como es el gas, que sin duda va a traer muchos beneficios a la sociedad chilena, porque esto nos va a permitir reemplazar otros combustibles, que son más caros y más contaminantes, por ejemplo, el petróleo y también, en alguna medida, el carbón. Y, por tanto, nos va a permitir tener a nosotros una matriz energética como la que queremos, más económica, más limpia y más sustentable.
 
Pero también nos da un elemento de seguridad. Ustedes saben que cuando se interrumpió el flujo de gas de Argentina a Chile, nosotros construimos plantas de gasificación de gas licuado que podíamos importar de cualquier parte del mundo, especialmente de Centroamérica o El Caribe, y de Estados Unidos, y con eso obtuvimos una cierta independencia.
 
Ahora reabrimos con mucha confianza esta integración en materia de gas, que nos va a permitir -como decía anteriormente- un combustible o una fuente de energía más económica, más limpia y, al mismo tiempo, más segura, porque sabemos que hoy día las relaciones entre Chile y Argentina pasan por uno de sus mejores momentos, y eso es una tarea permanente suya, señor embajador, y sé que lo está haciendo muy bien, igual que nuestro embajador en Argentina, pero se facilita porque tenemos una relación muy franca, muy fluida, muy directa, con el Presidente Macri.
 
Pero tal vez lo más importante de esto es que éste es un primer paso. Yo quiero decir que en la medida que tenemos un suministro de energía a gas más económico, esperamos que eso también se traduzca en precios del gas a los consumidores y a los industriales chilenos también más económicos, de forma tal que ese beneficio llegue a las empresas y a las familias chilenas.
 
Pero también es un primer paso porque lo que estamos trabajando, y con mucha fuerza, con el Presidente Macri, es la integración energética general. Tenemos dos sistemas energéticos que son paralelos, tenemos dos horas de diferencia horaria y, por tanto, los peak de consumo no coinciden, tenemos además distinta distribución por estación en el consumo de energía.
 
Y, por tanto, son dos matrices energéticas que se complementan en forma muy natural, y podemos aprovechar, en consecuencia, de que cuando hay exceso de demanda en Argentina, nosotros podamos exportar energía y cuando ocurra lo contrario nosotros podamos importar energía.
 
Pero además de eso, nos va a permitir que un sistema sirva de respaldo del otro y nos va, en consecuencia, evitar tener que tener exceso de inversiones de respaldo para casos como sequía o situaciones no anticipadas.
 
Luego, esto es un beneficio para ambos países y me alegro enormemente que comprendamos que la integración es para favorecer y mejorar la calidad de vida de los argentinos y también de los chilenos. Ése es el espíritu con que estamos enfrentando todos los desafíos que nos pone por delante el presente y todas las oportunidades que ya hemos identificado hacia el futuro.
 
Por todo eso, yo espero que este simple botón que apretamos hoy día, señor secretario, que permitió primero abrir la válvula de gas, eso lo hizo usted, y después me tocó a mí incrementar la presión para que hubiera movimiento de ese gas, que me tocó hacerlo a mí, sea un paso más en esta sólida, fraterna, fructífera relación que estamos construyendo con Argentina, en beneficio de ambos pueblos, y en beneficio también de enfrentar juntos muchos desafíos.
 
Yo espero que tanto el Congreso de Argentina como el Congreso de Chile aprueben prontamente el Tratado de Libre Comercio, y además que podamos lograr un sueño que siempre hemos anhelado, pero nunca hemos logrado. Yo recuerdo muy bien cuando el Presidente George Bush padre, anunció en la década de los noventa, la “Iniciativa de Las Américas”, que era una zona de libre de comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Nada de eso se ha cumplido.
 
Pero ahora llegó nuestro tiempo, y hacer que nuestra América Latina se integre de verdad, no solamente en crear organismos de integración. Yo creo que América Latina es el continente que tiene más organismos de integración – la ALALC, la ALADI, el CAN, el Pacto Andino, el UNASUR, MERCOSUR, la Alianza del Pacífico- y, sin embargo, cuando uno ve cuál es el flujo de comercio entre nuestros países, es el que tiene el menor flujo de comercio regional. ¿Qué significa eso? Mucho ruido, pocas nueces.
 
¿Qué estamos cambiando? Hacer que las cosas ocurran en realidad, requiere voluntad política, pero requiere también el compromiso y la participación de las empresas del sector privado y de la sociedad civil. Y por eso agradezco y felicito a todas las empresas chilenas, que son parte de esta mayor integración y que lo van a hacer en el futuro.
 
¡Viva Argentina, viva Chile!
 
Muchas gracias.