El Presidente de la República, Sebastián Piñera, otorga la condecoración “Gran Oficial” a Generales de Carabineros de Chile recientemente ascendidos.
Muy buenas noches:
Quiero, en primer lugar, saludar con mucho cariño al ministro del Interior y Seguridad Ciudadana, al General Director, a la subsecretaria de Prevención del Delito, al General Subdirector de Carabineros, pero muy especialmente a los generales que hoy día, con mucho merecimiento, han recibido la condecoración “Presidente de la República”, en el grado de “Gran Oficial”.
Y con más entusiasmo aún, a las señoras, a las familias de los generales que hoy día han sido condecorados, porque ustedes eligieron esta vocación, era lo que ustedes querían hacer con su vida, pero sus familias los siguieron por amor, por cariño. Y, por tanto, es un mérito muy compartido.
En nuestro primer Gobierno establecimos esta valiosa, hermosa y antigua tradición de celebrar la condecoración de los generales de carabineros, en este Palacio de La Moneda, que es la casa de todos, y así poder darle un realce y una solemnidad a este acto de reconocimiento, pero también de gratitud por la entrega de toda una vida al servicio no sólo de la institución, sino que al servicio de todo un país y de todos los chilenos.
Quiero saludar muy especialmente a los 15 generales que hoy han ascendido al grado de Oficial General, y que reciben la condecoración “Presidente de la República”.
No puedo dejar de recordar y mencionar que entre ustedes se encuentra una mujer que ha recorrido un camino de esfuerzo, de entrega y de servicio a la patria, la General Pamela Olivares Peña.
Para mí, y muy especialmente en los tiempos que estamos viviendo, tiene un significado muy profundo el poder condecorar a la primera mujer del escalafón de Orden y Seguridad, que conquista este anhelado grado de Oficial General.
No sabemos lo que le depara el futuro, pero sin duda el techo está en el Cielo.
La General Pamela Olivares ha sido y sigue siendo un gran aporte y un gran orgullo, no solamente para Carabineros, sino que también para nuestro Gobierno, por su trayectoria. Y para que no se pongan celosos los demás generales, quiero decirles que ustedes también son un orgullo para la institución, para nuestro Gobierno, para todos los países, y para todos los chilenos que hemos conocido, reconocido y apreciado lo que significa dedicar la vida a una institución tan noble y tan necesaria, como es Carabineros de Chile.
Hace alrededor de 30 años -cómo pasa el tiempo- ustedes tomaron una decisión que afectaría todas sus vidas y también la de sus familias, y que sin duda requería, entonces, y requiere hoy día con mayor intensidad, una profunda vocación de servicio público y un cariño intenso por nuestro país, al decidir incorporarse a Carabineros.
El General Valenzuela decía que “no se puede ser un buen General, sin haber sido un buen Carabinero”. Quiero agregarle, General Valenzuela, que no se puede ser un buen General sin haber sido y sin seguir siendo un buen Carabinero.
Han pasado casi toda su vida en esta hermosa institución, a lo largo de distintas etapas, en distintos lugares de nuestro país, cumpliendo distintas funciones, pero sabemos muy bien que “muchos son los llamados, pero pocos son los elegidos”. Y ustedes han sido elegidos para llegar al Alto Mando de Carabineros.
Estamos reconocidos y agradecidos por el aporte que ya han hecho a nuestra patria, por esa entrega, vocación, tenacidad, esfuerzo, compromiso, pero estamos más agradecidos por lo que ustedes van a aportar de aquí en adelante a nuestra patria, desde su cargo de Generales de Carabineros.
Por esa razón, ustedes saben que el verdadero mando no se basa en la antigüedad ni en los grados, especialmente en una institución como Carabineros, en que ustedes comparten todos los días con quienes son o van a ser sus subalternos, y sin duda ellos necesitan no solamente lecciones teóricas, más que maestros, requieren testimonios, y eso es lo que es parte de la misión de un General de Carabineros de Chile.
Estoy seguro que van a saber ejercer esta condición de Alto Mando, en su carácter de General de Carabineros, y al mismo tiempo llevar en su pecho, con mucho orgullo, esta sencilla, pero significativa y muy merecida condecoración “Presidente de la República”, que han recibido hoy día, en el grado de “Gran Oficial”. Que, por lo demás, es una tradición republicana reservada como distinción y reconocimiento a esta dedicación profesional, a esta capacidad y a esta entrega durante toda una vida.
Porque además de tener que proteger la integridad, la propiedad e incluso la vida de nuestros compatriotas, y combatir la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo, frente a lo cual nunca podemos bajar los brazos ni estar contentos, porque sabemos que nuestros ciudadanos nos piden, a veces en forma desesperada, que seamos capaces de darle más paz y más tranquilidad a sus vidas, y eliminar esta angustia que carcome a tantas familias chilenas, producto de la delincuencia y el narcotráfico.
Pero, además, cada vez que en Chile hay un golpe de la adversidad -lo cual nos ocurre con mucha frecuencia, y probablemente nos va a seguir ocurriendo-, siempre hemos visto y hemos sabido que podemos contar con Carabineros de Chile, para aliviar el dolor, para auxiliar a las víctimas, para ayudarnos a reconstruir lo que la naturaleza destruyó.
Y por eso, esta doble labor que cumple Carabineros, es lo que les ha hecho ganarse el cariño, la gratitud, el aprecio de todos nuestros compatriotas.
Y por eso estamos tan profundamente orgullosos de nuestros Carabineros, que velan por la seguridad de todo un país. Su trabajo, tal como lo dijo el General Valenzuela, se produce no solamente en las grandes ciudades, también en las escarpadas montañas y en las grandes pampas del sur de Chile, recordando sus propias palabras. Y así es como se va forjando un verdadero carabinero.
Hoy, como Presidente de la República, quiero expresarles -y sé que en esto interpreto a todos mis compatriotas- nuestra profunda gratitud, reconocimiento, cariño y aprecio a los Carabineros de Chile, a esos más de 50 mil hombres y mujeres, y también a sus familias, que sin duda han sido pacientes y generosas, porque sin esa paciencia y generosidad probablemente ninguno de ustedes podría haber llegado a ser General de Carabineros de Chile.
Y terminar recordando unas hermosas palabras de Gabriela Mistral, que en el año 1954 escribió en la Hoja de Patrullaje de Carabineros: “Gracias a los que velan desvelándose; ustedes son, sin saberlo, los guardadores de nuestros sueños y la conciencia de nuestra ciudad”.
Así es como los queremos ver siempre, velando por nuestros sueños y guardando la conciencia de la ciudad.