S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acepta renuncia de ministro de cultura
Muy buenas tardes:
Nuestro Gobierno condena categóricamente los atropellos a los derechos humanos, en cualquier tiempo, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
Condenamos tanto los atropellos a los derechos humanos que ocurrieron en el pasado en nuestro país, y también los atropellos que ocurren hoy día en muchos países del mundo, incluyendo algunos de nuestro propio continente, como es el caso de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Nuestra visión de los derechos humanos no se limita a recordar y, por supuesto, condenar los graves, injustificados e inaceptables atropellos a los derechos humanos que ocurrieron en un pasado reciente en nuestro país.
Tenemos también un profundo compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia, con aprender de los errores del pasado, con buscar los caminos de la reconciliación y la paz entre los chilenos, y con fortalecer y promover una cultura de respeto irrestricto a los derechos humanos de todos y cada uno de nuestros compatriotas.
Por eso nuestro Gobierno está, especialmente, preocupado y ocupado de luchar y atenuar los atropellos a los derechos humanos que pueden hoy afectar a los grupos más vulnerables de nuestro país, como son los niños, los de mayor edad, los migrantes, los privados de libertad e incluso nuestras mujeres.
Con respecto a la situación del ministro Mauricio Rojas, por sus declaraciones efectuadas algunos años atrás, queremos ser firmes y claros, y destacar lo siguiente:
No compartimos sus opiniones y declaraciones respecto al sentido y la misión del Museo de la Memoria, que recoge los testimonios, las vivencias, las evidencias y las enseñanzas de un período muy oscuro en nuestro país, en relación a los derechos humanos.
Tampoco compartimos la intención de ciertos sectores de nuestro país, que pretenden imponer una verdad única y que no tienen ninguna tolerancia ni respeto por la libertad de expresión y la libertad de opinión de todos nuestros compatriotas.
Sin perjuicio de condenar categóricamente los lamentables, graves e inaceptables atropellos a los derechos humanos -de los cuales el Museo de la Memoria nos permite recordar, aprender y proyectar-, es bueno en nuestro país preguntarnos con la misma libertad, y analizar con objetividad, con profundidad y con buena fe: ¿Por qué se debilitó la democracia y el Estado de Derecho en nuestro país? ¿Por qué la convivencia entre los chilenos y la amistad cívica entre los compatriotas se transformó en odios y divisiones tan profundas entre chilenas y chilenos? ¿Por qué se legitimó el uso de la violencia en el ejercicio de nuestra democracia?
Por supuesto, ninguna de estas preguntas, ni tampoco sus respuestas justifica bajo ninguna circunstancia los graves, injustificados e inaceptables atropellos a los derechos humanos ocurridos en el pasado en nuestro país. Pero sí creemos que las preguntas y las respuestas nos pueden significar importantes luces, valiosas enseñanzas para asegurar que, nunca más, en nuestro país, hechos -como los que hemos mencionado- vuelvan a ocurrir, y de esa forma, facilitar y fortalecer el camino de nuestra Patria hacia un Chile desarrollado en forma integral, inclusivo y sustentable.
Y sin perjuicio de reiterar que no compartimos las apreciaciones hechas en el pasado por Mauricio Rojas, respecto del sentido y misión del Museo de la Memoria, situación que -por lo demás- él mismo aclaró al afirmar que esas afirmaciones no reflejan su pensamiento actual, nadie puede negar que, a lo largo de toda su vida, Mauricio Rojas ha tenido una permanente y consecuente posición de rechazo y condena a toda forma de atropellos a los derechos humanos. De hecho, su propia familia sufrió esos atropellos a mediados de la década de los 70s.
Sin embargo, como Presidente de Chile y pensando sólo en el mejor interés de nuestro país, en el bienestar de todos nuestros compatriotas y en la buena marcha de nuestro Gobierno, he decidido aceptar su renuncia.
También he resuelto designar como ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a la señora Consuelo Valdés.
Consuelo Valdés es arqueóloga, con estudios en antropología y tiene una larga y valiosa trayectoria en el mundo de las culturas, las artes y el patrimonio. Entre otros cargos, en su destacada carrera profesional, ha sido directora del Museo Artequin, ha sido consejera del Consejo Nacional de Televisión y, hasta el día de hoy, se desempeña como directora ejecutiva del Museo Interactivo Mirador (MIM).