S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font encabeza ceremonia de presentación de la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales
3 OCT. 2025
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font encabeza ceremonia de presentación de la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales
Después de escuchar a Gustavo, me dieron ganas de emprender. Siempre he querido poner un cafecito, bar, con una librería. Me diste ánimo.
Estoy contento, estoy contento porque esta ley fue difícil. Porque como bien decía Rosario, había, hace mucho tiempo, diagnóstico de que acá teníamos un problema, y costaba mucho hacerse cargo. Por eso destaco además la diversidad de gente e instituciones aquí presentes. Ministerios que tienen que trabajar intersectorialmente, el mundo privado de las empresas, los pequeños emprendedores, la Corfo, el Fosis, y también representantes del congreso que nos ayudaron a sacar este proyecto adelante.
Como bien decía Gustavo, es una muestra de que cuando hay voluntad, cuando hay trabajo dedicado y una meta que trasciende diferencias políticas, podemos dar respuestas a los problemas que aquejan a la ciudadanía.
Como decía antes, era un lugar común que el sistema de permisos en Chile se había vuelto irracional, caótico, y una suerte de freno, de embudo, de traba para el crecimiento. Y durante mucho tiempo también la política parecía ser indiferente, porque en general se repetía lo mismo, se hablaba de la permisología, pero bueno, ¿qué se hace? Si esto lo escuchábamos en las Enade, en los foros empresariales, lo repetían los parlamentarios seguramente, los candidatos en campaña, pero nadie tomaba el toro por las astas.
Y cuando formamos el Gabinete Pro Crecimiento y Empleo, quiero contarles que recorrimos las 16 regiones del país, revisamos 255 proyectos de inversión, nos juntamos con el mundo público, pero también con el mundo privado en regiones, con pequeños y con grandes inversionistas. Y era muy sorprendente escuchar sus testimonios, sus experiencias de cómo a veces justamente este sistema irracional bloqueaba estas ganas de emprender y terminaba desincentivando. Les doy dos ejemplos de diferentes escalas: uno, me junté con el CEO de TEC, una de las más grandes mineras a nivel mundial, que de hecho va a tener ahora una fusión con Anglo, y se van a transformar en, si no la más grande, de las más grandes.
Y el CEO de TEC en ese momento, canadiense, me dice -estábamos hablando de Quebrada Blanca- y me dice que está tremendamente orgulloso de la mina, de lo que han realizado allá. Pero me dice, que “si hubiese sabido que me iba a demorar diez años en sacarlo adelante, no sé si hubiese empezado”. Y un proyecto que hoy día es importante para el crecimiento de Chile, se demoró diez años por el sistema de permisos.
Y por otra parte, teníamos a pequeños emprendedores como Gustavo, que tiene, como él contaba, un pequeño local de empanadas -qué alegría saber que vas a poner uno nuevo, queremos probar esas empanadas, compañero- Y nos encontrábamos con gente que nos contaba las calamidades que tenía, por ejemplo, para poner un pequeño restaurante en el barrio.
Yo ahora, esto es de otra dimensión, no es de inversión, pero estoy haciendo los trámites para remodelar una casa y todavía no logro pasar la parte de la desratización, porque me piden unos permisos, ahora estamos avanzando, y el retiro del asbesto, una cuestión realmente compleja.
Y después de escuchar estos testimonios, hicimos gestiones, todo, por cierto, en el marco de la ley, y puedo decirles que a la fecha, el 83% de las gestiones comprometidas de más de 255 proyectos de inversión están resueltas. Pero no bastaba con las gestiones uno a uno. Acá lo que era obvio es que teníamos un problema más estructural; y el ministro de Economía en ese entonces, Nicolás Grau, tomó este proyecto y muchos dijeron que era imposible.
Yo me acuerdo en algunos foros en donde nos decían como que esto era wishful thinking, que era un ejercicio de voluntarismo pero que no lo íbamos a sacar adelante. Y yo hablaba permanentemente con Nicolás y lo presionaba un poco, decía cuándo votamos, cuándo votamos, me había prometido en enero del año pasado, de hecho se demoró un poquito más, pero se logró sacar adelante. En enero de este año... Ah, claro, en enero de este año, tienes toda la razón. Igual te demoraste más.
¿Y qué es lo que en concreto significa esto? Porque lo que decía Gustavo es que tiene una bajada a la realidad que ya está operando, como él bien decía, muy material, muy concreta. Significa que los tiempos de tramitación se van a reducir en más de un 30% para los proyectos grandes de inversión y hasta en un 70% para proyectos que suelen desarrollar las MiPymes y las cooperativas de menor tamaño.
Esto es una tremenda noticia para quienes quieren concretar su sueño de emprender o de ampliarse, de crecer, desde una hostal, una ferretería de barrio, una nueva sucursal del local de empanadas. Y lo es también para las familias que esperan por hospitales, por comisarías, por mejor conectividad, para el desarrollo de infraestructura estratégica como las líneas de transmisión eléctrica o este teleférico. Por eso decidimos venir acá a Huechuraba.
Y quienes miran todavía con escepticismo este avance, quiero decirles que como gobierno lo que quisimos fue dar respuestas a preguntas muy concretas. Que la nueva ley no regula menos, sino que regula mejor, que los trámites para obtener permisos más rápido, se van a hacer sin descuidar el sentido original que tenían los permisos; que es cuidar nuestra salud, cuidar nuestra seguridad, por ejemplo, que los edificios sean resistentes a terremotos. Cuestiones como esa, cuando se habla despectivamente de la permisología, se ha perdido el sentido profundo que tenía en un comienzo la necesidad de tener permisos para.
Noten ustedes que hace poquito hubo un terremoto en Indonesia que fue de 6.9, 6.8. Si acá tenemos un terremoto 6.8, 6.9, la verdad es que nuestra infraestructura resistiría bastante bien. Acuérdense que las escalas de los terremotos son exponenciales. Y eso no es casualidad: no es que el concreto o el material sea más resistente, es que hay un sistema de construcción, de permisos que ha garantizado normas que han mejorado la calidad de la infraestructura que se construye en Chile.
Lo mismo con el sistema de salud. Cuando a la marraqueta se le pone ácido fólico, por ejemplo, no sé si sabían pero a la marraqueta se le pone ácido fólico porque en Chile teníamos una prevalencia muy alta de espina bífida. Y el sistema de salud público, que es tan potente en Chile, decidió que le íbamos a poner este elemento a la marraqueta y eso ha permitido bajarlo a niveles casi mínimos, la espina bífida. Esos son los objetivos originarios de estos sistemas.
Pero en Chile se había puesto uno por sobre otro, se había traslapado, se había vuelto irracional y se había vuelto en esta suerte de burocracia kafkiana. Lean, por favor, el cuento del proceso de Kafka, que de ahí viene esta idea de “kafkiano”; en donde uno se transforma en una suerte de engranaje que no entiende para qué. Y hoy día estamos volviendo a esa racionalidad.
Quiero decirles que este nuevo sistema no va a beneficiar solo a grandes inversionistas, sino a cualquiera que necesite tramitar un permiso para emprender. Es una ley pro Pyme y un paso decisivo hacia un Estado al servicio de las personas. Me quiero hacer cargo de las críticas también, porque algunos decían que este era un proyecto de una suerte como de motosierra. Y eso no es así, porque acá mantenemos los estándares ambientales. Lo que hacemos es darle racionalidad y permitir que proyectos se concreten de manera más eficiente. Que resolver nudos y trabas burocráticas no solamente impacta en los números económicos, también en cómo llega el Estado para las personas.
El tiempo que toma tramitar permisos para instalar un jardín infantil baja más de la mitad. Para construir un hospital, baja más de un año. Para ampliar un restaurante pasa de siete a dos meses. Y este sistema de permisos sectoriales impulsa que la inversión sea un mecanismo abierto y transparente, reduciendo los tiempos, las arbitrariedades y las eventuales malas prácticas también en la tramitación de proyectos.
Ahora, esto no lo hicimos solos. Esto fue una iniciativa producto de este diagnóstico compartido que lideró el Ministro Grau, pero participaron 17 ministerios. Y es complicado en el Estado. Uno de los problemas que tiene el Estado es que muchas veces cada sector trabaja como un compartimiento estanco, como si no conociera el otro. Y acá lo que se logró es coordinar a 17 ministerios, a 37 servicios públicos, a gremios empresariales, a actores políticos y sociales.
Y acá quiero agradecerle a Rosario. Porque, ustedes saben, la relación con el gran empresariado no ha sido fácil. Y Rosario ha sido un puente que, además con el optimismo que ha planteado desde el minuto uno, ha empujado que estas cuestiones salgan y ha generado acercamientos entre mundos que no se conocían. Así que el que te hayamos invitado hoy día, Rosario, no es casualidad, sino que tú también eres gran impulsora de esa confianza transversal que se ha logrado generar también entre el sector público y el sector privado.
El Ministro Grau, por cierto, fue fundamental en esta tarea. Y, a su vez, el Ministro Grau no lo hizo solo. Qué bueno, Rosario, que mencionabas a los equipos. Porque Nicolás Marchant, Camila Astorga y todos los equipos que están por acá, ¿o no? ¿Dónde están los equipos? Mira, allá atrás, siempre al fondo. No se ven, pero son los que hicieron realmente la pega. Así que, felicitaciones a todo el equipo por ese tremendo trabajo y coordinar a tanta gente.
Quiero decirles que vamos a seguir en esta senda de diálogo social y trabajo serio hasta el último día. Esa es una de las, yo creo, características de este gobierno: que ha logrado ponerse de acuerdo, que ha logrado establecer espacios de diálogo con quien piensa distinto. Porque la política, al final del día, es el arte de ponerse de acuerdo entre quienes piensan distinto por un bien común compartido, que es mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad. Si de nada sirve el que cree que tiene razón hasta el final, pero no dialoga con nadie, porque así no va a cambiar nada.
Se requiere dar un paso, salir de la trinchera y conversar con quien tiene opiniones diferentes o quien viene de mundos diferentes. Esta ley refleja aquello y lo que decía también Rosario: la confianza, ese intangible que es fundamental para la cohesión de las sociedades y, por lo tanto, para el desarrollo de un país.
Ahora estamos celebrando la promulgación de esta ley que ya está operativa, pero tenemos mucha pega, acá no termina el trabajo. Por eso, cuando decimos que nuestro gobierno es hasta el 11 de marzo, a las 11 de la mañana, no sé a qué hora es el cambio de mando, va a estar trabajando al 100%, lo digo muy en serio.
Creo que el mes pasado, el ministro Grau, no sé si el mes pasado o el antepasado, expuso ante todo el gabinete, nosotros tenemos reuniones de gabinete con los 24 ministerios una vez al mes, y expuso cómo se va a implementar la ley de permisos y le pidió colaboración, o exigió más bien, exigimos colaboración a todos los ministerios porque la implementación va a ser muy ardua, tal como la implementación de la ley de pensiones.
Y acá damos un paso, pero inmediatamente nos ponemos otras metas y la implementación es muy difícil. Y el ministro Álvaro García, a quien agradezco muchísimo la generosidad de sumarse a nuestro equipo, también va a cumplir ese rol fundamental de liderar esa implementación de una ley que va a ser, seguramente esta no es de las leyes que, a mí me sorprendió el entusiasmo de Gustavo porque no me hubiese imaginado a alguien celebrando como persona natural, celebrando esta ley.
Pero va a ser de las leyes que van a apalancar la mejora concreta de la calidad de vida de las personas, porque cuando mejora la economía, cuando se democratiza también la economía, mejora la calidad de vida del pueblo de Chile.
Y ese es el objetivo central de nuestro gobierno, para eso estamos trabajando, así que muchísimas gracias, muchísimas gracias por este trabajo y esta muestra de confianza. Que les vaya muy, muy bien.