S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, concluye su participación en la 80° Asamblea de Naciones Unidas.
Muy buenas tardes a todos y todas. Muchas gracias a los medios de comunicación por acompañarnos hoy día y durante esta intensa gira en Naciones Unidas.
Esta es mi cuarta y última participación como Presidente de Chile en la Asamblea General de la ONU. Quiero decirles que ha sido un honor realmente para mí representar a nuestra patria ante la Asamblea de todas las naciones del mundo.
Y lo he hecho con la convicción de que la tradición de la política exterior chilena, que ha sido siempre la defensa irrestricta de los derechos humanos, el respeto irrestricto del derecho internacional, la promoción del multilateralismo, la apertura, ha sido lo que hemos llevado adelante también en nuestra gestión. Hemos dado en ese sentido, desde el retorno a la democracia, una continuidad a una política de la cual estamos profundamente orgullosos y que es reconocida internacionalmente.
Es sabido que vivimos en un contexto mundial cada vez más complejo, de profunda polarización, con un nuevo auge de extremismos que socavan las democracias y peor aún con guerras como la de Ucrania, con genocidios como el que, en este momento, está golpeando a Gaza, que tal como dije en el discurso de Naciones Unidas representan una crisis global porque es justamente una crisis de humanidad. Por eso a Chile le importa. A Chile le importa porque donde haya un ser humano sufriendo es también un hermano.
Por cierto, algunos dirán que lo que pasa fuera de las fronteras de nuestro país no es de nuestra relevancia. Yo les digo que se equivocan. Nuestro rol y nuestro énfasis está en el gobierno de nuestro país y atender las urgencias de nuestros ciudadanos y eso ha sido así durante todo el Gobierno. Pero cuando hay un genocidio, cuando mueren niños y niñas, mujeres inocentes, cuando se raptan a niños desde un lugar para llevarlos a otro país, no podemos ser indiferentes. El mundo no lo fue cuando Chile vivió la larga noche de la dictadura. No podemos serlo nosotros.
Durante esta semana ocurrieron anuncios y reuniones que nos llevan también, en medio de las dificultades del mundo, a tener luces de esperanza.
Hablo, por ejemplo, de la cumbre “En defensa de la democracia”, donde nuevamente con los mandatarios de Brasil, España, Uruguay, Colombia y donde se sumaron mandatarios de Sudáfrica, de países del África, de otros lugares de América, de Centroamérica, ministros de Relaciones Exteriores de diferentes países, tuvimos una sala llena de gente discutiendo en positivo qué es lo que le queremos decir al mundo.
Porque no basta que el progresismo diga: “Cuidado, ahí está la ultraderecha o ahí están los extremismos”. No, tenemos que hablar en positivo. Por qué cuando gobiernan los sectores progresistas la calidad de vida de los chilenos y chilenas, y en el mundo, mejora. Por qué hay más paz social. Por qué el mundo avanza en mayor justicia e igualdad.
Y eso nosotros lo defendemos en una perspectiva democrática, discutiendo y conversando con quienes tienen legítimas posturas distintas, en el marco del debate democrático.
Representantes de Albania, Bolivia, Cabo Verde, Guatemala, Honduras, San Vicente y Las Granadinas, Senegal, México, Noruega, el presidente del Consejo Europeo, el secretario general del Consejo de Europa y el secretario general adjunto de Naciones Unidas participaron en este encuentro, además del respaldo de 44 Premios Nobel –cuya carta estaremos difundiendo y le pido a mi equipo que lo hagamos– que apoyan esta iniciativa que lanzamos hace un año y que estamos dándole continuidad y musculatura.
También veo esperanza en lo relacionado con el medioambiente, porque tenemos la tremenda noticia que se pudo concretar esta semana la ratificación del Tratado BBNJ, que es sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales.
¿Qué significa esto que suena muy enredado? La mayoría del mar y su biodiversidad está fuera de las fronteras nacionales y hasta hoy día no tenía una regulación adecuada. Y es parte de nuestro ecosistema también, nosotros somos parte también de los océanos.
Hoy día, donde Chile ha jugado un rol tremendamente importante, se ha ratificado este tratado y además Chile está postulando para que nuestra “Perla del Pacífico”, Valparaíso, sea la sede de esta nueva organización internacional que va a defender el cuidado de las aguas no jurisdiccionales de los océanos.
También tuvimos una nueva edición de la Cumbre del Clima convocada por Naciones Unidas y con Brasil que –como saben– albergará la COP 30, en la ciudad de Belém Do Pará, en medio del Amazonas. Por eso nos acompañaba también nuestra ministra Maisa Rojas, donde Chile ha actualizado sus NDC. Sus NDC son cuáles son los aportes que nosotros nos comprometemos a hacer, cuáles son las metas que nos ponemos en materia de emisión de gases de efecto invernadero.
Chile está cumpliendo con su tarea y cumpliendo con los Acuerdos de París. No solamente nos comprometimos a cerrar las termoeléctricas a carbón de aquí al 2035 y a ser carbono-neutrales al 2050, sino que hemos avanzado en la protección de los océanos. Estuvimos con representantes de la Isla de Juan Fernández y la Isla de Pascua, donde estamos ampliando la protección de esta zona.
Entonces, Chile tiene muchos motivos para sentirse orgulloso. Yo les quiero transmitir a mis compatriotas ese orgullo que en el mundo se reconoce a Chile. Reconozcámoslo nosotros también.
Este martes también tuve el honor de anunciar, después de muchos meses de conversación y trabajo con ella, la candidatura de nuestra expresidenta Michelle Bachelet a la Secretaría General de las Naciones Unidas. Una mujer que ha entregado su vida al servicio público, a la construcción de un mejor país y de un mundo mejor, con experiencia en materias de Salud, en materias de Defensa, en materias de Gobierno, en materias de respeto a los Derechos Humanos, en promoción de los Derechos de la Mujer, con una vasta experiencia en la ONU.
Y que no me cabe ninguna duda que sería no solamente una tremenda secretaria ejecutiva, sino una persona, la primera mujer secretaria general de esta organización en 80 años, que tendería puentes entre un mundo que parece cada vez más dividido. Y pucha que necesitamos puentes. No me cabe ninguna duda que la expresidenta Bachelet, en representación de Chile, no del Gobierno, no de mí, de Chile, cumpliría un tremendo rol en este cargo.
Vengo del sur, estoy orgulloso de representar a mi país y a América Latina que tiene mucho que aportar en distintas materias y que desde diferentes rincones se mira y se escucha con atención. Espero que se siga honrando la tradición de Chile de defensa del multilateralismo, los derechos humanos y la democracia siempre, en todo lugar, sin doble estándar.
Muchísimas gracias a todo nuestro equipo. A nuestro tremendo embajador en Estados Unidos, don Juan Gabriel Valdés, que ha cumplido un rol tremendamente importante también en las negociaciones a propósito de los temas arancelarios y en la representación de Chile acá, por ejemplo, en el programa Visa Waiver, en el Systems Approach, en las colaboraciones en materias de seguridad.
A nuestra embajadora en la ONU, Paula Narváez, que ha realizado también una tremenda pega, incluso llegando a presidir el ECOSOC de la ONU y que nos ha representado de manera excelente.
A nuestro canciller Alberto van Klaveren, que ustedes saben es garantía de seriedad, de ponderación, de experiencia en materia internacional.
Y a las ministras que me acompañaron, Antonia Orellana, Javiera Toro y Maisa Rojas, donde trabajaron también con temas que estamos haciendo en Chile que estamos orgullosos. De hecho, Javiera y Antonia estuvieron contando cuál ha sido la política que hemos impulsado en materia de cuidados. Los invito a ver los videos que subieron en sus redes porque, en verdad, es tremendamente destacable lo que estamos haciendo al decir que cuidar es trabajar y que debemos socializar los cuidados también.
En fin, hay mucho que contar, pero sé que también ustedes tienen preguntas sobre estos temas. Así que, encantado de recibirlas.