Declaración de Presidente Boric tras reunirse con Presidente de México Andrés Manuel López Obrador

10 SEPT. 2023
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Declaración de Presidente Boric tras reunirse con Presidente de México Andrés Manuel López Obrador

Imaginen el 11 de septiembre de 1973 en una embajada, la Embajada Mexicana, en donde poco a poco comienzan a llegar desesperadamente militantes, obreros, gente en busca de refugio y en donde un embajador valiente de nombre Gonzalo Martínez Corbalá recibe, tanto en su residencia como en la embajada, a cientos de chilenos y chilenas. Y él mismo, corriendo riesgos personales dada la contingencia del momento, va a buscar a la familia del presidente Allende, a Isabel, a la señora Hortensia.
 
Y el Estado de México, el Gobierno de México, con una solidaridad que lo ha caracterizado a lo largo de la historia, recoge, le da asilo y cariño en el dolor a cientos y miles de chilenos quienes fueron privados de su patria, de su nacionalidad y que intentaron privarlos de su dignidad, pero no pudieron.
 
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, ustedes saben, no acostumbra hacer estos viajes y por eso me honra profundamente que haya decidido acompañarnos en esta fecha tan simbólica para nosotros. Cuando estuvimos juntos en su oficina, me contaba cómo a los 18 años, en una de sus primeras clases de economía en la UNAM, se enteran del Golpe de Estado e inmediatamente surge la resistencia y la solidaridad con Chile.
 
Desde entonces el sacrificio del presidente Allende, que trascendió las fronteras de este palacio y de este país, se volvió universal. Y eso es, precisamente, lo que representa la visita de un tan alto dignatario como Andrés Manuel López Obrador hoy en nuestra patria y a quién quiero agradecer.
 
Las historias de nuestros países están profundamente entrelazadas, están cruzadas por grandes emociones, por grandes gestos de solidaridad, pero nuestros vínculos también tienen que ver con el presente y con el futuro en un amplio campo de cooperación que tenemos en materias económicas, de inversiones, científicas, tecnológicas, educacionales y culturales.
 
Cómo no dejar de agradecer el trabajo incansable que como embajadora hizo Alicia Bárcena, hoy canciller de México, cómo no agradecer a Beatriz Gutiérrez su trabajo por recopilar el legado de Gabriela Mistral en México y que, de manera generosísima, donó a nombre del estado mexicano al Museo de la Educación en Chile. Cómo no agradecer a las Fuerzas Armadas Mexicanas que, en un momento en que lo estábamos pasando mal con los incendios en febrero de este año, dispusieron de todos los recursos para enviar decenas de brigadistas que ayudaron a combatir los incendios.
 
Por lo tanto, la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un sentido de visión histórica, tiene un sentido de compromiso con la figura transversal y democrática que fue el presidente Allende, pero tiene un sentido también de presente que quiero destacar. Su visita, Presidente, con motivo de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, es una muestra concreta de esta historia que nos une y de su compromiso con el fortalecimiento de la democracia en América Latina y del interés mutuo en seguir trabajando en el beneficio de nuestros pueblos.
 
Chile y los Estados Unidos Mexicanos comparten visiones y poseen intereses comunes, pero, sobre todo, nos une una amistad profunda no solamente a nivel de Gobierno, de Estado, sino de manera muy especial entre sus pueblos. Esta hermandad hunde sus raíces muy hondo y está firmemente entretejida desde que nacimos juntos a la vida independiente como repúblicas libres y soberanas con el grito de Hidalgo o la espada de O'Higgins hace más de dos siglos.
 
El pueblo mexicano nos tendió una mano de ayuda cuando lo hemos necesitado. Por ejemplo, en el terremoto de 1939 cuando gobernaba Pedro Aguirre Cerda y Salvador Allende era su ministro de Salubridad, y en el terremoto de 1971. Y, a su vez, una historia quizás menos conocida es que el gobierno chileno, aún en los momentos difíciles que estábamos pasando en septiembre de 1973, después del duro terremoto de Veracruz de principios de septiembre de 1973, envió una delegación liderada por Hortensia Bussi e Isabel Allende a expresar materialmente la solidaridad de Chile con el pueblo mexicano que había sido golpeado por este terremoto que, hasta antes de 1985, había sido el más grave que había azotado a su país.
 
Nuestro desarrollo cultural como país es impensable sin los aportes de México en literatura, en música, en cine, en pintura, en su trabajo editorial y en tantas otras expresiones. Pienso, y solamente desde mi generación, en Gael García Bernal protagonizando la épica de la película No a propósito del plebiscito de 1988. Pienso en el intercambio cultural de bandas como Los Tres, Café Tacvba, Mon Laferte y Los Bunkers que están yendo y viniendo permanentemente.
 
Pienso, por cierto, en la presencia de Gabriela Mistral en México que dejó profunda huella y, también, en Pablo Neruda que ha sido significativa y ha dejado huella en la sociedad mexicana y de tantos otros que hoy están allá como, por ejemplo, Alejandro Zambra que realiza su tarea, en conjunto con Jazmina Barrera desde tierras mexicanas.
 
Los lazos de solidaridad que cruzan nuestras historias que hicieron más fuertes e indestructibles cuando a partir del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, México abrió las puertas de su embajada y acogió a más de 3.000 compatriotas en su tierra. Les dio asilo contra la opresión, los cobijó y les brindó apoyo en un momento que era muy difícil para sus vidas. Por eso hoy, a nombre del Estado de Chile, le agradezco, Presidente, la solidaridad de vuestro país para todos quienes en esos momentos duros lo estaban pasando mal y que se sigue expresando hasta hoy. Gracias, Presidente y gracias, México.
 
Hoy la hermandad de Chile y México se proyecta al futuro en base a un compromiso inclaudicable con la democracia, con la democracia centrada en el pueblo y como siempre nos recuerda Andrés Manuel, con “Los Pobres Primero”, por el respeto a los derechos humanos y por la cooperación internacional.
 
El próximo año en marzo, cuando celebremos 25 años del Tratado de Libre Comercio entre Chile y México, volveremos a reforzar y actualizar justamente las instancias de colaboración que tenemos entre nuestros países. En ese sentido, seguimos perfeccionando y fortaleciendo el Fondo de Cooperación Chile-México, que es un mecanismo de vanguardia en el que dimos un paso significativo al incorporar el enfoque de género y la promoción de derechos humanos como áreas prioritarias de nuestro campo de cooperación, porque el intercambio no es sólo en dinero.
 
Termino diciendo que Chile y México están definitivamente unidos por su historia, y aunque somos países de nuestra gran patria latinoamericana alejados geográficamente, tenemos una especial cercanía, un rico pasado juntos y un desafiante presente y futuro que se construyen en democracia con justicia y libertad.
 
Por intermedio del Presidente López Obrador, quiero reconocer y dar las gracias también a los numerosos líderes internacionales, presidentes y expresidentes, parlamentarios, activistas y diversos representantes que nos acompañarán en esta conmemoración de los 50 años del quiebre de la democracia en Chile, del Golpe de Estado en Chile, para reivindicar el valor intrínseco de la democracia y el respeto irrenunciable de los derechos humanos.
 
Gracias nuevamente al Presidente de México por honrarnos con su presencia, y esperamos que esta visita permita estrechar aún más los lazos de amistad entre nuestros pueblos.
 
Muchas gracias.