El Presidente de la República firma el Mensaje Presidencial para la ratificación del Convenio 190 de la OIT

29 AGO. 2022
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El Presidente de la República firma el Mensaje Presidencial para la ratificación del Convenio 190 de la OIT, relativo a la obligación de los Estados de adoptar una legislación que defina y prohíba la violencia y el acoso en el trabajo.

Da mucha alegría, esperanza y confianza en el futuro, ver espacios como éste, copado, lleno de mujeres trabajadoras organizadas que están cambiando Chile. Muchas gracias por estar acá, de verdad.
 
Como mencionaba la vicepresidenta de la Mujer e Igualdad de Género de la CUT, acá hay algo que, para nosotros, como Gobierno, es muy importante, saber que estamos avanzando en el cumplimiento de un programa que construimos en conjunto.
 
Porque si hay algo que nos inspira y que no se nos puede olvidar que es lo que nos trajo hasta acá es que éste no es un Gobierno de una o dos coaliciones en particular, este Gobierno lo que pretende es interpretar sin reemplazar ni sustituir a las trabajadoras y trabajadores de Chile que, justamente, a ellos nos debemos, que este Gobierno tiene un sentido y una razón y que es, justamente, el cumplimiento de compromisos como éste en el que vamos también recomponiendo confianza que sabemos, desde las organizaciones sociales del mundo sindical estaban dañadas hacia las instituciones.
 
Uno de los temas de fondo que tenemos que abordar en nuestro país es la recomposición del tejido social, la recomposición de la confianza en las instituciones que están para defender a los más débiles, a las más débiles.
 
Y, por lo tanto, el cumplir compromisos que hiciéramos en campaña y que hoy día se materializan en acciones como la presentación ante el Congreso, que no me cabe ninguna duda que lo va a aprobar con celeridad, del Convenio 190 de la OIT. Pero, también, en otros diálogos, en diálogos sociales amplios como fue el caso del sueldo mínimo, como está siendo la reforma provisional o como también, y tremendamente importante, el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 40 horas es algo que nos llena de orgullo y nos recuerda el sentido del por qué somos Gobierno.
 
Quiero decirles que cuando llevamos adelante este tipo de iniciativas, uno no puede dejar de pensar en quienes estuvieron antes que nosotros. Y pienso, en particular, en todas las mujeres que fueron poco a poco abriendo caminos en lugares tremendamente hostiles, desde Mercedes Marín del Solar en el siglo XIX hasta pioneras como Amanda Labarca, Eloísa Díaz, como, por cierto, lo fue Elena Caffarena o sindicalistas y trabajadoras importantes en la historia de Chile como Mireya Baltra o María Rozas.
 
Pero no sólo recordemos a quienes han pasado, también saludo a la vicepresidenta de la CUT por la labor que está haciendo hoy. No es necesario esperar la muerte para poder reconocer el tremendo trabajo que algunas están haciendo.
 
Los pequeños grandes caminos que abrió en su momento Bárbara Figueroa y por qué no decirlo, creo que nobleza obliga también en otros aspectos de la sociedad, lo que hizo la misma ex Presidenta Michele Bachelet, en donde fueron abriendo caminos en espacios laborales que parecían durante mucho tiempo que estaban solamente destinados a hombres.
 
Y eso hoy día, ustedes mismas, mujeres trabajadoras de Chile, han demostrado que ningún espacio les es ajeno. Y por eso, eso se tiene que expresar también en representación política, en la representación política que ustedes se merecen. Una cosa que me sorprende permanentemente cuando voy a cualquier actividad es que la gran mayoría de las dirigentes de base de campamento, de comités de vivienda, de mujeres organizadas por el derecho al cuidado, de cualquier tipo de organización, sindicatos, lo que les ocurra, la gran mayoría son mujeres.
 
Y, sin embargo, cuando llegamos a la hora de la representación formal todavía hay topes y aun así hay quienes aun insisten en que mecanismos de justicia, como la paridad, son una estupidez. Están muy equivocados y vamos a defender que estos mecanismos de justicia llegaron para quedarse en Chile.
 
Ahora, creo importante decir que el Convenio 190 que es sobre la eliminación de la violencia y el acoso en los espacios de trabajo es tremendamente transversal, tanto para el trabajo formal como para el trabajo informal, particularmente en tiempos en donde nos estamos recuperando de una pérdida importante en la participación del mercado laboral de las mujeres.
 
Pero no perdamos de vista otra cosa. Cuando decimos que hoy día estamos, si mal no recuerdo las últimas cifras, en el orden del 47 o 48% de la participación todavía un poco por debajo de antes de la pandemia, pensemos en que el 52% o 48% restante de las mujeres que no están consideradas igual son trabajadoras.
 
Las mujeres en Chile, debido a la desigual distribución de la carga de los trabajos no remunerados, de los trabajos de cuidado, de los trabajos reproductivos, son mujeres trabajadoras y ese trabajo debe valorizarse, ese trabajo debe, también, y es importante, socializarse, reconocerse.
 
Por eso, como Gobierno, también, estamos avanzando de la creación del Sistema Nacional de Cuidados. Hemos comenzado, junto con la Ministra de la Mujer, en la creación del Registro Nacional de Cuidadoras y vamos a seguir avanzando, en la medida en que podamos concretar avances en la Reforma Tributaria, en una estructura mucho mayor, que nos haga comprender de una vez en un cambio cultural significativo que todas las mujeres son mujeres trabajadoras. Y, por lo tanto, se merecen respeto en todos sus espacios de trabajo. Y eso, parafraseando una frase feminista de los años 80, tiene que ser en el país y en la casa también.
 
Para terminar, es realmente motivante ver a los sindicatos, a las trabajadoras acá presentes. Quiero reconocer a las trabajadoras. Estoy un poco ciego así que no alcanzo a ver las banderas, pero sé que están los gremios de la salud, la FENATS, la FENPRUSS, la CONFUSAM, la Asociación de Enfermeras.
 
Sé que también que hay otros gremios que, quizás, no alcanzaron a entrar, pero vi por ahí a las manipuladoras de alimentos, uno de los gremios más sindicalizados en Chile, al SIDARTE, al SIL, a CECOSF y no pierdan de vista al Gobierno. No puedo nombrarlos a todos, pero… a las trabajadoras del mar, por cierto. Sepan que estamos conscientes de que estamos aquí gracias, para y con y eso es importante, y con ustedes. La FENAFUCH, por cierto, cómo se me olvida la FENAFUCH. Cometí un error al empezar a decir uno por uno, pero siéntanse todas representadas, por favor.
 
Y quiero terminar con una pequeña reflexión, si me permiten, a las trabajadoras y trabajadores.
 
Durante el pasado fin de semana, en los últimos días, en el marco de las jornadas finales de las campañas del Plebiscito, en el momento histórico en el que estamos, en donde nos jugamos tanto como país, hemos visto actos que son inaceptables y lo vimos en Valparaíso y lo vimos aquí al frente, también.
 
Y quiero, como Presidente de la República, hacer un llamado hoy día, aprovechando que en este momento de alegría sindical estamos también hablándole a todo el país, a que no perdamos de vista, que independiente el resultado del próximo domingo vamos a seguir construyendo un país entre todos y todas, que ése es el mandato de nuestro Gobierno.
 
Y, por lo tanto, hago un llamado sentido y convencido de que es necesario que volvamos a escuchar a quien piensa distinto, que hagamos el esfuerzo, pese a la pasión que se desata en las campañas, de no siempre tratar de ver el argumento del contrario de la peor forma posible, sino tratar de aprender algo de aquel, a hablar con la verdad reconociendo el espacio de mejora que puede haber en nuestras propias posiciones y que todos y todas seamos lo suficientemente humildes para entender que la verdad no es patrimonio exclusivo de una opción determinada, sino que la construimos, necesariamente, en el diálogo político y social entre todas y todos. Ése es el Chile que tenemos que construir.
 
Y sé que va a costar, sé que a veces no es lo más fácil y, eventualmente, puede no ser lo que gane más aplausos, pero dentro de todas las diferencias que tenemos en Chile, dentro de todas las desigualdades que existen en Chile, no podemos olvidar que Chile es uno solo y lo tenemos que defender juntos y juntas.
 
Un abrazo a todas las trabajadoras. Muchas gracias. Cuenten con nosotros.