Presidente Piñera promulga ley que establece el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres

27 JUL 2021
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, promulga ley que establece el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.

Muchas gracias, Luis ¡Viva los Bomberos de Chile!
 
Señor Subsecretario, señor Director de ONEMI, señores Delegados Presidenciales, autoridades presentes:
 
Chile es un país de contrastes. Tenemos una de las naturalezas más hermosas del mundo, pero también tenemos una naturaleza que cuando quiere muestra su tremenda fuerza destructiva. Ésa es la realidad de la naturaleza en nuestro país.
 
Hace 186 años Charles Darwin, el gran investigador, científico inglés, estaba en nuestras tierras y le tocó vivir el terremoto de 1835. Y él escribía sus compatriotas “un solo terremoto basta para destruir la prosperidad de un país”. Y se preguntaba qué ocurriría en Inglaterra si tuviera que enfrentar un terremoto semejante, y diría “sería una horrible carnicería, una bancarrota, el hambre se declararía en todas las grandes ciudades y la peste y la muerte asolarían a Gran Bretaña”.
 
Tal vez si él se hubiese quedado más en Chile habría podido comprobar que nuestro país supo enfrentar ese terremoto. No colapsó, el hambre y las pestes no invadieron el país y no tuvimos una crisis o una bancarrota como él anticipada para Inglaterra si tuviera que enfrentar un terremoto de esa naturaleza.
 
Porque así ha sido la historia de nuestro país. Chile y los chilenos nos hemos forjado en la adversidad y en el rigor, y hemos aprendido a convivir con esa adversidad y ese rigor. La hemos tenido que enfrentar muchas veces, pero nunca, nunca las catástrofes naturales han quebrado el espíritu del pueblo chileno y de eso estoy seguro nos sentimos muy orgullosos.
 
Pero no basta con sentirse orgullosos. Por eso, es fundamental prepararnos mejor, nadie puede asegurar que la adversidad no va a volver a asolar a nuestro país, pero sí tenemos la obligación de asegurar que cuando eso ocurra vamos a estar mejor preparados.
 
Y ese es todo el sentido y el objetivo de la ley que vamos a promulgar hoy día y que reemplaza la ONEMI por el nuevo Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.
 
Estos desastres que nos han golpeado a lo largo de nuestra historia nos llevan siempre, no solamente a reconstruir lo que los desastres destruyen, sino que a reconstruir mejor, y eso es parte también del espíritu de los chilenos.
 
Así lo hicimos después de esa noche del 27 de febrero del año 2010 que nunca vamos a olvidar, porque fue, en ese instante, el quinto peor terremoto en la historia conocida de la humanidad, que asoló a gran parte del territorio nacional y que significó no solamente la pérdida de más de 500 vidas, y quizás muchas de esas vidas pudimos haberlas salvado, sino que también la destrucción de una parte muy importante de nuestra infraestructura. Una de cada tres escuelas, uno de cada tres hospitales, uno de cada tres puentes fue destruidos o dañados seriamente por el terremoto del 27 de febrero del año 2010.
 
Y por esa razón los chilenos aprendimos la lección y junto con iniciar de inmediato un proceso de reconstrucción que nos permitió en cuatro años reconstruir y mejor lo que ese terremoto y ese maremoto habían destruido, y así fue como iniciamos un proceso de reconstruir las escuelas, los puentes, los aeropuertos, los puertos, los hospitales y muchas otras obras más.
 
Pero, también, nos propusimos cambiar la institucionalidad, crear una nueva institución que tuviera más atribuciones, más facultades, más poderes y más potencia para prevenir, enfrentar y recuperarnos cuando la adversidad quisiera nuevamente mostrarnos su rostro.
 
Después de una larga discusión en el Congreso, que tomó más de 10 años, hoy tenemos la inmensa alegría de promulgar un proyecto de ley que crea un nuevo Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres. Sin duda, lo necesitamos porque, como dije al comienzo, Chile ha sido un país que se ha forjado en la adversidad y en el rigor, y probablemente vamos a tener que seguir viendo el rostro de la adversidad en los tiempos que vienen y es mejor estar bien preparados.
 
A diferencia de la actual ONEMI que tiene una lógica esencialmente reactiva frente a las emergencias y las catástrofes, el nuevo Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres tiene un enfoque preventivo, anticiparse a los hechos, prepararnos para enfrentar mejor esos hechos y, por supuesto, que también tiene un enfoque de reparación y enfrentar las consecuencias de los desastres.
 
Y es por eso que estamos poniendo en especial énfasis en una mirada proactiva, que se anticipe, mejorar la gobernanza del riesgo, fortalecer los instrumentos de gestión ante el riesgo y, por supuesto, definir con mucha precisión la colaboración e interacción de las distintas instituciones y fuerzas, entre las cuales destacamos nuestras Fuerzas de Orden y Seguridad, nuestras Fuerzas Armadas, Bomberos de Chile, CONAF y muchas otras instituciones que colaboran cuando Chile enfrenta desastres o tiene que enfrentar la adversidad.
 
Por eso, hoy día iniciamos una nueva etapa que debimos haberla iniciado hace mucho tiempo atrás, pero hoy, a pesar de los esfuerzos que hemos desarrollado, podemos tener la alegría y la satisfacción que tenemos una nueva institucionalidad y tenemos un país mejor preparado para enfrentar las adversidades, los desastres y los fenómenos de la naturaleza.
 
Además, hemos elaborado una Política Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, y esa política incluye muchos elementos y es compatible y está coordinada con la Agenda para el Desarrollo Sostenible y, por supuesto, con el Acuerdo de París que nuestro país firmó para hacer frente al cambio climático.
 
A pesar de que la ley se demoró 10 años, nosotros no estuvimos de brazos cruzados estos 10 años para fortalecer la capacidad de nuestro país para enfrentar desastres y adversidades.
 
Sólo menciono que durante este tiempo logramos desarrollar la Plataforma Nacional para la Reducción de Riesgos y Desastres. Reforzamos el Centro de Alerta Temprana. Incorporamos nuevas herramientas tecnológicas para mejorar la gestión y las alertas a la población como es el caso del Visor Chile Preparado y también el GRD que es la Gestión de Riesgos de Desastres.
 
Realizamos una enorme cantidad de simulacros para preparar a la población. De hecho, más de 11 millones de personas han participado en simulacros de emergencia para que estén preparados, para que el día en que la emergencia sea real sepamos bien cómo reaccionar.
 
Se fortaleció el Centro Sismológico Nacional a través de una red de simbología que pasó de unas pocas a más de 400 estaciones de última tecnología. El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de La Armada potenció su red de mareógrafos y de boyas. La Red Nacional de Vigilancia Volcánica de SERNAGEOMIN también fortaleció sus capacidades y su red de monitoreo y la Dirección Meteorológica de Chile implementó el modelo europeo de alta resolución y el visualizador de tormentas eléctricas.
 
Pero, tal vez, uno de los avances más importantes que hemos logrado en estos últimos tiempos en la prevención y combate a los fenómenos de la naturaleza fue la nueva y fortalecida capacidad que tiene Chile para enfrentar los incendios forestales, un desastre, una catástrofe que nos acompaña todos los años.
 
Acabamos de terminar la temporada de incendios forestales y que, gracias al despliegue, a la coordinación, a la prevención de muchas instituciones y de cientos, miles de voluntarios logramos controlar los incendios forestales y llevarlos a uno de los niveles más bajos de las últimas décadas.
 
Pero estamos viendo lo que está ocurriendo hoy día en el hemisferio norte y los gigantescos incendios que están asolando a países del hemisferio norte, como ocurrió con Australia hace un tiempo atrás, como está ocurriendo con la costa oeste de Estados Unidos y por tanto, ya estamos preparándonos para la nueva temporada de incendios que deberemos enfrentar.
 
Quisiera terminar estas palabras recordando que el alma de Chile y el temple del pueblo chileno se ha forjado, se ha galvanizado enfrentando la adversidad. La adversidad no es una compañera desconocida en la historia de nuestro país. Y, por esa razón, hemos logrado forjar un pueblo que frente a la diversidad nunca se quiebra y cada vez que tenemos que enfrentarla sabemos ponernos de pie y volver a caminar.
 
Sin duda que, en el futuro, probablemente, volveremos a enfrentar fenómenos como los que nos han golpeado en el pasado, terremotos, maremotos, inundaciones, sequías, incendios, que, muchas veces, han diezmado pueblos, ciudades y regiones enteras, pero siempre tenemos que estar conscientes de que es mejor prevenir que curar.
 
Por eso, esta nueva institucionalidad, este nuevo sistema de prevención y enfrentamiento desastres naturales nos pone a la cabeza de las capacidades y tecnologías para poder enfrentar estos fenómenos.
 
Porque, lo vuelvo a decir, nadie puede asegurar que no van a volver los fenómenos, la adversidad, los desastres naturales a golpear a nuestro país, pero todos tenemos la obligación de asegurar que cuando eso ocurra vamos a estar mucho mejor preparados que como estuvimos ese 27 de febrero del año 2010.
 
Y, por esa razón, mejorar la capacidad de Chile para enfrentar los desastres es parte de la obligación que tenemos como Gobierno y de los compromisos que adquirimos con el país y no solamente los desastres naturales tradicionales como son los incendios, los maremotos, los terremotos, las inundaciones, también en los últimos meses hemos debido enfrentar otro desastre natural que es la pandemia del coronavirus.
 
Y yo quisiera compartir con mis compatriotas que después de 17 meses de tantas adversidades, dolores, sufrimientos, privaciones y carencias, noticias que alegran el alma y que iluminan el futuro, porque llevamos ya 5 semanas de una clara y sistemática mejoría en el combate a la pandemia, se han reducido significativamente los contagios, las hospitalizaciones y las pérdidas de vidas, y eso es una muy buena noticia y es mérito de todos.
 
Por eso, aquí no estoy hablando de triunfalismos, estoy simplemente reconociendo un mérito de todos los chilenos.
 
Pero también estamos logrando grandes avances en otros campos como, por ejemplo, la recuperación económica, la recuperación de los empleos.
 
Por todo eso, creo que llegó el momento en que los chilenos, una vez más, sepamos, a partir de la adversidad, a partir de los golpes que nos da la naturaleza o que nos da la pandemia, saber recuperar la fe en Chile, la confianza en el presente y la esperanza en el futuro.
 
Muchas gracias.