Presidente Piñera participa del Encuentro Nacional de la Empresa, ENADE 2021

14 ENE 2021
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, participa de manera telemática del Encuentro Nacional de la Empresa, ENADE 2021.

Muy buenos días, señor Presidente de ICARE, señor Presidente de la CPC, distinguidos empresarios y emprendedores.
 
Hace un año, en este mismo Encuentro de ENADE, compartí con ustedes las políticas y medidas implementadas por nuestro Gobierno para enfrentar las exigentes demandas y grandes desafíos sociales, políticos y económicos que surgieron tras la crisis del 18 de octubre del 2019.
 
En esa ocasión pocos imaginaban que durante al año 2020 tendríamos que enfrentar una pandemia que pondría en jaque al mundo entero y generaría una grave crisis social y una profunda recesión económica en el mundo entero.
 
Recuerdo que la noche del martes 31 de diciembre me enteré por las noticias que el coronavirus había aparecido en Wuhan, China. El jueves 2 de enero tuvimos nuestra primera reunión de trabajo con el entonces Ministro de Salud, Jaime Mañalich, y empezamos a prepararnos para enfrentar la pandemia que venía.
 
El 3 de marzo del 2020 el coronavirus llegó a nuestro país y se convirtió en la principal pandemia sanitaria de los últimos 100 años, acumulando más de 92 millones de contagiados y casi 2 millones de fallecidos en el mundo entero.
 
En Chile la pandemia del coronavirus ha contagiado a cerca de 650 mil personas y hemos debido lamentar la pérdida de más de 17 mil vidas.
 
Como ven en pantalla, la pandemia alcanzó sus momentos más críticos entre mediados de mayo y mediados de junio del año pasado. A partir de entonces, hemos tenido 5 meses de constante mejoría. Sin embargo, durante las últimas 6 semanas estamos experimentando un preocupante rebrote.
 
Además, en pocas semanas la crisis económica derivada de esta pandemia nos significó perder casi 2 millones de empleos. Esto equivale a todos los empleos que habíamos creado durante los últimos 10 años.
 
Es verdad que hace 100 años tuvimos que enfrentar desafíos similares, la gripe española de 1918, la crisis constitucional de 1924 y la crisis económica de 1929. La diferencia es que en esa ocasión los desafíos llegaron en momentos distintos a lo largo de una década. Hoy todos estos desafíos se concentran en un solo año, la ola de violencia del 18 de octubre del 2019, la pandemia del coronavirus y la recesión de la economía mundial se han concentrado en muy poco tiempo.
 
¿Cómo hemos enfrentado estos desafíos?
 
Como les dije, Chile se preparó tempranamente para recibir la pandemia del coronavirus. El jueves 2 de enero nos reunimos por primera vez para planificar nuestra estrategia para enfrentar esta crisis.
 
Al poco tiempo, creamos el Comité de Asesores Expertos Independientes para guiarnos por la voz de la ciencia y los expertos, creamos el Comité de Crisis del Gobierno que se reunía en forma permanente, a veces diariamente y la Mesa Social COVID para escuchar la voz de la sociedad civil.  
 
La estrategia del Gobierno se concentró, primero, en fortalecer la capacidad hospitalaria, triplicando el número de camas UCI en nuestro Sector Público con sus respectivos equipos médicos, ventiladores y tecnologías. Segundo, en integrar los Sistemas Público y Privado de Salud para optimizar la coordinación y la eficacia para combatir la pandemia. Y, tercero, en fortalecer la capacidad de testeo, trazabilidad y aislamiento, multiplicando por 28 nuestra capacidad de hacer tests PCR, contratando cerca de 10 mil trazadores y teniendo más de 10 mil cupos en residencias sanitarias.
 
A la fecha, más de 6,8 millones de personas, es decir, 1 de cada 3 chilenos se han realizado un test PCR, lo cual nos pone en una situación de liderazgo en América Latina y en el mundo entero.
 
Como lo muestra el cuadro en pantalla, el mundo y Chile están enfrentando una segunda ola o un rebrote de contagios de COVID-19. Nuestro Gobierno está implementando desde hace mucho tiempo todas las medidas necesarias para controlar este rebrote.
 
Para esto elaboramos el Plan Verano Seguro y actualizamos el Plan Paso a Paso, incorporando nuevas protecciones para la ciudadanía.
 
Adicionalmente, hemos puesto en marcha un Plan de Fortalecimiento de Camas UCI que nos permitirá incrementar en un tercio adicional 1.600 camas adicionales la disponibilidad que tenemos hoy día.
 
Hoy, objetivamente, estamos mejor preparados que cuando esta pandemia nos golpeó por primera vez.
 
La Ruta de la Vacuna comenzó en Chile en mayo del año 2020 cuando tomamos contacto con los principales y más promisorios laboratorios que estaban estudiando y tratando descubrir una vacuna, y logramos acuerdos y firmamos contratos que hoy día nos aseguran más de 35 millones de dosis de vacunas para este año 2021.
 
Y, adicionalmente, tenemos contratos y opciones para asegurar la disponibilidad de vacunas en caso de que se requiera un nuevo proceso de vacunación el próximo año.
 
Como ven en pantalla, Chile se ubica entre los países que más dosis de vacuna han asegurado para su población. Gracias a esta preparación, a fines de diciembre iniciamos el proceso de vacunación y nos transformamos junto a México y Costa Rica en el primer país de Latinoamérica y el primero de Sudamérica en iniciar este proceso de vacunación.
 
Ayer recibimos el tercer cargamento de vacunas Pfizer-BioNTech que nos permitirá llegar a todas las regiones de Chile, completar la vacunación del Personal de Salud de las Unidades de Tratamiento Intensivo o Unidades de Pacientes Críticos y, además, iniciar el proceso de vacunación de los sectores más vulnerables, como son nuestros adultos mayores y enfermos crónicos.
 
Las próximas dos semanas vamos a recibir nuevos embarques de la vacuna Pfizer-BioNTech con 90 mil dosis semanales y partir de comienzos de febrero se van a incrementar a 170 mil dosis semanales, y durante el primer trimestre esperamos recibir 10 millones de dosis de la vacuna Sinovac.
 
Nuestro plan de trabajo, que, por supuesto, depende de las autorizaciones de las autoridades sanitarias y de los embarques de los laboratorios, intenta vacunar al grueso de la población de riesgo, que son alrededor de 5 millones de personas, durante el primer trimestre de este año y al grueso de la población objetivo, que son alrededor de 15 millones de personas, durante el primer semestre de este año.
 
A mediados del 2020 nuestro Sistema de Salud estuvo exigido a su máxima capacidad, lo recuerdo como si fuera hoy. Sin embargo, a pesar de las dificultades, siempre, siempre fuimos capaces de responder y entregar la atención médica que los enfermos necesitaban. Nuestro Sistema de Salud nunca colapsó y esto es algo que debemos agradecer a los trabajadores de la Salud. Y gracias a Dios nunca ha sido necesario enfrentar el dramático dilema de la última cama.
 
Sé que han sido meses muy duros y muy difíciles, sé que muchos están cansados de las restricciones y de los protocolos. Sin embargo, no podemos bajar la guardia ni caer en excesos de confianza. Tenemos que ser rigurosos en nuestro cuidado personal y el cuidado de los demás, como el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos, la mantención de la distancia social y también tenemos que cumplir estrictamente los protocolos sanitarios. Hoy día, éstas son las únicas vacunas seguras y efectivas que tenemos a disposición de todos para proteger nuestra salud y nuestra vida.
 
Para enfrentar los efectos del coronavirus y de la recesión económica mundial, desarrollamos tempranamente una respuesta fiscal que ha movilizado cerca de 30 mil millones de dólares y que ha sido considerada como la respuesta más grande entre las economías emergentes por el Foro Monetario Internacional.
 
Estos recursos nos permitieron construir una amplia y robusta Red de Protección Social que da cobertura, protección y alivio a cerca de 15 millones de compatriotas. De hecho, hoy 3 de cada 4 chilenos están protegidos, cubiertos o reciben alivio de esta Red de Protección Social que incluye medidas como el Ingreso Familiar de Emergencia, la Ley de Protección del Empleo, el Bono COVID-19, los Créditos FOGAPE, el Bono y Préstamo Solidario para la Clase Media, más de 6 millones de cajas de alimentos y podríamos seguir.
 
Con respecto al Presupuesto, el Presupuesto del año 2021 es el presupuesto del trabajo y la recuperación económica y fue fruto de un amplio acuerdo con la Oposición, cosa que reconozco y agradezco.
 
Este Presupuesto honra dos principios fundamentales.
 
Primero, el principio de la austeridad. Tuvimos que hacer reasignaciones por más de 2 mil 460 millones de dólares para poder financiar las nuevas prioridades productos de la crisis.
 
Y, segundo, el principio de la responsabilidad. Porque este presupuesto está inserto en una trayectoria de estabilización que a partir del año 2024 va a lograr estabilizar el déficit fiscal y la deuda pública como porcentaje de nuestro PIB.
 
Como lo muestra el cuadro en pantalla, nuestra economía ya está en proceso de recuperación, tanto en lo que se refiere a actividad económica en que llevamos ya casi 6 meses de crecimiento mes a mes y en materia de recuperación de empleos en que llevamos 4 meses de crecimiento en materia de creación de empleos. De hecho, ya hemos recuperado 840 mil de los 2 millones de empleos perdidos.
 
Adicionalmente, las proyecciones para este año y el próximo son auspiciosas. Según el Banco Central este año el PIB crecerá en un 6%, compensando en gran parte la caída del año pasado. Esto significa que en el primer semestre del año 2022 Chile habrá recuperado la actividad económica que tenía antes de la pandemia.
 
En el cuadro en pantalla ustedes podrán apreciar las proyecciones de crecimiento para el periodo 2020-2022 hechas por el Fondo Monetario Internacional para el conjunto de países de América del Sur.
 
Un tercer desafío que hemos debido enfrentar se originó a partir de las demandas sociales, legítimas demandas sociales y también de las demandas por un nuevo Pacto Social por un Nueva Constitución, expresadas por la ciudadanía en los últimos meses del año pasado y durante estos meses del año en que estamos.
 
El cronograma lo muestra el gráfico en pantalla. El martes 12 de noviembre, día o noche que nunca olvidaré, mientras Chile vivía una inusitada jornada de violencia, propusimos al país un triple acuerdo, un Acuerdo por la Paz, un Acuerdo por la Justicia y un Acuerdo por la Nueva Constitución.
 
Este llamado fue acogido el viernes 15 de noviembre por un amplio conjunto de fuerzas políticas que lograron un acuerdo en el Congreso, acuerdo que abrió las puertas a una reforma constitucional que permitió el Plebiscito del 25 de octubre recién pasado. De esta forma, juntos abrimos un cauce dentro de la Constitución, dentro del Estado de Derecho, sin violencia, sin anarquismo para poder canalizar y conducir democráticamente las demandas ciudadanas
 
El pasado 25 de octubre Chile volvió a dar un ejemplo de democracia al mundo entero. Pese a todos los obstáculos fuimos capaces de desarrollar un Plebiscito democrático, transparente, limpio y pacífico, en el cual participaron más de 7,5 millones de compatriotas. En este Plebiscito los chilenos elegimos un camino, el camino de la Convención Constitucional elegida íntegramente por la ciudadanía para abordar, acordar y proponer una Nueva Constitución para Chile, la cual deberá ser ratificada por la ciudadanía a través de un plebiscito.
 
Nuestro Gobierno asumió pública y claramente un doble compromiso. Primero, contribuir a organizar el Plebiscito del 25 de octubre, que honre nuestra tradición democrática. Siento que este compromiso está cumplido. El segundo, contribuir a que el Proceso Constituyente que está en curso llegue a buen puerto, lo que significa una buena Constitución para Chile, legitimada y respetada por todos.
 
Además de enfrentar los tres grandes desafíos que hemos mencionado -pandemia, recesión económica y Proceso Constituyente- este año será muy significativo para el futuro de nuestra nación y de nuestras vidas. Las decisiones que adoptemos tendrán repercusiones decisivas y trascendentes durante las próximas décadas.
 
Este año los ciudadanos tendremos que elegir a más 3 mil autoridades, incluyendo Constituyentes, Gobernadores Regionales, Alcaldes, Concejales, Cores, Diputados, Senadores y un nuevo Presidente de la República.
 
Antes de hablar del futuro, tenemos que hacernos cargo también del desafío del orden público y de la seguridad ciudadana. El Gobierno está impulsando una necesaria y urgente Agenda de Seguridad. Parte de ella esta aun en trámite en el Congreso, algunas desde hace ya demasiado tiempo y requieren una urgente aprobación con el propósito que las familias chilenas recuperen sus barrios, sus calles y sus plazas, recuperen la libertad, la seguridad y la paz que tanto merecen y necesitan.
 
Esta Agenda incluye, entre otros proyectos, el proyecto de Modernización de Carabineros, el nuevo Sistema Nacional de Inteligencia, mejoras a la Ley Antiterrorista y Antidrogas, el perfeccionamiento de la Ley de Control de Armas, la Protección de la Infraestructura Crítica, el Combate al Crimen Organizado y la Defensoría de las Víctimas.
 
En síntesis, nuestro Gobierno está comprometido con una Agenda de Orden Público y Seguridad Ciudadana, y se opone a todo intento de impulsar una agenda de inseguridad o de impunidad.
 
Una condición sine qua non para tener éxito en esta Agenda de Seguridad es que todos, todos, sin excepción, condenemos la violencia sin ninguna duda y sin ninguna ambigüedad, y que condenemos también a aquellos que, de una u otra forma, la respaldan, la avalan o la toleran.
 
Las oportunidades no hacen visitas a domicilio, hay que salir a buscarlas y el futuro de Chile está lleno de oportunidades, pero también está lleno de riesgos si optamos por el camino de darles la espalda o simplemente de dejarlas pasar.
 
El mundo está viviendo una verdadera revolución tecnológica y digital, es la Sociedad del Conocimiento y la Información que ha producido rápidos y profundos cambios en nuestra manera de informarnos, relacionarnos, comunicarnos, trabajar; en síntesis, la manera y la forma en que vivimos nuestras vidas.
 
Estos cambios se han acelerado producto de la crisis que hemos vivido. El mundo entero y Chile también han tenido que adaptarse a esta nueva realidad. De hecho, por primera vez, porque estoy haciendo una cuarentena preventiva en mi hogar, participo en este Encuentro de ENADE usando las tecnologías de la información al igual que todos ustedes.
 
El Gobierno también ha tenido que adaptarse y ha tenido que contribuir a que toda la sociedad chilena se incorpore con rapidez a este mundo nuevo.
 
Entre las medidas que hemos adoptado en el Gobierno destacan Digitaliza Tu Pyme, un programa que ayuda a los pequeños emprendedores a insertarse en el mundo virtual y que ya ha beneficiado a más de 250 mil Pymes y ha permitido la creación de más de 130 mil nuevas empresas a través del portal tuempresaenundia.cl.
 
El Hospital Digital, una plataforma que ha sido indispensable y que nos ha permitido realizar más de 950 mil prestaciones de salud el año pasado, y que ha guiado y educado a los ciudadanos durante estos tiempos de pandemia.
 
Las Comisaría Virtual, herramienta absolutamente fundamental para poder enfrentar esta crisis y dar los permisos que la gente necesita. De hecho, quién no ha utilizado estas plataformas como, por ejemplo, la Comisaría Virtual, creo que prácticamente todos las hemos utilizado.
 
Por otra parte, Aprendo En Línea, un espacio que tiene más de 9 millones de usuarios, niños, jóvenes, estudiantes, y que les ha permitido utilizar herramientas como Google Suite, Google Classroom a más de 2 millones de estudiantes cada semana.
 
En materia de educación, los Liceos Bicentenario merecen una mención especial. La creación de estos liceos durante nuestro primer Gobierno generó mucha resistencia, pero hoy compromete un tremendo apoyo porque ha dado frutos fecundos.
 
Como muestra el gráfico en pantalla, desde el año 2010, son los Liceos Bicentenario los que más han aumentado su rendimiento académico, su calidad académica, sus puntajes en las Pruebas Simce o PSU. Este notable incremento no obedece a mayores recursos ni tampoco a un sistema de selección especial, estos resultados responden a un nuevo modelo en que el compromiso con la excelencia académica y con el respeto a la comunidad educativa de directores, profesores, apoderados y, especialmente, alumnos ha sido el pilar fundamental que ha hecho esta gran diferencia.
 
Este año vamos a incorporar 120 nuevos Liceos Bicentenario, en todo Chile, alcanzando una cifra total de 320 en nuestro país, a lo largo y ancho de Chile de forma tal que todos los niños, niñas y jóvenes de nuestro país tengan la oportunidad de una educación de calidad que es la que hace la diferencia, una educación de calidad abre un mundo de oportunidades; la carencia de una educación de calidad conduce, muchas veces, a un mundo de frustración.
 
Esta nueva Sociedad del Conocimiento y la Información exige también una nueva infraestructura en materia de tecnología y conectividad. Por eso, adelantándonos a este escenario, el 2020 realizamos la primera licitación en América Latina de las tecnologías de Quinta Generación, 5G, las que se transformarán en un verdadero sistema nervioso de nuestra sociedad.
 
También estamos impulsando la Fibra Óptica Nacional (FON) y la Fibra Óptica Austral (FOA) que van a conectar a Chile de norte a sur con más de 12 mil kilómetros de cable extendido y que se transformarán en la columna vertebral de la conectividad en nuestro país con ramificaciones para llegar a todas las localidades y comunidades.
 
Además, para avanzar en la conexión de Chile con el mundo, estamos impulsando con fuerza un cable de Fibra Óptica Transoceánico que tendrá más de 13 mil kilómetros, y que va a unir a Chile y América del Sur con Australia, Nueva Zelanda y el mundo del Asia-Pacífico.
 
Estas tecnologías abrirán las puertas al desarrollo de grandes oportunidades como las ciudades inteligentes, el transporte inteligente, los hogares inteligentes y van a aumentar significativamente la eficiencia de nuestro aparato productivo, tanto en la producción de bienes como de servicios, y van a permitir grandes avances en la Educación, en la Salud y en la calidad de vida de todos los chilenos.
 
En materia de infraestructura, el año 2020 anunciamos el Plan Nacional de Infraestructura para la Movilidad que cubre el periodo 2020-2050. Este plan contempla una inversión cercana a los 50 mil millones de dólares e incluye vialidad, caminos, puertos, aeropuertos, infraestructura ferroviaria, embalses y muchas obras más.
 
Este plan considera en un horizonte de 30 años invertir en 20 mil nuevos kilómetros de caminos, 1.500 nuevos kilómetros de líneas ferroviarias, la expansión de los 10 puertos estatales y 8 rampas de transbordador, una completa modernización de nuestra Red de Aeropuertos y también una modernización de nuestro Sistema de Transporte Público, 26 nuevos embalses para asegurar el agua en tiempos de sequía, primero para el consumo humano y también para agricultura y las actividades productivas.
 
En materia de transporte, el desarrollo no se detiene. Hoy, la Red de Metro tiene 136 estaciones y 140 kilómetros de tendido y la meta al 2030, con las 3 nuevas líneas que están en proceso de planificación o construcción y con las 3 nuevas extensiones, vamos a alcanzar 191 estaciones y 215 kilómetros de red. ¿Qué significa esto? Significa que la mitad de los habitantes de la Región Metropolitana van a poder caminar desde sus hogares o lugares de trabajo hacia una estación del Metro, eso significa un impacto enorme en la calidad de vida y en la calidad de funcionamiento de nuestras ciudades.
 
También estamos aumentando los estándares de calidad en todo el Sistema de Transporte Público en todo Chile a través de la implementación del nuevo Sistema Red que reemplaza a los buses tradicionales impulsados por combustibles fósiles, petróleo, gasolina, por nuevos buses que son impulsados por electricidad o tienen estándar medioambiental Euro 6 y, además, tienen comodidades como aire acondicionado, puertos USB, conexión a internet y muchas más.
 
Con respecto a otro gran desafío y amenaza que es el calentamiento global y el cambio climático, el futuro de Chile nos exige actuar para enfrentar este cambio climático y detener este calentamiento global.
 
Digamos las cosas claras, la ciencia ha hablado en forma fuerte y clara, la ciudadanía nos exige un cambio de rumbo y la tecnología nos entrega los instrumentos para lograrlo.
 
Chile está contribuyendo a este imperativo moral de la humanidad entera que es cambiar el rumbo porque vamos por mal camino, y Chile lo está haciendo a través de la descarbonización de su matriz energética, la recuperación de sus bosques y la transformación de Chile en un país carbono neutral.
 
Sabemos que Chile fue pobre en las energías del pasado, no teníamos gas, petróleo, carbón o poco, pero somos inmensamente ricos en las energías del futuro basadas en la energía del sol, el viento, el mar y la tierra. Tenemos los desiertos con mayor radiación del mundo, tenemos una extensa costa que nos permite un gran potencial, tenemos la energía de nuestros volcanes y, además, tenemos un gigantesco potencial en hidrógeno verde.
 
Por eso estamos impulsando una Estrategia Nacional de Promoción del Hidrógeno Verde porque queremos convertirnos en el país más eficiente en la producción de hidrógeno verde, y esta industria tiene un potencial que puede superar al que tiene hoy día la industria minera hacia el año 2030.
 
Adicionalmente, están en marcha una serie de proyectos de inversión en energías limpias por un monto de 28 mil millones de dólares.
 
Quiero terminar estas palabras reconociendo que el nombre de este Seminario, “Spes Magna”, es decir, “Grandes Esperanzas”, es muy oportuno y muy inspirador.
 
Estos últimos meses han sido muy duros, muy difíciles para todos los chilenos y han significado muchos sacrificios, dolor, angustia y sufrimiento a muchas familias chilenas.
 
Pero, además, en lo personal, han sido, sin duda, los meses más exigentes y, a veces, los más angustiantes de mis más de 30 años de servicio público, pero debo reconocer que han sido, también, los meses más enriquecedores y más inspiradores.
 
Hace un tiempo se hablaba de un Chile que tenía su alma fracturada, en que convivían grupos irreconciliables, que se enfrentaban en una guerra fratricida entre ellos, que se disputaban el poder sin respetar a nada ni a nadie y todos saben que una casa dividida no puede prevalecer.
 
Por eso quiero rescatar hoy día, una vez más, el valor de la unidad. El Padre Hurtado decía que Chile más que una historia o una tradición era una misión a cumplir hacia el futuro y esa misión requiere unidad, requiere compromiso, requiere el aporte de todos los chilenos.
 
A pesar de los tiempos difíciles quiero compartir con ustedes un mensaje de fe y esperanza; lo mejor está todavía por delante, está todavía por venir.
 
Sin perjuicio de todas las dificultades, adversidades y dolores que nuestra sociedad y las familias chilenas hemos debido enfrentar, hoy estamos viendo una luz al final del túnel, una luz que se refleja, por ejemplo, en la llegada de la vacuna, en la progresiva recuperación de los empleos perdidos y la creación de nuevas oportunidades, en la reactivación de nuestra economía, en nuestro Proceso Constituyente dentro de nuestra institucionalidad y en que nuestras diferencias políticas las estamos canalizando y resolviendo a través de la democracia y del Estado de Derecho, y no a través de la descalificación ni la violencia.
 
Además de ustedes y la inmensa mayoría de los chilenos, tengo la más profunda convicción que nuestro país va a superar y va a salir fortalecido de las múltiples crisis que hemos debido enfrentar y que juntos seguiremos recorriendo los caminos de la libertad, el progreso, la unidad, la justicia y la paz.
 
En tiempos de adversidad los pesimistas se quejan, los optimistas esperan que los tiempos mejoren. Nosotros tenemos que tener la convicción, la voluntad y la fuerza para hacer que los tiempos cambien, para hacer que los tiempos mejoren. Cuando se escriba la historia de estos tiempos difíciles, de estos tiempos de adversidad, estoy seguro que ella dirá que sufrimos como nunca, pero resistimos como siempre.
 
Nunca debemos olvidar que nada motiva y entusiasma tanto a un pueblo o a una comunidad como un proyecto grande y compartido, en que todos tengamos un lugar para aportar y todos tengamos una justa parte de los beneficios de ese proyecto. Y ese proyecto grande y compartido es hacer de Chile un país más libre, más grande, más justo, más próspero y más fraterno.
 
Qué tengan una gran Jornada ENADE.
 
Muchas gracias.