Presidente Piñera participa en el Encuentro Nacional de Comercio

3 OCT 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, asiste al 7° Encuentro Nacional del Comercio 2019, organizado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo en Chile (CNC). 

Muy buenos días, señor Presidente de la Cámara, señores presidentes de otras ramas, amigas y amigos:  
 
La única constante de los tiempos modernos es el cambio y el cambio sobre el cambio es que este cambio se está acelerado y, por tanto, el principal riesgo de los tiempos modernos es la obsolescencia. Lo que antes tardaba 4 mil años, por ejemplo, entre la Leyenda de Ícaro y Dédalo hasta que Leonardo Da Vinci dibujó un aparato volador, después tardó sólo 400 años hasta que los Hermanos Wright lo llevarán a la práctica.
 
Hoy día esos tiempos desaparecieron, las ideas surgen, se desarrollan y están en el mercado, a veces, en cuestión de días. Y este fenómeno de cambio es un fenómeno que realmente nos afecta a todos y en todas las áreas de nuestra actividad.
 
Antes arrendábamos películas, teníamos que enviar nuestras fotos a revelar, viajábamos con mapas de papel en nuestros automóviles: todo eso que era tan natural hoy día desapareció. Pero no es solamente eso, ¿cuántas industrias han desaparecido ante nuestros ojos? La industria tradicional de la fotografía, la industria por la tecnología digital, la industria de los libros con Amazon, lo que está pasando con tantas otras industrias como los discos, la fotografía, la publicidad, tantas otras que están desapareciendo, pero reemplazadas por otras que traen nuevas tecnologías que satisfacen mejor las necesidades de los consumidores.
 
Y el comercio no está exento de estos grandes cambios y, además esto está recién empezando: vienen cambios mucho más profundos y que van a afectar nuestras vidas en todos los ámbitos como, por ejemplo, lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, con los Blockchains, con la robótica.
 
Además, ayer me reunía con un gran neurocientífico que me decía que lo que viene ya a la vuelta de la esquina es aparatos que son capaces de leer y escribir la mente humana; es decir, pueden leer lo que estamos pensando y puede también escribir lo que vamos a pensar. Cuando eso ocurra y lea nuestros pensamientos vamos a tener que sacar una ley de amnistía porque de lo contrario todos ustedes irían con cadena perpetua.
 
Pero lo cierto es que éste es un cambio que va a afectar la industria del comercio en forma muy profunda. Miren lo que está pasando en Estados Unidos, quién iba a pensar que las grandes tiendas están quebrando una detrás de la otra, por un cambio tecnológico que algunas superan adecuarse o anticiparse y otras se quedaron esperando a que las cosas pasaran. Por eso no es que la industria desaparece, la industria no desaparece, aparecen nuevos actores con nuevas tecnologías capaces de satisfacer mejor las necesidades de los clientes, y las que no son capaces de anticiparse, simplemente el tiempo les pasa por encima.
 
Aquí el cambio es muy profundo no sólo con el cambio tecnológico, también porque el consumidor ha cambiado profundamente y hoy día es mucho más exigente, mucho más impaciente, mucho menos leal con los productos a los cuales les exige satisfacción. Y eso va a tener una tendencia que se va a acelerar y que va a afectar muy fuertemente al mundo del comercio.
 
Y por eso es tan importante prepararse y no ser sorprendidos. Yo lo he dicho muchas veces, esto es como una ola, la ola ya no está en el horizonte, está mucho más cerca, está casi a la vuelta de la esquina, y hay dos opciones: o nos quedamos esperando que la ola llegue y ver qué pasa -yo les aseguro que en ese caso los va a revolcar- o nos preparamos como los surfistas para subirnos arriba de la ola y aprovechar su fuerza para lograr nuestros objetivos.
 
Ése es el gigantesco desafío tecnológico que tenemos por delante, y estoy muy consciente que esto provoca inquietud, pero también debe provocar entusiasmo. Churchill decía que “la diferencia entre un optimista y un pesimista es que el pesimista ve en cada oportunidad un problema y el optimista en cada problema una oportunidad”. Bueno, eso se aplica a lo que estamos viviendo en forma muy, muy directa y en forma muy elocuente.
 
Por eso que la única manera de prepararnos y enfrentar es no esperar a ver qué pasa, sino que anticiparse al tiempo y ver por dónde van los caminos, por donde van a transitar los tiempos. Y yo creo que, mirando al resto del mundo, uno se da cuenta porque hay países que llevan la delantera en distintas áreas que uno puede mirar y anticipar más temprano que tarde y no va a demorar ni siglos, ni décadas, ni años en que esos cambios lleguen a Chile, porque el cambio es cada día más rápido.
 
Por esa razón, estamos conscientes de los problemas que enfrenta el mundo del comercio. El mundo del comercio -tal como lo dijo el presidente- está experimentando un cambio tecnológico, que hace que el comercio electrónico crezca y que el comercio tradicional en locales físicos vaya decreciendo. Esa tendencia era absolutamente esperable, ha ocurrido así en todos los países del mundo. No es ninguna sorpresa que eso también va a estar en nuestro país y eso requiere, en consecuencia, prepararse.
 
Una las cosas que busca la Reforma Tributaria es establecer nivelar la cancha, para que no sea que los que hacen comercio electrónico y tienen residencia en nuestro país tengan que pagar impuestos, y los que hacen comercio electrónico desde fuera de nuestras fronteras no tengan que pagar impuestos.
 
Una las primeras preocupaciones de un país es equiparar la cancha y no darles preferencias a los que vienen de afuera. Y es curioso: en Chile tenemos una tasa de impuestos que para los chilenos es 44,5 máxima y para los extranjeros es 35%. En Chile tenemos un comercio electrónico que, en el caso de Chile, se grava con IVA, se grava con Impuestos de Primera Categoría, pero el comercio electrónico que viene de afuera no se grava con ningún impuesto.
 
Todo eso está contemplado, debe corregirse, porque se requiere en la Reforma Tributaria que entre otras cosas lo que busca es, en primer lugar, no frenar, sino que incentivar el crecimiento, la inversión, el empleo, la innovación, el emprendimiento.
 
Segundo, busca también dar certeza jurídica. No puede ser que un sistema sea absolutamente arbitrario y que las empresas tengan que contratar expertos legales, contables y de toda naturaleza, pero que además es presenciar una discusión entre ellos porque no se ponen de acuerdo. Un sistema tributario en un país en que la ley se presume conocida tiene que ser posible de ser entendida por un ciudadano común y corriente, cosa que en Chile no ocurre. Ése es otro objetivo, la simpleza, la certeza jurídica, el reducir el ámbito de la arbitrariedad tributaria
 
Y, además, por supuesto, tiene el objetivo de darles un gran alivio tributario a las Pymes, porque tienen una serie de ventajas en este proyecto de ley. Por de pronto, una tasa más baja, depreciación acelerada y muchas cosas más.
 
Por eso yo comparto su inquietud, señor presidente, que tenemos que acelerar muchas modernizaciones que están pendientes, entre ellas la Modernización Tributaria, la Modernización Laboral, la Reforma a las Pensiones y podríamos seguir. Así que yo espero, presidente, que su voz haya sido escuchada fuerte y claro en el Congreso.
 
Ahora es cierto que hay otros problemas que usted también mencionó, el tema de la informalidad, el tema de la delincuencia. Son temas que, por supuesto, le preocupan al comercio, pero también le preocupa y lo ocupa al Gobierno.
 
Por ejemplo, dentro de los temas que inquietan al mundo del comercio y a muchos otros sectores de nuestro país está, sin duda, el tema de la seguridad. Yo leo las encuestas que muestran que casi uno de cada dos comerciantes son víctimas del delito en un año calendario.
 
¿Qué estamos haciendo frente a eso? Por supuesto que la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado son enemigos cada día más poderosos, más organizados, mejor financiados, con más innovación y con más emprendimiento. Son enemigos formidables y crueles porque no respetan a nada ni a nadie como lo vemos todos los días en los noticiarios de televisión.
 
En ese frente, ¿qué hemos hecho? En primer lugar, estamos haciendo una profunda modernización de nuestros Carabineros y de nuestra Policía de Investigaciones, porque no habían avanzado al mismo ritmo, a la misma velocidad con que avanzaba el crimen, ni con las necesidades que ponían los ciudadanos.
 
Y ésa es una modernización muy profunda, en que lo que hemos visto en la superficie es solamente la punta del iceberg, ése es un cambio que tiene que ver con la forma en que se seleccionan, se educan, se capacitan, se evalúan, se le fijan metas a nuestros carabineros y policías.
 
Además de eso, estamos haciendo un gran esfuerzo por aumentar la dotación: ya tenemos 3 mil carabineros más en las calles, protegiendo a la gente, que lo que teníamos en marzo del año pasado.
 
Adicionalmente a eso -y usted lo mencionaba, presidente- por supuesto que hay una formidable organización criminal detrás de todo este comercio informal, y uno tiene que atacarlo en todos los frentes, en el punto final que es donde el producto se vende, pero también en el punto inicial que es por donde el producto ingreso a Chile.
 
A eso apunta en parte el Plan Frontera Segura, en las fronteras del Norte. Tenemos más de 1.000 kilómetros de frontera con dos países que no solamente están entre los más grande del mundo en producción de coca, sino que también tienen organizaciones de contrabando formidables.
 
Ahora hemos incorporado a las Fuerzas Armadas por una razón muy simple: la infraestructura y la logística que tienen las Fuerzas Armadas en la frontera por razones de seguridad es mucho más poderosa que la que tienen nuestros policías y, por tanto, por qué no aprovechar esa capacidad instalada para que colaboren con nuestros carabineros en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, el crimen trasnacional y el contrabando.
 
A eso apuntó un decreto que fue muy discutido, muy cuestionado que finalmente ha logrado estar en vigencia y que ha permitido reducir, en un poco tiempo, en más de 25% el crimen que se produce a través de esas fronteras que hoy día están mejor protegidas.
 
Además de eso, está la Ley de Control Preventivo de Identidad que ha costado mucho que avance en el Congreso. En casi un 35% de los crímenes violentos participa un menor de edad. Frente a eso tenemos dos opciones: seguir como estamos, que la sociedad no actúa, es malo para ese menor de edad porque no tiene ninguna posibilidad de rehabilitarse y sigue por el camino del delito hasta transformarse en un delincuente profesional, es malo para la sociedad porque esos menores de edad pueden ser muy violentos y causar mucho daño. A eso apunta la Ley de Control Preventivo de Identidad.
 
La Ley contra los Encapuchados. Lo intentamos en nuestro primer Gobierno sin éxito, lo estamos reintentando ahora.
 
Y el haber provisto a nuestras policías y a nuestras comunas de tecnología de punta. La cantidad de drones, cámaras, pórticos de control que hemos logrado establecer o poner a disposición de nuestros policías y de las distintas comunas es una cosa que multiplica por 10 lo que existía hace tan sólo algunos años.
 
Luego se están haciendo todos los esfuerzos, todos los esfuerzos. En esta materia, comparto la preocupación y la angustia de mis compatriotas frente a la delincuencia. Créanme, es una de las cosas a la cual le dedicamos más tiempo, más compromiso, más pasión. En este instante, el Director General de Investigaciones y el General Director de Carabineros están en La Araucanía por petición expresa de este Presidente para ir a revisar en el lugar qué cosas adicionales se pueden hacer para también llevar paz, tranquilidad y Estado de Derecho a esa Región de La Araucanía y a la Provincia de Arauco en la Región del Biobío.
 
Respecto de otros temas que mencionaban en su cuenta el presidente -y yo sé que son temas que a ustedes les inquietan- estamos haciendo un enorme esfuerzo por facilitar la transformación tecnológica del comercio y de las Pymes.
 
Ahí está el Programa Tu Empresa en un Día, que es una segunda versión del Programa Tu Empresa en un Día, una 2.0, que facilita, simplifica y hace mucho más expedito para que ese millón de empresarios o emprendedores que están en la informalidad, vean el camino de la formalidad, no es un túnel sin salida o un calvario, sino que se puede ser formal y, al mismo tiempo, no morir en el intento de enfrentar toda la burocracia estatal.
 
Esto nos está permitiendo hacer un cambio muy importante y estamos con un proyecto para digitalizar 100 mil empresas, que puedan salir del mundo del papel y entrar al mundo digital, que es un elemento absolutamente fundamental. Ahí estamos trabajando con 100 mil, usted, vicepresidente me decía que 100 mil no es suficiente; es verdad, no es suficiente, pero 100 mil es mucho mejor que cero y hasta hace muy poco tiempo atrás no había ni un programa que permitiera a las Pymes poder entrar al mundo moderno de la digitalización.
 
El esfuerzo que estamos haciendo también en controlar o reducir todo lo que es burocracia a través de la modernización del Estado. El Estado, según Octavio Paz, gran pensador y filósofo mexicano, él cuando hablaba del Estado hablaba del ogro filantrópico: filantrópico, porque se supone que el Estado está para ayudar a la gente; ogro porque para la inmensa mayoría de los ciudadanos -decía Octavio Paz- el Estado es un ente ajeno, distante, hostil, que le pone problema, que le dificulta la vida.
 
Cómo no va a ser absurdo que algo que creamos los hombres y las mujeres para hacer más grata la vida, se haya transformado, en cierta forma, por un exceso de una burocratización y, por cierto, porque el Estado empieza adquirir objetivos propios y se olvida que su único objetivo es servir a la ciudadanía.
 
El Proyecto de Modernización del Estado que tiene que ver con digitalizar el Estado, integrar el BackOffice para que nunca más, por ejemplo, a una persona le pidan un papel que ya se lo pidieron o que el propio Estado emite.
 
En Chile se piden aproximadamente 300 certificado distintos, casi el 95% de ellos no se debe pedir nunca porque está, ya lo tiene el Estado porque ya se lo entregaron, cuando es de iniciativa de la persona o el propio Estado lo emite.
 
Hicimos un salto muy grande en el primer Gobierno, estamos en 50%, queremos que al término de este Gobierno superemos el 80% de los trámites que los ciudadanos tienen que hacer con el Estado, que lo puedan hacer desde la comodidad de un teléfono celular inteligente o cualquier otro instrumento como iPad o el propio computador.
 
Lo que estamos haciendo para que no tengamos tanto papel, hacer una sociedad sin papeles y, por tanto, establecer que el documento electrónico tiene la misma fuerza que el documento físico. La firma electrónica que va a permitir facilitar enormemente los contratos, las transacciones.
 
Todo eso es parte de la Modernización del Estado junto con, por supuesto, el tema de la transparencia y la probidad que es un enemigo frente al cual nunca hay que bajar la guardia porque, si bien, Chile está mucho mejor que otros países del continente, no estamos bajo ninguna circunstancia inmune frente a ella.
 
Por otra parte, tenemos el proyecto para facilitar la participación y la satisfacción en el mundo del trabajo. El Proyecto de Ley de Trabajo a Distancia o Teletrabajo es un proyecto que es absolutamente indispensable para los tiempos modernos. En la época industrial el concepto de producción era una línea de producción: cada uno tenía que estar en el mismo lugar y al mismo tiempo porque cada uno apretaba una tuerca distinta y bastaba con que uno no estuviera para que el sistema se paralizara. Ése es un mundo que ya desapareció.
 
Hoy día el mundo del trabajo y el mundo la producción está mucho más flexible, más disperso, se puede trabajar prácticamente, en muchos casos, desde lugares muy distintos al lugar tradicional donde está la oficina o la fábrica, pero la legislación chilena no lo hacía posible.
 
La Ley de Teletrabajo o de Trabajo a Distancia, los Estatuto Especiales para el Trabajo de los Jóvenes, todo eso busca facilitar que los empresarios, los empleadores y los trabajadores, pero muy especialmente los jóvenes, las mujeres y la tercera edad, puedan adecuar el mundo del trabajo a sus necesidades y no como ocurre hoy día que todo tiene que adecuarse al mundo del trabajo, sin que esto signifique ninguna pérdida de eficiencia ni de reproductividad.
 
Por otra parte, el programa en materia de seguridad. Lanzamos un programa especial que es un Programa de Intervención en Barrios Comerciales Protegidos. Muy simple, hoy día la tecnología nos permite saber mucho más que antes, dónde, cómo, cómo se moviliza, cómo se desplaza el mundo de la delincuencia. Y, por lo tanto, éste es un programa que se focaliza en los barrios que requieren protección especial y orientado esencialmente al comercio.
 
Es verdad, todavía queda muchos problemas por resolver y mucho camino por recorrer, pero créame que las preocupaciones que le escuché al presidente representando a los comerciantes son las mismas preocupaciones que analizamos con mucha frecuencia en La Moneda.
 
Yo quisiera terminar estas palabras hablando de la situación que está enfrentando el mundo, América Latina y Chile. En el mundo estamos viviendo tiempos muy difíciles; la economía mundial se está debilitando y los expertos pronostican que ese proceso no ha terminado, que va a continuar. Las 5 revisiones que se hicieron durante este año al crecimiento del mundo fueron todas hacia abajo.
 
Además de eso, el comercio mundial, no solamente se está debilitando, dejó de crecer, en parte por la guerra tarifaria desatada entre las dos grandes superpotencias que ya lleva 19 meses y ahora parece que se extiende, porque ahora hemos conocido un tema de tarifa entre Estados Unidos y Europa.
 
Es impresionante, en un momento que el mundo enfrenta los desafíos más grandes de su historia, porque cada generación enfrenta sus propios desafíos y problemas, pero ninguna generación ha tenido que enfrentar, como lo está haciendo la nuestra, un desafío de la magnitud que significa, por ejemplo, el cambio climático y el calentamiento global.
 
Y los dos países más grandes, de los cuales uno esperaría liderazgo, colaboración, que estén llevando la delantera en estos problemas que nos enfrentan, están enfrentados a una guerra muy absurda entre ellos y muy perjudicial, y han abandonado el liderazgo en estos grandes desafíos; cosa que quedó notoriamente clara en la reunión de Naciones Unidas que acaba de ocurrir en Nueva York y dónde vamos a tener la oportunidad en Chile de ojalá contribuir, aunque sea con un grano de arena, a cambiar el curso de la historia porque vamos a ser sede de la COP y vamos a hacer sede de APEC.
 
Lo primero, una gran oportunidad para que el mundo enfrente con mayor decisión, con mayor coordinación, con mayor eficacia el desafío del calentamiento global y la APEC para lograr al menos en esta área del mundo, que representa casi dos tercios del PIB mundial, poder lograr que el libre comercio vuelva a renacer y que un comercio basado en reglas y no en decisiones arbitrarias de las grandes potencias, vuelva a florecer.
 
Pero esto no es solamente lo que ocurre en el mundo, también tenemos en nuestro continente un problema muy grave. Vean ustedes lo que está pasando en América Latina tenemos dos países –no voy a hablar de Venezuela, que es una crisis total–, pero vean lo que pasa en el resto de los países, tenemos dos países en recesión, de los grandes países de América Latina; Argentina y Paraguay. Tenemos a los dos más grandes países de América Latina totalmente estancados; Brasil y México. Tenemos una crisis política de proporciones en Perú.
 
Y en medio de este mundo la verdad es que Chile, sin negar, sin desconocer los problemas, pero aparece como una verdadera isla donde tenemos estabilidad política, seguimos creciendo, seguimos creando empleos y, por lo tanto, tenemos que cuidar lo que tenemos en nuestro país.
 
Por supuesto que hay que tener un espíritu crítico y ver dónde las cosas están funcionando mal, dónde hay que corregir, pero también hay que tener una cierta capacidad de apreciar lo que hemos logrado.
 
En estos primeros dos años de Gobierno, el crecimiento promedio, a pesar de estos tiempos difíciles, no solamente vamos a liderar América Latina, vamos a duplicar el crecimiento que traíamos del Gobierno anterior.
 
Pero eso no es todo, vamos a terminar con una creación promedio de empleos, estos dos primeros años, de 170 mil nuevos empleos, eso también duplica el período anterior y está superando la meta que nos fijamos al iniciar nuestro Gobierno de crear 600 mil nuevos empleos durante el periodo. A este ritmo vamos a superar esa cifra.
 
Los salarios han crecido, el año pasado y este año, en torno al 2% real. La inversión, que sólo cayó consecutivamente los 4 años anteriores, se está recuperando y está creciendo con fuerza, muy insuficiente todavía, por supuesto, estamos con un nivel de ahorro-inversión en nuestro país de 21% del producto.
 
El stock de capital es tres veces el producto y, por lo tanto, 21% del producto es 7% del stock de los cuales 5% es depreciación, o sea, nuestro stock de capital está creciendo al 2% al año. Como aporta la mitad del producto, eso nos permite 1% de aporte al crecimiento.
 
Y se estima que la fuerza de trabajo está creciendo a 1,3 ó 1,4 y hay algo de productividad, ahí tenemos otro punto. O sea, si no hacemos cosas distintas, si no innovamos, si no mejoramos la productividad, el crecimiento automático simplemente por acumulación de factores va a ser de 2 puntos. Nosotros queremos una tasa que sea el doble.
 
Y, por esa razón, es tan importante lo que tiene que ver con el fenómeno de aumentar la productividad, que hagamos más por lo mismo o hagamos lo mismo con menos recursos; de eso se trata aumentar la productividad. La productividad, que había caído durante 4 años consecutivos, creció el año pasado y va a volver a crecer este año a ritmos menores de lo que necesitamos y de lo que queremos.
 
Pero lo cierto es que cuando uno hace el balance, reconociendo los problemas y aquí no estamos en una burbuja, yo recorro el país permanentemente, de aquí me voy a Punitaqui a reunirme con los crianceros que están enfrentando una sequía brutal y vamos a revivir y darle una nueva actualización al Plan de Combate contra la Sequía.
 
Contra la sequía que es un fenómeno que ya lleva más de 10 años. Está es la peor sequía que hemos tenido en Chile desde que hay registros confiables, mucho peor que la que nos acordábamos del año 68, porque es más profunda y porque ha durado mucho más.
 
Estamos enfrentando la sequía con medidas de emergencia como, por ejemplo, los Decretos de Emergencia o de Escasez Hídrica que nos han permitido llegar a más de 100 comunas con ayuda que es básicamente proveer agua potable para las personas; tenemos más de 600 mil personas abastecidas de agua potable en forma extraordinaria porque los mecanismos tradicionales, los pozos, se secaron. Y también los Decretos de Emergencia Agrícola que permiten llegar con ayuda a los pequeños y medianos agricultores.
 
Pero ésa es la emergencia. El plan de largo plazo, porque la sequía o el cambio climático llegó a Chile para quedarse, requiere medidas muy fuertes.
 
La agricultura ocupa el 70% del agua y, por tanto, avanzar hacia el riego tecnificado que es el doble, por lo menos, más eficiente que el riego tradicional es una necesidad imperiosa para la agricultura para nuestro país. Avanzar hacia hacer una inversión gigante en agua potable rural para que no solamente las ciudades tengan el agua garantizada, sino que también los habitantes que viven en el mundo rural. Avanzar con nuevas técnicas para aprovechar mejor el agua; reutilizar las aguas servidas o las aguas grises, volver a buscar con nuevas tecnologías: estamos probando una tecnología que ha dado es un éxito total que son satélites chinos con sonares en la superficie que permiten detectar aguas profundas que otras metodologías no permitían detectar.
 
Pero vamos a tener también que usar mejor el agua, ser mucho más razonables y mucho más cuidadosos con el uso del agua. En Chile, por ejemplo, las sanitarias, el 35% del agua que producen no la venden porque se pierde por filtraciones de las cañerías; esos son mundos que ya no podemos seguir conviviendo con ellos.
 
Y una gran fuente de producción de agua de la desalinización. Yo he visto muchos proyectos para llevar agua al norte, pero al final uno se pregunta cuál es la dificultad técnica, medioambiental, política y cuál es el costo. En el caso de desalinización, el costo hoy día está aproximadamente en 70 centavos por metro cúbico de agua, los demás proyectos están sobre los 3 dólares por metro cúbico de agua.
 
Y, por tanto, vamos a ver en Chile un crecimiento muy fuerte de la desalinización de agua, porque ésa va a ser la principal fuente para abastecer el consumo humano, para abastecer la industria, para abastecer la minería y para empezar a regar el desierto, que es el gran sueño que tenemos todos.
 
Ahora yo escuché que algunos parlamentarios querían declarar el agua desalinizada como Bien Nacional de Uso Público. Hoy día tenemos 27 plantas desalinizadoras en Chile y están en marcha aproximadamente 20 proyectos adicionales. Bueno, la mitad de esos proyectos inmediatamente comunicaron que paralizaban todo porque no van a hacer un tremendo esfuerzo de desalinizar el agua para que después de un Bien Nacional de Uso Público.
 
Por supuesto que el agua va a tener preferencia total y absoluta para el consumo humano, por supuesto que el agua de los ríos va a tener preferencia total y absoluta para mantener los cauces ecológicos que son fundamentales, pero si queremos que haya desalinizadoras tenemos que crear los incentivos.
 
Ése es el mundo que yo creo que hay que recuperar; más responsabilidad, más análisis, menos populismo, menos demagogia, menos estar pensando en la próxima elección y más estar pensando en la próxima generación.
 
Por eso, hoy día vamos a hacer un planteamiento global sobre cuánto ha avanzado y cómo hemos enriquecido nuestro proyecto para combatir la sequía que, en parte, es un ciclo, pero tiene mucho que ver con este fenómeno global del cambio climático y el calentamiento global.
 
Quisiera terminar diciendo que no es fácil gobernar, ustedes ven que en el mundo entero gobernar se está haciendo cada día más difícil, pero en nuestro país, quiero decirles a mis compatriotas, tenemos un país maravilloso, cuidémoslo. Es un país que, por supuesto, está lleno de problemas, podríamos hablar horas y horas de los problemas que tenemos en Chile, son muchos, son diversos, pero, al mismo tiempo, tenemos un país que está funcionando, que tiene una democracia y una institucionalidad que nos da estabilidad, que en medio de un mundo tan difícil como el que estamos viviendo y el que está viviendo América Latina, es un país que sigue creciendo, que lidera el crecimiento en América Latina, que lidera la creación de empleos, que lidera la inversión.
 
Y, por tanto, sin perjuicio de hacernos cargo de los problemas, yo quiero contribuir, y hemos tenido dos noticias o varias noticias muy buenas en los últimos días. Nosotros siempre dijimos que el primer semestre fue muy difícil, entre otras cosas fue una tormenta perfecta porque las inundaciones en el norte paralizaron la minería por un largo tiempo, la huelga en Chuquicamata significó un costo por lo menos de medio punto en el Producto, tuvimos, además, los problemas de la economía mundial, pero siempre dijimos: “vamos a tener una recuperación en el segundo semestre”.
 
Da la impresión que algunos no quieren la recuperación, les molesta que nosotros planteemos de que Chile sí es un país capaz de enfrentar sus dificultades. Hemos tenido dos IMACEC que han sorprendió al mercado, el del mes de julio 3,2, el mes de agosto 3,7 y yo espero que el IMACEC nos siga sorprendiendo.
 
Y quiero decirles a los amigos periodistas que las buenas noticias también son noticias. Cuando el IMACEC es bajo es portada, cuando el IMACEC sorprende a todo el mundo, nadie había anticipado un IMACEC como que teníamos, a pesar que nosotros lo veníamos anticipando hacía meses, que íbamos de una fuerte recuperación durante el segundo semestre, no aparece en ninguna parte.
 
Entonces yo quiero decir una cosa: tenemos muchos problemas, pero tenemos un país maravilloso, cuidémoslo.
 
¡Viva Chile!
 
Muchas gracias.