Presidente Piñera lidera en Naciones Unidas alianza para impulsar protección de los bosques lluviosos del mundo

23 SEPT. 2019
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El Mandatario encabezó este encuentro junto al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, el Presidente Colombia, Iván Duque de Colombia y el actor Harrison Ford, de Conservation International. En el encuentro se lanzó una nueva iniciativa mundial para la cooperación en la conservación de bosques, la protección de la biodiversidad y la reforestación de los bosques lluviosos en la Amazonía y otras zonas del mundo.  

Gracias a Dios, ha llegado la hora para esta Alianza por los Bosques Lluviosos.
 
Los bosques lluviosos o rainforests pueden ser tropicales, templados o fríos, pero todos ellos cumplen una labor fundamental: están en la Amazonía de Sudamérica, en la Cuenca del Congo en África en el Sudeste Asiático y en muchos otros continentes, y cumplen una función crucial para la salud del planeta y la sobrevivencia de la especie humana.
 
Mientras están creciendo son grandes captadores y secuestradores de carbono y, además, una verdadera fábrica de oxígeno, un santuario de la biodiversidad y cumplen un rol insustituible en proteger los territorios de la erosión regular, los flujos de agua y moderar el clima.
 
Estos son verdaderos tesoros de la humanidad y hoy día están siendo peligrosamente amenazados por los incendios forestales y por la deforestación y, en consecuencia, requieren urgente y eficaz protección. Y ése es el objetivo de esta Alianza por los Bosques Lluviosos.
 
Por eso, junto al Presidente Macron de Francia, el Presidente Duque de Colombia y el Secretario General de las Naciones Unidas y con la valiosa colaboración de la Canciller de Alemania y también la Primera Ministra de Noruega, hemos convocado a esta Alianza por los Bosques Lluviosos.
 
Toda alianza debe basarse en principios, ¿cuáles son los principios que deben orientar esta Alianza?
 
Primero la necesidad urgente de proteger y conservar mejor nuestros bosques lluviosos y toda la rica biodiversidad que ellos albergan. Esto va a exigir también reforestar áreas que han sido destruidas;
 
Segundo, compatibilizar este cuidado y esta protección con el uso sustentable de los recursos en las zonas en que se encuentran estos bosques lluviosos que son el sustento de importantes sectores de la población;  
 
Tercero, una colaboración internacional que es necesaria, que es urgente y que, además, hay una enorme buena voluntad para proveerla;
 
Y, cuarto, el debido respeto a la soberanía de los países donde se encuentran estos bosques lluviosos.
 
Estos principios son complementarios y no contradictorios, y mientras mejor y antes lo comprendamos menos problemas vamos a tener, como los que hemos conocido en las últimas semanas.
 
Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos que realizan los países que tienen soberanía sobre estos bosques, el cambio climático ha agravado las circunstancias y, por tanto, los incendios forestales y la deforestación están avanzando a un ritmo que no puede continuar.
 
Chile también enfrenta todos los años, en la temporada de verano que se avecina, importantes incendios forestales que afectan a especies únicas en el mundo. Por esa razón, nos estamos preparando para la temporada que ya va a comenzar, movilizando más de 150 aviones y helicópteros, brigadas especialistas que, por lo demás, las estamos actualmente compartiendo con algunos de los países que están sufriendo los incendios forestales en nuestro continente.
 
Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile y los países de la región hacemos grandes esfuerzos humanos y financieros para proteger nuestros bosques lluviosos, pero sin duda la realidad demuestra que estas acciones individuales no son suficientes y, en consecuencia, necesitamos colaboración dentro de nuestra propia región y también la colaboración internacional para poder proteger estos bosques lluviosos que están en América, en África, en el Sudeste Asiático.
 
Chile tiene más de 17 millones de hectáreas de bosques, algunos de ellos únicos como los bosques fríos del sur de Chile o de la Patagonia, y es uno de los pocos países en el mundo que ve cómo su superficie de bosques aumenta y no disminuye gracias a una agresiva y ambiciosa política de reforestación.
 
De hecho, recientemente hemos comprometido transformar a Chile –esto lo hicimos en la Cumbre de Osaka junto a Alemania, a Francia, a España y Holanda– nos hemos comprometido a transformar a estos países en carbono neutrales antes del año 2050.
 
Y en esta estrategia, además de la descarbonización total de nuestra matriz energética que ya está en marcha, además del cambio total desde el transporte público basado en combustibles fósiles a la electromovilidad y a un importante plan de estándares de eficiencia energética, la reforestación, el aumento de la masa de bosques es el cuarto factor crucial para poder cumplir con esta meta de ser un país carbono neutral.
 
Pero sabemos que la preocupación ciudadana por la protección y la salud de los bosques avanza mucho más rápido que las respuestas que hemos sido capaces de dar y, por esa razón, mucha gente espera mucho de esta Alianza por los Bosques Lluviosos y esperan que sea una alianza que pase rápidamente a la acción.
 
Por esa razón, en Chile hemos desarrollado un programa que es plantar un árbol por cada chileno y está muy avanzado, y esperamos completarlo antes que termine nuestro Gobierno, lo cual significa 18 millones de árboles. Si extendemos eso a todo el mundo tendríamos 7 mil millones de árboles, 7 mil millones de nuevos pulmones colaborando en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global.
 
Por eso, esta Alianza por los Bosques Lluviosos que empezó a gestarse en una reunión del G7, que se consolida en esta reunión en Naciones Unidas, va a tener una nueva etapa y una nueva oportunidad en la COP25 que celebraremos en Chile en diciembre de este año, porque nos va a permitir coordinar mejor los mecanismos de cooperación, los instrumentos de cooperación para que esta Alianza sea eficaz y que dé frutos fecundos.
 
En la COP25 que celebraremos en diciembre en Chile, la protección de los bosques lluviosos, la protección de los océanos y la protección de los polos va a estar como parte esencial, que no habían estado anteriormente, en las grandes estrategias y prioridades de las COP.
 
Y, de esta manera, vamos a poder incorporar los bosques y los océanos como parte de la solución y no solamente como parte del problema porque sabemos muy bien que el ser humano es la criatura más inteligente e ingeniosa que habita nuestro Planeta Tierra, pero es también la única que es capaz -y a veces da la impresión que avanza esa dirección- de destruir nuestro planeta, nuestro único planeta.
 
Por todo eso, queremos que la COP25 en Chile de diciembre de este año sea la COP Azul, porque sin azul no hay verde, sin verde no hay vida.
 
Felicito al Secretario General, felicito al Presidente Macron y el Presidente Duque, agradezco la gran colaboración de países como Alemania y Noruega, y termino diciendo: larga vida a nuestros bosques y océanos, porque ellos son fuente de vida.
 
Muchas gracias.