Presidente Piñera entrega los premios Margot Loyola 2019

13 SEP 2019
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El galardón destaca la recuperación y enriquecimiento de la cultura tradicional y popular de Chile. En la categoría de Formación el ganador fue Rodomiro Regulo Huanca Vásquez, mientras que en Creación, el premio fue para Alfredo Tuki Pate.  

Muy buenos días, señora Ministra, señoras y señores Subsecretarios, distinguidos y merecidos premiados:
 
Saludo con mucho cariño a Osvaldo Cádiz Valenzuela, quien según las palabras de la propia Margot dijo que “fue su más grande discípulo, colaborador”, lo cual -sin duda- es un gran reconocimiento.
 
Para mí es un privilegio poder participar en esta ceremonia por muchas razones. Primero, porque vamos a reconocer, valorar, apreciar y agradecer la contribución que hacen al alma de nuestro país, a nuestra cultura dos distinguidos premiados. Pero, en segundo lugar, porque estamos entregando el Premio Margot Loyola.
 
Y además aprovechar de saludar y felicitar a esta Orquesta Juvenil de Linares que también lleva el nombre de Margot Loyola.
 
Estamos en el mes de septiembre, el mes de la Patria, el mes de la primavera, el mes del optimismo y la esperanza, y es una muy buena oportunidad para poder compartir con ustedes algunas reflexiones.
 
Margot Loyola decía “miren a nuestro país, absórbanlo, respírenlo”. Eso es lo que tenemos que hacer en este mes de la Patria, porque muchas veces el mundanal ruido nos impide ver la Patria maravillosa que tenemos y nos quedamos muy fijados en los problemas y muy poco agradecidos de los grandes dones que Dios nos regaló al entregarnos este maravilloso país que es Chile.
 
Llevamos ya un poco más de dos siglos de vida independiente. Eso significa 7 u 8 generaciones a lo largo de lo cual se ha ido formando el alma, la cultura, la historia, lo que somos como chilenos.
 
Y Margot Loyola se preguntaba “¿qué hace que Chile sea Chile?” Y la verdad que su respuesta era su historia, sus paisajes, su gente. Tiene toda la razón, pero yo agregaría algo: también la misión que tenemos que cumplir como chilenos es parte de la identidad y del alma de nuestro país.
 
Margot agregaba “las identidades nunca se pierden, se forjan a diario y hablamos de una cultura viva”. ¿Qué significa eso? Que la cultura no es algo estático, no es algo monolítico que solamente se puede apreciar en un museo, la cultura es parte de la vida, se va alimentando con lo que hacemos todos los días, va iluminando los caminos del futuro, va enriqueciendo el alma de nuestro país.
 
Y por eso nunca debemos quedarnos bajo la hipótesis de que ya la cultura está y que nosotros somos simplemente legatarios de esa cultura. Somos constructores de esa cultura y por eso es tan importante seguir fomentando ese espíritu.
 
Violeta Parra decía, respecto a Margot Loyola, “es la mujer más chilena, es la chilena más chilena que he conocido”. Es una muy buena definición y ése es el espíritu que queremos que tenga esto que llamamos la chilenidad.
 
Por eso en esta cuarta versión del Premio Margot Loyola vamos a premiar a dos personas, que ya fueron premiadas así que solamente voy a decir por qué los premiamos.
 
En primer lugar, por lo que han hecho a lo largo de una larga trayectoria de vida, no es una acción en particular, es la acumulación de una vida dedicada a alimentar el alma de nuestro país, enriqueciendo nuestra cultura.
 
Entregamos el Premio en la Categoría de Formación a Rodomiro Huanca Vásquez, con una trayectoria de más de 50 años como cultor, formador en las tradiciones, en los ritos, en los festivales en Socoroma. He estado más de una vez en Socoroma y uno respira ahí un alma, una cultura, una vitalidad muy propia de su tierra y de los pueblos andinos de la Provincia, porque la verdad es que los carnavales de Socoroma, que se remontan al año 76 hasta los tiempos actuales, muestran una riqueza inmensa, porque es cultura, es religiosidad, es reconocer, recordar, traer de vuelta a la memoria a nuestros ancestros. Y por eso es un premio muy, muy merecido.
 
Por lo demás, su grupo musical, Phusiri Marka, ha hecho historia en esta materia, ha innovado mucho en lo que se refiere a formas de expresar esta identidad tan propia de Socoroma.
 
También entregamos el Premio Margot Loyola en la Categoría de Creación a Alfredo Tuki Pate, quien ha sido cultor, creador, director e intérprete de diversos grupos folclóricos rapanuis, como el destacado conjunto Tararaina. La penúltima vez que estuve yo pude apreciar a su grupo y vi también que ahí había vida, vitalidad, pasión, fuerza; la vida sin pasión, sin compromiso no es vida.
 
Por eso, yo convoco a mis compatriotas a no pasar por la vida calentando asientos, tratar de dejar una huella, entregar lo mejor de cada uno de nosotros, desatar lo que tenemos adentro, el amor, la pasión, el compromiso, los sueños. Y eso fue lo que yo aprecié cuando pude observar en su maravillosa tierra su grupo folklórico.
 
Por eso, es que hasta el día de hoy esas hermosas canciones que siguen sonando en la Radio Manukena y que podríamos destacar tantas “Tatarahapa”, “Moe varua”, “Mahina tea”, “Orongo”, etc. son parte de su gran aporte y por eso recibe su premio con mucho merecimiento.
 
Fue fundador y presidente de la Academia de la Lengua Rapanui, uno de los organizadores que inició el año 1967 la Fiesta de la Primavera y que hoy es conocida como Tapati Rapa Nui, uno de los espacios de difusión de la cultura ancestral de Rapa Nui más destacado, más reconocido en Chile y en el mundo entero.
 
De hecho, le quiero contar a usted que vamos a tener la Cumbre de la APEC y de la COP donde van a venir los grandes líderes y yo siempre pregunto “¿dónde querrían ir?”. Y la inmensa mayoría me dice: “Rapa Nui” porque hay algo ahí, algo de magia, de encanto que lo intuye el mundo entero y lo viven todos los días los que son genuinos habitantes de esa maravillosa tierra.
 
Por eso, el trabajo que ustedes desarrollan junto a muchos otros folcloristas y cultores nos ayuda a esa patria grande, generosa, acogedora, con valores, con sentido de vida que queremos construir.
 
Hoy día, no sólo estamos reconociendo el enorme trabajo que hacen ustedes, sino que a través de ustedes también a muchos más que siguen la huella que ustedes han dejado y siguen la indeleble huella que nos dejó Margot Loyola.
 
Sólo cuatro años antes de la muerte de Margot, ella dijo que, luego que partiera, “seguirá mi alma sonriente, queriendo siempre poder volver”. Ésa es la forma en que ella hoy día está con nosotros por medio de seguir transmitiéndonos todo lo que acabamos de escuchar, que le salía del alma, lo gesticulaba con los brazos, lo expresaba con los ojos, todo lo que nos dijo nos llegó a todos directo porque sentíamos que era un mensaje que venía desde el corazón.
 
Por eso, quiero junto con los premiados, volver a apreciar, agradecer y reconocer el tremendo legado que nos dejó la gran y querida Margot Loyola.
 
Muchas gracias.