Presidente Piñera encabeza conmemoración de Día de las Glorias Navales

21 MAY. 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto al Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Julio Leiva Molina; el Ministro de Defensa, Alberto Espina; y el Intendente de la Región de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada, encabeza ceremonia conmemorativa del Día de las Glorias Navales. 

Muy buenos días:
 
Señora Primera Dama, señor Presidente del Senado, señor Presidente de la Cámara de Diputados, señores ministros, Señor Comandante en Jefe de la Armada de Chile, autoridades militares, civiles y religiosas:
 
Es bueno detener, a veces, el mundanal ruido y la vorágine de la vida y preguntarse por qué estamos reunidos hoy en esta maravillosa Bahía de Iquique.
 
Hace 140 años, en una mañana como hoy, tal como lo dijo el Comandante en Jefe de la Armada, la historia de Chile cambió para siempre.
 
¿Cuál es el significado del sacrificio, del heroísmo del Comandante Prat? Sin duda, cambió el curso de la guerra, porque en esa oportunidad la audacia de Condell y el heroísmo de Prat lograron destruir la mitad de la Armada de Perú, país con el cual estábamos enfrentados en una guerra. Y a partir de ese instante, Chile adquirió buena parte del dominio del mar, que se consolidó algunos meses después en el Combate de Angamos.
 
Y es por esa razón que la Guerra del Pacífico se peleó en territorio peruano; si la historia hubiera sido distinta, quizás esa guerra se habría peleado en territorio chileno y su resultado pudo haber sido distinto.
 
Por eso, hoy día, estamos celebrando -como lo hacemos todos los años- el heroísmo, el sacrificio y el ejemplo que nos legó el Comandante Arturo Prat.
 
Pero no fue sólo eso, porque la verdad es que, hasta ese instante, el sentido de patria, el sentido de nacionalidad y el compromiso que tenía el pueblo de Chile con la Guerra del Pacífico, no se había galvanizado, no se había consolidado. A partir del sacrificio de Prat, el pueblo chileno se levantó como un solo hombre y la historia muestra que todos los chilenos quisieron enrolarse para poder contribuir al esfuerzo bélico que estaba enfrentando nuestra patria.
 
Por esa razón, el sacrificio de Prat va mucho más allá de la Guerra del Pacífico, porque marcó el alma de nuestro país y nos hizo realmente entender lo que significa la patria, esa patria que está simbolizada en la bandera, esa misma bandera que el Comandante Uribe -que logró ser Comandante de la Esmeralda solamente por 40 minutos después de la muerte del Comandante Prat- la mantuvo izada al tope del mástil, como había sido instruido por el Comandante Prat.  
 
Imagínense por un momento esos últimos instantes de la Esmeralda, cuando se hundía en esta Rada de Iquique, y Uribe, como Comandante de la Esmeralda, mantuvo la bandera izada e incluso disparó un último cañonazo, que fue un cañonazo que remeció a la patria entera.
 
Gabriela Mistral decía que nuestra bandera nunca ha conocido la vergüenza, y muchas veces se ha encontrado con el rostro de la gloria.
 
Por esas razones, sin duda que este momento es un momento que va mucho más allá de lo que ocurrió esa mañana de un 21 de mayo de 1879, porque fue algo que marcó el alma de nuestro país.
 
Yo quisiera simplemente plantear las ironías de la historia y del destino. El Almirante William Rebolledo parte rumbo al norte a enfrentar, de una vez por todas, a la Armada peruana y decide que los menores de 15 años se quedarían en la tranquilidad y la paz de esta Rada de Iquique, como parte de dos buques que tenían que efectuar el bloqueo del Puerto de Iquique. Y, sin embargo, fueron esos mismos jóvenes los que nos dieron una verdadera lección de heroísmo, muchos de ellos perdieron la vida en el Combate Naval de Iquique.
 
Por esa razón, yo quisiera establecer cuáles fueron las cualidades, porque los héroes no se forjan en forma espontánea, al fragor de la batalla. Algunos piensan que los héroes nacen; algo de eso es verdad, pero también los héroes se forjan a lo largo de su vida.
 
Y cuando uno ve el ejemplo de Prat como hijo, como padre, como abogado, como cristiano, como servidor público, uno logra comprender que fue cultivando las virtudes a lo largo de toda su vida, que le permitieron transformarse en el gran héroe que inspiró a una nación entera y que sigue mostrando, ilustrando y guiando los caminos de nuestro país hasta el día de hoy.
 
Por esa razón, yo quisiera terminar estas palabras recordando el ejemplo de Prat. Porque es verdad, muchos de nosotros no vamos a tener la oportunidad de una muerte heroica como la tuvo Prat, pero todos nosotros sí tenemos la oportunidad de vivir las virtudes que fueron forjando el carácter y que llevaron a Prat a ese acto de heroísmo supremo un 21 de mayo en esta misma Rada de la Bahía de Iquique.
 
Hoy día, en que el país enfrenta tantos desafíos y tiene que aprovechar tantas oportunidades, necesitamos más que nunca en nuestro país héroes que cultiven las mismas virtudes que cultivó Prat a lo largo de toda su vida.
 
Por esa razón, la Patria entera está agradecida de la audacia de Condell, que con ingenio logró, a bordo de una pequeña Covadonga, hacer encallar al gran acorazado, que era La Independencia. Pero también, el heroísmo que mostró Arturo Prat en el Combate Naval de Iquique.
 
Por eso, el ejemplo de Prat no se agota simplemente en el mundo de las Fuerzas Armadas o de la Armada de Chile. Es un ejemplo que nos va a inspirar siempre.
 
Hoy día más que nunca necesitamos héroes como Prat que sepan comprender el valor de la unidad, el valor del patriotismo, que sepan practicar las mismas virtudes, que fueron las que hicieron grande a Prat a lo largo de toda su vida.
 
Por eso como Presidente de todos los chilenos, quiero expresar mi profunda gratitud a los héroes y admiración a los Héroes de Iquique y compartir con el Comandante en Jefe de la Armada de Chile el gran destino, la gran misión que juega la Armada en nuestro país.
 
No solamente debe estar preparada y tener la fuerza disuasiva suficiente para proteger nuestra integridad, nuestro territorio, nuestra soberanía, sino que también tiene que estar preparada, y todos los días, para poder cumplir servicios en tiempos de paz.
 
Por todo eso, levanto mi mirada al cielo y expreso mi más profunda gratitud a los Héroes del Combate Naval de Iquique y a la gloriosa Armada de Chile.
 
Muchas gracias.