Presidente Piñera anuncia el Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía

24 SEP 2018
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto al ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno y el Intendente de la Araucanía, Luis Mayol, anuncia el Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía 

Muy buenos días: 
 
Quiero compartir con ustedes mi alegría y mi esperanza. Hoy, en esta casa, que es la casa “El Amor de Chile”, estamos celebrando el comienzo de algo que va a ser bueno para La Araucanía. Hoy es un día importante para La Araucanía; no es el día final, es recién el comienzo.
 
La Araucanía -y todos lo sabemos- es una región maravillosa y llena de oportunidades, pero es también una región tristemente empobrecida y que ha acumulado demasiadas frustraciones.
 
Cómo no va a ser maravillosa, y también llena de oportunidades: una región que cuenta con una naturaleza absolutamente privilegiada, con montañas, volcanes, ríos, lagos, bosques, praderas, costa. La verdad es que Dios fue muy generoso cuando le tocó crear La Araucanía.
 
Pero además de eso, con gente honesta, trabajadora, amante de la paz, con amor y cariño por su tierra, con una historia milenaria y, además, cuna de nuestros pueblos originarios, y con enormes posibilidades de desarrollo y progreso hacia el futuro.
 
Pero es también una región que está tristemente empobrecida y que ha vivido muchas frustraciones. De hecho, cuando vemos las cifras del retraso de La Araucanía, prácticamente no hay por qué ser selectivo, uno puede mirar cualquiera: una región que tiene un ingreso muy inferior al promedio de nuestro país, tasas de pobreza muy superiores, niveles educacionales inferiores, grandes déficits en materia de infraestructura, educación, salud, y podríamos seguir y seguir.  El diagnóstico lo conocemos todos.
 
Pero también es verdad que es una región que ha tenido una larga historia, una larga historia que muchas veces ha significado desencuentros y desconfianzas entre el Estado de Chile y nuestros pueblos originarios, particularmente el pueblo mapuche y el pueblo pehuenche.
 
Conozco bien esa historia y sé muy bien que, a partir de mediados del siglo XIX, el Estado de Chile inició una política de ocupación de tierras que hasta entonces eran tierras que pertenecían a nuestros pueblos originarios. Y eso ha significado -y sigue significando- mucho dolor, mucha frustración y mucha desconfianza, para muchos habitantes de esta región.
 
Mientras más antiguos y más profundos los problemas y los rezagos de la Región de La Araucanía, mayor razón para enfrentarlos con más voluntad, con mayor urgencia y con más compromiso. Y eso es el alma y el espíritu de este Acuerdo Nacional por la Paz y el Desarrollo de La Araucanía.
 
Sabemos que los problemas y los rezagos no son nuevos, se arrastran desde hace décadas y hace siglos. Y ése no debe ser un obstáculo, sino que, todo lo contrario: una motivación para intentar y entregar lo mejor de nosotros mismos para cambiar la historia.
 
La historia está escrita, podemos hablar sobre ella, comentarla, analizarla, pero no podemos cambiarle ni una sola coma. Lo maravilloso del futuro es que todavía no está escrito, depende de nosotros. Podemos tomar nuestros pinceles y trazar esos caminos del futuro. Y los hombres y mujeres libres no estamos hechos para repetir la historia, estamos hechos para cambiar, y para mejor, la historia. Y nuevamente ésa es la motivación y el eje central del Plan para la Paz y el Desarrollo de La Araucanía que vamos a presentar hoy día.
 
El norte, el objetivo, la misión que tenemos nosotros es avanzar en la búsqueda y encuentro de ese gran Acuerdo que va a significar diálogo, colaboración y paz, que son tres fines en sí mismos, pero también son poderosos instrumentos para lograr que La Araucanía experimente un verdadero renacimiento.
 
Un buen Presidente debe ser como un buen padre o madre de familia, que quiere a todos sus hijos, pero se preocupa con un cariño, una dedicación muy especial por aquel que tiene más problemas. Y, sin duda, La Araucanía tiene problemas especiales y, en consecuencia, requiere cuidados, dedicación y soluciones especiales.
 
El Acuerdo por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía, que presentaremos hoy, busca, precisamente, aplicar, en forma permanente, inmediata, pero también en forma gradual, porque no es el fin, es -como lo dije anteriormente- el comienzo; no es la respuesta final, es una propuesta que esperamos pueda ser analizada y enriquecida por toda la sociedad civil y la comunidad, y los habitantes de esta maravillosa Región de La Araucanía.
 
El éxito de este Plan requiere, sin duda, un compromiso y una voluntad muy fuerte de parte del Gobierno, y también del sector privado, pero requiere también un compromiso igual de fuerte y un aporte igual de significativo del Gobierno Regional, de los gobiernos comunales, de la sociedad civil y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieren cambiar -y para mejor- la historia de esta región.
 
Gandhi dijo una vez “no hay caminos hacia la paz; la paz es el camino”.
Yo quisiera, recordando esas palabras, afirmar hoy día que no hay caminos hacia el diálogo, los acuerdos y la colaboración; el diálogo, los acuerdos y la colaboración son el camino que nos va a permitir llegar al puerto de destino de una Región de La Araucanía que pueda desarrollar en plenitud sus potencialidades.
 
Este Acuerdo Nacional por La Araucanía no parte de cero. Quiero decir con mucha claridad y firmeza que hemos recogido los aportes de gobiernos anteriores, y muy especialmente el trabajo abnegado y fecundo que realizó el grupo presidido por el obispo Héctor Vargas, aquí presente, y que hizo un conjunto de propuestas, después de un largo proceso, a veces difícil, pero siempre con buena voluntad, de buscar acuerdos y de buscar entendimientos entre partes que hasta ese momento, muchas veces, sólo habían discrepado.
 
Por esa razón, la participación de muchas personas, que ha sido recogida en intentos anteriores por buscar acuerdos en beneficio de La Araucanía, es también recogida en este Plan que hoy día damos a conocer.
 
Este Acuerdo Nacional por la Paz y el Desarrollo en La Araucanía se funda en tres principios esenciales:
 
Primero, una voluntad genuina, auténtica, de diálogo, de colaboración, de acuerdos y de paz, porque no solamente son fines en sí mismos, estamos convencidos que son medios indispensables para poder llegar a buen puerto;
 
Segundo, en el reconocimiento, la valoración, el aprecio, el apoyo y el compromiso de preservar la cultura, las tradiciones, la lengua, las costumbres, la educación, la salud y la cosmovisión de nuestros pueblos originarios.
 
Cuando Alonso de Ercilla escribía al Rey de España, en su célebre “La Araucana”, se refería -y con mucha admiración- a los pueblos originarios, al pueblo mapuche y al pueblo pehuenche, con las  siguientes palabras: “La gente que lo habita es tan granada, tan altiva, gallarda y belicosa, que no ha sido por rey jamás regida ni a dominio extranjero sometida”.
 
Esas palabras reflejan bien lo que es el alma y el espíritu de un pueblo libre, que quiere progresar y que quiere hacerlo con la colaboración y participación de todos sus miembros;
 
Pero además de eso, el tercer principio esencial es que no tenemos tiempo que perder. Ya hemos perdido demasiado tiempo: ahora lo que tenemos que hacer es recuperar el tiempo perdido.
 
Y, por tanto, este Plan parte con una voluntad, una decisión, un sentido de urgencia y una necesidad de eficacia para lograr empezar a cambiar una historia que, todos sabemos, ha estado plagada de desencuentros, de dolores y de sufrimientos, pero que también tiene cosas maravillosas, que tenemos que recoger y aprender de ella.
 
Por esta razón, para poder cerrar las brechas necesitamos un Plan de Desarrollo Integral, Inclusivo y Sustentable para la Región de La Araucanía. Y ello es fundamental, porque tenemos que cerrar muchas brechas que se arrastran durante demasiado tiempo y que afectan negativamente la calidad de vida y la esperanza de vida de los habitantes de esta región.
 
Para poder avanzar en el campo de diálogo, colaboración, acuerdos y paz, este Plan contempla, entre muchas otras medidas -y hay un documento que va a estar disponible para todos, que queremos que sea un documento que pueda ser analizado y enriquecido en los días, semanas y meses que vendrán-, pero el Plan contempla la creación de un Consejo Permanente, que pueda hacer un seguimiento, con diálogo y con evaluación, de los grados de avance en la implementación de este Plan.
 
Contempla también una ayuda y colaboración con las víctimas de la violencia y el terrorismo que han afectado en esta región.  Y eso está relacionado con recuperación de actividades productivas, con permitir un reemprendimiento de muchas personas que lo perdieron todo, con ayudar a recuperar bienes y activos, como viviendas, y también poder mejorar o recuperar la infraestructura que ha sido destruida por los actos violentistas y de terrorismo que han asolado, o han afectado a esta región.
 
Para avanzar en el reconocimiento, valoración y apoyo de la cultura, historia, tradiciones y lengua de nuestros pueblos originarios, vamos a impulsar una reforma constitucional que reconozca constitucionalmente a nuestros pueblos originarios, incluyendo que el hecho de ser pueblos originarios es algo que nos llena de orgullo y que enriquece la cultura y la vida de nuestro país.
 
Y por esa razón, esta reforma constitucional busca proteger esos valiosos aportes que nuestros pueblos originarios han hecho a través de su historia, con su cultura, su lengua, sus tradiciones, sus costumbres, su cosmovisión, y también obliga al Estado a preservar y promover esa diversidad cultural de nuestro país.
 
También pondremos urgencia al proyecto de ley que crea el Ministerio de los Pueblos Originarios y el Consejo de nuestros Pueblos Originarios.
 
Vamos a promover una Ley de Cuotas, que establezcan pisos básicos de participación de candidatos de pueblos originarios en las elecciones de cargos populares, incluyendo los cargos del Congreso Nacional, de diputados y senadores, y establecer un mecanismo de financiamiento adicional para facilitar y promover una mejor y mayor participación de nuestros pueblos originarios en todos aquellos cuerpos de elección popular, de forma tal que la voz de nuestros pueblos originarios sea escuchada con mayor fuerza en todas las instancias de cargos de elección popular, desde concejales hasta diputados y senadores de la República.
 
También es fundamental potenciar la entrega de tierras y el fomento de iniciativas productivas, de forma tal de lograr un mejor aprovechamiento de estas tierras. Y desde ese punto de vista, vamos a buscar mecanismos que flexibilicen y mejoren la capacidad de poder disponer de sus tierras de nuestros pueblos originarios, facilitando mecanismos como arriendos, medierías, alianzas estratégicas, pero siempre velando porque la propiedad de la tierra indígena siga en manos indígenas, ya sea en forma individual o en forma colectiva, para lo cual este proyecto contempla una serie de mecanismos de participación de las comunidades y también la obligación del Estado de velar, porque ese principio se cumpla en forma estricta y  se cumpla en forma transparente.
 
Por otra parte, también es fundamental acelerar la regularización de mucha propiedad de personas pertenecientes a nuestros pueblos originarios, y también personas no pertenecientes a nuestros pueblos originarios, porque esos títulos no reconocidos -por un problema de atraso en la capacidad de regularizar- impiden el acceso a mecanismos de beneficios, como subsidios habitacionales o aportes para el desarrollo productivo.
 
Todas estas medidas van a proteger el patrimonio de las tierras indígenas, para que éstas sigan estando en manos indígenas, pero con mayor autonomía, con mayor capacidad de los propios miembros de nuestros pueblos originarios, de poder tomar decisiones, disponer y buscar el mejor desarrollo de esas tierras.
 
Esto va a ser consultado con las comunidades, con los actores involucrados y, naturalmente, regulado por la ley y por el Estado.
 
Para impulsar el desarrollo integral, inclusivo y sustentable de la Región de La Araucanía, el Gobierno que tengo el honor de presidir ha trabajado intensamente durante estos últimos 6 meses, no solamente en recoger experiencias anteriores, sino que también en abrir cientos de canales de participación y de diálogo, bajo el liderazgo del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y del intendente de la Región de La Araucanía, Luis Mayol, y con la participación de cientos de hombres y mujeres de buena voluntad que han hecho grandes aportes durante estos 6 meses de trabajo, en que se han producido cientos de reuniones a lo largo y ancho de esta región.
 
El Plan Impulso Araucanía es un plan que está en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno. No es casualidad que el primer día, el mismo 11 de marzo de este año, cuando asumimos la Presidencia de la República, dentro de los 5 Grandes Acuerdos Nacionales en materias tan importantes como la seguridad ciudadana, la salud, el desarrollo y la infancia, estuvo también este Gran Acuerdo por La Araucanía.
 
No es casualidad que la primera visita a regiones que hizo este Presidente haya sido, precisamente, a esta Región de La Araucanía, donde sentamos las bases y organizamos los equipos de trabajo para poder avanzar con velocidad, compromiso y urgencia en transformar una buena idea, en un gran proyecto y en una buena realidad.
 
Por estas razones, el grupo que ha trabajado, bajo el liderazgo del ministro de Desarrollo Social y del intendente, ha contado, por supuesto, con la participación de muchas personas, muchas personas de esta región, del Gobierno Regional y de múltiples ministerios que se han involucrado, porque tienen un aporte muy significativo que hacer al desarrollo y éxito de este Plan, como el Ministerio de Desarrollo Social, de Agricultura, de Obras Públicas, de Bienes Nacionales, de Economía, de Salud, de Educación, de Energía, de Medio Ambiente, de Vivienda y también el aporte de la CORFO.
 
Esto refleja nuestra firme voluntad y compromiso de empezar a cambiar el curso de la historia en esta Región de La Araucanía.
 
Todos estos ministerios, en conjunto con la intendencia, han trabajado incansablemente, pero esto es recién el comienzo, porque lo más importante es lo que está por venir, que es llevar de una idea, de un proyecto a la realidad y a la práctica, este Plan para La Araucanía, con el propósito de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de esta región.
 
Como les recordaba, son cientos las reuniones que se han llevado a cabo durante los últimos meses, con la sociedad civil, con los gremios, con las organizaciones sociales, con las fuerzas vivas de esta región y, por supuesto, buscando siempre la participación con buena voluntad, con diálogos y con acuerdos de todos estos grupos.
 
Este Plan contempla cientos, literalmente cientos de iniciativas y de proyectos que están detallados en el documento, que va a estar a vuestra disposición y, por tanto, hoy día querría simplemente mencionar algunos de los aspectos más importantes que contempla este Plan que hemos denominado “Impulso Araucanía”.
 
En primer lugar, el Plan compromete USD 8 mil millones de inversión pública en el período 2018-2026, lo cual refleja que, junto con la voluntad y el compromiso, también están los recursos.
 
Y a estos 8 mil millones de dólares, por dar un solo ejemplo, la inversión durante el año que viene, y que ya está contemplado en el presupuesto que enviaremos al Congreso en los próximos días, aumenta en un 35%, pasando de 600 millones, a más de 940 millones el próximo año, como una muestra firme y clara de que en esto tenemos que avanzar desde el primer día.
 
Lo he dicho muchas veces: este Plan se va a empezar a implementar en forma inmediata, pero va a ser aplicado también en forma gradual, porque los problemas que se arrastran desde décadas y siglos requieren tiempo para poder ser resueltos en plenitud.
 
Adicionalmente a esto, el Plan estima una inversión privada del orden de los USD 16 mil millones en el período del 2018 al 2026, lo cual significa que la buena marcha de este Plan va a permitir inyectar USD 24 mil millones de inversión a esta Región de La Araucanía; inversión en todos los rubros: inversión productiva, en infraestructura, en salud, en educación, en caminos, en escuelas, en hospitales. Y, por tanto, sin duda, va a requerir un gran esfuerzo para que esa inversión se haga en buena forma y se haga en forma oportuna.  
 
En esta materia, va a haber un compromiso muy fuerte del Gobierno Regional y también de todos los ministerios que están comprometidos en la ejecución de este Plan.
 
Desde ese punto de vista, quisiera mencionar algunas de las iniciativas que están contempladas en este Plan:
 
En materia de crecimiento, creación de empleos y mejoramiento de los salarios y calidad de vida, ya hablamos de USD 24 mil millones de inversión. En la Reforma Tributaria, que está siendo discutida en el Congreso, existe una cláusula especial para incentivar la inversión en esta región, a través de una depreciación inmediata de las inversiones que se hagan durante un determinado período en la Región de La Araucanía. Contempla también múltiples mecanismos de financiamiento, en que van a estar involucrados distintos mecanismos de garantías y de fomento, de CORFO, del BancoEstado y de muchas otras instituciones.
 
En el campo de la seguridad ciudadana y la lucha contra la violencia y el terrorismo, que es un aspecto central, porque mientras no tengamos paz no va a haber tranquilidad, y si no tenemos paz y no tenemos tranquilidad es muy difícil que podamos reconstruir la confianza, que es un elemento esencial para el progreso de los países y para el progreso de las regiones. Y, por tanto, la lucha contra la violencia y contra el terrorismo, va a permanecer con la misma fuerza y con la misma voluntad que hemos expresado desde el primer día de nuestro Gobierno.
 
En materia de agricultura -porque esta región tiene tres grandes motores, tres grandes y poderosos motores que van a permitir que pueda despegar en un verdadero renacimiento hacia tiempos mejores en materia de progreso y oportunidades. Uno de ellos es la agricultura, otros son las energías renovables no convencionales y el tercero, sin duda, es el mundo del turismo- ésta va a ser la primera región en la cual se va a aplicar el Plan Nacional de Desarrollo Rural, y vamos a hacer un enorme esfuerzo de reconversión agrícola.
 
El cambio climático ha cambiado las aptitudes de las distintas tierras en nuestro país, y la reconversión agrícola lo que busca es pasar de cultivos tradicionales, normalmente de bajo valor agregado por las condiciones del mercado, hacia otro tipo de plantaciones y cultivos, donde Chile tiene inmensas ventajas comparativas y donde se genera un mucho mayor valor agregado, como es el caso, por ejemplo, de los cerezos, los arándanos, los avellanos, nogales, castaños y también viñas y olivos, y muchos más, cuyo valor agregado muchas veces es más de 50 veces el valor agregado que puede significar una hectárea de un cultivo tradicional. Por ejemplo, un cultivo tradicional por hectárea genera un excedente del orden de los 150 mil pesos. En muchos de estos casos, ese mismo excedente se multiplica por 50, llegando a 7 u 8 millones por hectárea, lo cual demuestra el gigantesco potencial que tiene esta región para transformarse a una agricultura moderna, de exportación, de alto valor agregado, con buenos salarios y con buenas condiciones de vida.
 
Pero además de eso, vamos a hacer un enorme esfuerzo por incrementar el número de hectáreas que pueden estar sujetas a riego, pasando de 60 mil a 90 mil las hectáreas con riego para pequeños y medianos agricultores, y de 15 mil a 60 mil las hectáreas que puedan ser susceptibles de plantaciones de frutales con alto valor agregado, o de hortalizas que también tienen un alto valor agregado.
 
En el campo de la educación, vamos a crear 10 nuevos Liceos Bicentenarios de Excelencia en la Región de La Araucanía, que se van a sumar a los 5 Liceos que ya existen y que han tenido extraordinarios resultados en materia de calidad: estos 10 nuevos Liceos Bicentenarios de Excelencia van a poner un énfasis especial en la educación técnico-profesional.
 
Y además de eso, vamos a dar un apoyo especial a más de 300 escuelas a través de la Fundación Araucanía, para potenciar y acelerar el proceso de aprendizaje de lectura, que es uno de los rezagos que más afectan a la Región de La Araucanía, a través del programa “Araucanía Aprende”. 
 
En materia de salud -y estoy mencionando solamente los titulares- el Plan contempla la construcción de 10 nuevos hospitales y 21 nuevos CESFAM, es decir Centros de Salud Familiar. Los nuevos hospitales van a estar en Cunco, Angol, Curacautín, Padre Las Casas -donde van a haber dos-, Carahue, Collipulli, Lonquimay, Villarrica y Vilcún, además de las obras de ampliación y fortalecimiento de los hospitales de Temuco y Pitrufquén, y además de establecer a la ciudad de Temuco como un centro de alta resolución en materia de tratamiento del cáncer, con lo cual va a ser un centro regional que va a atender a muchas otras regiones.
 
Haremos un esfuerzo muy especial por mejorar la capacidad resolutiva, especialmente en las postas y consultorios rurales, de forma tal de que puedan no solamente diagnosticar, sino que también atender y resolver múltiples enfermedades. Y aquí, la tecnología está transformándose en un gran aliado.
 
El Hospital Digital, que ya está en marcha, nos va permitir llegar con los mejores especialistas, con los mejores diagnósticos, utilizando una combinación de almacenamiento masivo de datos e información con la inteligencia artificial, para poder atender a las poblaciones rurales más pequeñas y más alejadas de los centros urbanos, con la mejor tecnología y con el mejor conocimiento.
 
Sin duda, la tecnología va a ser un gran aliado de este renacimiento de la Región de La Araucanía.
 
Por otra parte, también, y les mencionaba que vamos, en materia de vivienda, a duplicar el número de subsidios habitacionales, de forma tal de que puedan atender no solamente a los sectores más vulnerables, sino que también -como ha sido política de nuestro Gobierno- a los sectores de clase media, y un poderoso proyecto para mejorar la calidad de los barrios de los pueblos y ciudades de la Región de La Araucanía.
 
El Ministerio de Bienes Nacionales está comprometido a regular más de 10 mil títulos de propiedad que, por no estar regularizados, no permiten a sus beneficiarios o a sus propietarios poder acceder a la múltiple red de ayuda productiva o de subsidios habitacionales.
 
Con la participación del pueblo mapuche en la administración de los parques nacionales de esta región, comenzando por el Parque Nahuelbuta, Conguillío y Huerquehue, vamos a dar un nuevo atractivo turístico para que estas bellezas naturales que Dios regaló a esta maravillosa Región de La Araucanía, puedan ser administradas por los propios pueblos originarios, y puedan constituirse en grandes motores y atracción de turismo.  
 
La habilitación de rutas patrimoniales, de las cuales esta región tiene una riqueza extraordinaria, como por ejemplo la de Imperial al Lago Budi, o la de Ranquíl a Cautín, es otra forma de ir promoviendo un turismo, que tiene que ser no solamente un turismo de verano en los lagos, sino que un turismo todo el año basado en el turismo étnico, el turismo de aventura, el turismo de fauna y flora, el turismo de pesca deportiva y el turismo que busca encontrar la esencia de lo que significa La Araucanía con su historia, sus tradiciones, sus leyendas y todo lo que nuestros pueblos originarios aportan.
 
También está contemplado ampliar significativamente la cantidad de áreas verdes en las ciudades y pueblos de esta región, partiendo por las 28 hectáreas del Parque Cautín, y algo que sé que es muy emblemático, que es la construcción del puente Trentren-Caicai con arquitectura y diseño que recoge las mejores tradiciones de nuestros pueblos originarios, y que va a permitir una mejor conexión entre Padre Las Casas y Temuco.
 
En materia de infraestructura, sabemos que ésta es una de las regiones con mayor ruralidad en nuestro país y es la región que tiene la más extensa red de caminos de nuestro país. Sin embargo, gran parte de esos caminos están en muy mal estados y, por tanto, no permiten el desplazamiento ni de las personas ni de los bienes para facilitar el desarrollo económico de la región.
 
Por esa razón, el proyecto contempla el mejoramiento significativo de más de 6 mil kilómetros de caminos básicos y rurales, y también una mucho mejor conectividad de los caminos pavimentados dentro de la propia región. Contempla también aumentar en un 80% la capacidad de instalar agua potable rural, llegando a más de 8 mil 100 familias en un plazo de 5 a 6 años.
 
Mejora también la electrificación rural y el aumento de la disponibilidad del agua y de la capacidad de riego en la región, porque esa reconversión agrícola requiere y exige certeza y seguridad en el abastecimiento de agua, y ése es un componente muy importante de este Plan Extraordinario de Inversiones para esta región, que además se va a iniciar -y muy prontamente- con la reconstrucción del maravilloso, aunque quemado, Mercado de Temuco, que ya está en plena marcha en su diseño y en su financiamiento.   
 
En materia de medioambiente, sabemos que la ciudad de Temuco -por dar un ejemplo- ha tenido 111 episodios de contaminación durante este año, y que eso responde en gran parte a la mala combustión de la leña, que genera una enorme contaminación y que afecta la salud de los habitantes de esta región.
 
Por eso, el Plan también se hace cargo de este problema que afecta a esta región, creando un mecanismo de descontaminación en Temuco y Padre Las Casas, a través del recambio de cerca de 27 mil calefactores, cocinas y calderas, en un plazo de 5 a 6 años. Contempla, también, el monitoreo permanente de la calidad de las aguas de los maravillosos lagos de esta región, y de esa forma avanzar hacia un desarrollo que no solamente sea integral, que sea inclusivo, sino que también sea sustentable.
 
El turismo, sin duda, es el tercer motor más importante que tiene esta región, junto a la agricultura moderna y junto a las energías renovables no convencionales. En esta materia no solamente hablamos de turismo estival, hablamos de turismo étnico, de aventura, de naturaleza, de flora, de fauna, de pesca deportiva, que son turismos que están teniendo una extraordinaria demanda y que esta región, a pesar de su gigantesco potencial, no ha logrado aprovechar en plenitud.
 
El período promedio de un turismo en esta región no supera los dos días, muy por debajo del promedio de otras regiones con menos maravillas y naturaleza que la Región de La Araucanía.
 
Por eso, vamos a potenciar áreas prioritarias en materia de turismo, como es la zona lacustre, la zona andina, la zona en torno a la ciudad de Temuco, la zona de la costa y la zona en torno a la Cordillera de Nahuelbuta, y también llevar a estándares de primer nivel algunos parques como Conguillío, Nahuelbuta, Villarrica y Huerquehue, y transformar el Cerro Ñielol en un parque que sea un gran atractivo para esta ciudad de Temuco y para esta Región de La Araucanía.    
 
Ustedes ven que todos los ministerios se han comprometido y han aportado en materia de proyectos, pero hay un sector que tiene un potencial que a veces no hemos sido capaces de apreciar, a pesar de que ya está en pleno desarrollo, que es el sector de la energía renovable no convencional. El potencial que tiene la energía de la biogenética, de la hidroenergía y de la energía eólica en esta región, es impresionante: basta ver lo que está ocurriendo en Renaico, lo que está ocurriendo en Collipulli para darse cuenta que aquí tenemos un verdadero corredor de viento, que puede hacer un tremendo aporte a energías limpias, renovables, seguras y económicas a la región y al resto del país.
 
Queridos compatriotas, queridos habitantes de la Región de La Araucanía:
 
Como yo les decía, esta región tiene un potencial maravilloso, tiene seis grandes áreas de desarrollo potencial, pero tres de ellas ofrecen un potencial indudable e inmediato, que son la reconversión agrícola, el aprovechamiento de las energías limpias y renovables, y el desarrollo del turismo.
 
Por eso, lo que vamos a hacer es, igual como existe un “Chile Day” que se celebra normalmente en la ciudad de Londres, es tener un “Día de La Araucanía”, en que todos los ciudadanos y los habitantes de esta región puedan exponer los proyectos de inversión, y que podamos convocar durante ese día en esta región a los principales inversionistas nacionales y extranjeros, para poder producir esa unidad y esa sinergia entre las oportunidades de inversión y los recursos de inversión, para acelerar este proceso de atraer inversión privada.
 
Ustedes saben que, en los últimos siete años, la inversión extranjera en esta región ha sido nula, cero, sin embargo, hay muy buenas noticias: la Oficina GPS (Gestión de Proyectos Sustentables) ha identificado ya proyectos de inversión en esta región por más de USD 2 mil millones, y está trabajando intensamente para poder destrabar estos proyectos que muchas veces la propia burocracia deja atrapados en el camino.
 
Pero además de los proyectos que ya están en plena marcha, que son los identificados por la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables, existen otros proyectos que están a nivel de ideas, pero que tenemos que transformarlos en proyectos y llevarlos a la realidad. Como, por ejemplo: el puerto turístico o frutero, que tenemos que tener en la Región de La Araucanía; el Corredor Bioceánico, que nos va a permitir una mucho mejor integración con una zona de Argentina que está experimentando un desarrollo muy impresionante; el puerto terrestre en la ciudad de Victoria, por mencionar solamente algunos.
 
Mucha gente puede pensar que esto es sólo un sueño, y yo quiero decir: Chile fue la colonia más pobre de España en América Latina y, sin embargo, con unidad, con esfuerzo, con trabajo, logramos transformar a nuestro país en el país de mayor nivel de desarrollo en América Latina.
 
Hoy, La Araucanía es la región más pobre de nuestro país, pero con esas mismas virtudes, unidad, trabajo, colaboración y esfuerzo, podemos transformar a la Región de La Araucanía en una de las regiones más promisorias y con mejores y mayores oportunidades.
 
Ésa es nuestra misión, transformar lo que se conoce como la vieja “Región de la Frontera” en la Nueva Región de La Araucanía.
 
Violeta Parra escribió unos versos, que yo sé que están muy presentes en el alma y corazón de los habitantes de esta región. Ella escribió “Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos, que todos ven aplicar. Nadie le ha puesto remedio, pudiéndola remediar”. 
 
Los versos de Violeta Parra son inmutables, no los podemos cambiar, pero la realidad de La Araucanía sí la podemos cambiar.
 
Y por eso, nuestra misión, la misión por la cual más temprano que tarde nuestros hijos, nuestros nietos y los que vendrán nos van a pedir cuenta, es cambiar esta historia, y poder transformar esta vieja “Región de la Frontera”, en la nueva y pujante Región de La Araucanía.
 
Sabemos que habrá algunos escépticos, que van a decir “esto no es posible”; sabemos que van a haber algunos pusilánimes, que van a decir “está bien, pero que lo hagan otros”.  
 
Víctor Hugo, ese gran escritor, poeta, filosofo, ensayista francés, dijo que “el futuro y los desafíos tienen muchos nombres: para los débiles significa lo imposible, lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido, lo incierto; para los valientes, la oportunidad, el desafío”. Yo estoy convencido que estas palabras se aplican con mucha propiedad a la situación actual de La Araucanía.
 
Hoy, es tiempo de que cambiemos la actitud, porque muchas veces uno no puede cambiar la realidad de los problemas en forma inmediata, pero siempre podemos cambiar la actitud con que enfrentamos esos problemas en forma inmediata, y eso requiere un cambio, un cambio cultural, un cambio de actitud, un cambio de voluntad, que es lo que busca este Gran Acuerdo por la Paz y el Desarrollo en La Araucanía.
 
Ustedes saben que van a contar siempre con el apoyo de este Gobierno y de este Presidente para esta gran aventura -en el buen sentido de la palabra- de provocar un nuevo renacimiento en La Araucanía, pero ustedes también saben que son ustedes los que van a decidir el futuro de esta hermosa tierra. El futuro de ustedes, el futuro de sus hijos, el futuro de sus nietos, el futuro de toda una región está en sus manos.
 
Nada une, motiva y entusiasma tanto a un pueblo como un proyecto grande, noble, ambicioso, pero factible en que todos sepan que tienen un lugar para aportar, pero también todos sepan que tienen un espacio para beneficiarse de los logros de ese proyecto.
 
Y por eso, yo los quiero convocar hoy día, los quiero convocar hoy día a unir nuestras fuerzas, a vencer nuestros temores, a vencer nuestras desconfianzas, para que podamos juntos y unidos escribir las páginas más hermosas, las páginas más luminosas en la historia de esta maravillosa Región de La Araucanía.
 
Muchas gracias, que Dios bendiga a Chile, ¡Viva La Araucanía! ¡Viva Chile!