El Mandatario presentó en el Muelle Barón, en Valparaíso, la iniciativa que busca promover la recuperación de seis barrios históricos de centros urbanos consolidados a través de la integración de inversión pública y privada.
Muy buenos días:
Hoy es un día muy importante. Cuando veníamos entrando nos encontramos con esos personajes típicos que nos iluminaban y nos alegraban la vida cuando éramos niños, y todos fuimos niños y muchos seguimos teniendo algo de niños en nuestras almas, y eso ojalá nunca lo perdamos.
Pero yo quería recordar antes de entrar de lleno, la sabiduría de los griegos antiguos. Los griegos antiguos eran modestos en sus habitaciones personales, familiares, pero eran grandiosos y generosos cuando se trataba de la casa de todos, la Polis, la ciudad. Y por eso, lograron trascender y pasar a la historia.
En nuestro país, a veces, hacemos justo lo contrario: nos preocupamos mucho de lo que pasa hacia el interior de nuestras viviendas y nos olvidamos de la ciudad, que es el hogar de todos, el hogar donde podemos ser ciudadanos, donde podemos interactuar.
Por eso, caminando hacia acá y viendo estos personajes tan populares, nos hicieron acordarnos de esa época cuando éramos niños y que íbamos a la plaza, a los lugares públicos, a jugar, a recrearnos, a participar, a interactuar con el resto de la comunidad. Mucho de eso se ha perdido, porque hemos dejado que nuestras ciudades lentamente vayan perdiendo ese atractivo, esa capacidad de convocatoria.
Y eso es precisamente lo que queremos cambiar con esta gran misión, compromiso, proyecto de recuperar los barrios históricos a lo largo y ancho de nuestro país, y muy especialmente en una ciudad tan maravillosa como es Valparaíso. Algo tiene Valparaíso que no deja indiferente a nadie, que enamora a los poetas, a los artistas, que cuando vienen nunca más se olvidan de Valparaíso. Son tantos, entre ellos, nuestro gran Premio Nobel, Pablo Neruda, pero también muchos más, Rubén Darío; le han cantado a la ciudad de Valparaíso.
Y nosotros estamos en deuda con la ciudad de Valparaíso. Esa deuda también la tenemos con otras ciudades del país. Por eso queremos hacer algo muy simple, que es recuperar, de nuestras grandes ciudades, los barrios históricos, esos barrios que nos traen tantos recuerdos, que son tan parte de nuestra identidad.
Y por eso, esos personajes que vimos hoy día en la mañana, le dan identidad, le dan vida, le dan significado a lo que es vivir en comunidad. Una ciudad que tenga una clara marca propia de identidad, es una ciudad más viva, más vital, más plena.
Y, además, para poder tener esa identidad no bastan los personajes, también es importante la arquitectura, el urbanismo, lo que vamos dejando como las huellas de nuestro paso por este mundo, y que va a ser un legado que le dejaremos a las futuras generaciones.
Porque, además, cuando hacemos esta recuperación del patrimonio histórico y cultural, no solamente creamos un inmenso incentivo al turismo, sino que también un gran impulso al desarrollo económico.
Yo me pregunto, por ejemplo, ¿habrán imaginado alguna vez los incas antiguos, que esa ciudad que construyeron en Machu Pichu, atraería a millones y millones de personas, hasta el día de hoy? ¿Habrá imaginado alguna vez el ingeniero Eiffel, cuando construyó la Torre para celebrar la Feria Internacional en París de fines del siglo XIX, que hoy día atraería nuevamente a millones y millones de personas?
Yo pienso que la ciudad de Valparaíso lo tiene todo para ser también ese imán, porque tiene magia, porque tiene historia, porque tiene tradiciones, porque tiene gente notable, porque tiene un marco que todo el mundo aprecia, que es este abrazo que dan los cerros cuando los barcos se acercan a la Bahía de Valparaíso.
La famosa Bahía de Valparaíso, la maravillosa ciudad de Valparaíso, la “Perla del Pacífico”, que como decía el popular cantante Lucho Barrios se ha transformado y quedó transformado prácticamente en un himno. “Al mirarte de Playa Ancha lindo puerto, ahí se ven las naves al salir y al entrar, el marino te canta esta canción, yo sin ti no vivo, puerto de mi amor”, refleja muy bien lo que es el alma y lo que queremos también mantener vivo en la ciudad de Valparaíso.
Pero al lindo puerto al cual se refería Lucho Barrios, yo pienso que nosotros le hemos fallado, porque si bien la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad, siento que ha carecido de las políticas públicas necesarias para reverdecer sus laureles, para mantener sus sitios históricos, para mantener esa magia y ese encanto que acompañó a Valparaíso desde su fundación.
Es en ese contexto en que le pedimos al ministro Cristián Monckeberg y a su equipo un proyecto que se haga cargo de esta deuda histórica, y a eso apunta el proyecto de Recuperación de los Barrios Históricos.
Quiero recordar también que esto es un tema que hemos conversado tantas veces, lo hemos conversado con los senadores en más de una ocasión, lo hemos conversado con los diputados, recuerdo tantas conversaciones con Osvaldo, con la “Pepa”, con Paulo, con Camila, también con el senador Chahuán, el senador Lagos Weber, lo conversábamos con el ex intendente, y hoy día llegó el momento de todas esas conversaciones pasarlas, de las ideas, los sueños, los proyectos, a la acción, a los resultados concretos.
Lo que vamos a hacer es una megaobra que le va a cambiar el rostro, la cara a la ciudad y al puerto de Valparaíso, y que va desde los cerros hasta el mar, con tres proyectos que se integran, se complementan, se apoyan, entre sí, y por supuesto manteniendo la historia, la tradición, las costumbres y la vocación de puerto de esta ciudad puerto.
Queremos replicar lo que ocurre en grandes ciudades, donde la gente sale a disfrutar de la ciudad, a caminar de noche, con seguridad, tenemos un clima maravilloso, recorriendo los principales hitos históricos, las principales obras patrimoniales y arquitectónicas, especialmente el borde costero y esta simbiosis, esta identidad entre la ciudad y el mar, en forma tal de que puedan disfrutar de la vida, caminar, ver artesanías, comer en un buen restaurante, cosas típicas, y que la vida tenga un sentido y no sea simplemente una sucesión de rutinas.
Estamos pensando en lo que ocurre, por ejemplo, en Buenos Aires, en Puerto Madero, o lo que ocurre en Barcelona: Barcelona era una ciudad que le daba la espalda al mar absolutamente, eso hasta que llegaron las Olimpiadas de Barcelona el año 1992 y un arquitecto o un alcalde visionario decidió que Barcelona dejara de darle la espalda al mar y abrazó al mar y cambió la vida de Barcelona. Lo mismo queremos hacer como ocurre, por ejemplo, en barrios tan típicos como Trastevere, que es al otro lado del río Tíber en Roma, o lo que ocurre, por ejemplo, en las riberas del Sena de París, que son lugares que le pertenecen a la gente, que la gente los aprecia, los quiere, los disfruta, y eso se nota con la enorme presencia y concurrencia de personas.
El norte es uno solo, mejorar la calidad de vida, hacer la vida más plena, más feliz, que la vida valga más la pena vivirla en comunidad, con los seres queridos, con los vecinos, con los demás miembros de nuestra sociedad, y por supuesto fomentar el desarrollo turístico y promover el desarrollo económico, que tanta falta le hace a esta región y a esta ciudad.
Esta transformación tiene tres partes, distintas pero complementarias.
Primero, consolidar la Avenida Argentina como un eje cívico que va desde el cerro y que llega al mar. De esa forma, transformarla en un gran boulevard, mejorando sus espacios públicos, sus fachadas, con nueva arborización, nuevas luminarias, para que sea un lugar seguro y un lugar donde se puedan realizar y se puedan realzar los edificios más importantes de la ciudad de Valparaíso.
El objetivo, por supuesto, es que la avenida o el boulevard no quede truncado a mitad de camino, sino que llegue a su destino natural, que es el mar, que fluya hacia el mar como los ríos fluyen hacia el mar. Por ello, es fundamental hacernos cargo de un obstáculo, de una barrera que separe la Avenida Argentina del borde costero y del mar. Ése es el viaducto de la Avenida España, que fue pensado en otros tiempos, con otros propósitos, pero nunca cumplió la misión para la cual fue concebido. Y, por tanto, tiene que ser demolido para recuperar esa integración plena entre la ciudad, la Avenida Argentina y el mar.
Esto nos va a permitir que pueda existir, por supuesto, un cruce a nivel donde las veredas de la Avenida Argentina lleguen directamente al mar y a una plaza, que va a tener aproximadamente 8 mil metros cuadrados.
Lo segundo, el proyecto del Paseo del Mar, que va a conectar la Avenida Argentina, construyéndose un gran parque y un paseo costero en los terrenos de Barón, recuperando 16 hectáreas de suelo urbano y que hoy está totalmente abandonado. Y, por tanto, no está sirviendo el propósito privilegiado que tienen estos terrenos.
Este parque costero contempla 41 mil 800 metros cuadrados de áreas verdes, de zonas de juego, de áreas deportivas, de miradores, de equipamientos que van a estar insertos en el parque, además de dos piscinas, una de mar y otra de temporada, que van a darle nuevamente la vitalidad que este sector perdió.
Y, por supuesto, para conectar todo esto, un paseo de borde de mar, que va a conectar el terminal de cruceros, en la calle Edwards y las tornamesas de ferrocarriles, y que luego seguirá por el paseo Wheelwright hasta la caleta Portales.
La verdad es que me entusiasmo y ya me están dando ganas de salir a caminar y poder recorrer este nuevo Valparaíso.
Y vamos a restaurar la simbólica Bodega Simón Bolívar, para que pueda acoger tiendas turísticas, artesanías, restaurantes, lugares de arte, para emprendedores y también para las nuevas dependencias del Gobierno Regional.
Y habrá, además, un parque con esculturas de artistas locales, y una vía troncal que va a servir de acceso a las distintas actividades, que este proyecto va a permitir que se desarrollen.
Las obras de la Avenida Argentina y el Paseo del Mar las vamos a iniciar durante el segundo semestre del próximo año y las vamos a inaugurar durante el segundo semestre del año 2021.
Porque, mire, la diferencia entre un sueño y un proyecto es una fecha, cuando uno sueña cosas y no les pone fechas, está en el mundo de los sueños, porque es en un sueño, que es muy importante, hay que tener los ojos puestos en el cielo, en los sueños, pero los pies puestos en la Tierra, en la realidad. Y para eso es muy importante fijarse no solamente ideas, no solamente tareas, sino que también plazos.
Y por eso hemos fijado plazos que nos exigen avanzar muy rápido y eso va a requerir la colaboración del municipio, de la Intendencia, del Ministerio de la Cultura, del Consejo de Monumentos Nacionales, de muchas autoridades que participan y, por supuesto, que ya este tema lo tenemos resuelto, que el financiamiento no va a pasar por el Ministerio de Hacienda, va a pasar por la Presidencia de la República.
Éste es un gran esfuerzo económico. Mejor que no nos escuche el ministro, que está en este minuto preocupado de la Reforma Tributaria. Son aproximadamente 18 mil 520 millones de pesos, más las obras marítimas, que se requieren estudios de suelo y de corrientes, están todavía en estimación.
Ahora, el tercer hito es la regeneración urbana del famoso Barrio El Almendral, que colinda con la Avenida Argentina y el sector Barón, y donde está emplazado el Congreso Nacional. El barrio ha tenido, al igual que el resto del plan, una alta pérdida de población, de la mano o como consecuencia de un acelerado deterioro de su entorno, de sus edificaciones, de su estética. Y, por tanto, salvo algunos lugares muy puntuales, el despoblamiento de esta zona está siendo generalizado.
La intervención que hará el Ministerio de Vivienda considera la aplicación del Programa Quiero Mi Barrio y el Programa de Mejoramiento de Viviendas y Barrios, y va a significar desarrollar proyectos habitacionales que van a buscar como sello la integración social, porque queremos que Chile sea un país más integrado, que las personas puedan convivir en mejor armonía, y no que tengamos que separarnos para poder tener una vida más tranquila y más plena, sino que una vida más plena y también más segura, viviendo juntos, como es lo natural en los seres humanos.
Éste es un sello que lo hemos hablado muchas veces con el arquitecto Iván Poduje, que nos ha ayudado mucho en el desarrollo de estos proyectos y a quien le agradezco especialmente.
Ahora, este Programa de Barrios Históricos no es solamente para Valparaíso, porque siempre cuando el Presidente habla, la gente le dice “no mencionó Antofagasta, no mencionó a Coquimbo”.
Este Programa de Barrios Históricos lo estamos haciendo en muchas otras ciudades, que tienen barrios históricos en nuestro país. Pongo como ejemplo, el Barrio Estación de Antofagasta, el Barrio Baquedano de Coquimbo, el Barrio Franklin-Matadero en Santiago, el Barrio Centro en Talca, el Barrio Centro en Valdivia, por mencionar los proyectos que están más avanzados.
¿Qué tienen en común todos estos barrios?
Básicamente son zonas centrales, históricas, con ubicaciones privilegiadas, pero por alguna razón dejadas de lado, no de la mano de Dios, de la mano de nosotros. Y, por tanto, es nuestra obligación recuperar esos barrios, y provocar esa integración social para que todos los ciudadanos nos sintamos identificados por nuestra historia, identidad y nuestros barrios.
Por esa razón, quisiera terminar estas palabras diciendo que éste es un proyecto -se me nota en la cara- que me motiva, que me entusiasma mucho, y que tengo la firme voluntad, con la colaboración de todos ustedes, de llevarlo a la realidad, para que hagamos algo grande por Valparaíso.
Valparaíso fue una ciudad pionera, todo pasaba en Valparaíso: el primer equipo de fútbol, la primera Bolsa de Comercio, el primer Cuerpo de Bomberos, en fin, pero algo le pasó a Valparaíso. Tal vez, el incendio de 1906 o la apertura del Canal de Panamá, o este centralismo asfixiante, que el siglo XX no fue un siglo generoso con Valparaíso. Queremos dar vuelta o cambiar la historia y que el siglo XXI sea un siglo generosos con Valparaíso.
Por eso quiero reafirmar, en forma clara y contundente, como Presidente, el compromiso de nuestro Gobierno de hacernos cargo de las necesidades de recuperar y no dejar morir nuestros barrios históricos, y atender esta preocupación con un nuevo sentido de integración social.
Éste es un proyecto para todos, para todos. Y, por lo tanto, es un proyecto que esperamos permita unir fuerzas, unir voluntades. En un país en que somos tan propensos a dividirnos por tantas cosas, encontremos cosas que realmente nos motiven, nos convoquen y nos hagan a todos entusiasmarnos, porque sabemos que vamos a ser los beneficiarios de esta gran obra.
Esto de mejorar la calidad de los espacios públicos, como lo hicieron los griegos, desde todo punto de vista, transporte público, seguridad pública, desarrollo urbano, áreas verdes, áreas deportivas, movilidad, etc.
Y recordar lo que decía Gabriela Mistral. Gabriela Mistral decía “uno sólo ama lo que conoce”. Sostenía que los chilenos conocemos muy poco nuestro propio país, por eso decía “conoce tu ciudad, ama tu ciudad; su belleza te ennoblece, su fealdad te empequeñece”.
Y por eso tenemos que construir, o reconstruir, o recuperar las ciudades que nos hagan sentirnos orgullosos de ser ciudadanos de un país tan maravilloso, como es nuestro querido Chile.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la ceremonia de entrega del Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2023, al escritor chileno Alejandro Zambra, y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2024, a la poeta nacional Rosabetty Muñoz.
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La Monedajueves, 21 de noviembre de 202417:30
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la ceremonia de entrega del Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2023, al escritor chileno Alejandro Zambra, y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2024, a la poeta nacional Rosabetty Muñoz.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, visitan el buque rompehielos Almirante Viel de la Armada de Chile.
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Molo de Abrigojueves, 21 de noviembre de 202412:30
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, visitan el buque rompehielos Almirante Viel de la Armada de Chile.