Presidente Piñera nombra nuevos ministros en Educación, Medio Ambiente y Cultura

9 AGO. 2018
Descargar Audio Discurso Descargar Transcripción

S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, toma juramento a los nuevos ministros de Educación, Medio Ambiente y de las Culturas y las Artes.

Muy buenas tardes:
 
Quiero agradecer muy sincera y profundamente a los ministros que hoy dejan el Gabinete: mi gratitud para Alejandra Pérez y para Gerardo Varela.  Conocí su compromiso, conocí su vocación de servicio público, conocí su amor por la Patria, y hoy quiero reconocerlo, apreciarlo, valorarlo y agradecerlo.
 
Quiero también dar una cariñosa bienvenida a quienes se incorporan hoy al Gabinete o cambian de funciones: a Marcela Cubillos, nueva ministra de Educación; a Carolina Schmidt, nueva ministra del Medio Ambiente; y a Mauricio Rojas, nuevo ministro de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.
 
Los conozco desde hace mucho tiempo y sé de sus cualidades, tanto humanas como profesionales, y estoy seguro que van a hacer una gran contribución a la misión de sus respectivos ministerios, al cumplimiento de nuestro programa y compromiso con los chilenos y a mejorar la calidad de vida de todos nuestros compatriotas.
 
En pocos días más, nuestro Gobierno cumplirá cinco meses de mandato. En las elecciones presidenciales de diciembre del año pasado, no sólo obtuvimos un gran triunfo electoral, democrático, sino que también recibimos un mandato y una misión a cumplir, que es el norte, la guía y la carta de navegación de nuestro Gobierno. 
 
Y ese mandato fue fuerte y claro: primero, sacar, superar el letargo en que había caído nuestro país y avanzar a pie firme hacia un país desarrollado, sin pobreza y con verdaderas oportunidades y seguridades para todos nuestros compatriotas. 
 
Ése fue el mandato y la misión que recibimos. Y ellos exigen poner en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno, las verdaderas prioridades de la inmensa mayoría de los chilenos. Y en forma muy especial, los temas de la seguridad ciudadana, de mejorar la calidad de la salud y la educación, mejorar las pensiones y crear buenos empleos, con buenos salarios.
 
Durante estos primeros cinco meses de Gobierno hemos trabajado, literalmente, sin descanso, sin pausa, entregando lo mejor de todos nosotros para poder no solamente recuperar el tiempo perdido y poner a Chile nuevamente en la senda del progreso y del desarrollo, sino que también, para cumplir los compromisos solemnes que adquirimos con nuestros compatriotas.
 
Reestructurar y modernizar a Carabineros de Chile; recuperar un clima de unidad, de colaboración y de confianza entre los chilenos; poner a los niños primeros en la fila; avanzar hacia una plena igualdad de derechos y dignidad entre hombres y mujeres; poner orden en nuestra casa en materia de migración; y recuperar nuestra capacidad de crecer, de crear empleos y de mejorar los salarios, han sido las grandes preocupaciones a las cuales hemos dedicado nuestros mejores esfuerzos.
 
Todos sabemos que gobernar es siempre una tarea muy difícil, y que el desarrollo y el progreso no caen como el maná del cielo; siempre son fruto de un esfuerzo, de un compromiso, de un trabajo en equipo, que tiene que comprometer a todos, tanto en el aporte como en la distribución de los beneficios.
 
Y por esa razón, y sin caer en ninguna autocomplacencia, ni mucho menos dormirnos en los laureles, es bueno tener un sentido de urgencia y de exigencia para apreciar el exigente camino que aún nos queda por recorrer.  Pero también es bueno tener un sentido de realismo y de objetividad, para apreciar lo mucho que todos los chilenos, juntos, hemos avanzado.
 
Por ejemplo, en el tema del crecimiento y de la creación de empleos, que ha estado en el debate público, quiero simplemente recordar que, durante los primeros cuatro meses de nuestro Gobierno, nuestra economía ha crecido, en promedio, a un 5,2%. Esa cifra más que triplica el crecimiento promedio del Gobierno anterior.
 
Quiero también recordar que la inversión y la productividad, que sólo cayeron durante el Gobierno anterior, hoy día están recuperándose, están creciendo y están haciendo un aporte al desarrollo de nuestro país.
 
Y, finalmente, que en materia de creación de empleos y mejora de los salarios, lo que constituye, sin duda, una de las principales prioridades de nuestro Gobierno, y muy especialmente de este Presidente, hemos tomado -y vamos a seguir tomando- todas las medidas necesarias para dinamizar y vigorizar ese proceso.
 
Por ejemplo, ayer firmamos el proyecto de ley que establece la Sala Cuna Universal como un derecho de todos los niños y niñas de madres trabajadoras o de padres que tienen la custodia de sus hijos en nuestro país.  Hoy firmamos un proyecto de ley que establece y facilita el trabajo a distancia, el Teletrabajo o el trabajo desde el hogar.
 
Ambos proyectos buscan no sólo crear más y mejores oportunidades de trabajo, buscan tal vez algo aún más importante, que todas las chilenas y chilenos podamos compatibilizar mejor el mundo del trabajo con el mundo de la familia, con el mundo de la cultura, del deporte, de los amigos, de la recreación, de la reflexión. Y así avanzar hacia una vida más plena y más feliz.
 
Es verdad que, en los últimos días y semanas, hemos conocido el cierre de algunas empresas, cierres que -sin duda- lamentamos profundamente, cuyas causas no son atribuibles a este Gobierno, venían de muy atrás. Y hemos estado cerca ayudando, acompañando y creando nuevas oportunidades para los trabajadores afectados.
 
Pero también es cierto que, en los mismos últimos días y semanas, hemos conocido, por ejemplo, la ampliación de la Planta de Celulosa de Arauco en la Provincia de Arauco, que va a representar cerca de 8 mil nuevos empleos.  
 
Ayer, conocimos la decisión de sacar adelante el proyecto “Quebrada Blanca 3”, en la Región de Antofagasta, que va a significar cerca de 11 mil nuevos empleos.
 
Y, por tanto, lo importante es que seamos capaces de crear esos empleos que tanto requieren, necesitan y merecen nuestros compatriotas.
 
En los próximos días y semanas, vamos a seguir avanzando en cumplir con nuestros compromisos, los compromisos que adquirimos con nuestros compatriotas, avanzando en campos tan importantes como una modernización tributaria, una modernización laboral, que nos permita integrarnos al mundo del siglo XXI, a la Sociedad del Conocimiento y la Información, a la Revolución Tecnológica, que ya está golpeando nuestras puertas.
 
Vamos a proponer al Congreso una reforma de pensiones, que va a mejorar las pensiones de todos los trabajadores chilenos, pero muy especialmente de las mujeres, los más vulnerables y la clase media.
 
Vamos a enviar una red de protección para nuestra clase media y un sistema que va a permitir modernizar la salud pública y también modernizar el sistema privado de Isapres.
 
Y, finalmente, un conjunto de proyectos de ley que nos van a permitir hacer la gran reforma pendiente en educación, que es aquella que nos va a permitir mejorar la calidad de la educación que entregamos a nuestros niños y a nuestros jóvenes.  
 
Quisiera terminar estas palabras con dos reflexiones, que las quiero compartir con mis compatriotas.
 
Primero, comprendo el anhelo de muchos, e incluso la impaciencia de algunos por avanzar más rápido, pero las lecciones de la historia de nuestro país y los aprendizajes de nuestras propias vidas nos enseñan que el avance sólido, permanente y sustentable -que es lo que los chilenos necesitamos- no se consigue con demagogia, con improvisaciones, ni con populismos, ni tampoco con voluntarismos; se consigue con responsabilidad, con trabajo bien hecho y con buenas políticas públicas, y buscando siempre el diálogo, los acuerdos y la colaboración entre los chilenos.
 
Sólo así vamos a poder construir sobre roca y no sobre arena, y dar a los chilenos un horizonte de progreso y de bienestar en el cual todos podamos confiar.
 
La segunda reflexión: todos sabemos lo importante que es el trabajo en la vida de todos nuestros compatriotas: no es solamente la principal fuente de sustento para ganarnos la vida de la inmensa mayoría de las familias chilenas; es mucho más que eso, es el principal instrumento que tenemos de realización personal, de integrarnos a la sociedad, de sentirnos útil y poder contribuir al bienestar de nuestras familias.
 
Por eso, el compromiso de nuestro Gobierno con la creación de muchos y buenos empleos, y con la mejoría de los salarios, está en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno.
 
Cuando hay pleno empleo, los salarios suben, las condiciones de trabajo mejoran y nadie vive con temor de perder su trabajo. Por eso yo siempre he dicho: no hay mejor política laboral que el pleno empleo. Cuando no hay pleno empleo, ocurre justo lo contrario.
 
Por eso, una de las principales prioridades de nuestro primer Gobierno fue, precisamente, crear muchos y buenos empleos, logramos crear más de un millón de nuevos empleos y logramos alcanzar el tan anhelado pleno empleo en nuestro país.
 
Ésa fue una prioridad de nuestro primer Gobierno y sigue siendo una de las principales prioridades de nuestro Gobierno hoy en día.
 
Y les puedo asegurar a mis compatriotas que no descansaremos un solo día y dedicaremos nuestros mejores esfuerzos a lograr crear esos buenos y muchos empleos que los chilenos necesitan, para poder avanzar y progresar en la vida.
 
Y les aseguro a mis compatriotas que, en esta materia, pueden confiar en nosotros, no los vamos a defraudar ni vamos a descansar hasta conseguir ese objetivo que sé es compartido por la inmensa mayoría de las chilenas y chilenos, y especialmente por aquellos que creen en su país, quieren aportar a un Chile mejor, y tienen fe y esperanza en que lo mejor de Chile está todavía por delante.
 
Muchas gracias.