S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, inaugura una escuela en la localidad de Callaqui, Alto Biobío.
Mari mari Kompuche, señor alcalde, señores lonkos, autoridades, señor ministro, señor intendente, señor diputado, pero sobre todo a estos maravillosos niños que son los que le dan vida a la Escuela de Callaqui, -que ahora sabemos que parece que es municipio, así lo dijo nuestro gran orador que nos antecedió- y sobre todo a los pehuenches, por ser lo que son, por vivir en este maravilloso Alto del Biobío, por su historia, por sus costumbres, por sus leyendas, por sus tradiciones, por el amor por su tierra, y también por su fe en Dios. Creo que son un gran aporte a enriquecer la cultura, el alma, el espíritu de nuestro país.
Y quiero recordar que hace menos de dos meses, supimos con mucha pena, con mucho dolor, que se había quemado una escuelita en un lugar llamado Callaqui, y supimos desde el primer día que no teníamos un minuto que perder; que estos niños no podían perder su año escolar y que teníamos que hacer todos los esfuerzos que fueran necesarios para poder lograr construir en forma rápida y de emergencia una escuela modular; para que no hubiera una pérdida del año escolar.
Pero siempre supimos, y yo sé que usted, señor alcalde, también lo sabe, que ésta es una solución de emergencia; tenemos que unir fuerzas nuevamente para construir la escuela definitiva y el internado, que va permitir a muchos niños que viven lejos de la escuela, poder estudiar y, al mismo tiempo -como nos decían los niños- tener un segundo hogar en su internado, una segunda familia.
Chile es un país que frecuentemente, a lo largo de nuestra historia, ha sido golpeado por la naturaleza, por la adversidad, pero lo más emocionante -y lo hemos visto una vez más- es que lejos de doblegarnos, lejos de bajar los brazos, cada vez que la adversidad nos golpea, sacamos lo mejor que tenemos dentro de nosotros mismos, para volver a ponernos de pie, para reconstruir lo que el fuego destruyó y para poder seguir hacia adelante, juntos, para tener una vida mejor.
Yo estoy seguro que nadie puede garantizar que la adversidad no los va a seguir golpeando, pero tenemos que asegurarles a todos nuestros compatriotas que cuando ello ocurra, vamos a reaccionar con prontitud, con urgencia, con cariño, con compromiso, como lo hemos hecho, y le agradezco, señor alcalde, señor intendente, señor ministro y también al Desafío “Levantemos Chile”, porque juntos unimos fuerzas para darles una solución oportuna a nuestros niños.
En menos de dos meses, fuimos capaces de poner una maravillosa escuela modular con ocho salas, para que los niños de Callaqui y de Alto Biobío pudieran seguir con sus estudios.
Yo pienso que esto es la mejor muestra de la prioridad que le estamos dando a nuestros niños. Gabriela Mistral decía “el futuro de los niños es siempre hoy, mañana ya va a ser tarde”. Y tenía toda la razón. Pero muchas veces nos alegramos de los versos de Gabriela Mistral, pero no la escuchamos con la suficiente atención.
Por eso, yo quisiera confirmar, ratificar, una vez más nuestro compromiso con poner a los niños primeros en la fila, con devolverles a los niños su derecho a una niñez alegre y feliz, a la inocencia, a poder aprender, crecer y desarrollarse.
Y por esa razón, nos esforzamos tanto en reconstruir en menos de 60 días, una escuela en una localidad de Callaqui, en el maravilloso Alto Biobío, que se había quemado, para que nuestros niños supieran que no los va a dejar solos, que van a tener un Gobierno, un país y una sociedad comprometida con ustedes.
Y por esa razón, hoy día más que nunca, podemos celebrar y agradecer a Dios por este maravilloso día de sol, agradecer a la gente de Callaqui, del Alto Biobío por esta calurosa recepción.
En unos minutos más, vamos a inaugurar también un nuevo CESFAM, que es no solamente el centro donde la gente va cuando tiene problemas de salud. Como lo decía muy bien usted, señor alcalde, es el lugar de encuentro de esta comunidad, es el lugar donde la gente comparte en sociedad, es el lugar donde podemos compartir nuestras penas y nuestras alegrías.
Pero usted sabe, señor alcalde, que nada en la vida es gratis. Así que cuando conversamos sobre esto, del esfuerzo para reconstruir la escuela, para inaugurar el nuevo CESFAM, usted se comprometió que nos iba a dar un almuerzo, de esos que no se olvidan nunca más. Así que estamos, señor alcalde, esperando, estamos esperando porque usted sabe que los jugos gástricos se van anticipando. Así que, ya el hambre que estamos sintiendo todos, y yo estoy seguro, señor alcalde, que usted siempre cumple su palabra, como cumplió su palabra e hizo su trabajo para poder tener esta escuela, que nos va a dar un almuerzo en este maravilloso Alto Biobío.
La verdad es que esto es un privilegio, poder estar aquí, esta mañana, en el Alto Biobío, compartiendo con muchos integrantes del pueblo pehuenche, compartiendo con estos maravillosos niños. Es un privilegio que yo como Presidente lo aprecio, lo agradezco y créanme, me lo voy a llevar muy profundo en el corazón.
Agradezco a la Fundación Desafío “Levantemos Chile”, porque ellos han hecho también un esfuerzo solidario no solamente aquí, en muchos otros lugares. Porque estas palabras son muy sabias: juntos somos capaces de avanzar más rápido y llegar más lejos que cuando estamos separados o cuando estamos divididos.
Y por esa razón, todos los esfuerzos que estamos haciendo, requieren de unidad. Yo no me canso, como Presidente de todos los chilenos, de predicar la unidad, la unidad nos da la fuerza.
Cuando estamos unidos logramos grandes cosas; cuando estamos divididos sólo retrocedemos. Cuando estamos divididos, la historia nos ha enseñado que sólo cosechamos nuestras más amargas derrotas. Cuando estamos unidos, la historia también nos ha enseñado que somos capaces de conquistar los más hermosos triunfos.
Por eso, yo quisiera también compartir otra buena noticia, porque hemos decidido, y ésta es una acción que ha tomado la Superintendencia de Educación, de flexibilizar el uso de la subvención escolar preferencial, para que también se pueda ocupar para instalar calefacción en muchas escuelas que les toca sentir los rigores del frío, y para terminar con esa historia de “escuelas-iglú” y que nuestros niños, los niños de Chile, que van a estar primeros en la fila, puedan estudiar con buenos profesores, con buenos textos de estudio y también con un clima que les permita no enfrentar el frío y la enfermedad, que muchas veces eso significa.
Por todo esto, yo quiero agradecer a todos ustedes, agradecerles porque, créanme, tal vez para ustedes es algo natural, para nosotros venir aquí nos permite alimentar el alma, nos permite fortalecer el espíritu, nos permite comprometer lo maravilloso que es nuestro país, y nos permite también reconocer que tenemos mucho que agradecerle a Dios por la maravillosa patria, por el maravilloso país que nos regaló.
Por eso, mari mari kompuche, kom pullay, gracias a todos; y ahora, nos vamos al CESFAM; y después, señor alcalde, ya estamos listos y preparados, a un gran almuerzo aquí en Alto Biobío.