Presidente Piñera visita Santa Olga tras los devastadores incendios del 2017

30 JUL 2018
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, visita Santa Olga, localidad que fue azotada duramente por los incendios forestales en el año 2017.

Muy buenos días:
 
En primer lugar, muchas gracias, porque pocas veces uno tiene el privilegio de poder participar en una inauguración tan querida, tan sentida y, al mismo tiempo, con esta maravillosa mañana de sol.
 
Yo querría compartir con ustedes algunas reflexiones, pero, sobre todo, compartir con ustedes la alegría que significa ver cómo Santa Olga, cómo Los Aromos -que prácticamente casi dejó de existir después de los tremendos y voraces incendios del verano del año 2017- está renaciendo con mucha fuerza, con mucha alegría, con mucha esperanza.
 
Estamos muy contentos de estar en la Región del Maule.  Maule significa “río de lluvia” y, por tanto, es una señal de una tierra fértil, una tierra fecunda, que siempre, si la cuidamos, si la queremos, nos va a dar los frutos para poder vivir junto a nuestras familias, poder crecer y poder desarrollarnos.
 
Estamos muy cerca también de Constitución, que la llaman “la perla del Maule”, y que es una ciudad muy antigua, fue fundada por Ambrosio O’Higgins hace muchos, muchos años -ninguno de ustedes estaba presente, ¿o usted estaba? -, fue el año 1794. Primero se llamó “Nueva Bilbao”, pero finalmente adquirió su nombre definitivo de “Constitución”.
 
Y estoy contento, porque creo que es primera vez que un Presidente visita Santa Olga, después de ocurrido el terrible y trágico incendio que todos recordamos.
 
Ayer tuvimos la muy buena oportunidad de reunirnos con el Gobierno Regional y conversábamos sobre Santa Olga, los planes, los sueños de la gente de Santa Olga, que le ha tocado duro, le ha tocado vivir, enfrentar la adversidad, pero la historia de Chile es una historia de adversidades. Desde que nació nuestro país, siempre hemos tenido que enfrentar la adversidad.
 
Y por esa razón, esa verdadera ola de fuego que arrasó con Santa Olga, y que nos hizo a todos sentirnos parte de Santa Olga, porque ningún chileno quedó indiferente en el verano del año pasado, cuando veíamos cómo el fuego se acercaba, y a pesar de todo el esfuerzo que hicieron los bomberos, las autoridades, los voluntarios, la CONAF, e incluso los propios vecinos de Santa Olga, no fue posible evitar que esa ola de fuego consumiera este pueblo de Santa Olga.
 
Y por esa razón, sé que muchos de ustedes -y lo vimos con angustia, con esperanza- lucharon, incluso arriesgaron sus vidas por tratar de salvar a Santa Olga, pero lo cierto es que el fuego fue más poderoso y arrasó con las casas, arrasó prácticamente con el pueblo entero.
 
Y por eso yo querría plantearles a ustedes que, en ese combate contra el fuego, también nos mostró el temple y la madera de la cual estamos hechos los chilenos. Porque ahí vimos lo mejor de Chile, ese coraje, valentía, solidaridad, compromiso, mucha gente arriesgó y perdió sus vidas por proteger a otros chilenos que quizás ni siquiera conocían. De hecho, hubo muchos carabineros, bomberos, brigadistas de CONAF y compatriotas que perdieron su vida luchando por salvar a Santa Olga.
 
Y el mejor homenaje que les podemos hacer, es que su sacrificio no fue en vano.  Y ver hoy día a Santa Olga cómo se está poniendo de pie y, además, en Santa Olga vemos tres cosas muy características de los chilenos frente a la adversidad. 
 
En primer lugar, la fortaleza, el coraje, el temple para no dejarse quebrar por la adversidad y saber ponerse de pie, secar las lágrimas, arremangar las mangas y unirse para enfrentar y no dejarse quebrar por la adversidad. Eso lo vimos en Santa Olga;
 
En segundo lugar, la solidaridad que surge frente a la adversidad, eso de sentirnos todos como verdaderos hermanos, de ayudarnos los unos a los otros, de sentir como propia la tragedia de Santa Olga, y muchos carabineros, bomberos, brigadistas, entregaron sus vidas por lograr esta tarea;
 
Y la tercera característica de nuestro pueblo es el amor por la tierra, cómo la gente de Santa Olga quería revivir o reiniciar su vida aquí, donde habían tenido su niñez, su infancia, sus cariños, sus afectos, sus historias, sus leyendas, sus tradiciones.  Todo eso es muy propio del alma de los chilenos.
 
Por eso para mí es un verdadero honor, privilegio y alegría poder compartir con ustedes esta mañana de sol, junto al intendente, junto al alcalde, junto al ministro de Vivienda, junto al senador, junto a los diputados, junto a los dirigentes, junto a muchos gobernadores y Seremis y, sobre todo, junto a familias -algunas de ustedes estaban allá afuera, no sé por qué-, pero me gusta mucho que estén aquí participando, porque ustedes no solamente vivieron esta tragedia, sino que todo lo que estamos haciendo aquí, y ustedes lo ven a simple vista, es para que ustedes puedan tener una vida más plena, más feliz junto a sus familias, junto a sus seres queridos.
 
Y por eso, conocer los rostros, escuchar las voces, estrechar las manos, compartir los abrazos con la gente de Santa Olga, es para mí una fuente de inspiración, una fuente de coraje, una fuente de energía para seguir enfrentando tantos desafíos que tenemos hoy día en Chile.
 
Yo quisiera simplemente recordar que hoy día vamos a poner la primera piedra del conjunto habitacional “Áreas Verdes”, que va a acoger a 120 familias.  Al conjunto “Áreas Verdes” se suma, o se agrega, lo que ya está en plena construcción, del comité “Renacer del Ave Fénix”, que es un nombre que no puede reflejar mejor la realidad de Santa Olga, porque el Ave Fénix fue un ave que nace, resurge, revive desde las cenizas, y prácticamente eso es lo que ocurre, literalmente, hoy día en Santa Olga.
 
Estamos muy contentos, y quiero agradecer y felicitar a todos, pero especialmente a las dirigentes, a Mónica Panchilla, y a muchas más, para ser honesto, muchas más, que han demostrado el valor, el temple de la mujer chilena.  Miren, yo estoy seguro que sin la mujer chilena no habríamos sido capaces de enfrentar ninguna de las adversidades que como país, como patria nos ha tocado enfrentar.
 
Y por eso digo que este conjunto de viviendas, con tres dormitorios, con living comedor, cocina, mire, lo tiene casi todo, acabamos de visitar la casa piloto, lo tiene casi todo, ¿por qué digo “casi todo” ?, porque lo más importante no está ahí, lo más importante no está en los ladrillos, las puertas, las maderas, las ventanas, lo más importante es lo que va a entrar ahí. Ésa es una vivienda, y lo que queremos es que ahí se desarrolle una familia. Y para tener familia hay que saber lo que significa el hogar.
 
Y por eso yo les quiero pedir a todos los que van a ocupar estas nuevas viviendas: no solamente se trata de una vivienda nueva, ojalá se hagan el firme propósito de comenzar una vida nueva junto a sus seres queridos.
 
Dejen afuera todo lo que no quieren que sea parte del resto de sus vidas, los conflictos, las peleas, los distanciamientos, y entren con un nuevo espíritu. Entren a iniciar la segunda etapa de sus vidas, que esperamos sea la mejor de ellas; entren con amor, con cariño, con sus seres queridos, con sus hijos, con sus madres, con sus esposas, con sus esposos, con sus parejas, a formar y a crear ese hogar, esa familia, que es lo que realmente es lo fundamental en esta nueva Santa Olga que está surgiendo literalmente desde las cenizas.
 
Por esa razón, hemos hecho tantas obras. Por de pronto, los muros de contención para construir sobre roca y no sobre arena, los muros de contención son necesarios para darle estabilidad, para darle fortaleza, para darle permanencia, para darle resiliencia a estas viviendas.
 
También en nuestras vidas tenemos que construir muros de contención que nos den fortaleza en lo más importante, que es nuestra vida en familia, nuestra vida con nuestros seres queridos. Y de eso se trata el gran proyecto de esta nueva Santa Olga.
 
Yo sé que aquí, además, hemos visitado el terminal de buses; existe una cancha de fútbol, donde esperamos que muy pronto equipos como el Juligan, el Real Independiente, el Católica, el Ciprés -entre muchos otros clubes- puedan volver a demostrar sus habilidades del deporte. Y el deporte le hace bien al cuerpo, pero también le hace bien al alma.
 
Pero no sólo el Estado ha contribuido a este resurgimiento, a este renacimiento: yo quiero agradecer a la sociedad civil que ha hecho un aporte valioso, comprometido y desde el alma, desde el corazón, no solamente poniendo recursos, sino que, también poniendo gestión, poniendo compromiso, haciendo suyo lo que fue el drama de Santa Olga, y participando de lo que es este nuevo renacimiento de Santa Olga.
 
Quiero agradecer sinceramente al “Desafío Levantemos Chile”, al Hogar de Cristo y a empresas que también han hecho su aporte, como la Papelera, como Anglo American, como SACYR, entre muchas otras.
 
La nueva Santa Olga que está surgiendo hoy día, lo vemos calles pavimentadas, estación de buses, cancha de fútbol y mucha infraestructura, está pensada para que la gente de Santa Olga, ustedes, las familias de Santa Olga, puedan tener una vida más plena, una vida más feliz.
 
Y yo estoy seguro que, igual como aquí en Santa Olga unimos fuerza para enfrentar la adversidad, lo mismo tenemos que hacer en nuestro país.
 
Cuando los chilenos nos dedicamos a una lucha fratricida entre nosotros mismos, siempre, siempre hemos terminado cosechando grandes derrotas y grandes frustraciones, pero cada vez que los chilenos nos hemos unido detrás de causas grandes y nobles, siempre hemos conquistado nuestros más hermosos triunfos y nuestras más valiosas victorias.
 
Por eso yo espero que este ejemplo que han dado las familias de Santa Olga, sea un ejemplo que inspire a todo nuestro país para que logremos un país más unido; un país que, teniendo muchos problemas, es un país bendito por Dios y que está lleno de oportunidades. pero para aprovechar las oportunidades, sin duda, necesitamos y requerimos la unidad de todos los chilenos.
 
Por esa razón, yo quería aprovechar hoy día de compartir lo que ha sido la esencia de esta visita que como Presidente de la República me ha tocado hacer a la Región del Maule.
 
En primer lugar, ayer en la noche, tuvimos una reunión con el Gobierno Regional, con el intendente, con el senador, con los diputados, para poder recibir, compartir y enriquecer nuestro Plan de Desarrollo para la Región del Maule.
 
Después de eso, tuve la oportunidad de reunirme con los dirigentes de los remolacheros de Linares y también con los dirigentes de los trabajadores de la planta de Iansa en Linares, porque todos sabemos que Linares ha sufrido un golpe muy duro. Y estuvimos conversando con ellos y asegurándoles que a pesar de que la decisión del cierre de la planta no fue una decisión del Gobierno -fue una decisión de una empresa- que nosotros vamos a estar junto a sus agricultores, a  sus trabajadores de planta, a sus trabajadores temporeros, a todas esas pequeñas empresas que prestaban servicios en la planta de Iansa.
 
Y planteamos, en consecuencia, planes de reconversión, porque frente a las dificultades, lo peor es quebrarse, bajar los brazos; al revés, hay que redoblar el temple y el coraje de chileno para poder hacer frente a ello.
 
Hoy día en la mañana estuvimos en San Clemente, inaugurando una nueva comisaría, para un tema esencial que es devolverles a los chilenos el derecho, que un puñado de delincuentes nos ha arrebatado: a vivir con más paz, con más seguridad, con más tranquilidad.
 
Ahora estamos en Santa Olga y vamos a poner la primera piedra de esta gran obra.
 
Pero yo quiero decirles que, sin perjuicio de estar consciente de los problemas, la Región del Maule tiene un futuro tan luminoso como el sol que nos ilumina esta mañana.
 
Tiene tres grandes motores, que tenemos que poner en marcha para que la Región del Maule pueda ponerse de pie y enfrentar el presente con confianza y el futuro con esperanza.
 
En primer lugar, el sector agrícola forestal. En agricultura podemos hacer una enorme reconversión hacia la agricultura moderna, la agricultura de exportación, la agricultura de alta tecnología, la agricultura de alto valor agregado y que genera mayores ingresos y mejor calidad de vida para el mundo rural.
 
Ayer celebrábamos, en Lampa, el Día del Campesino y con ellos ratificamos nuestro compromiso con mejorar la vida del mundo rural, del mundo del campo.
 
Pero además de la agricultura y la industria forestal, en la Región del Maule, existe un tremendo potencial para las energías limpias y renovables, la energía hidráulica, la energía del viento, que tenemos que desarrollarlo.
 
Pero tal vez el motor más poderoso para esta región, porque es una región bendita por Dios, es el turismo, el turismo de la costa, el turismo rural, el turismo de la cordillera. Y ahí tenemos un potencial inmenso para desarrollar, porque la verdad es que el turismo está poco desarrollado en la Región del Maule: hay mucho más turismo en la Región de O’Higgins y mucho más turismo en la Región del Biobío, las regiones vecinas, y tenemos que recuperar el tiempo perdido y demostrarles a todos nuestros compatriotas que aquí, en la Región del Maule, van a encontrar lo mejor del alma chilena, nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra identidad, nuestras costumbres, nuestros valores y además esas maravillosas bellezas de la naturaleza que Dios nos regaló. 
 
Por eso, para poner en marcha estos tres grandes motores en la Región del Maule, tenemos un programa muy ambicioso de desarrollo para la Región del Maule, y un programa de inversión pública muy fuerte que estamos impulsando.
 
Entre otras cosas, privilegiamos el tema del agua, el agua es vida y para una región agrícola esto es más vida aún. Y, por tanto, el preocuparnos de los embalses, de los acuíferos naturales, del riego tecnificado, de aprovechar mejor el elemento del agua, es parte esencial de este programa.
 
Segundo, tenemos un ambicioso plan de mejorar la infraestructura hospitalaria, terminando el Hospital de Curicó e iniciando la construcción de los hospitales de Constitución, Parral, Cauquenes y Linares. 
 
También tenemos que mejorar la conectividad de esta región, dentro de la propia región y la conectividad de la región hacia el norte y hacia el sur. Por eso, está en nuestros planes el mejorar y construir nuevas pistas en la Ruta 5 hacia el norte y hacia el sur de Talca.
 
La reconversión agrícola: aquí se puede avanzar hacia - y esto ya lo ha hecho el Maule Norte y hay que hacerlo también en el Maule Sur- esa agricultura más moderna: frutales, como lo que se puede hacer en materia de cerezos, avellanos y tantos otros productos que pueden permitir una reconversión y una modernización agrícola, y también otros cultivos de fruta, como los berries, las frambuesas, los arándanos.
 
También estamos mejorando el ferrocarril y acabamos de comprar tres nuevos trenes, que van a fortalecer la conexión entre Talca y Constitución.
 
Y muchos otros proyectos como, por ejemplo, el mercado en el barrio Estación de la ciudad de Talca. 
 
Y por eso yo quiero decirles a todos los maulinos, y no nos olvidemos que Maule significa “río de lluvia”, “río de fecundidad”, “río de esperanza”, y eso es lo que tenemos que construir todos juntos en esta maravillosa Región del Maule.
 
A eso los convoco y para eso requerimos el aporte, el compromiso de todos ustedes, pero también queremos que todos sepan que cada uno de ustedes va a tener un lugar para beneficiarse de esta nueva Región del Maule, que está surgiendo con tanta fuerza y con tanta esperanza.
 
Muchas gracias.