Presidente Piñera inaugura oficinas de Dirección de Extranjería y Migración

25 JUL 2018
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El Presidente de la República, Sebastián Piñera, inaugura las nuevas oficinas de la Dirección de Extranjería y Migración.

Muy buenos días:
 
Hace tres meses, iniciamos un proceso extraordinario para que todas las personas que quieren venir a Chile a integrarse a nuestra sociedad, a aportar a nuestro desarrollo y a empezar una nueva vida, lo pudieran hacer, y lo pudieran hacer dentro de nuestro marco legal, y cumpliendo y respetando nuestras leyes.
 
Por eso hemos hablado de una Nueva Política Migratoria, cuyo objetivo es muy simple: poner orden en nuestra casa, en esta casa que es la casa de todos, promoviendo una migración segura, regulada y ordenada. 
 
Y estamos muy contentos, porque esta Nueva Política Migratoria ha tenido un apoyo muy mayoritario, tanto de los chilenos, como de aquellos que vienen a iniciar una nueva vida en nuestro país.
 
Hoy estamos inaugurando estas nuevas instalaciones, que antes fueron una fábrica de calcetines -que se llamaba “Moletto”- y que hoy día las hemos transformado en un lugar para poder atender, acoger y recibir a los migrantes, en una forma que sea compatible con la dignidad y facilitándoles la vida.
 
Por esa razón, esta nueva Oficina de Migraciones -que está en el corazón de la comuna de Santiago- tiene, sin duda, una instalación que está preparada para acoger, recibir, dar buenos servicios, y de calidad, a todos los que se integran a nuestro país.
 
Es un recinto -como ustedes lo ven- amplio, moderno, un espacio de casi 3 mil metros cuadrados, que tiene 38 módulos para atender a las personas que quieren regularizar su situación migratoria o quieren hacer cualquier trámite con nuestro país, y tiene una capacidad para recibir a mil personas en su interior.
 
Pero, además, nos hemos preocupado de hacerla más humana, más acogedora. Y por eso, acabamos de recorrer las instalaciones, donde tenemos una sala de atención preferencial con 9 módulos, que tienen asistentes sociales, abogados, para ayudar a las personas que están regularizando su situación.
 
También tenemos un lugar especial para los bebés, para las guaguas, baños especiales para los discapacitados, un lugar para hacer amamantamiento y la crianza de nuestros niños y, además, siempre buscando un trato amable, cariñoso, digno y humano, para todas las personas que tienen que concurrir a este lugar.
 
El proyecto también contempla -además de una sala cuna- una iniciativa muy interesante, que es un Museo de la Migración en Chile: que podamos recoger la historia de cómo los migrantes aportaron cultura, iniciativa, emprendimiento, calidad de vida a nuestro país, desde los migrantes que llegaron de España, los que llegaron de Europa, los migrantes de Palestina, los migrantes de los países latinoamericanos, y ahora también migrantes de países de nuestra América Latina y de Haití, que son personas que vienen a Chile a buscar una mejor vida, una nueva vida, y nosotros tenemos que recibirlos con los brazos abiertos, pero también -y decirlo en forma muy clara- pedirles algo muy esencial y muy importante: que cuando vengan a Chile, comiencen por respetar nuestras leyes, comiencen por cumplir con las obligaciones que tenemos todos los chilenos, para poder hacer de Chile una casa acogedora.
 
El proyecto contempla este Museo Histórico de la Migración en Chile, pero además de eso, estamos trabajando en una etapa para poder ir mejorando permanentemente, no solamente en la ciudad de Santiago, sino que, en todo el país, la atención, la calidad de la atención, la dignidad, el cariño con que atendemos y acogemos a aquellos que han escogido nuestro país para iniciar una nueva vida.
 
Y por eso que en estas oficinas hay también oficinas del Registro Civil, del BancoEstado, de la Policía de Investigaciones, todo esto con el propósito de simplificar la vida, la atención, los trámites que todos tenemos que hacer.
 
Por esa razón, esto es un servicio integral a los migrantes y queremos no solamente que puedan regularizar su situación, sino que también que les facilitemos, les ahorremos tiempo, les ahorremos recursos en toda su integración plena a la sociedad chilena.
 
Quiero referirme también al proceso extraordinario de regularización de la migración que iniciamos 90 días atrás.
 
Este proceso concluyó el día lunes recién pasado, y entre el 23 de abril y el 23 de julio, 90 días, se inscribieron en total 155.707 personas, buscando regularizar su situación en nuestro país.  Más de la mitad de ellos provienen de Haití y Venezuela, pero también muchos de ellos de países como Perú, Colombia, Bolivia y de muchos otros países del mundo.
 
Las tres regiones que más migrantes han acogido, son la Región Metropolitana, la Región de Tarapacá y la Región de Valparaíso.
 
Por eso yo quiero complementar esta información, recordando que además de este proceso de regularización extraordinario, ha seguido adelante el proceso normal de regularización, y durante este período han regularizado su situación 108.550 personas que han solicitado Visa en nuestro país.
 
Y, en consecuencia, si sumamos ambas cifras, en estos 90 días 264.257 extranjeros, que han elegido a Chile para iniciar una nueva vida, han podido normalizar, regularizar su situación en nuestro país.
 
Las estimaciones originales eran una cifra cercana a los 300 mil y, por lo tanto, ustedes ven que el resultado se acerca mucho a lo que habíamos estimado originalmente.
 
Y esto nos permite ordenar nuestra casa.
 
Tal como lo planteamos cuando hicimos el llamado extraordinario a esta regularización, los 155.707 personas que llamaron y acogieron nuestro llamado, van a recibir una Visa Temporal por un año. Y esta Visa, a través de este certificado de inscripción, les va a permitir también no solamente poder tener la Visa por un año, sino que también, con la presentación de formularios de inscripción y su certificado de antecedentes, van a poder extender esta Visa por 12 meses adicionales, hasta lograr -si cumplen con las condiciones- la Visa de Residencia en nuestro país.  
 
Ése es el punto o puerto de destino de todo este proceso de normalización y regularización de Visas.
 
Cuando esté finalizado el proceso de obtención de Visas, las personas que las hayan obtenido van a tener una cédula de identidad que les va a permitir tener contrato de trabajo, arrendar propiedades, tener cuentas corrientes en el banco y, en consecuencia, integrarse en plenitud a la sociedad chilena.
 
Pero de aquí en adelante, todos tenemos que tener muy en claro de que los tiempos de la inmigración ilegal ya han quedado atrás.
 
Chile ha sido y va a seguir siendo un país abierto, acogedor a la migración extranjera, pero -como es natural y como es compartido por la inmensa mayoría de los chilenos- es evidente que esta migración tiene que ser cumpliendo con nuestras leyes.  
 
Es por esa razón que resulta, a veces, incomprensible las actitudes de ciertos grupos de personas en nuestro país, que han aprobado la indicación que busca prohibir que nuestro país pueda expulsar a los extranjeros que ingresan de forma ilegal a nuestro país, o que cometen delitos en nuestro país, o que tienen antecedentes penales en sus países de origen.
 
Yo estoy convencido que cometen un grave error, porque esa conducta está comprometiendo la seguridad, la paz y la tranquilidad de todos nuestros compatriotas y también de aquellos migrantes que vienen a Chile para cumplir con nuestras leyes, para aportar a nuestro desarrollo, para aportar con su trabajo y su cultura, y para poder iniciar una nueva vida.
 
Por otra parte, en esta discusión de la nueva Ley de Migración, además de esta diferencia respecto a si un Estado tiene o no tiene derecho a expulsar a aquellos que ingresan ilegalmente, o que cometen delitos, o que tienen antecedentes penales, yo creo que los Estados sí tienen ese derecho. Y, por lo demás, esto es compartido por la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.
 
Se ha producido una segunda discusión, que tiene que ver con los beneficios. Nuestra Política Migratoria establece beneficios de inmediato, sin requisitos, en materias tan importantes como el acceso a la salud, el acceso a la educación preescolar, el acceso a la educación escolar, que es un derecho de todos, de los chilenos y de los migrantes.
 
Pero nos parece lógico y natural que otro tipo de beneficios, por ejemplo, beneficios monetarios, como es el “Bono Marzo” o como son las becas para educación superior, pidan y establezcan la necesidad de que tengan dos años en nuestro país y que hayan obtenido su Visa de Residencia. Esos son los dos puntos que están en discusión en el Congreso.
 
Y yo creo que tenemos que tener una política de migración abierta, acogedora, pero al mismo tiempo no podemos tener la ingenuidad de permitir o facilitar que ingresen a Chile personas que vienen a cometer delitos, a incorporar problemas de narcotráfico o a causarnos daño a los habitantes de nuestro país.
 
Y, al mismo tiempo, tenemos que tener una política abierta de beneficios, como la que tenemos en materia de salud y educación, pero es lógico y natural que, para un beneficio como el “Bono Marzo”, se pida dos años de estadía en Chile y una Visa de Residencia. Porque no sería lógico, por ejemplo, que una persona llegara a Chile solamente para cobrar un “Bono de Marzo” y después se fuera de nuestro país.
 
A los que vienen a quedarse en Chile, los queremos tratar como si fueran chilenos: de eso se trata una migración abierta, acogedora y respetuosa de los derechos humanos de todos.
 
Finalmente, yo querría agradecer a todos aquellos que han escogido a Chile para iniciar una nueva vida. Les damos la bienvenida muy sincera y con mucho entusiasmo, porque sabemos que la migración aporta al desarrollo de nuestro país, los migrantes aportan con su trabajo, con su cultura, con sus ideas, con su entusiasmo.
 
Y, además, cuando una persona decide dejar su país para iniciar una nueva vida, está haciendo un acto de gran valentía. Y, por lo tanto, estamos seguros que esa valentía se va a traducir en una integración plena en nuestro país y un gran aporte al desarrollo de Chile.
 
Por eso es que Chile -y lo digo con toda claridad- va a seguir siendo, como siempre lo ha sido, un país abierto, un país acogedor, un país que recibe con los brazos abiertos a todos aquellos migrantes que vienen a nuestro país a trabajar, a aportar, a integrarse, a respetar nuestras leyes.
 
Pero vamos a cerrar nuestras fronteras a todo aquello que le hace daño a nuestro país como, por ejemplo, intentar frenar el ingreso de la delincuencia, del narcotráfico, del contrabando, de la trata de personas.
 
Ésa es la nueva Política Migratoria que Chile necesita, porque hacía mucho tiempo que el proceso de migración se había salido de las normas y de la regularidad.
 
Y por eso yo le pido a todos los parlamentarios que nos ayuden a aprobar pronto la nueva Ley de Migración, que nos va a permitir tener un país abierto, pero al mismo tiempo con una migración segura, ordenada, regulada y dentro del marco de la ley.
 
Muchas gracias.