Presidente Piñera participa en inauguración de Cumbre de la Alianza del Pacífico

24 JUL 2018
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, participa en la ceremonia de inauguración de la XIII Cumbre de la Alianza del Pacífico.

Muchas gracias Presidente Peña Nieto, muchas gracias por su hospitalidad.
 
Y le quiero decir a mi amigo el Presidente Santos que es curioso lo que pasa con la Presidencia y las saudades. Es como las ciudades medioevales sitiadas: los que están adentro quieren salir; los que están afuera quieren entrar.
 
Pero, en todo caso, le insisto que hay vida más allá de la Presidencia. Así que esas saudades espero que se reemplacen por nuevos desafíos y nuevas grandes metas a cumplir.
 
Respecto de la Alianza del Pacífico, sin duda que ha sido una iniciativa muy exitosa. Empezó con un objetivo ambicioso, que podemos sintetizarlo en lograr una integración amplia, profunda y rápida; buscar el libre movimiento de bienes, servicios, capitales y personas; y, además, colaborar para proyectarnos al mundo, especialmente al mundo del Asia-Pacífico, que es el mundo del siglo XXI.
 
Y los logros son muchos, los ha mencionado el Presidente Peña Nieto, los ha mencionado el Presidente Santos: hemos alcanzado un 92% de desgravación arancelaria, tenemos un mercado integrado -que es el MILA- en materia financiera, tenemos un sistema de ventanilla única en comercio exterior, no tenemos requisitos de Visa entre los habitantes de nuestros países, y podríamos seguir.
 
Pero yo también quiero resaltar que no nos podemos quedar dormidos en los logros o en los laureles del pasado, porque en estos 7 años el mundo cambió, y con una rapidez, y va a seguir cambiando cada vez más rápido.
 
Y, por tanto, la Alianza del Pacífico tiene que iniciar una nueva etapa.  Y me alegro mucho que hemos concordado hoy día en la columna vertebral, la hoja de ruta, el camino a recorrer hacia esa segunda etapa de la Alianza del Pacífico, donde tenemos que enfrentar desafíos muy importantes.
 
Por ejemplo, en esta materia, avanzar en el Protocolo 2014, que termina el 2031, y establecer plazos más exigentes, más cortos para la desgravación arancelaria y para la eliminación de todas las barreras no arancelarias, de forma tal de llegar a una Zona de Libre Comercio con cero aranceles y ojalá con cero barreras no arancelarias.
 
Fortalecer la institucionalidad de la Alianza del Pacífico, no creando una nueva burocracia. Hemos estado discutiendo esto con los Presidentes, tenemos también la colaboración del sector privado, del Banco Interamericano del Desarrollo, de las universidades que son asociadas a esta iniciativa.
 
Por otra parte, tener una política más activa de colaboración con los países observadores. Tenemos 55 países observadores, tenemos que esforzarnos en que esa observación se transforme en colaboración.
 
Acelerar la incorporación de los miembros asociados. Ya llevamos mucho tiempo conversando con Canadá, Nueva Zelandia, Australia, Singapur, y yo creo que llegó el momento de dar los pasos para que se transformen en miembros asociados, y septiembre va a ser un mes clave en esta materia.
 
Acelerar la convergencia con MERCOSUR y hoy día dimos un gran paso adelante al pasar de una hoja de ruta -que es básicamente intención- hacia un plan de acción -que es básicamente actos concretos.
 
Incluir nuevos temas en la Alianza del Pacífico, especialmente donde hay sinergia, como un ecosistema digital, el tener la firma electrónica, el poder aprovechar las nuevas tecnologías para facilitar el intercambio de todo tipo de bienes, servicios e inversiones.
 
El incorporar a la Alianza del Pacífico como miembro observador de APEC y ojalá ser una especie de passway al día que la APEC se transforme también, como fue su objetivo inicial, en una gran zona de libre comercio.
 
En fin, son muchos los desafíos que tenemos por delante, pero lo más importante es que veo que la Alianza tiene más experiencia, 7 años. Algunos de los Presidentes tenemos más canas – de las cuales se libra el Presidente Peña Nieto, pero no para siempre- pero tenemos la misma fuerza, ganas, entusiasmo, pasión, espíritu pionero, de audacia, con pragmatismo.
 
Porque, como decía Fittipaldi, “la historia de la humanidad es una lucha entre la audacia y el miedo”. El decía “sin audacia, no me subo al auto y así no puedo ganar, pero sin miedo, choco en la primera curva y así tampoco puedo ganar”.
 
Y, por tanto, es esa sabia combinación la que me hace pensar a mí que lo mejor de la Alianza del Pacífico está todavía por delante y es lo que juntos vamos a construir en esta segunda y nueva etapa de la Alianza del Pacifico, que tiene que mantener intacto su espíritu innovador, su espíritu emprendedor, su capacidad de hacer posible lo que para muchos parece imposible.
 
Y por eso, larga vida a la Alianza del Pacífico.   
 
Muchas gracias.