Presidente Piñera participa en ceremonia mapuche

28 JUN. 2018
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El Presidente de la República, Sebastián Piñera, participa de un encuentro con loncos y machis en La Araucanía.

Muy buenos días:
 
Yo quiero decirles a todos ustedes, yo tengo una profunda admiración y aprecio por lo que significa el pueblo mapuche, la cultura mapuche: su historia, su tradición, su idioma, su cosmovisión, su amor por la tierra, su relación con el Creador, porque es algo que nace del alma.
 
Y por esa razón, voy a atender con mucho cariño y con mucha dedicación lo que ustedes me han planteado: el reivindicar el rol de los Lonkos y de las Machis.
 
Hoy día hemos venido, una vez más, a La Araucanía, porque estamos comprometidos de alma con iniciar una nueva etapa en esta maravillosa Región de La Araucanía, tan llena de oportunidades, tan llena de historia y de significados y, al mismo tiempo, tan empobrecida.
 
Y la verdad es que ésta es una región bendita por Dios, y ustedes lo saben mejor que nadie: una región hermosa, de una naturaleza maravillosa, llena de oportunidades.
 
Y lo que busca el Plan Desarrollo Integral de La Araucanía, es que esta vieja Región de La Frontera, sea la nueva frontera del progreso, de la paz, de la esperanza.
 
Por esa razón, el Plan de Desarrollo de La Araucanía tiene muchos pilares: uno de ellos es recuperar el tiempo perdido, crear más oportunidades, más inversión, mejores trabajos, más oportunidades para que todos puedan desarrollar sus talentos;
 
Segundo, reconocer, valorar, apreciar, admirar lo que significan nuestros pueblos originarios.  Los españoles creen que descubrieron América.  Por Dios que están perdidos: América fue descubierta muchos, miles de años antes por nuestros pueblos originarios. Y esta diversidad cultural y étnica es un patrimonio de nuestro país que tenemos que saber reconocer y proyectar con más fuerza;
 
Y, en tercer lugar, ésta es una región que ha estado mucho tiempo en guerra, y queremos que llegue el tiempo de la paz.  La paz es fecunda, y por eso el abrazo que le di con mucho cariño a usted, es para simbolizar esa nueva etapa que queremos iniciar en la Región de La Araucanía, una región inmensamente rica y tremendamente empobrecida.
 
Y queremos cambiar la historia:  mantener su inmensa riqueza, espiritual, natural, cultural, de sus pueblos y, al mismo tiempo, terminar con la pobreza en La Araucanía.  Ésa es la gran tarea, la gran misión y para lograrlo vamos a tener que trabajar juntos, hombro con hombro, como hermanos para lograr que ustedes, que son los pueblos originarios de nuestro país, puedan tener una vida más plena, más feliz.
 
Ése es mi compromiso, voy a leer con mucha atención el documento que usted nos ha entregado y créanme, yo tengo un profundo respeto por los Lonkos y por las Machis.
 
Y les quiero contar, cuando yo era muy niño, un hermano de mi padre fue nombrado Obispo de Temuco, Bernardino Piñera. Hoy día tiene 102 años, yo estuve con él hace tres días, le conté que venía a La Araucanía y le conté que íbamos a estar muy cerca de la Casa de Ejercicios, y les mando un saludo muy cariñoso para sus hijos, para sus hermanos, para su gente, como él los considera.
 
Por eso les agradezco enormemente que nos hayan permitido participar en esta hermosa, simbólica y sentida ceremonia de plantar un canelo, el árbol sagrado del pueblo mapuche. Y les agradezco también que me hayan regalado una hoja de canelo; la voy a poner, para que nos ilumine, nos guie, en La Moneda.
 
Bueno, el abrazo que hemos tenido con el Lonko es un abrazo entre dos personas, pero simboliza mucho más que eso, es un abrazo de hermandad, de esperanza, de futuro. Yo sé que el Estado de Chile tiene muchas deudas con el pueblo mapuche, y muchas veces no ha estado a la altura y ha abusado del pueblo mapuche.
 
Pero ésa es la historia, y nosotros estamos aquí no sólo para recordar la historia, sino que para cambiar la historia.
 
Y el gran proyecto del desarrollo integral de La Araucanía, es como lo acabo de decir: transformar la vieja Región de La Frontera en la nueva frontera de la paz, de la esperanza, del futuro y de la hermandad. Eso simboliza el abrazo que hemos tenido con el Lonko.
 
Muchas gracias.