El Presidente Sebastián Piñera da el vamos a la demolición de los últimos dos block de viviendas de la población Francisco Coloane y Villa Cerro Morado, en el sector Bajos de Mena, como parte del programa de regeneración de barrios impulsado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Muy buenos días:
En primer lugar, quiero decirles que estamos en un lindo día de sol, hay que andar con las mangas arremangadas, porque el calor tiene que salir del corazón y no de las bufandas.
Se han hecho muchos recuerdos. Acá yo quiero recordar dos cosas: en primer lugar, el alcalde Codina recordaba un día, hace varios años, en que en, este mismo lugar, yo venía muy elegante, bajándome de un poste cuando estábamos iniciando la renovación de las viviendas en Bajos de Mena, iba cayendo calculadamente cuando de repente un rugbista me hizo un tacle y me tiró de cabeza al suelo. Yo pensé en presentar una querella criminal, pero la guardia que me acompañaba me dijo que, si la presentaba, la sanción iba a ser cadena perpetua. Y, por tanto, dije “necesitamos al alcalde Codina”, así que le perdonamos la vida.
Y respecto a la segunda oportunidad del cual nos habla el ministro, bueno, en la vida siempre deben existir segundas oportunidades, y de eso se trata lo que hoy día estamos iniciando. Porque en Bajos de Mena viven 140 mil personas. Por ejemplo, en la Región de Aysén viven 90 mil personas, o sea en esta localidad de Bajos de Mena vive un 50% más de chilenas y chilenos que en toda la Región de Aysén, pero viven con mucho hacinamiento, con poca infraestructura, con poca calidad de vida.
Y por eso, cuando nos dimos cuenta que estos edificios estaban mal construidos, estaban demasiado hacinados, no aseguraban una mínima calidad de vida, junto al senador Ossandón -que está por aquí, acérquese con nosotros- bueno, en esa oportunidad yo les voy a contar el entonces alcalde Ossandón, siempre pensó que Bajos de Mena necesitaba, merecía y tenía que tener una segunda oportunidad, y junto al actual alcalde Codina se la jugaron por eso. Y producto de ese compromiso, de esa pasión, no se olvidaron un solo día y no dejaron de recordármelo tampoco ni un solo día.
Iniciamos un proceso de darle una segunda oportunidad a miles de familias chilenas, partiendo por Bajos de Mena, que la primera oportunidad no había sido lo que ellos soñaron, lo que ellos querían, lo que ellos merecían. Y por esa razón dijimos “aquí no se trata solamente de construir mejores viviendas”. En estas viviendas van a haber familias, van a vivir hijos, niños, nietos, abuelitos, mujeres. Y, por tanto, no era solamente un problema de la vivienda, también tenía que ver con la calidad del barrio, con la infraestructura, con la calidad de la ciudad, porque de esa forma le íbamos a dar, realmente, una segunda oportunidad de una nueva vida.
Y yo me acuerdo muy bien que, cuando estuvimos aquí, soñábamos con esa segunda oportunidad para un segundo comienzo, un segundo amanecer en nuestras vidas. Y eso fue lo que nos motivó, nos iluminó -y yo estoy seguro que a ustedes también-, porque yo, déjenme decirles que admiro, aprecio, valoro y agradezco la perseverancia, la resiliencia. Ustedes nunca perdieron la fe, nunca perdieron la esperanza, y a pesar de todas las dificultades, nunca se les quebró el alma y el espíritu en esta noble y merecida lucha.
Por eso, lo que estamos haciendo hoy día es un paso hacia darles, a muchas familias chilenas, la oportunidad de iniciar una nueva vida, una vida mejor.
Yo quiero decir, en nuestro país -y esto lo conversamos largo con el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg-, tenemos aproximadamente un déficit cuantitativo de 400 mil viviendas. O sea, nos faltan 400 mil nuevas viviendas. Pero eso es la punta del iceberg, porque de acuerdo a nuestros cálculos, hay otro déficit mucho más grande, que es un déficit cualitativo, de la calidad de las viviendas. Hay aproximadamente 1 millón 300 mil viviendas en Chile, que necesitan ser renovadas y mejoradas, porque se construyeron mal planificadas o en otros tiempos, y no responden a las necesidades del presente y, sobre todo, a los sueños del futuro. Pero además de eso, tenemos 40 mil familias que están viviendo en campamentos.
Por esa razón, lo que conversábamos con el ministro de Vivienda y con el subsecretario -que está aquí presente- es cómo hacernos cargo de algo tan fundamental, como es que todas las familias chilenas puedan tener una vivienda digna donde poder formar una familia, donde puedan vivir niños, madres, abuelitos, personas que tienen discapacidad, en esta nueva y segunda oportunidad. Y a eso apunta nuestro programa.
Ustedes saben que nuestra misión, nuestra meta, es grande, es exigente, es difícil, pero es posible: que es transformar a Chile en un país desarrollado, sin pobreza, en que todos tengamos oportunidad de desarrollar los talentos que Dios nos dio y todos tengamos la seguridad de que vamos a vivir la vida con dignidad. Ésa es nuestra misión, ése es nuestro compromiso con los chilenos.
Y yo sé que ese compromiso y esa misión la comparten la inmensa mayoría de mis compatriotas.
Por eso, para lograr esto es fundamental dar un gran salto adelante en materia de vivienda. Por algo está ese viejo dicho “el casado, casa quiere”, porque, es verdad: para poder formar una familia se requiere mucho más que paredes, ladrillos, ventanas y puertas, pero sin paredes, ladrillos, ventanas y puertas, es muy difícil formar una familia.
Por eso yo, siempre que me toca inaugurar viviendas, les recuerdo a las familias que están normalmente emocionadas, con lágrimas en los ojos, de que tienen no solamente que pensar que es una nueva vivienda, sino que tienen que pensar que van a iniciar una nueva vida y que traten de entrar a esas nuevas viviendas dejando afuera todo lo que no quieren que entre con ellos: las divisiones, las peleas, los conflictos. Entren con lo mejor que tienen adentro.
Quiero aprovechar también de invitar a este escenario a don Álvaro Carter, ¿dónde está Álvaro? Aquí tenemos uno que está todavía pensando en la primera oportunidad. ¿Dónde está Guillermo Rolando? ¿Dónde está la consejera Claudia Faúndez? Venga para acá pues, consejera. Parece que viene un regalo, ¿dónde viene el regalo? Alcalde, ¿qué regalo nos tiene?
Palabras del alcalde: Señor Presidente, disculpe, pero lo que pasa es que Puente Alto está muy agradecido de usted. Como yo le digo, sobre todo Bajos de Mena, viene Metro, tuvimos comisaría. Y como durante 4 años nadie colocó un ladrillo aquí para construir una vivienda: en Bajos de Mena no se construyó una sola vivienda para la gente que estaba saliendo de estos departamentos demolidos durante cuatro años. Y yo lo encuentro muy doloroso, porque la gente tiene que esperar.
Pero usted volvió y está aquí, pero le quiero recordar el día en que todo partió. Yo atesoro un bonito recuerdo de este día, porque hace 5 años usted comenzó un proceso, hace 5 años me ayudó para que el Ministerio del Interior nos construyera la comisaría después, y hoy día vuelve a iniciar este proceso, para que la gente tenga casas dignas en Puente Alto. Y aquí queda claro que no fue na’ un tacle (risas).
Presidente Piñera: Alcalde, mire, “no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”. Así que yo lo voy a invitar, señor alcalde, a que me acompañe, y a los fotógrafos, pongan mucha atención, porque van a tener la foto del año. Bueno, yo caí de cabeza, y mi mujer, cuando llegué a mi casa no me preguntó por mi cabeza, me preguntó cómo había quedado aquello que había golpeado con mi cabeza, porque soy de cabeza dura. Pero, al mismo tiempo, perseverante.
Bueno, yo les estaba contando que hay muchas familias que han quedado al margen del desarrollo en nuestro país. Y por eso esta meta de un país desarrollado tiene que ser para todos los hogares, para todas las familias chilenas. Y ésa es la esencia del sello social. Progreso para todos y con todos es lo que orienta todos y cada uno de los actos de nuestro Gobierno.
Y por esa razón el acompañamiento a las familias durante este período ha sido, también, una preocupación muy central de nuestro Gobierno.
Ahora, son 200 familias las que van a poder iniciar una nueva vida aquí en este nuevo conjunto habitacional, que va a ser de mucho mejor calidad, porque nos vamos a preocupar no solamente de construir viviendas, sino de construir nuevas oportunidades de una vida mejor, con mejores viviendas, mejor infraestructura, mejores oportunidades para recreación, deportes, áreas verdes, mejor seguridad y también un mejor barrio.
Y de esa manera, vamos a poder construir 515 viviendas, entre casas y departamentos, que van a tener 60 metros cuadrados y con internet para todos. Estamos en un gran plan de tener Wifi gratuito y, por tanto, acceso gratuito a internet en muchos lugares públicos de Chile y vamos por supuesto a considerar este lugar tan histórico y tan emblemático, como es Bajos de Mena.
Por eso estamos construyendo viviendas, estamos construyendo barrios, estamos construyendo ciudad para hombres y mujeres de verdad, para familias, para hogares, para que la gente pueda vivir una vida con más felicidad, con más plenitud, con más seguridad y con más esperanza.
Ése es todo el sentido de la gran misión que nos hemos planteado como Gobierno.
Pero adicionalmente a eso, yo quiero aprovechar de informar que estamos en pleno trabajo para elaborar y poner en práctica un plan -que ya está en marcha- que reduzca a la mitad el déficit habitacional de nuestro país, en un plazo de 6 años. Lo que durante tanto tiempo se estancó, queremos que el déficit habitacional empiece a disminuir para que todas las familias chilenas sepan que el sueño de la vivienda propia se acerca.
Segundo, estamos implementando un plan para reducir significativamente el número de campamentos que tenemos en nuestro país: 40 mil familias chilenas viven hoy día en la precariedad de los campamentos.
Estamos impulsando un plan para renovar, regenerar muchos conjuntos habitacionales, como el que tengo a mis espaldas, que nacieron mal o se deterioraron por el paso del tiempo y no son dignos para que en ellos puedan vivir familias. Y, por tanto, el Plan de Regeneración de Conjuntos Habitacionales es parte muy importante de nuestra política de vivienda.
También estamos impulsando -y con mucha fuerza- el Subsidio de Arriendo, porque muchas familias todavía no saben donde van a querer vivir. Y la decisión de la vivienda, junto con la decisión de casarse y el trabajo que escogemos son, probablemente, las decisiones más importantes que tomamos en nuestras vidas. Y mucha gente dice “yo todavía no quiero tomar esa decisión”.
Y por eso creamos el Subsidio de Arriendo, arriendo para que las parejas jóvenes, les puedan decir “Chao Suegra”, arriendo para que los adultos mayores también puedan tener una oportunidad y arriendo, y Subsidio de Arriendo y también Subsidio de Vivienda para nuestra clase media, a la cual tanto se le pide, tanto se le exige y tan poco se le entrega.
Además, estamos promoviendo un mejor sistema de transporte público. Queremos también decirle chao al Transantiago, que ha sido una de las peores políticas públicas que se han implementado en la historia de nuestro país. Nuestro programa contempla, además de terminar de construir e inaugurar la Línea 3, construir las Líneas 7, que es paralela al río Mapocho; 8, que corre por Avenida La Florida; 9, que va a Puente Alto; y la extensión de la Línea 4, que va a llegar aquí a Bajos de Mena.
Y hace unos días nos reunimos con la gente del Metro para acelerar estos proyectos, de forma tal de que no sea algo muy distante, y próximamente vamos a anunciar el plan con fechas concretas y categóricas de cuándo vamos a iniciar la construcción de esas cuatro líneas adicionales, cuyos estudios de ingeniería, diseño e identificación de los tramos está en plena marcha.
Pero además de eso, eso nos va a permitir algo muy importante, la mitad de las familias chilenas van a poder contar con un nuevo y moderno sistema de transporte en un plazo muy acotado, y la mitad de los habitantes de Santiago, cuando tengamos esta nueva red del Metro, va a poder caminar de sus casas a la estación del Metro y de la estación del Metro a sus casas, ahorrando una enorme cantidad de tiempo, que van a poder dedicar a lo más importante de la vida: la familia, los amigos, la cultura, el deporte, la recreación, la oración, la reflexión, lo que hace, ennoblece y alimenta el alma de la familia chilena.
Por esa razón, tenemos un plan muy importante y yo les contaba -y lo dijimos así en la Cuenta Pública- que no vamos a dejar fuera, postergada y olvidada, a lugares como La Pintana o lugares como Bajos de Mena, que también están en nuestro programa de mejoramiento y de un mejor sistema de transporte público.
Finalmente, yo quiero decir que ésta es una meta que va a ser difícil de lograr, que no se va a lograr en forma automática. En la única parte en que el Maná caía del Cielo era en el desierto y así está escrito en la Biblia, pero todos sabemos que, para avanzar como país, para avanzar como familia, para avanzar como persona, tenemos que comprometernos, tenemos que esforzarnos, tenemos que entregar lo mejor de nosotros mismos.
Por esa razón, estamos muy contentos, porque tengo a mi derecha al senador Ossandón, que participó de este proyecto desde sus inicios, al alcalde Codina, que también participó de este proyecto desde sus inicios, y vemos que cuando unimos nuestras fuerzas para mejorar la calidad de vida de todos los chilenos, avanzamos en forma rápida y segura; cuando nos dedicamos a una crítica despiadada entre nosotros mismos, todos retrocedemos.
Por eso quiero agradecer a la comunidad de Bajos de Mena, a los dirigentes sociales, por su esfuerzo, por su compromiso, por su fe y por su esperanza.