Presidente Piñera anuncia proyecto para decretar imprescriptibilidad total de delitos sexuales contra menores de edad

3 MAY. 2018
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El Mandatario aseguró que la indicación será presentada con suma urgencia para su rápida tramitación.

Muy buenos días:
 
Hace unos días, Chile entero sufrió, se conmovió al conocer la trágica muerte, producto de una violación -según todos los antecedentes- de una pequeña niña chilena que aún no cumplía dos años, y que se llamaba Ámbar.
 
Fue un crimen brutal, despiadado y cruel, que se sumó a la muerte de la pequeña Sophie, de tan sólo un año y 11 meses, que también perdió su vida en condiciones que nunca más debemos aceptar ni mucho menos tolerar.
 
En estos mismos instantes, en Los Andes, se está produciendo -y con una profunda emoción y dolor, y también mucha rabia- el entierro, el despido final de la pequeña Ámbar, que no tuvo la oportunidad de desarrollar su vida. Y no sólo porque una persona, que no sé si merece llamarse persona, abusó de ella y le quitó su vida, sino que también, porque como sociedad no hemos estado a la altura de las circunstancias para proteger a nuestros niños.
 
No hay atentado más miserable, más cobarde, contra la vida, la inocencia de nuestros niños, que los abusos sexuales, porque no solamente hieren su cuerpo, dejan profundas heridas en su alma, y también dolorosas huellas, que no solamente marcan sus vidas para siempre, sino que también las de sus familias, las de sus amigos y las de la sociedad entera.
 
Todos sabemos -y así lo muestra la evidencia científica y la evidencia real- que a los niños que han sido abusados sexualmente en su temprana edad, les cuesta años, a veces décadas, y a veces nunca lo logran, poder asimilar y enfrentar, y ojalá algún día superar, las consecuencias, las huellas, el dolor que deja el abuso sexual.
 
Y, desgraciadamente, en muchos casos ese tiempo de cicatrización termina favoreciendo la impunidad de los agresores y dejando sus crímenes sin castigo, por haberse cumplido los plazos que nuestra legislación establece para la prescripción.
 
Hoy día nuestra legislación establece un plazo de prescripción de 5 años para delitos y de 10 años para los crímenes. Y yo creo que, a la luz de todo lo que hemos vivido, hemos llegado, todos juntos, a la conclusión de que esos plazos son absolutamente insuficientes.
 
Éste es un tema que hemos conversado muy profundamente con el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, y con muchos otros miembros de nuestro Gobierno. Y por eso, después de una larga y profunda reflexión, hemos decidido presentar una indicación sustitutiva a un proyecto de ley que presentó un grupo de senadores -muchos de ellos aquí presentes-, y recogiendo también mociones de muchos parlamentarios, un proyecto de indicación sustitutiva que establece la imprescriptibilidad total de los delitos y abusos sexuales contra nuestros niños.
 
Yo sé que ése es un tema que han reflexionado -y por mucho tiempo- muchos de nuestros senadores aquí presentes y también muchos de nuestros diputados, y la sociedad entera, pero como Gobierno hemos decidido presentar esta indicación, y con suma urgencia, para decretar la imprescriptibilidad total de los delitos sexuales que se cometan contra nuestros niños.
 
Y por muchas razones, pero si tuviera que dar dos, diría, en primer lugar, porque nuestros niños que han sido abusados sexualmente tienen derecho a ejercer la defensa, para poder lograr no solamente recuperar sus heridas, sino también que se haga justicia. 
 
Pero, además, para impedir que el paso del tiempo y este difícil y a veces lento proceso de asimilación de un abuso sexual, termine transformándose en un verdadero cómplice que favorece la impunidad de los que han abusado contra nuestros niños.
 
Yo quisiera también recordar que la primera actividad que me tocó hacer como Presidente de Chile, el mismo 11 de marzo de este año, fue asistir a un hogar del SENAME en una comuna de Santiago muy vulnerable, como es la comuna de La Pintana, y en esa oportunidad planteamos con mucha fuerza una Agenda que significaba transformar en hechos, nuestra firme intención y voluntad de poner a los niños en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno.
 
Hoy día, habiendo transcurrido un poco más de un mes de Gobierno, yo quisiera rendir cuenta de lo que hemos avanzado con respecto a esa Agenda.
 
En primer lugar, nos comprometimos a reemplazar el actual SENAME, por dos nuevos servicios públicos modernos y más eficaces.  Uno, un Servicio de Rehabilitación para Jóvenes y Adolescentes Infractores de la Ley.  Ese proyecto de ley que está en el Congreso, está con suma urgencia, y espero que podamos avanzar para transformarlo en Ley de la República, lo antes posible.
 
Y el segundo, un servicio para hacerse cargo de los jóvenes vulnerables y vulnerados, para lo cual vamos a presentar una indicación sustitutiva -porque ésa es una tarea grande, difícil y que va a requerir mucho compromiso y esfuerzo- durante el mes de julio de este año. Y de esa forma esperamos que antes que termine este año, nuestro primer año de Gobierno, el SENAME sea parte de la historia de nuestro país y tengamos dos nuevos servicios que se hagan cargo con responsabilidad, con cariño y con eficacia, de reinsertar a nuestros jóvenes y adolescentes infractores de la ley y de darle el trato digno, cariñoso, que merecen nuestros niños vulnerables y vulnerados.
 
Pero, además, en esa oportunidad anunciamos un conjunto de medidas administrativas, y quiero recordar que el Gobierno se ejercita no solamente a través de proyectos de ley, también utilizando y usando la potestad administrativa del Gobierno. Así ha sido, así es y así va a seguir siendo.
 
Y por esa razón planteamos medidas administrativas, de las cuales quiero también rendir cuenta.
 
Dijimos que íbamos a revisar profundamente los sistemas de cuidados alternativos a nuestros niños, y que íbamos a priorizar la familia de origen como una, o tal vez la primera opción para darle un hogar y una familia a aquellos niños que han perdido su familia original. 
 
Y sin perjuicio que se pueden cometer errores, como lo demuestra el error de haber seleccionado a un pariente para hacerse cargo del cuidado de Ámbar -que fue un error o una decisión que tomó el Tribunal de Familia- vamos a fortalecer y revisar profundamente los criterios con los cuales se seleccionan a las familias de acogida, y también a las familias adoptivas, que tienen que hacerse cargo de nuestros niños, cuando la familia que los vio nacer no puede cumplir con esa labor.
 
Y por esa razón estamos en un proceso de evaluación y rediseño, que va a terminar durante el segundo semestre de este año.
 
Si no es posible encontrar un familiar, vamos a recurrir a la familia de acogida, para lo cual estamos trabajando con UNICEF y recogiendo las mejores experiencias en el mundo entero, para encontrar los criterios para seleccionar la mejor familia de acogida posible para cada uno de nuestros niños.  Y ésa es una situación que se puede fijar criterios en la ley, pero que, al fin y al cabo, es una decisión que tiene que tomarse caso a caso, conociendo las particularidades de cada niño y las características de las posibles familias de acogida.
 
Si hay susceptibilidad de adopción y, por tanto, debemos recurrir a una familia adoptiva, vamos a presentar una indicación a un proyecto de ley que nos tocó presentar durante nuestro primer Gobierno, para crear una nueva y moderna Ley de Adopciones en nuestro país, que apunte básicamente a reducir los tiempos que hoy día toman, a veces, años, durante los cuales el niño está privado de algo tan esencial como el derecho a una familia y, en segundo lugar, a mejorar los criterios y los estándares con que vamos a seleccionar la mejor familia adoptiva para cada uno de nuestros niños que lo requieran y necesiten.
 
Y también, en caso que eso no sea posible y se deba recurrir a residencias alternativas, estamos haciendo un profundo cambio, cambiando o reemplazando las residencias masivas, impersonales, con que muchas veces hoy día deben contentarse nuestros niños, por residencias familiares que tengan lo más parecido posible las características de un verdadero hogar y que no tengan más de 15 niños por cada una de esas residencias.
 
Y eso significa un profundo esfuerzo de transformación de los actuales CREAD, que son las residencias administradas por el Estado, y si ustedes recorren y visitan el CREAD de Valparaíso, se van a dar cuenta que ése no es el ambiente en que debe desarrollarse un niño para que tenga una vida plena y sana.
 
Vamos a reemplazar esos CREAD masivos, casi industriales, por residencias con características familiares, que no tengan más de 15 niños, y que se recree lo mejor posible lo que es un ambiente y lo que es el aporte de una familia.
 
Además de eso, ya estamos inaugurando las primeras residencias con esa característica como, por ejemplo, la que vamos a inaugurar prontamente en Coihaique, en la Región de Valparaíso -dos, en los meses de octubre y noviembre de este año y están en plena habilitación- y, también, en la Región Metropolitana. Y vamos a continuar con todas las regiones de Chile.  
 
También dijimos que íbamos a mejorar la cobertura y la calidad de esta red de residencias para nuestros niños, porque hoy día muchos de nuestros niños están en listas de espera, porque si bien los jueces los asignan a estas residencias, no hay suficientes cupos para poder recibirlos. Y, por tanto, esto va a requerir un esfuerzo por aumentar no solamente la calidad, sino que también la cobertura de estas residencias.
 
Y quiero reiterar hoy día que los principales problemas de cobertura que tenemos en nuestro país están precisamente con nuestros niños, en los hogares de residencia, en los jardines infantiles, en la educación preescolar. Y ahí va a estar definitivamente la prioridad de nuestro Gobierno.
 
Por otra parte, también dijimos que íbamos a ser una auditoria social del estado en que se encuentra cada uno de los niños, niñas y adolescentes que están bajo el cuidado del Estado, ya sea en residencias administradas directamente por el Estado o de organismos colaboradores.
 
Quiero decir que esa auditoria empezó y que hoy día ha logrado avanzar en un 50% en las residencias de administración directa del Estado y en más de un 10% en las residencias de organismos colaboradores. Y esperamos que dentro de los próximos 90 días hayamos terminado esta auditoría, que nos va a permitir conocer caso por caso, niño por niño, el estado en que esos niños se encuentran, su salud mental, su salud física, su bienestar, su situación de aprovechamiento de sus potencialidades para poder trabajar sobre base de piedra y construir sobre roca, no como hoy día que esta información está muy difusa y no nos permite hacer buenas políticas públicas.
 
El objetivo es mejorar sustancialmente la situación de todos los niños, niñas y adolescentes que están en hogares bajo la responsabilidad del Estado y tener planes de intervención integrales, oportunos, que nos eviten seguir conociendo tragedia tras tragedia, como es la realidad a la cual no podemos acostumbrarnos.
 
Ésta es une etapa que ya está en plena ejecución.
 
Y también hemos enviado un proyecto de ley que aumenta en forma significativa la subvención del Estado para estos organismos colaboradores. Pero quiero dejarlo muy en claro: no es solamente un aumento de la subvención, el aumento de la subvención va asociado a un aumento significativo también en los estándares de calidad que estos organismos colaboradores del Estado tienen que entregarles a los niños que están bajo su cuidado y responsabilidad.
 
Por otra parte, también nos comprometimos a crear un Sistema de Defensoría de los niños, niñas y adolescentes vulnerables. Y estamos ya en plena marcha con los pilotos: hemos trabajado con la Corporación de Asistencia Judicial ya en cuatro regiones de nuestro país -en la Metropolitana, las regiones de Valparaíso, Biobío y Tarapacá- y estamos pronto a extender esta experiencia a todas las regiones de Chile.
 
También, en cuarto lugar -como lo dije hace un momento- nos comprometimos a aumentar la subvención de los organismos colaboradores, junto con mejorar los estándares de calidad. Y ya está en el Congreso el proyecto de ley que nos permite subir el techo, para que podamos posteriormente aumentar en un 25% -como un paso inicial- el aporte que el Estado hacen para mejorar la calidad con que los organismos colaboradores cuidan a nuestros niños.
 
Quinto, nos comprometimos a transformar el Ministerio de Desarrollo Social en el Ministerio de la Familia y Desarrollo Social. Ya está creada la Subsecretaria de la Niñez, que era un proyecto que venía del Gobierno anterior, porque los gobiernos no parten de cero, construyen a partir de lo que hemos construido todas las generaciones que nos antecedieron.
 
Y estamos ya muy cerca de poder enviar un proyecto de ley que convierte o transforma el Ministerio de Desarrollo Social en el Ministerio de la Familia y Desarrollo Social, que es mucho más que un tema semántico. Es recuperar el valor de la familia como la principal institución para prestar mejores cuidados a todos sus miembros vulnerables: a los niños, a los jóvenes, a los enfermos, a los pensionados, a los adultos mayores no valentes.
 
También, dijimos que íbamos a modificar y modernizar nuestra Ley de Adopciones. Y nuestro compromiso es que, durante el mes de mayo -este mes de mayo- presentemos una nueva Ley de Adopciones en nuestro país, que ponga los intereses superiores de nuestros niños en el primer lugar de nuestras prioridades.
 
Son los niños que no tienen en hogar los que tienen derecho a ser adoptados y ése es el principal derecho que siempre debemos proteger. Y, por tanto, la nueva Ley de Adopciones lo que va a hacer es preocuparse de agilizar y acortar los plazos para impedir estadías eternas en los centros de cuidado de niños y encontrar para cada niño la mejor familia posible, que le dé el cariño, el amor, la protección y el acogimiento que los niños necesitan.
 
También, ya está en marcha el Sistema de Alerta Temprana o Alerta Infancia, que significa tener un sistema que nos permite intervenir en forma oportuna. Cada vez que un niño deserte la escuela, tenga su primer contacto con el delito o su primer contacto con la droga o cualquier otra señal que muestre vulnerabilidad, esa señal no va a permanecer desconocida ni indiferente, sino que va a alertar al sistema público de que hay un niño en peligro y, por tanto, que el Estado tiene que tratar de intervenir para que ese peligro -que es latente, que es potencial- no se transforme en un peligro permanente. 
 
También, el Plan Todos Aprenden, porque tenemos plena consciencia de que hay muchos de nuestros niños vulnerables o por distintas razones, que no van a la misma velocidad que el resto de los niños y, por eso, junto con preocuparnos de los mejores alumnos, de los mayores talentos y darles oportunidades, becas y muchas cosas más, tenemos que preocuparnos de aquellos que por cualquier razón se están atrás.
 
Por eso el Programa Todos Aprenden es para darles un trato preferencial a aquellos niños que se están quedando atrás, porque toda la evidencia muestra que, si lo hacemos en forma oportuna, ese retraso se puede recuperar, y si no intervenimos y esperamos hasta etapas tardías, ese retraso es simplemente irrecuperable.
 
Y, finalmente, el Programa de Mejoramiento de la Calidad e Infraestructura de los Organismos Colaboradores del SENAME, igual como el Programa de Mejoramiento de la Infraestructura de los Organismos Propios, que son administrados por el actual SENAME y que serán administrados por el futuro Servicio Público.
 
Esos fueron los diez compromisos.
 
Yo quiero decirles a mis compatriotas que no fueron palabras, fue un compromiso y que estamos permanentemente monitoreando y avanzando en cada uno de esos diez compromisos, y que periódicamente vamos a rendir cuenta a los chilenos del avance de nuestro compromiso de poner a los niños en el corazón de las prioridades de nuestro Gobierno.
 
Yo estoy convencido que estas iniciativas van a mejorar sustancialmente el cuidado y la protección que, como sociedad, seremos capaces de dar a nuestros niños y adolescentes, y muy especialmente a los más vulnerables y a los que ya han sido vulnerados.
 
Y hoy, con la firma de esta indicación sustitutiva, que establece la imprescriptibilidad total de los delitos sexuales contra nuestros niños, estamos demostrando que nuestro compromiso con nuestros niños no solamente está en el corazón de nuestras prioridades, sino que es un compromiso que nace del alma y que compromete firmemente nuestra voluntad.
 
Muchas gracias.