Presidente Piñera conmemora el Día del Trabajador

30 ABR 2018
Descargar Audio Discurso Descargar Transcripción

S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado del Ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg, compartió un almuerzo con representantes de organizaciones de trabajadores y funcionarios públicos del Palacio de La Moneda, en el marco de la conmemoración del Día del Trabajador. 

Estamos en la víspera del 1° de mayo, el Día del Trabajo. Y es bueno recordar a los mártires de Chicago, en cuyo honor se celebra el Día del Trabajo, pero recordar también a todos los trabajadores chilenos, que a lo largo de sus vidas han ido luchando por mejorar la vida de sus familias, por aportar más al país y por lograr un país más justo y más solidario.
 
El trabajo es muy importante es nuestras vidas. Por de pronto, es la forma en que la inmensa mayoría de los chilenos nos ganamos la vida. Pero no es solamente eso, es mucho más que eso: es la forma de realizarnos como personas, de sentirnos útiles, de sentirnos integrados a la sociedad, de sentir que hacemos un aporte para nuestras familias y para nuestro país.
 
De hecho, en la única parte en que la palabra “éxito” está antes que la palabra “trabajo”, es en el diccionario.  En la vida, todos sabemos que primero viene el trabajo y después vienen los logros.
 
Y es muy importante tener conciencia de eso, porque el trabajo tiene una doble naturaleza.  Miren, hay un libro, el primer libro de la Biblia, del Antiguo Testamento, que se llama el Génesis, que lo resume todo, porque dice Dios: “Creced y multiplicaos, dominad la Tierra con vuestro trabajo, con vuestra inteligencia”. Es una invitación a completar, terminar el proceso maravilloso de la Creación, es la parte creativa, entretenida, motivante.
 
Pero en ese mismo libro del Génesis Dios nos dice: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”, que es la parte dura, tediosa, sacrificada, que también acompaña al trabajo.
 
Hay una historia, que a mí me encanta, en la época feudal, de un señor feudal que va a caballo hacia Colonia y se encuentra con tres hombres picando piedras, y les pregunta ¿qué están haciendo? El primero dice “yo estoy picando piedras”; el segundo dice “yo me estoy ganando la vida”; y el tercero dice “yo estoy construyendo la Catedral de Colonia”. Qué pena el primero, que sólo piensa que estaba picando piedras; el segundo, por lo menos lo hacía para ganarse la vida; pero el tercero, le daba un sentido trascendente al trabajo, él estaba construyendo la Catedral de Colonia.
 
Y yo les aseguro, todos nosotros vamos a tener que picar muchas piedras en nuestras vidas, la parte dura, difícil, tediosa, sacrificada del trabajo, pero nunca, nunca, ni siquiera en los momentos más oscuros, nos olvidemos que estamos construyendo nuestra propia Catedral, que es el proyecto de nuestras propias vidas.
 
Por eso es tan importante el trabajo en nuestra sociedad.
 
Pero además, nunca nos olvidemos que trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar. Y, por tanto, una de las prioridades de nuestro Gobierno es hacer más compatible el trabajo con la familia, con los amigos, con el deporte, con la cultura, con la recreación. 
 
Y por eso vamos a buscar formas para que trabajo y familia, trabajo y deporte, trabajo y recreación, trabajo y cultura, se hagan más compatibles. 
 
Y eso requiere, por supuesto, confianza en los trabajadores, confianza en que saben tomar sus propias decisiones y dar más oportunidades para que las partes puedan acordar cómo organizan sus vidas.
 
Desde ese punto de vista, la misión que nosotros tenemos para Chile, porque cada generación tiene una misión. El padre Hurtado decía que “la patria es mucho más que sus paisajes, sus montañas o sus fuerzas armadas, era una misión a cumplir”.
 
Nuestros padres hicieron una gran misión: recuperaron nuestra democracia y nuestra libertad.  Nosotros tenemos otra misión a cumplir, que es conquistar el desarrollo, derrotar la pobreza, crear oportunidades para que todos puedan desarrollar sus talentos y brindar seguridades, para que todos puedan vivir la vida con dignidad.  Ésa es la gran tarea que tenemos por delante.
 
Y nosotros queremos lograr un Chile desarrollado, en forma integral e inclusiva, sin pobreza, con oportunidades y seguridades para todos, antes que termine la próxima década, que ya está golpeando nuestras puertas. O sea, una misión para los que estamos aquí, no para nuestros hijos o nuestros nietos. Eso es lo que le queremos legar a nuestros hijos y a nuestros nietos.
 
Y eso se hace mejor sumando que dividiendo; se hace mejor uniendo que separando; se hace mejor respetando que descalificando; se hace mejor colaborando que confrontando.
 
Por eso yo, como Presidente de todos los chilenos, nunca me canso de predicar y practicar la unidad, porque una casa dividida no llega a ninguna parte.
 
Por eso yo quería aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes la importancia de crear muchos y buenos empleos. No hay mejor política laboral que el pleno empleo. Cuando hay pleno empleo suben los salarios, mejoran las condiciones de trabajo, los empleadores se preocupan más de la calidad de vida de sus trabajadores y ningún trabajador vive con miedo a perder la pega.
 
Cuando hay alto desempleo, los salarios caen, las condiciones de trabajo se deterioran, los empleadores se preocupan menos de sus trabajadores, y mucha gente vive con temor a perder la pega.
 
Por eso es tan importante crear muchos y buenos trabajos, que fue una de las primeras prioridades de nuestro Gobierno anterior, en que logramos crear más de 1 millón de empleos, empleos con contrato, con seguridad social, con previsión, y logramos bajar la tasa de desempleo prácticamente a niveles de pleno empleo. 
 
Bueno, ahora tenemos que lograr nuevamente la misma meta.
 
Y por eso, yo quiero plantear que crear buenos trabajos tiene esa doble importancia: que la gente pueda ganarse la vida con mayor dignidad y tenga una mejor calidad de vida y que la gente se pueda sentir útil, integrada, que pueda crecer con su trabajo.
 
Por esa razón, es muy importante crear trabajos, y para crear trabajos hay que hacer que la economía crezca.  Cuando la economía se estanca, no se crean trabajos, y cuando la inversión cae, cuando la productividad cae, cuando la economía no crece ¿qué pasa?  Los trabajos no se crean o se crean trabajos muy precarios, en condiciones muy desfavorables, sin contrato, con salarios bajos, sin seguridad.  Eso es lo que queremos cambiar.
 
Por eso es importante el crecimiento económico porque nos ayuda a crear buenos trabajos y muchos trabajos, ayuda a mejorar los salarios, ayuda a crear oportunidades, ayuda a que las Pymes puedan crecer y también aporta recursos al Estado para financiar el gasto social.
 
Quiero también compartir con ustedes algunos proyectos en los cuales hemos estado trabajando y que van a estar en la agenda, algunos en el Congreso, otros directamente a su implementación en los próximos días o semanas:
 
Primero, el proyecto de sala cuna universal. Hoy día sólo las mujeres que trabajan en empresas que tengan más de 20 trabajadoras, tienen derecho a sala cuna y eso es como el 20% de las mujeres.
 
Queremos que todas las mujeres trabajadoras chilenas tengan derecho a la sala cuna y ése es el proyecto de sala cuna universal que está en nuestro programa de Gobierno y que vamos a impulsar durante nuestro Gobierno. Porque eso les hace bien a las mujeres, que sienten que pueden trabajar sin estar preocupadas del bienestar de sus hijos, y les hace bien a los niños que están en un lugar donde son queridos, acogidos, bien tratados, educados. Y eso significa tener buenas salas cunas.
 
Segundo, queremos hacer que la educación preescolar -porque la sala cuna va desde 0 a 2 años, la educación preescolar que es básicamente prekinder y kínder- también sea gratuita y de acceso universal.
 
Nosotros ya establecimos que el kínder, en la Constitución, sea obligatorio y gratuito para todos, queremos ir un grado antes, porque mientras más temprano lleguemos con educación de calidad a nuestros niños, más posibilidades tenemos de poder corregir las carencias y las deficiencias que muchas veces traen desde sus hogares, nivelar la cancha y tener un país más justo, con mayor igualdad de oportunidades.
 
Tercer proyecto, facilitar el trabajo de la gente. Vamos a enviar un proyecto de ley que es el estatuto del trabajo joven, para que los jóvenes que tienen que estudiar puedan compatibilizar mejor sus estudios con sus trabajos, los que quieran trabajar. Hoy día sólo el 9% de los jóvenes trabaja, en Europa es casi el 40%, en Estados Unidos es más del 50%. ¿Por qué? Porque no le hacemos fácil que puedan trabajar, los que quieran, y al mismo tiempo puedan estudiar.
 
Lo mismo vamos a implementar -y en plenitud- la Ley de Incorporación de los Discapacitados, que es la Ley de Inclusión, que establece una cuota en todas las empresas públicas y privadas para trabajadores que tienen algún grado de discapacidad.
 
Vamos también a facilitar el acceso al trabajo de los adultos mayores porque los adultos mayores -y veo a algunos aquí-, a lo mejor tenemos más de 65 años pero eso no significa que no estemos con ganas, con fuerza y preparados para trabajar, pero queremos el facilitarles el trabajo a los adultos mayores, tal vez con horarios más flexibles, horarios más cortos, pero sí queremos que los adultos mayores -que quieran- puedan seguir siendo parte del trabajo, la cultura y del deporte en nuestra sociedad.
 
Lo mismo con las mujeres. Muchas mujeres quieren trabajar, pero también tienen que cumplir obligaciones o responsabilidades familiares, que tienen que compartir con los hombres: facilitar el trabajo de la mujer. Por eso, vamos a impulsar con mucha fuerza la Ley de Teletrabajo o trabajo desde el hogar.
 
En el pasado, en la Revolución Industrial, las fábricas, en las líneas de producción, exigían que todo el mundo se movilizara de sus hogares a un lugar y ahí trabajan todos. Ése es el mundo del siglo XIX. Hoy día, muchos trabajos se pueden hacer desde el hogar, con mayor libertad, con mayor flexibilidad, con mayor posibilidad de compatibilizar con la vida en familia, y vamos a ser un mundo más feliz para los que puedan trabajar desde el hogar y menos congestión, menos contaminación, menos accidentes de tránsito.
 
Finalmente, tenemos un compromiso muy fuerte con mejorar la calidad de la educación, porque con esta calidad de la educación, créanme, no vamos a llegar a ninguna parte. Estamos en medio del siglo XXI, la sociedad del conocimiento y la información, la revolución tecnológica y, por tanto, hoy día saber leer y escribir ya no es suficiente: para ser ciudadano del siglo XXI tenemos que mejorar la calidad de la educación en todos los niveles y mejorar la calidad de la capacitación de nuestros trabajadores.
 
Porque el gran desafío del siglo XXI es la obsolescencia, avanza tan rápido el conocimiento, la tecnología, que es muy fácil quedarse obsoleto y para luchar contra la obsolescencia hay que ir tan rápido como avanza la sociedad, y eso requiere buena educación, buena capacitación.
 
Y por supuesto vamos a modernizar la Dirección del Trabajo, para que puedan defender mejor -y en forma más oportuna- los legítimos derechos que los trabajadores. Ahí tenemos algunos de los proyectos que estamos impulsando, igual como incorporar a los trabajadores independientes, en forma gradual, a los sistemas de protección social, porque hoy día la inmensa mayoría de ellos no están protegidos por el sistema de protección social.
 
Y por último el compromiso que tenemos con las pensiones, mejorarles las pensiones a todos los jubilados chilenos pero muy especialmente a tres grupos: a los más vulnerables; a las mujeres, que tienen una situación especialmente grave; y a la clase media de nuestro país, que muchas veces aportan mucho y casi nunca reciben lo que les corresponde.
 
Por eso yo quería anunciar, ésta es nuestra agenda laboral, que queremos impulsar y que naturalmente lo hacemos pensando en una sola cosa, cómo hacer que todos los chilenos, incluyendo sus casi 9 millones de trabajadores, y recordémonos, hoy día tenemos más 600 mil personas sin trabajo y si igualamos la tasa de participación de la mujer en la fuerza de trabajo a la que tienen los países de la OECD, un millón de mujeres podrían incorporarse a la fuerza de trabajo. O sea, hay mucha gente que va a pedir, que va a necesitar un trabajo y, por tanto, un buen gobierno tiene que anticiparse a eso y crear los trabajos, para que cuando la gente quiera trabajar, encuentre un trabajo digno, con una remuneración justa, que le permita crecer en la vida.
 
Y por esa razón, yo quiero terminar estas palabras saludando a los trabajadores chilenos, a esos millones y millones de hombres y mujeres que todos los días se levantan temprano, trabajan duro, entregan lo mejor de sí mismos para ayudar a sus familias a tener una mejor vida, pero también a ayudar a nuestro país a lograr ser un país desarrollado y sin pobreza.
 
Por eso, alzamos nuestras copas por los trabajadores y las trabajadoras chilenas que están muy bien representados en esta mesa.
 
¡Vivan los trabajadores! ¡Viva Chile! ¡Qué Dios bendiga a nuestra patria!
 
Muchas gracias.