S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza el Innovation Summit Chile-India.
Resulta muy sorprendente pensar que hace 20 años, un poquito más de 20 años, 21 años, mi generación estaba saliendo del colegio y cuando salimos del colegio, del liceo, no había internet en los celulares. Creo haber sido parte de la última generación que estudió en la universidad sin computadoras o internet dentro de la sala de clases. Y, por lo tanto, somos también la generación que ha visto la vertiginosa evolución de las tecnologías digitales de manera tan veloz, tan rápida que cuesta dimensionarla. A veces cuando algo anda tan rápido es necesario detenernos un segundo y darnos cuenta dónde estamos.
Los cambios tecnológicos en la historia del mundo nunca habían sido tan rápidos como ahora. Desde la agricultura en la antigua China hasta la máquina vapor en la Revolución Industrial, la construcción en línea de automóviles a fines del siglo XIX en Estados Unidos, el material de guerra, todo eso se tomaba tiempo que costaba generaciones. Hoy día ya no son generaciones.
Cuando me saludan acá en la India, de hecho, cuando nos bajamos del avión en Bangalore y estaban esperándonos con las flores, el primer representante del gobierno me dijo: “¿Quién es usted?". Se sorprendió y dijo: “pero ¡cómo tan joven! ¿Cómo es posible?”. Todavía me dicen joven, tengo 39 años, y la verdad es que ya a mi generación le cuesta mucho entender a las generaciones que son más jóvenes.
Por lo tanto, me gustaría plantear, más allá de los números, más allá de cuánto hemos invertido, más allá de todos los startups y unicornios, me gustaría plantear también un desafío generacional. Tenemos que conversar más entre nosotros para entendernos.
Quienes son un poco menores que quienes hoy día tenemos 40 años, son nativos digitales. Nuestros abuelos, me imagino que los de la gran mayoría que están acá, no alcanzaron a ocupar computadoras ni celulares. Y hoy día pareciera inevitable o absolutamente necesario prácticamente para sobrevivir. Es impresionante como uno ya no puede ir un restaurante si es que no tiene un celular inteligente, porque no puedes ver la carta.
Los cambios que se están produciendo son cambios culturales que cambian nuestras maneras de asociarnos, nuestras maneras de relacionarnos y también tenemos que reflexionar respecto a eso. Así que, permítanme poner un pequeño matiz y un debate posible respecto a los empleos del futuro.
Cuando se dice que el 85% de los empleos del futuro van a estar vinculados a ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería, yo quiero decir también que vamos a seguir necesitando las artes, la literatura, la sociología, la antropología, poder entendernos porque si hay algo que hemos conversado también durante este viaje es que si bien la ciencia, la tecnología y el comercio nos unen para poder entendernos mejor sin pretensiones hegemónicas, donde una cultura aplaste a otra y, por lo tanto, termine arruinando la diversidad que es lo que le da riqueza a la humanidad, tenemos que ser capaces de mirar y respetar las culturas que no son las propias.
Eso implica educación también y una visión humanista que no es contradictoria con lo que estamos hablando acá. Una visión humanista de respeto a las diferentes culturas, por cierto, con los límites del respeto a los derechos humanos universales que nos hemos dado como civilización.
Quería poner este punto porque a veces es fácil, en medio de esta vorágine tecnológica y de los rápidos avances que tenemos, perder de vista para qué. ¿Para qué hacemos todo esto? Me gustaron mucho las exposiciones de las startups que hacían y cuando en particular Komal mencionaba y mostraba cómo el celular sirve para la educación de niños y niñas. No olvidemos que en todos estos cambios que estamos haciendo no se trata de tener un nuevo “Silicon Valley” –de hecho, ojalá tengamos otros nombres para no copiarle a los gringos– sino de mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos, que nuestra gente viva mejor.
Ese 8% de crecimiento que tiene Bangalore en la práctica, en lo que se traduce, es que los habitantes de esta provincia van a tener condiciones materiales de vida mucho más dignas mucho más rápido. Por eso es importante el crecimiento.
El crecimiento potencial de Chile según los analistas a futuro está en el orden del 2%. Es muy bajo. El año pasado crecimos al 2,6%. Yo estoy convencido que Chile puede más, pero no solamente para subir en los rankings, sino para mejorar la salud pública, para que la gente tenga atención de calidad, para que haya más parques en los barrios más pobres, para que la cantidad de metros cuadrados de áreas verdes no distinga entre quiénes tienen más recursos respecto de quiénes no tienen. Para que la conectividad de una persona que vive en el sur de Chile pueda ser igual de buena que alguien que vive en la zona centro-sur o la zona centro-norte.
La tecnología, y este es mi punto central, tenemos que encauzarla para mejorar las condiciones de vida de la humanidad. Creo que las startups que han presentado acá tienen eso de fondo, es finalmente lo que nos mueve.
Entonces, bienvenidos los ecosistemas de innovación, bienvenidos todos los scaleups. Ojalá tengamos mucho más gacelas y unicornios. Pero no perdamos de vista el fin último de esto, que es que vivamos mejor, que nos encontremos más como sociedad, que aprendamos los unos de los otros. Al final del día, que nos queramos un poquito más.
Puede parecer naif, un poco ridículo. Pero quiero defender desde mi posición, como Presidente de la República de un país pequeño, mediano, que es tremendamente importante defender valores también en la discusión tecnológica.
Hoy día, si ustedes ven en qué se centra el debate de la tecnología en los grandes titulares en estos últimos días en materia de tarifas, en la guerra por los semiconductores entre Estados Unidos y China, en la necesidad de Europa de volver a aumentar el presupuesto en materia de defensa. Y estamos perdiendo el foco.
Ayer estuvimos con niños en una escuela de la India que habían desarrollado, y lo contábamos en el evento que tuvimos ayer, entre otras cosas, un dron que ayudaba a fertilizar los campos de la India y que había logrado bajar en un 90% el precio de ese dron que era inaccesible antes para campesinos pobres.
Para eso es la tecnología finalmente. No para la acumulación de la riqueza o la competencia entre países por enemistades circunstanciales. La historia nos enseña mucho respecto a esto. Miremos también un poquito más la historia. Cuando empezamos a competir y acelerar una competencia para tratar de ganarle al otro en vez de colaborar, al final terminamos destruyéndonos a nosotros mismos.
Hoy día, con el nivel de tecnología que tenemos, vuelve a la cabeza de varios de nosotros la idea del “Mad”. “Mad” significa loco, pero significa también “Mutually Assured Destruction”. Entonces, en estos días démosle una dimensión ética también al avance de la tecnología.
Dicho esto, es para mí realmente un honor estar en Bangalore, en esta capital tecnológica de este país apasionante, hermoso, inescrutable que es la India. Porque resulta un símbolo de cuán lejos puede llegar la innovación y acá se ha demostrado largamente con datos.
Uno de los objetivos de nuestra visita a India con una delegación transversal de parlamentarios de diferentes sectores políticos, de emprendedores, empresarios, profesores, servidores públicos, es aprender de vuestra experiencia en esta materia como, por ejemplo, con la mesa redonda de tecnología el día de ayer, con esta cumbre de innovación y también formar redes.
El MoU que firmamos recién… me da mucho orgullo saber que van a tener que cambiar el PowerPoint, porque ya no son 15, son 16 los que van a tener desde Bangalore, y somos el primero de América Latina. Eso es un tremendo orgullo, estamos avanzando.
India, en este sentido, ha demostrado un liderazgo y una capacidad excepcional para colocarse en la frontera del conocimiento y Karnataka, en particular, se ha convertido en un epicentro de esta revolución en materia de inteligencia artificial, de biotecnología, de semiconductores, atrayendo inversiones globales. Pero como bien decía el ministro, no solamente atrayendo inversiones, sino generando cadenas de valor locales, mejorándole la calidad de vida a la gente acá.
Desde nuestro país observamos con mucho interés estos avances y queremos profundizar nuestra participación y colaboración en nuestros desarrollos. Por eso la Karnataka Innovation and Technology Society y la Global Innovation Alliance son instancias de las cuales hoy día queremos ser parte.
Ya lo decía nuestro vicepresidente de CORFO, que me alegro mucho de cuando tomamos la decisión en conjunto con el ministro de economía, Nicolás Grau –que no nos pudo acompañar este viaje– de nombrar a José Miguel Benavente, porque sabíamos que teníamos la intuición más bien de darle a la innovación en ciencia y tecnología una visión no sólo académica, sino también desde una perspectiva reindustrializadora. Y eso es en lo que hemos estado trabajando y que poco a poco empieza a dar sus frutos. Es lo que corresponde y por eso es importante la presencia de distintos parlamentarios acá, es que este tipo de cosas se transformen en políticas de Estado.
Estos avances no son casualidad. Yo no voy a repetir los números que ya dijo José Miguel de Chile porque no tiene sentido vanagloriarse de cosas que cambian permanentemente. Ya los dijo, están sobre la mesa, estamos orgullosos de ello. Mi punto es que estos avances no son casualidad. Son el resultado de políticas públicas serias de largo plazo, de una institucionalidad que funciona y de un respeto a las instituciones que es lo que nos permite progresar como país. Los gobernantes, los gobiernos y los presidentes pasan, pero las instituciones quedan y por eso es importante fortalecerlas.
La CORFO en este sentido ha sido un pilar clave para el desarrollo del país y hoy día la estamos reinventando. La CORFO, los chilenos saben, se creó a propósito de un terremoto que destruyó parte importante del centro sur de nuestro país en 1938. Se pensó con el objetivo de industrializar el país desde una perspectiva más bien local. Hoy día la CORFO toma otra dimensión, una dimensión global que no se imaginan el orgullo que nos da ver en un startup de la India el logo de la CORFO de Pedro Aguirre Cerda. Es tremendamente emocionante.
Startup Labs liderado por Fundación Chile, que hoy día lidera nuestro compañero Pablo Zamora, que además es un innovador y no sólo un innovador en materia de crear empresas, como lo hizo en su momento, sino que también tiene un restaurant en Isla Negra en la casa de Pablo Neruda, que se los recomiendo a cuando vayan a Chile, la Casa del Poeta. Tiene un restaurant ahí que es realmente impresionante.
Estamos haciendo una red de hubs tecnológicos que busca acelerar los startups de base científica tecnológica en sectores estratégicos, donde tenemos ventajas comparativas en Chile, como son las energías renovables, la biotecnología y estamos avanzando también en digitalización industrial.
La inauguración del Startup Lab 0.1 en Santiago va a marcar un hito en nuestra apuesta por el ecosistema de innovación en un impacto global, que lo vamos a hacer además paralelo, no paralelo exactamente, pero en el mismo año en que vamos a lanzar el Centro Aeroespacial. Vamos a colocar la primera piedra del Centro Aeroespacial de Chile en Cerrillos, donde nuestro objetivo es construir nuestros propios satélites.
Ahora el potencial de las startups va más allá de nuestras fronteras. Tenemos que expandir nuestra red de colaboración y encontrar socios estratégicos que compartan nuestra visión y por eso estamos hoy día en India.
Hay más de 100 empresas de alto potencial, un ecosistema vibrante de startups y que el talento es de las pocas cosas en países desiguales que está igualmente distribuido. Es cosa de encontrarlo, de estimularlo, de dar las oportunidades y por eso la educación es tan importante.
Chile al firmar este acuerdo e incorporarnos a la Global Innovation Alliance nos va a permitir echar lazos entre nuestros ecosistemas de innovación, facilitando el intercambio de startups y de investigadores e inversores entre Chile y Karnataka.
Chile es el primer país de América Latina en formar parte de esta alianza y para India esto significa abrir un canal directo de colaboración con el ecosistema de innovación más dinámico de América Latina. Para nuestro país, lo que representa es una plataforma para conectarnos con uno de los mercados tecnológicos más avanzados y con mayor crecimiento del mundo. Pero no es una política aislada: lo hicimos también en Emiratos Árabes Unidos, lo hicimos también en China.
Queremos seguir avanzando y colaborando con el mundo. Cuando una parte del mundo se cierra, nosotros apostamos contracorriente y lo hacemos orgullosos.
Más allá de los acuerdos y las cifras, lo que estoy diciendo y lo que está detrás de todo esto es que nos une una visión compartida del futuro en que la innovación es el motor del desarrollo sostenible para enfrentar las crisis que hoy día son globales.
Piensen ustedes que los principales desafíos que enfrentamos como humanidad no les importa la frontera que podamos tener entre Chile y Perú, India y Pakistán, Argentina y Paraguay; sino que lo relevante es que las pandemias que vendrán, los fenómenos migratorios, las crisis climáticas, las crisis económicas, las guerras comerciales, son fenómenos globales y, por lo tanto, requieren respuestas globales.
Acá nadie se va a salvar por sí mismo. El que crea que se puede salvar solo, desde nuestra perspectiva al menos, puede tener algunos éxitos en el corto plazo, puede cosechar aplausos en el corto plazo, pero al final del día la solución va a ser siempre colaborativa, como nos ha enseñado la misma historia.
Chile está apostando fuerte por la innovación en sectores estratégicos. En minería estamos desarrollando tecnologías que sean más sostenibles para la extracción del litio, el cobre y minerales esenciales para la transición energética global. Estamos haciendo minería con sentido para enfrentar la crisis climática.
Santiago, en particular, es la ciudad con más buses eléctricos del mundo circulando hoy día después de China. Y decidimos no quedarnos solamente en Santiago, sino que lo hemos expandido cada vez más a regiones, a Antofagasta, Rancagua, Punta Arenas, Concepción.
Estamos avanzando en la consolidación de la industria del hidrógeno verde con proyección internacional y en biotecnología explorando soluciones innovadoras para la agricultura sostenible.
Ahora José Miguel decía algo que también es importante. Todo esto implica también una dosis de riesgo. Acá no hay sandías caladas. Y muchas veces cuando el Estado emprende acciones que son riesgosas, cualquiera, una empresa privada o el Estado emprende acciones que son riesgosas, existe la posibilidad de fracasar. Pero eso no significa que haya que dejar de hacerlo. El Estado tiene un deber mayor de cuidar los recursos que son de todos nuestros contribuyentes.
Pero yo pido que se juzgue el resultado global, un resultado más de largo plazo, más integral, no solamente por el éxito o fracaso de un proyecto en particular. Porque es muy fácil echar abajo todo un sistema por algo pequeño que no funciona. Yo prefiero tratar de arreglar eso pequeño que no funciona si es que estamos convencidos de que el ecosistema de innovación que estamos impulsando, en particular desde CORFO, en alianza con la Cancillería, con toda la pega que está haciendo ProChile y InvestChile, vale la pena.
Vamos a tener tropiezos en esto. Acá yo no quiero venir desde Chile a venderle a ustedes, empresarios indios, un paraíso, porque los paraísos no existen en la Tierra. En Chile tenemos desafíos que resolver en materia ambiental, en materia de permisos, en relación con las comunidades, pero estamos trabajando en ello. Reconocemos los obstáculos y estamos trabajando para superarlos.
Yo soy optimista, tremendamente optimista respecto del futuro de mi país, porque creo que tenemos las condiciones no solamente naturales, sino también humanas para poder sacarlo adelante y a la hora de los quiubos, a la hora de salir, como decíamos ayer, nos unimos como país y las diferencias quedan de lado.
Queremos que nuestras startups trabajen junto a las de ustedes, que los investigadores colaboren en el desarrollo de nuevas tecnologías y que los inversores de ambos países encuentren en esta alianza una plataforma para impulsar sus proyectos. Para esto tenemos que seguir trabajando en un intangible que es fundamental, que es la confianza. Confianza entre las partes y confianza entre nosotros.
Estrechemos también lazos entre nuestros pueblos. Culturalmente, históricamente, aprendamos los unos de los otros. Tenemos muchísimo que aprender. Seamos curiosos, conozcámonos más en música, en literatura, en la industria del cine, en la arquitectura, en sus paisajes naturales, en el turismo, en la historia de nuestros pueblos. En definitiva, hermanémonos no sólo en los negocios, sino también hermanémonos como pueblos.
Bangalore es un símbolo de lo que se puede lograr cuando el talento, la inversión y la política pública convergen para impulsar la innovación. En Chile estamos siguiendo esa misma senda.
Innovadores e inversores aquí presentes, quiero extenderles una invitación: Chile está abierto al mundo y listo para colaborar y queremos que nuestras startups crezcan con ustedes. Queremos que este sea el comienzo de una relación sólida, estable, duradera y de aprendizaje mutuo.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la inauguración de las Fondas del Parque O’Higgins, junto al alcalde de Santiago, Mario Desbordes, autoridades nacionales, regionales y locales.
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Parque O'Higgins. Ingreso de prensa por calle Rondizzoni.martes, 16 de septiembre de 202520:45
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la inauguración de las Fondas del Parque O’Higgins, junto al alcalde de Santiago, Mario Desbordes, autoridades nacionales, regionales y locales.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto a la ministra de Minería, Aurora Williams, y el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, recibe en audiencia al CEO de Anglo American, Duncan Wanblad.
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Palacio de La Monedamartes, 16 de septiembre de 202511:00
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto a la ministra de Minería, Aurora Williams, y el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, recibe en audiencia al CEO de Anglo American, Duncan Wanblad.