S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa de la sesión inaugural de la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID

28 MAR. 2025
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de Hacienda, Mario Marcel, y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, participa de la sesión inaugural de la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID.

Muy buenas tardes a todas y todos los presentes:
 
Ha sido realmente un honor para nuestro país y para nuestro Gobierno el haber sido sede este año de los Encuentros Anuales del BID. Cuando el ministro Marcel me lo planteó, allá por el 2022, en ese momento no dimensioné la importancia, pero el ministro Marcel fue muy insistente y me alegro que lo haya sido porque nos ha permitido, además del trabajo cotidiano con el BID durante todo este tiempo, conocer más en profundidad tanto su gobernanza como el tremendo aporte que significa para la mejora en la calidad de vida concreta de las personas.
 
Vengo llegando ahora de un pequeño pueblito enclavado cerca de la cordillera, que se llama Catemu, donde estuvimos lanzando la nueva implementación del programa de Royalty Minero, que le da un financiamiento muy importante a la gran mayoría de las comunas de nuestro país, un financiamiento que no tenía.
 
Cuando veo los programas de apoyo que tiene el BID al Gobierno Nacional, pienso cómo muchas de las políticas públicas que se van a hacer con los recursos del Royalty se van a hacer mejor, por ejemplo, gracias al fortalecimiento de los gobiernos regionales que estamos impulsando con el BID. O al proceso de mejora de las compras públicas que estamos haciendo con el BID. O el programa de apoyo a los gobiernos regionales que estamos haciendo con el BID.
 
Esto lo pienso en Chile, pero acá yo entiendo que no le estamos hablando solamente a Chile, les estamos hablando a los 48 países integrantes del BID. Me regalaban recién una réplica pequeña de todas las banderas que forman parte de esta organización y, de verdad, a cada uno de ustedes los invito a pensar no solamente en el BID como esta institución multilateral que está en algún lugar etéreo fuera de nuestros países, sino cómo el BID impacta en sus territorios, en cada uno de sus países, los diferentes programas. Al final, a una niña, un adulto mayor, una mujer que cuida a una persona enferma, a una persona adulta mayor o a un niño, cómo una comunidad se ve favorecida por el trabajo en conjunto que nuestros gobiernos hacen con el Banco Interamericano del Desarrollo.
 
Eso no es obvio porque muchas veces las políticas públicas o cuando estamos en este tipo de debates cuesta mirar finalmente el receptor final. Pero pensemos en ellos, a ellos nos debemos y a ellos estamos ayudando. Ellos seguramente no van a saber o no conozcan quizás al BID, pero es importante que nosotros sí sepamos que estas alianzas sirven.
 
Por eso, para mí, también es un tremendo orgullo que nuestro ministro de Hacienda, Mario Marcel, sea el nuevo presidente de la Asamblea de Gobernadores porque es un tremendo reconocimiento a su trayectoria y también a la forma en que ha guiado las finanzas públicas de nuestro país. Donde recibimos un país con una situación fiscal muy difícil producto de los efectos de la pandemia y algunas decisiones. Y gracias al manejo, seriedad, responsabilidad y resiliencia del ministro Marcel y su equipo hemos logrado sacarlo adelante, y Chile ha retomado la senda del crecimiento.
 
Autoridades, gobernadores del BID, académicos, expertos invitados:
 
Esta asamblea, además, como me imagino ronda en el aire, se da en un momento clave para el mundo y para nuestro país, donde el multilateralismo está siendo cuestionado, donde la colaboración entre países está siendo amenazada. Acá quiero decir, desde nuestro país mediano que es Chile, pero un país orgulloso, un país inserto en el mundo, que nadie, ningún país por poderoso que sea va a poder enfrentar los múltiples desafíos que tiene la humanidad hoy día de manera aislada. Nos necesitamos los unos a los otros, nadie se va a salvar solo.
 
Y es que la búsqueda de prosperidad y de bienestar para nuestros pueblos nos exige trabajar unidos, más allá de nuestras diferencias circunstanciales.
 
A propósito de ciertas polémicas que hemos tenido con algunos gobiernos de la región, yo les he tratado de transmitir a mis pares que los gobiernos pasan los pueblos y las instituciones quedan. Por lo tanto, es nuestro deber como gobernantes pasajeros cuidar a nuestros pueblos y a nuestras instituciones. Que está ahí justamente la clave del éxito del desarrollo de los países, como tan bien lo expresaran en este libro, ya tan conocido, “¿Por qué fracasan los países?” de  Acemoglu y Robinson.
 
El aislacionismo, el cortar puentes, el alzar muros, el imponer aranceles de manera unilateral no nos va a traer soluciones. Es el trabajo conjunto, cómo nos permite y nos ayuda el BID, justamente a encontrarnos más allá de esas diferencias, lo que nos va a permitir seguir desarrollándonos.
 
Y es que lo decía Ilan, algunos de los desafíos que tenemos hoy no reconocen las viejas fronteras nacionales. El crimen organizado las traspasa con indolencia y para enfrentarlo se requiere la coordinación entre nuestros países.
 
Los fenómenos migratorios en todo el mundo, en todos los lugares del mundo, no hay nadie exento de esto, están desafiando de manera tremenda a los gobiernos nacionales. Tenemos que trabajar en conjunto para ellos.
 
La triple crisis planetaria –cambio climático, contaminación y pérdida de la biodiversidad– son globales y de nada sirve que se aborden sólo desde la iniciativa de un solo país.
 
Por eso, a nosotros acá en Chile nos duele cuando se quema un pedazo del Amazonas. A nosotros en Chile nos duele o nos preocupa cuando hay una crisis migratoria en el Tapón del Darién. A nosotros en Chile nos preocupa la creación de bandas organizadas de tráfico de personas, tráfico de armas y tráfico de drogas, independiente de que pase o no dentro de nuestro territorio nacional porque sabemos que también vamos a ser afectados.
 
Por eso, no te preguntes por quién doblan las campanas, las campanas están doblando por ti.
 
El vertiginoso avance de la tecnología, un desafío que es fundamental. No tenerles miedo a los cambios tecnológicos, abrazarlos, pero hacerse cargo de direccionarlos, encauzarlos. Hace mucho tiempo, miles de años que la tecnología ha cambiado la vida de la humanidad y la vida de nuestro planeta, acelerado, por cierto, desde la Revolución Industrial y quizás este es el momento de mayor aceleración que han tenido los cambios tecnológicos.
 
La discusión respecto de cómo los cambios tecnológicos permiten una mejor distribución o una nueva distribución de la riqueza y del poder es algo que se está jugando hoy día. En el viejo siglo XIX, en la Revolución Industrial, fueron los sindicatos y sus luchas sociales las que permitieron un equilibrio en esa redistribución.
 
Cuáles van a ser esas organizaciones hoy día de la sociedad civil y multilaterales que permitan que las nuevas tecnologías y la creación de nuevas riquezas permitan, a su vez, una mejor distribución del poder y no una acumulación en pocas y arbitrarias manos.
 
Por eso, los bancos de desarrollo y otros organismos multilaterales juegan un rol fundamental en favorecer la integración. Algo me decía Ilan que a mí me parece fundamental y muy interesante: una de las cosas que permite el BID es relaciones entre gobiernos que muchas veces pueden ser difíciles por incapacidad de quienes los lideramos. Gracias a instituciones como el BID esas relaciones y la integración regional, lo que estamos haciendo, por ejemplo, con la conexión interoceánica en el norte de Chile, el norte de Argentina, Paraguay y el sur de Brasil, en cuestiones como esas son importantes los organismos multilaterales.
 
El BID se ha destacado justamente por responder a esas necesidades y saber adaptarse.
 
Qué importante lo de cuidados, que el presidente del BID y nuestro ministro de Hacienda tengan tan incorporada la importancia y el reconocimiento de los cuidados.
 
Hoy día una mujer campesina me decía: “Gracias, Presidente, porque ahora me veo como cuidadora”. Antes no era reconocida, no se reconocía el cuidado como trabajo y el trabajo de cuidados –sostenido por las mujeres– sostiene las economías nacionales y eso durante mucho tiempo no se vio.
 
Me decía otra mujer cuidadora: “Yo soy pobre de tiempo”. Miren qué interesante el concepto: “Yo tengo pobreza de tiempo”. Cómo un programa como el que está impulsando el BID puede ayudar a enfrentar esa realidad.
 
Quiero destacar, en particular, el Programa de Gestión de Desastres del BID denominado “Preparados y Resilientes en las Américas”, que va a ser lanzado durante esta asamblea. Me orgullece mucho decir que este programa tiene el patrocinio de Chile, porque hemos vivido los diferentes desastres que muchas veces provoca la crisis climática o las condiciones azarosas de la naturaleza. En nuestro caso Chile, sabemos, es un país acostumbrado a esto, desde erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, incendios, maremotos. Pero lo que pasa acá, pasa también en muchos otros países de nuestra América.
 
Necesitamos ayudarnos, nadie tiene una respuesta solitaria. Si uno ve cómo países desarrollados como, por ejemplo, Canadá o hace poco Estados Unidos, en California, sufren los efectos devastadores de los incendios, cómo no vamos a ser capaces todos juntos ponernos de acuerdo para colaborarnos en los cambios de temporada o adaptarnos, anticiparlos.
 
Este programa va a incluir herramientas políticas y soluciones financieras para anticipar, prepararse y responder a las catástrofes y una alianza regional para la respuesta a desastres, que incluirá un mecanismo de coordinación regional para incendios forestales que tanto sufrimiento causan en nuestros pueblos.
 
En medio de los incendios forestales que vivimos hace dos años en Chile, yo estaba viajando día por medio al sur a los lugares afectados y en un momento me llegan dos cartas a la oficina, de los cientos de cartas que llegan, una era del BID y la otra de la CAF, entregando apoyo y no solamente con buenas palabras, sino con recursos para poder recuperar lo que se estaba perdiendo. Me sentí parte de algo más grande, sentí que había una comunidad que nos apoyaba.
 
Coincido también con el presidente del BID en la importancia de la colaboración entre el sector público y el privado, a través de alianzas estratégicas sólidas que sea un aporte real al desarrollo de nuestras naciones. Un desarrollo que debe ser sostenible e inclusivo, social y ambientalmente responsable y que distribuya de manera justa las riquezas que genera. Esto involucra una visión de Estados y de Gobiernos que estén comprometidos con sus pueblos y no sólo con sus élites.
 
Si Chile hoy tiene una posición de liderazgo en energías renovables o si estamos avanzando en industrias como la del litio y la del hidrógeno verde es, también, gracias a que hemos logrado pensar en el largo plazo, a que los proyectos o parte importante de los proyectos no tienen fecha de caducidad equivalente a la de los gobiernos.
 
En Chile los gobiernos duran 4 años y sin reelección. Es muy poco creo yo, pero así está hace tiempo, no porque quiera quedarme mucho tiempo más, sino porque realmente se hace corto 4 años. En Uruguay, por ejemplo, son 5 años y sin reelección. En Chile antes eran 6 años y sin reelección. En Estados Unidos son 4 años y con reelección. En otros son 5 y con reelección, etc.
 
Pero mi punto es que los grandes proyectos toman más de un periodo presidencial y hoy día en tiempos donde hay tanta alternancia, donde resulta tremendamente desafiante tener continuidad, creo que es muy importante que seamos todos capaces de pensar en proyectos de largo plazo y en cuidar a nuestras instituciones.
 
Por eso, en materia de hidrógeno verde nosotros estamos trabajando con la expresidenta Bachelet y el exministro de Energía del expresidente Piñera. O en materia de energías renovables no convencionales ha sido fundamental que se haya establecido y la hayamos entendido todos como una política de Estado que no se desarma cuando cambia el gobierno. Acá nadie va a venir con una motosierra a cortar ministerios para tratar de imponer su impronta, sino que entendemos que Chile tiene proyectos de largo aliento.
 
Hemos desarrollado estrategias y generado incentivos para avanzar juntos, Estado y privados, y favorecer la inversión en estas áreas. Lo decíamos a propósito de la Estrategia Nacional del Litio, del Plan de Acción de Hidrógeno Verde. Además, mantenemos una institucionalidad y condiciones sociales económicas estables y propicias para poder invertir y en esto el BID ha sido un aliado.
 
Estimados y estimadas:
 
La voluntad de trabajar y de colaborar con ustedes, entre nosotros, es un motivo de esperanza en estos tiempos turbulentos. Pero sabemos que nunca un mar en calma hizo a un marinero experto y por eso naveguemos juntos en estos tiempos difíciles en pos del bienestar de nuestros pueblos.
 
Muchísimas gracias a todos y a todas.