S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa desde el Palacio de La Moneda de la apertura del Encuentro Regional de Empresas 2024 de la Región del Biobío

22 OCT. 2024
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa desde el Palacio de La Moneda de la apertura del Encuentro Regional de Empresas 2024 de la Región del Biobío.

Muy buenos días, Paloma; muy buenos días Paul. Muchísimas gracias, Paul, por tus palabras que no evaden la realidad, pero invitan también a enfrentar los momentos difíciles con unidad, con resiliencia y a tomar las oportunidades que tenemos que, no tengo ninguna duda, Biobío está lleno de ellas.
 
Me encantaría estar con ustedes presencialmente allá. Estuve en el Biobío en octubre del año pasado, en abril y junio de este año y me comprometo desde ya, a antes que termine el año 2024, poder estar nuevamente con el objetivo de dar un impulso al Plan Biobío que ha estado empujando el ministro Grau y el Plan Más Movilidad que estamos trabajando, en conjunto con el MOP y el Ministerio de Transporte.
 
Quiero contarles que el ministro Grau, en las reuniones que tenemos, la palabra que más me menciona es “Biobío” y que está realmente entusiasmado sino obsesionado con sacar adelante este encuentro que tiene mucho de diálogo social, que es la manera en que nos interesa hacer las cosas como Gobierno.
 
Como ustedes saben, soy una persona de regiones. Nací en Magallanes, frente al estrecho, ahí siguen viviendo mis padres y sigue, de alguna manera, también mi corazón, es donde espero pasar mis últimos días. Y, por lo tanto, conozco de primera mano los estragos que genera el centralismo, que nos consume energías y que, muchas veces, nos priva también del desarrollo de nuestros talentos.
 
Conozco, por el relato de mis ancestros y de la misma comunidad, las épocas doradas como fue la del petróleo en Magallanes, con ese primer chorro que salió en la segunda mitad de la década de los 40 allá en el pozo Manantiales, donde estaba mi nono y como esas épocas doradas se esfuman y luego quedan como un vaho de nostalgia que deprime en lugar de inspirar.
 
Esta experiencia vital me hace empatizar profundamente con lo que se está viviendo en la Región del Biobío, en particular tras el cierre de Huachipato, que sé lo tremendamente importante que ha sido para el desarrollo de la región y, también, de Chile. Como bien decía Paul, seguramente todos en la región conocen a alguien que trabajó en la empresa de Huachipato.
 
Y es por esto que he encargado al ministro de Economía concordar un plan en conjunto con empresarios y con sindicatos para poder mitigar los impactos laborales de este cierre y, más importante aún, para impulsar el desarrollo de esta región. Los últimos días no han sido fáciles, pero he decidido estar con ustedes, aunque sea de manera virtual para dar una muestra de nuestro compromiso férreo con este plan.
 
Y es que Concepción y el Biobío nos han dado mucho. No podemos olvidar su papel en la independencia de Chile y en el desarrollo que hemos tenido como una acción. Sin sus heroicos mineros del carbón descrito tan hermosa y desgarradoramente por Baldomero Lillo, Chile no sería lo que es hoy.
 
Pero sabemos que eso no es todo, la Región del Biobío ha sido la región del acero, de la metalurgia, de la manufactura, de la industria, de los paños, de la cerámica. Es aquí donde está parte importante de nuestro patrimonio de plantaciones forestales, así como también la industria de la celulosa.
 
Esto se ha logrado gracias al empuje de trabajadores y trabajadoras, de empresarios, de emprendedores de Concepción, de Tomé, de Cañete, de Dichato, de Talcahuano, de Los Ángeles, de Nacimiento. Son muchas las familias que han sostenido la industria en la manufactura desde el Biobío para la patria entera. Esos saberes y experiencias viven, perviven en la historia colectiva de la región.
 
Esta región concentra también la industria pesquera, bien lo mencionaba Paul, tanto artesanal como industrial, que ha sido capaz a través de la historia de vencer los indómitos mares del Golfo de Arauco.
 
Es, también, la región donde existe un gigantesco bagaje cultural que no podemos olvidar. Pienso en los grandes encuentros de literatura latinoamericana de fines de los 50 y principios de los 60, hace poquito salió un libro sobre eso que recomiendo a quienes gusten de la poesía. Partiendo, por cierto, por la gloriosa Universidad de Concepción, que es un placer tan grande poder recorrerla como centro cívico, de alguna manera, de la ciudad. Una universidad abierta a todos sus ciudadanos. Y, también, menciono a la Universidad del Biobío, una universidad que desde la formación técnica ha contribuido, de manera sustantiva, al desarrollo regional.
 
En el Biobío hay un número importante de estudiantes, de académicos, de científicos, de técnicos que están en la punta de sus respectivas disciplinas. De hecho, es en la universidad de Concepción donde se ha inaugurado el primer doctorado en Inteligencia Artificial no en Chile, sino en toda América Latina.
 
Esta también es la región a la cual cantó Gonzalo Rojas, desde donde nacieron bandas como Los Tres y Los Bunkers.
 
Pero sabemos que no podemos vivir de glorias pasadas, hay algunas que siguen plenamente vigentes, por cierto, y tampoco podemos hacer que la historia vuelva atrás. Tenemos que mirar al futuro para poder encontrar cuál es el lugar desde el cual Biobío renace.
 
La región, sabemos y bien lo decía Paul, ha experimentado un declive en su industria manufacturera y tenemos un compromiso de revertirlo en conjunto con ustedes, con quienes están presentes día en IRADE, con quienes también –y entendemos– protestan afuera, con los habitantes, los vecinos y vecinos de la región. Lo estamos haciendo a través de un ambicioso Plan de Fortalecimiento Industrial, queremos recuperar la industria chilena a partir de la industria del Biobío.
 
Y aunque el domingo 15 de septiembre comenzó el proceso de apagado del Alto Horno de Huachipato, sabemos que la fuerza emprendedora, que la fuerza trabajadora del Biobío no se apaga.
 
Mi compromiso con ustedes y con la actividad económica e industrial del Biobío es el mismo que tengo con el país, pero que tiene un especial énfasis. Nuestro Gobierno está trabajando firmemente para retomar la senda del crecimiento y el desarrollo para Chile. Lo primero fue ordenar la casa, sortear las dificultades que dejó la pandemia que tanto nos golpeó, bajar la inflación con una política fiscal responsable y comenzar poco a poco a recuperar la actividad económica.
 
Y ahora es el momento de abrir nuevas posibilidades de desarrollo. Por ejemplo, mejorando y haciendo más eficiente y más racional el Sistema de Permisos que se ha constituido en una traba para la inversión, pero hacerlo también con responsabilidad ambiental y con compromiso social. Porque, como lo he dicho en otros foros empresariales, por ejemplo, en el último Encuentro de la Sociedad Nacional de Agricultura (ENAGRO), yo me rebelo a los pronósticos que condenan a Chile a la próxima década a crecer sólo a tasas del 2%. Estoy convencido de que podemos más.
 
Tal como el año pasado algunos vaticinaban que Chile iba a crecer sólo, si es que, al 1,5% y hoy sabemos que lo haremos al 2,7%, estoy seguro de que podemos avanzar más allá de los pronósticos; no estamos conformes, podemos más.
 
Pero aquí no se trata de mirar solamente indicadores macroeconómicos que, por cierto, son importantes, porque debemos tener ordenada nuestra economía, porque tenemos que volver a crecer firmes, sino también asegurar que el bienestar llegue a las personas, que la riqueza de Chile se distribuya equitativamente entre nuestro pueblo. Esa es la visión que sé, y creo que las palabras de Paul lo reflejan bien, se comparte en el Biobío. Por lo tanto, hago eco del lema de IRADE 2024 porque retomar la confianza en Chile, en sus instituciones, volver a creer y lograr lo que somos capaces si trabajamos juntos como Estado y sector privado es el desafío más grande que tenemos en este momento como país.
 
Hoy, las instituciones están en una crisis de confianza. Por eso, es importante que quienes tenemos cargos de responsabilidad, tanto en el sector público como en el privado, seamos honestos, vayamos de frente y tengamos la colaboración como primer objetivo dentro de nuestro pensar, más allá de la confrontación. En democracia siempre es legítimo tener posiciones distintas, pero nos debe unir el bienestar común de Chile. Nos debemos a los chilenos y chilenas.
 
Estimados y estimadas, el 16 de septiembre, a la mañana siguiente del cierre de Huachipato, presentamos el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío. Este plan no lo hicimos desde Santiago buscando un eslogan para aparecer dando respuestas, pero, al final del día, vendiendo humo. Lo más valioso de este plan es que fue construido con ustedes y fue fruto de un trabajo de meses.
 
Esta historia partió desde los trabajadores con las propuestas de 37 sindicatos industriales de la región, a quienes agradezco a Iván Montes, que es el vocero de la Mesa de Defensa del Empleo e Industria Regional del Biobío, su profundo compromiso con impulsar el desarrollo de su territorio. Luego fueron empresarios, emprendedores, sindicatos, académicos, el Gobierno Regional y las universidades que se unieron a este diálogo social.
 
Biobío, en estos momentos difíciles, está siendo protagonista de un espacio único de construcción público-privada en el que el diálogo entre sindicatos fuertes, entre empresas con visión de futuro y autoridades comprometidas con su pueblo no están negociando, sino que están en una permanente búsqueda de consensos para enfilar el camino al desarrollo. Es esta actitud, es este tipo de encuentros los que nos ayudan a avanzar y que queremos ver replicados en todo Chile.
 
El ministro Nicolás Grau va a profundizar en unas horas más, con ustedes en esta instancia, cómo las 32 iniciativas de este plan están pasando del papel a la realidad para crear empleo, proteger el empleo, proteger a las empresas proveedoras, fortalecer a los sectores forestales y pesqueros, acompañar a la industria con el potencial de dinamizar la producción y generar empleos de calidad, acelerando, de esta manera, la inversión regional. Además, mejorando la conectividad del Biobío, porque sabemos que ha sido una suerte de embudo para el desarrollo de la región.
 
Ahora bien, este encuentro tiene su foco en lo productivo, pero garantizar la seguridad es una condición habilitante para que las empresas grandes y pequeñas realicen su labor y activen encadenamientos productivos que beneficien a su entorno.
 
Durante nuestro Gobierno logramos quebrar, de manera significativa, el alza de la violencia rural y, en algunos casos, también del terrorismo que alcanzó su punto más alto el año 2021. Le puedo decir que al 13 de octubre de 2024 se reporta una disminución del 42,3% en eventos en la Región del Biobío respecto del mismo periodo, no del 2021 que eran muchísimos más altos, sino del 2023. Pero no nos conformamos, mientras siga habiendo un hecho de violencia, en conjunto con Carabineros, las Fuerzas Armadas, las policías, las autoridades regionales y, también, el sector privado, vamos a seguir trabajando de manera incansable.
 
El trabajo que estamos haciendo en toda la Macrozona Sur está dando resultados, vamos por la senda correcta y tenemos que seguir trabajando sobre estos avances. Espero que esto se constituya como una política de Estado, a propósito de la Comisión de Paz y Entendimiento que está pronta a entregar sus resultados porque esto va más allá de un Gobierno; los presidentes pasan, las instituciones quedan, los pueblos quedan y hay políticas que tienen que ir más allá de los cortos cuatro años que dura el gobierno en Chile.
 
Quiero que sepan que, además, estamos reforzando la fiscalización, la prevención y la articulación público privada para enfrentar el comercio ilegal. En abril de este año, el Consejo Regional de Seguridad Pública fijó al comercio ilícito ambulante como una de las prioridades de la región y estamos ocupados en acortar las brechas institucionales para poder desbaratar la red de proveedores de productos al comercio ilícito y la asociación ilícita.
 
En eso estuvimos trabajando y en parte de la recuperación del centro histórico de Concepción, con el alcalde de la ciudad de Concepción.
 
Estimadas y estimadas, creo que, pese a las dificultades, hay motivos para tener esperanza y buenas expectativas para el Biobío. La confianza y el optimismo, sin caer en el voluntarismo, generan círculos virtuosos que nos ayudan a mejorar. Ustedes están dando un ejemplo muy claro de esto y le están dando un ejemplo al resto del país al mostrar una tremenda capacidad de aunar voluntades en pos del desarrollo regional.
 
Juntos, Gobierno Nacional, Gobierno Regional, empresas públicas y empresas privadas, trabajadores, sindicatos, emprendedores, vecinos y vecinas, vamos a lograr que el Biobío vuelva a crecer con fuerza. Para eso estamos con ustedes, comprometidos con la Región del Biobío.
 
Muchísimas gracias. Un abrazo grande y nos vemos, presencialmente, antes de que termine el año.