S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la inauguración del Hospital Comunitario Intercultural de Lonquimay

22 AGO. 2024
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto a la ministra de Salud, Ximena Aguilera; la ministra de Obras Públicas, Jessica López; la ministra (s) de Agricultura, Ignacia Fernández; el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado; y el alcalde de la comuna de Lonquimay, Nibaldo Alegría, encabezan la inauguración del Hospital Comunitario Intercultural de Lonquimay.

Muy buenas tardes a todas y a todos los presentes, al lonko Eduardo Coyul, a Margarita Coyul, a Joaquín Meliñir, a Rosa Meliñir. Saludo a todas las autoridades presentes, gracias por acompañarnos al senador Quintana, al diputado Juan Carlos Beltrán con quien nos encontramos también ahí en Curacautín, donde aterrizamos, con los niños de un liceo, que fue bien bonito ese recibimiento y por acompañarnos recién a la comunidad de Pehuenco.
 
Hoy estamos por segunda vez en Lonquimay. En Chile son 345 comunas, como Presidente de la República, por supuesto, he visitado ya todas las regiones del país y he recorrido varias comunas, pero son pocas las comunas a las que uno puede ir dos veces y Lonquimay es una de ellas. Esta es la segunda vez que estoy en Lonquimay porque con la gente de Malalcahuello, de Sierra Nevada, de Pehuenco, de La Fusta, de Punta Negra, acá mismo en Lonquimay, a los más 11 mil habitantes y con el alcalde, adquirimos compromisos importantes en noviembre del 2022.
 
Para mí, tal como lo dije recién en Pehuenco, una de las características esenciales de la buena política es cumplir, cumplir con los compromisos que uno adquiere de cara al pueblo. Eso hicimos recién con el inicio de la construcción de los APR allá arriba en Pehuenco, eso estamos haciendo hoy con la inauguración del hospital, eso vamos a hacer con la construcción de la escuela también en Pehuenco.
 
Y tomo lo que nos decía el alcalde respecto de que el viejo hospital no quede tirado, sino que se transforme en un ELEAM, que acompañe y que sirva a los adultos mayores, a las personas mayores de la comunidad. Trabajemos en eso, ministra, porque me ha tocado ver a lo largo de Chile la renovación de la infraestructura hospitalaria en muchas partes, que es una gran noticia, pero muchas veces, me acuerdo del caso muy patente de Punta Arenas y Puerto Natales, donde grandes infraestructuras quedan votadas y después se van volviendo inhabitables. Por eso es importante que lo hagamos rápido, que esa infraestructura no se pierda y que podamos, tal como lo hemos hecho en otras comunas, recuperarla para poder seguir mejorando la calidad de vida de la comunidad.
 
Pero este es un hospital especial. Estuve ayer en Padre Las Casas en Makewe y permítanme contarles brevemente una experiencia que me marcó y, de seguro, va a ser un recuerdo que me acompañe para toda la vida. Los funcionarios y las funcionarias del hospital me regalaron un kultrún y, sin embargo, me dijeron que no lo toque porque justamente en ese momento había una machi que se estaba despidiendo y podía interrumpir su rito. Me invitaron a visitar a la machi Virginia, de avanzada edad, estaba seguramente en sus últimos momentos terrenales realizando un ritual propio de su cosmovisión mapuche, de alguna manera, despidiéndose, llamando a sus ancestros, a sus espíritus para que la vinieran a buscar y agradeciendo la vida vivida. Ella, con su kultrún, cantando en una rogativa, acompañada de una facilitadora intercultural también mapuche, en un marco de respeto por una cosmovisión que es distinta a la occidental y que está profundamente viva.
 
Esto a algunos, seguramente en el norte, en la capital, en las zonas urbanas no lo van a entender porque hay mucha ignorancia respecto a la cultura y cosmovisión de los pueblos originarios, hay mucha ignorancia. Por eso, invito a todos quienes tienen dudas, a quienes caricaturizan, ridiculizan o incluso actúan con paternalismo respecto a la cultura de los pueblos originarios, que vengan a conversar con el lonko Eduardo Coyul, que vengan a conversar con las diferentes autoridades ancestrales del pueblo mapuche y que vengan al Hospital Intercultural de Lonquimay o al Hospital Intercultural de Makewe, donde se combinan y complementan tradiciones culturales que son distintas, pero que pueden dialogar en paz y en entendimiento.
 
Este hospital no son solamente 8.000 metros cuadrados, no es solamente la inversión de $28.000 millones, casi $29.000 millones. Es más que eso, es una señal de respeto hacia una cultura que está viva y que quienes venimos de otra tradición, tenemos que aprender, primero, respirar un poquito más lento, tener la conciencia de que la manera de ver el mundo que tenemos nosotros no es abarcadora de la totalidad, sino que hay otras visiones y que, por lo tanto, podemos aprender en conjunto.
 
Y eso se los digo, insisto, con profundo respeto porque estoy convencido que es, a través del diálogo, del entendimiento, de los trawün, de las conversaciones, donde vamos a poder construir la paz que tanta falta nos hace.
 
El desarrollo de la infraestructura pública en un país, como las carreteras, los puertos, los trenes o este hospital, es una forma de construir una patria digna para todos.
 
Hoy había diferentes opciones de donde podía estar, decidí estar en Lonquimay porque me parecía importante poder recorrer los lugares más aislados. En Temuco hoy en la mañana di una entrevista y me decían: “Qué se va lejos”. Ayer, estuvimos en Padre Las Casas, en Gorbea, en Nueva Imperial, en Lautaro, en Pitrufquén y en Temuco. Hoy, estamos principalmente en Lonquimay, en los sectores rurales y en la ciudad para poder conversar, como lo hicimos recién en el recorrido por el hospital, mirarnos a la cara, adquirir compromisos y entender cuáles son las necesidades, pero también valorar cuánto hemos avanzado.
 
Por eso, le decía al alcalde que no se acelere tanto, si estamos inaugurando el hospital y ya me está pidiendo uno nuevo. Apropiémonos de este, utilicémoslo bien, mejoremos el SAMU —tomo aquello, es tremendamente importante—, pero vamos piano, piano, vamos caminando, quizás, un poquito más lento, pero vamos a llegar igual a mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
 
El 1° de junio di cuenta al país del estado de la Nación y allí dije que iban a estar operativos siete nuevos hospitales y que en marzo del 2026 contaremos con otros 10 dentro de la red de 31 hospitales que se están construyendo por parte del Ministerio de Salud y el Ministerio de Obras Públicas. Estas son políticas de Estado, van más allá de un gobierno o un presidente.
 
Acá contaban el largo peregrinaje que tuvieron que hacer para que este hospital viera la luz donde, incluso, la señora Rosa nos contaba que en algún momento existió la amenaza de que el viejo hospital pasara a consultorio, o sea, que se retrocediera. Sin embargo, aquí estamos inaugurando uno nuevo, pasando de 2 mil metros cuadrados a 8 mil metros cuadrados, pasando de 98 funcionarios a 194 funcionarios, pasando a tener un hogar, una residencia donde se otorga una atención integral a todos quienes lo necesitan.
 
Esto es dignidad, esto es presencia del Estado con respeto a quienes habitan el territorio, este es un Estado que entiende la pertinencia territorial de las obras que tiene que hacer, que no se decidan desde una oficina en Santiago, sino que se conversan con la comunidad. Por eso, es importante el agradecimiento que doña Rosa hacía a la directora del hospital cuando destacaba que invitó a la comunidad a poder conocer las obras. Lo que ustedes han hecho es muy importante porque lo han hecho no solamente desde una perspectiva técnica que, por cierto, es muy importante, lo han hecho en comunidad.
 
Una de las cosas que me decían ayer en Makewe es: “Estamos felices porque nos atendemos en familia” y la familia es más grande que la sangre, la familia somos los que habitamos un pueblo, somos los que somos parte de un mismo espacio y en un lugar como este hospital somos todos iguales.
 
La muerte, la enfermedad y la vejez no distinguen entre ricos y pobres, No distingue de dónde nacimos. Por lo tanto, hay ciertos espacios en la vida en común en que debemos entendernos como iguales y de eso se trata el Sistema de Salud Pública, de eso se trata la Educación Pública, también, de eso debiera de tratarse también nuestro Sistema de Pensiones, de espacios en donde convivamos en igualdad sin importar las diferencias de origen que tengamos. Esa es la esencia, vecinos y vecinas, compañeros y compañeras, de un gobierno progresista.
 
Por cierto, quiero decir que esto no es nuevo, la salud intercultural en Chile tiene décadas y sigue siendo un desafío para la salud pública del país. Estoy convencido de que esto es un avance, pero se construye sobre lo que ustedes construyeron antes. Yo, como Presidente, o este Gobierno no está inventando la rueda, estamos avanzando sobre el legado de quienes como bien ustedes mismos decían, el lonko, doña Rosa, también Joaquín recordando a quienes partieron, a quienes no vieron nuestra obra, pero cuyo espíritu está presente en ella.
 
El hospital de hecho cuenta con espacio para el apoyo espiritual mapuche con salas de espera especiales, con una casa de acogida que las mismas comunidades solicitaron hace casi 10 años. Son muchos los que van a llegar aquí desde territorios lejanos, rurales. Sabemos que en Lonquimay en La Araucanía, en la Macrozona sur tenemos muchos desafíos como mejorar los caminos, el acceso al agua potable, tenemos que mejorar la inversión para que haya más trabajo, para que la pobreza no sea un sino inevitable, sino, por el contrario, que toda la riqueza que existe en esta tierra que cuando uno la recorre, aunque sea en breves días como en esta gira que hemos realizado durante estas tres jornadas, he podido ver que esa riqueza, ese tremendo potencial sea lo que destaque, lo que brille y no las malas noticias.
 
Vecinos y vecinas, a todos los habitantes de La Araucanía les digo desde Lonquimay, desde este Lonquimay con granizo, desde este Lonquimay con aire puro, con un frío que devuelve el alma, les digo que La Araucanía puede más, les digo que la Araucanía está en el centro de nuestras preocupaciones. Les digo que la paz que tanto se exige se construye con diálogo y no con fuerza, les digo que el respeto entre los pueblos es fundamental para tener una vida digna entre todos y todas. Y no me cabe ninguna duda, por lo que he podido ver en estos días, que estamos avanzando en esa dirección, que queda mucho camino por recorrer, pero que vamos a seguir avanzando si es necesario al paso del más lento para no dejar a nadie atrás.
 
Muchísimas gracias a todas y todas. Es un orgullo estar con ustedes.