S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza acto de conmemoración del Día de las Campesinas y Campesinos

25 JUL. 2024
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza acto de conmemoración del Día de las Campesinas y Campesinos.

Muy buenas tardes a todas y todos los presentes, por supuesto y principalmente a los campesinos y campesinas de nuestra patria, a quienes están aquí con nosotros y a quienes nos están escuchando, a quienes están trabajando la tierra de nuestro país. También, saludo a los representantes y las representantes de las organizaciones campesinas y a los vecinos y vecinas de Palmilla.
 
Es realmente una alegría estar acá. Hace poquito estuve en Peralillo y estaba la alcaldesa de Palmilla, y cuando vi a la alcaldesa me acordé de ese momento al que hacía referencia recién el dirigente cuando firmamos los 10 compromisos en conjunto con los campesinos.  Escuché su discurso ahí en la plaza de Peralillo y decía: “Bueno, cuando me va a tocar ir a Palmilla”, porque esa fuerza campesina, esa fuerza de dirigenta de campo que representa a tantas mujeres sacrificadas de nuestro país, la verdad es que me quedó grabada en la memoria.
 
Hoy en la celebración del Día del Campesino y Campesina pienso en tanta historia que ha pasado a través de ustedes y a través de las generaciones. Al hacer referencia a que el Día del Campesino tiene que ver con la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, pensaba recién en la silla cuáles son las reformas del siglo XX, al menos, cuando ya podemos hablar de historia propiamente tal, que marcaron cambios sustantivos para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
 
Pienso en la Ley de la Silla, en la ley que otorgó Voto a las Mujeres en los 50 y, por cierto, en la Reforma Agraria y en la Nacionalización del Cobre. Todas esas reformas hoy las celebramos en actos de unidad, pero en su momento enfrentaron una ardua oposición de diferentes tipos. Por eso, cuando hoy avanzamos o proponemos leyes que sabemos que son difíciles como, por ejemplo, la Reforma de Pensiones, tengo la tranquilidad y la certeza que, en el futuro, quiénes hoy la critican, van a ser capaces de valorarlas.
 
Estuve hace unas semanas a 1.270 m bajo tierra en Chuquicamata palpando y sintiendo esa parte de la riqueza de Chile que es el cobre. Y hoy, aquí en la Región de O'Higgins, me enorgullezco de sentir esa riqueza profunda que es la tierra, pero sobre todo las manos que la trabajan. No puedo evitar cantar en la cabeza:
 
“Yo pregunto si en la tierra
Nunca habrá pensado usted
Que si las manos son nuestras
Es nuestro lo que nos den”.
 
Y es que Palmilla es una comuna que, como nos contaba Gloria, fue protagonista de este proceso que hace 57 años trajo no solamente esperanza, sino también dignidad a miles de chilenos y chilenas excluidos, abandonados, negados por la historia y que, en ese momento, se hicieron protagonistas. Esas pequeñas fotos que están a la pasada de la entrada retratan un poco de eso. Cuando uno ve, por ejemplo, “La Batalla de Chile”, ese precioso documental de Patricio Guzmán y ve las reuniones de los campesinos y campesinas, donde con conciencia política exigían su derecho a ser ciudadanos, la verdad es que se hincha el pecho de orgullo y ustedes representan eso.
 
Hoy, en uno de los puestos que estaba ahí, un campesino me entrega una botella de vino y me dice: “Yo, con 80 años, estuve presente en la Reforma Agraria, soy un beneficiario de la Reforma Agraria y estoy orgulloso de la Reforma Agraria”. Eso es lo que estamos celebrando hoy, estamos celebrando el orgullo y la dignidad de los campesinos y campesinas.
 
Y es cierto, como bien decía el dirigente, que hubo una contrarreforma en Chile. Ha sido difícil salir adelante de esos tiempos oscuros. Pero les aseguro, estimados campesinos y campesinas, que no solamente la fuerza de su voluntad, sino también como esa fuerza de voluntad se transmite en los funcionarios y funcionarios de Gobierno, nos hace sentir que estamos juntos en una misma lucha por la agricultura familiar campesina, por los campesinos y campesinas de Chile de seguir dándoles dignidad y que el campo tenga el lugar que se merece en nuestra patria.
 
Trabajan de sol a sol, de amanecida, con frío en las heladas, con un tremendo sacrificio y cuando uno los saluda, siente esas manos ajadas por el trabajo de la tierra y de las herramientas. Hoy podrán ser tractores nuevos que cuestan más millones en vez del viejo arado, pero igual ese esfuerzo está presente y se nota.
 
Quiero pensar y recordar a quienes hicieron posible esto. Por cierto, a todos los campesinos y campesinas anónimas y también a gente como el obispo Manuel Larraín y el cardenal Raúl Silva Enríquez, que predicaron con el ejemplo. A Hugo Trivelli, a Rafael Moreno, a Hernán Mery y a Jacques Chonchol a quien tuvimos el honor de homenajear en vida antes de su partida.
 
No me acuerdo bien si les conté esta anécdota el año pasado, pero me imagino que no estaban los mismos, así que, si la conté, la voy a contar de nuevo, porque me impactó mucho. Cuando fui a ver a Jacques Chonchol antes de asumir el Gobierno, al salir nos sacamos una foto y cuando estaba saliendo de la casa de su sobrina, ella me pregunta si es que me molesta que suba esta foto a las redes sociales. Y le digo: “No pues, sí es un orgullo, ¿por qué me va a molestar?”. Y me dice: “Es que mi tío es de las personas más odiadas de Chile”.
 
¿Y saben por qué? Porque el rencor y, en positivo, la transformación que produjo la Reforma Agraria fue quizás lo más profundo que se ha hecho en Chile porque cambió la estructura social de nuestro país. Y eso es importante recordarlo hoy porque esa memoria está presente en ustedes y debe estar presente en todos los chilenos y chilenas.
 
Hace unos días mi compañera se cambió de casa a un edificio y estuve hablando con el conserje, con don Juan, quien me contaba que viene de San Carlos, que a los 11 años lo sacaron del colegio para trabajar el campo y que a los 20 años se compró su primer par de zapatos. Y él hoy, con más de 70 años, sigue trabajando como conserje.
 
¿Por qué recuerdo esto? Porque Chile fue, durante mucho tiempo, un país muy pobre y es gracias al trabajo de su gente, gracias a reformas sociales como la Reforma Agraria que eso ha ido cambiando en el tiempo, pero no olvidemos nuestro pasado, no olvidemos la historia de don Juan o la historia de tantos campesinos y campesinas que lucharon durante mucho tiempo por tener una vida digna. Y hoy, no se trata solamente de rememorar el pasado, sino de hacernos cargo de los desafíos del presente y del futuro.
 
Hablaba don Patricio de algunos de los desafíos de ahora, por ejemplo, de la agricultura agroexportadora y cómo la agricultura agroexportadora es beneficio para algunos, pero no para todos. Hace poquito estuve en China y me sorprendía ver nueces de campesinos chilenos en China. Lo que tenemos el deber de hacer como Gobierno es que esas oportunidades que se abren para algunos, se abran para todos. Me tomo muy en serio sus palabras, Patricio, porque, por un lado, y esto siempre me lo recuerdan los parlamentarios y parlamentarias, tenemos que asegurar que la agricultura familiar campesina siga siendo la base de la seguridad alimentaria de nuestra patria. Eso, en primer lugar. Son ustedes, de todo Chile, los que abastecen las mesas de las familias chilenas.
 
Por cierto, con los nuevos tiempos se han abierto nuevas oportunidades, las cerezas, los vinos, los frutos secos. Y, sin lugar a duda, pienso que lo que produce la agricultura en Palmilla también puede abrirse espacio en India, en Indonesia, en China o en otros mercados.
 
Los invito, campesinos y campesinas, a que pensemos en grande y para eso el Estado tiene que estar a su servicio. La pega que realiza el Indap, la pega que realiza Prodesal es tremendamente importante, en conjunto con las municipalidades. El campo no puede someterse a la ciudad, el campo tiene que seguir siendo parte fundamental del motor de Chile. Por eso, como Gobierno hemos impulsado una serie de medidas que apuntan justamente en esta dirección.
 
Quiero que los jóvenes puedan quedarse en el campo. Uno de los agricultores de uva me mostraba un vino que hizo en homenaje a su nieto que tiene 12 años y él espera que tenga la oportunidad, la opción o la capacidad de imaginarse una vida en el campo que no esté determinada por la obligación de irse a la ciudad, porque también en el campo sucede un tipo de exilio del cual no se habla mucho, que es más invisible, que se dice que no es forzado, pero sí es forzado. Cuando en el campo hay menos capacidad de construir viviendas, cuando no hay acceso a servicios básicos como el agua —estuvimos hace poquito en la comuna de Navidad, en el sector de Pupuya, justamente, con un proyecto de APR de los más grandes que hemos hecho en el último tiempo— cuando vemos que no hay conectividad en lugares como Alto Biobío, lo que le estamos diciendo a las comunidades de esas zonas es: “Usted se tiene que ir”. Y ese mensaje, que nunca es explícito, es un mensaje que explícitamente tenemos que cambiar.
 
Por eso, permítanme decirles qué es lo que hemos hecho y escuchamos, a través de Patricio, también qué es lo que tenemos que hacer.
 
Durante la primera mitad del Gobierno implementamos el Programa Siembra por Chile con medidas de seguridad alimentaria y la reactivación económica después de la pandemia; para su versión 2024 este programa dispone de $131 mil millones.
 
En agosto del 2023 aprobábamos la nueva Ley de Riego que prorroga su vigencia 7 años más y aumenta los apoyos estatales a la pequeña y mediana agricultura, y a las comunidades y organizaciones de regantes.
 
Creamos, como recordaba Patricio, la Comisión de Seguridad y Soberanía Alimentaria y lanzamos, en conjunto con las organizaciones, la Estrategia Nacional de Soberanía para la Seguridad Alimentaria “Juntos Alimentamos Chile”.
 
Acompañamos a las y los agricultores en momentos difíciles como las lluvias, los incendios, las sequías, dependiendo del lugar del país, con ayudas tempranas y medidas de recuperación y reimpulso productivo para poder abordar los efectos de estas tragedias naturales.
 
En agosto va a comenzar la implementación del Plan de Conectividad Digital Rural en sectores rurales de Ñuble y La Araucanía, y estamos trabajando también en una Política Nacional de Juventudes Rurales y en un Plan Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena para poder ser presentadas durante este segundo semestre.
 
Para las mujeres del campo, que son fundamentales, este 2024 se va a realizar una escuela de lideresas y la segunda versión de la Expo Patrimonio Cultural de Mujeres Rurales que va a acercar la ciudad a los alimentos que ellas producen.
 
Y para apoyar la adquisición de tierras, lo que también es tremendamente importante, de tierras productivas para jóvenes y mujeres usuarios de Indap, vamos a entregar condiciones preferentes para la actualización de los contratos de arriendo sobre terrenos fiscales, y vamos a ofrecer más de 50 nuevos terrenos en arriendo a precio justo, duplicando los créditos del Banco Estado con subsidio Indap para la compra de terrenos.
 
Creemos que podemos multiplicar sustantivamente el suelo cultivable en Chile. De partida hay otras cosas conexas, la minería utiliza mucha agua y Chile es un país minero. Por lo tanto, la minería tiene que avanzar, y así lo ha estado haciendo en el último tiempo, pero hay que meterle más velocidad a eso, hacia que el agua que utiliza no sea el agua de río, sino que sea de desaladoras y asegurar que la agricultura en lugares, por ejemplo, como el Valle del Limarí o Río Hurtado, comunas tan golpeadas por la sequía, vuelvan a tener acceso a agua.
 
Hemos mejorado mercados y, a través de instituciones de fomento, estamos posicionando mercados de pymes, no solamente de los grandes productores, en todos los mercados que se están abriendo para Chile.
 
Campesinos y campesinas de nuestra patria, la Ley de Reforma Agraria y también la Ley de Sindicalización Campesina en 1967 mejoraron la calidad de vida en el campo chileno y le otorgaron dignidad a un sector fundamental de nuestra población. Hoy, tenemos desafíos que son equivalentes. Por eso, es importante para nosotros, en particular para los trabajadores del Gobierno que están con ustedes en el campo, que los escuchen.
 
Como bien decía Patricio, las leyes no se pueden hacer desde el centro de Santiago para el campo, se tienen que hacer en conjunto, trabajando con ustedes. Ese es el mandato que tiene nuestro Gobierno y en esa línea vamos a seguir trabajando.
 
Muchísimas gracias a todos y a todas.