S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza encuentro con académicos y estudiantes de la Plataforma de Cooperación Académica Chile-Suecia.
Muy buenos días a todas las autoridades, a la rectora Astrid Söderbergh, a las y los académicos y a quienes nos acompañan en esta mañana, en Estocolmo. En este verano sueco donde hemos llegado aquí, mientras los estudiantes están de vacaciones, pero la cooperación científica y académica entre nuestros países no se detiene.
Saludo en especial por ello a los 92 académicos y académicas y a la decena de autoridades de distintas universidades que conforman la delegación chilena. Muchas gracias a la rectora Astrid Söderbergh y a la Universidad de Estocolmo por recibirnos.
Como Presidente de Chile para mí es un honor poder ser recibido en una universidad de excelencia, en el marco de este Foro Académico Chile-Suecia 2024, cuya anterior versión convocó a más de 200 académicos y académicas en el extremo sur de Chile, de donde vengo, de la Región de Magallanes, en la Universidad de Magallanes.
Este encuentro expresa una valiosa contribución y colaboración entre Chile y Suecia y es una oportunidad para seguir fortaleciendo estos lazos. A veces me ha tocado, recorriendo diferentes instituciones en Chile, preguntar a las autoridades respectivas cuándo se forjaron ciertas instancias de colaboración. Y me decían justamente que en visitas de primeros mandatarios de diferentes países a universidades o viceversa, cuando el presidente o la presidenta de Chile ha viajado al extranjero, dejan una estela esos viajes y permiten encontrar nuevas formas de colaboración que, como bien decía la rectora, son tan necesarios en estos tiempos convulsos.
Quiero que sepan, en particular los estudiantes y académicos, que ustedes, de una u otra manera, son también embajadores de Chile y, por lo tanto, son un orgullo para Chile, además de tener una responsabilidad importante.
Ayer, afuera del hotel, me encontré con dos estudiantes que están presentes acá, de la Universidad de Concepción y de la Universidad de Chile y me daba mucho orgullo saber que estudiantes de nuestras universidades están aquí. Entiendo que hay de diferentes universidades, algunas estatales, otras con vocación pública como la Universidad de La Frontera, la Universidad de O'Higgins, la Universidad Católica, la Universidad Santa María, la Universidad de Concepción, la Universidad de Magallanes, entre otras.
Como decía la rectora, tenemos una relación de más de dos siglos y en estos dos siglos, pese a que estamos tan lejos unos de otros, hemos desarrollado una gran colaboración y entendimiento, por cierto, con periodos que resultan imborrables en la historia de nuestra patria, especialmente cuando este país recibió a tantos exiliados que buscaban seguridad, que nuestra patria no les proveía, sino que más bien la amenazaba durante la dictadura chilena.
El caso de nuestro embajador aquí en Suecia, Tucapel Jiménez, cuyo padre fue vilmente asesinado por la dictadura es, quizás, el ejemplo más prístino de aquello. Él fue recibido a mediados de los 80 aquí, en Suecia, tuvo a algunos de sus hijos de hecho acá y hoy uno de sus hijos está desarrollando su profesión y vocación aquí, en Suecia. Me sorprendió mucho cuando compartíamos con Tucapel Jiménez en la Comisión de Trabajo en la Cámara de Diputados, cuando ambos éramos parlamentarios y un día fue una delegación sueca donde, por supuesto, la mayoría, o sea todos, no entendíamos el idioma y Tucapel de repente se puede hablar en sueco, una cuestión muy impresionante porque es un idioma particularmente difícil.
Y ver cómo se forjan esos vínculos es realmente impresionante. Pese a que sea por motivos tristes, por motivos que desgarran el alma nacional, uno ve que en los países donde recibieron a chilenos y chilenas se forjaron lazos que se mantienen hasta hoy.
Entrando en la diplomacia científica a la que hacía alusión la rectora, hay otra cosa que es muy importante, el trabajo que estamos realizando también está en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que fueron trabajados por la Organización de Naciones Unidas pensando en el 2030.
Y he visto con preocupación, a propósito del alza de las extremas derechas en el mundo y, también, en Chile, cómo ha habido un cuestionamiento a la eficacia o lo necesario de las instancias multilaterales. Se plantea esta crítica con mayor o menor densidad, pero se expresa en una suerte de agenda que se ridiculiza como anti ONU, donde se específica el estar en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. Cuando uno les pregunta, en general, a quienes vociferan en contra de esto, no tienen idea que son los ODS.
Pero creo que es muy importante el rol que cumplen ustedes en tiempos de negacionismo, en tiempos de cuestionamiento a la diplomacia científica, en tiempos en donde la misma ciencia se pone en duda. Ayer conversaba con el presidente de Baviera y me decía que había parte de los políticos en Alemania que insistían en que la Tierra era plana, cosa que estamos viendo con preocupación en diferentes lugares del mundo.
Por lo tanto, la diplomacia científica adquiere un valor que es tremendamente importante y se los quiero transmitir porque su rol no es estar en torres de marfil como algunos pueden pensar las universidades, sino también la divulgación del trabajo que hacen. Estaba viendo, de manera muy rápida, parte de las colaboraciones científicas que tenemos y había una que me impresionaba y que me gustaría conocer más respecto a las enfermedades que se producen por el envejecimiento del cerebro y cómo esas enfermedades afectan a la calidad de vida de las personas. Estamos hablando de colaboraciones científicas cuyos resultados inciden directamente en mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos y donde se van expandiendo y se van forzando las fronteras del conocimiento actual.
Y es realmente un orgullo. Me lo decía nuestro embajador aquí, que el Programa ACCESS es la envidia, por lo menos de los países del GRULAC, los países de América Latina en Suecia. “¿Por qué ustedes, chilenos, tienen una instancia como ésta y nosotros no?” Y eso tiene que ver, justamente, con la diplomacia, con estas visitas, tiene que ver con la voluntad de Chile de expandirse al mundo y aprender de las mejores experiencias.
Estamos trabajando en ciencia, en tener instituciones sólidas que fortalezcan nuestra democracia, en cómo enfrentar en conjunto al crimen organizado, en cómo mejorar el acceso a la salud y a una educación de calidad.
Y en tiempos, como hacía referencia la rectora, de tensiones geopolíticas que limitan, muchas veces, el intercambio entre el conocimiento del mundo, los países medianos como los nuestros —Suecia tiene del orden de los 10 u 11 millones de habitantes, nosotros tenemos 20 millones de habitantes— somos, de alguna manera, puentes que se fortalecen cuando, al mismo tiempo, en el mundo hay relaciones que se cortan.
América Latina es un continente de paz, América Latina es una región donde no hemos logrado avanzar lo suficiente en materia de integración regional, sin embargo, desde Chile hemos forjado lazos que son muy sólidos con todo el mundo, como ustedes han podido ver en esta gira y en las giras anteriores que hemos tenido, y que se sustentan en el trabajo de gobiernos anteriores porque la política internacional de Chile es una política de Estado y la diplomacia que estamos realizando acá, en particular la diplomacia científica, es algo que trasciende los gobiernos.
Una investigación, seguramente, para que dé resultados requiere más de 4 años, que son los tiempos políticos en Chile. Por lo tanto, es muy importante que los diferentes gobiernos sean capaces de mantenerla y profundizarla. Así, si el 2016 eran sólo cuatro, dos y dos, respectivamente, las universidades que eran parte de este programa, hoy, 8 años después, son cerca de 20 las universidades que están realizando esto, donde los estudiantes pueden postular para intercambiar experiencias que, sin lugar a duda, van a ser tremendamente valiosas en su formación profesional y, después, en su interacción con las sociedades.
Por eso la pega pionera que realizaron las universidades de Chile y Católica. Nos acompaña la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, a quien le agradezco su presencia porque la Universidad de Chile, primera universidad en ser fundada en nuestro país, tiene un importante reconocimiento que permea al resto de las universidades, al resto del ecosistema universitario en Chile.
Nuestro Gobierno ve con interés el hecho de que nosotros, yo, en particular, los ministros que nos acompañan y también los parlamentarios que son parte de esta gira, los empresarios, la gente de las cooperativas, los profesores, el hecho de que conozcan sus investigaciones en áreas como la biodiversidad, la acción colectiva, la seguridad, la salud, la agricultura, la producción acuática, la minería, el mejor uso de los recursos hídricos, la energía y la investigación artística son tremendamente importantes y no me cabe ninguna duda que el que haya conocimiento respecto del trabajo que ustedes están realizando va a ayudar a fortalecer esos lazos y también pensemos en las formas de financiamiento con las que éstas van a continuar.
Esto lo digo porque, para mí, después de la experiencia que tuvimos en Alemania, en particular, en el recorrido que hicimos en el Campus Startups y, sobre todo, en el Observatorio Europeo Austral y la experiencia que estamos teniendo aquí en la Universidad de Estocolmo y que después vamos a tener en un centro de rehabilitación de delincuencia juvenil, esta gira me refuerza la convicción de la inversión que tenemos que hacer como país en ciencia y en educación.
Hemos pasado demasiado tiempo peleándonos entre nosotros en Chile respecto a legítimas visiones ideológicas donde tenemos diferencias, pero veo en estos lugares, en países que han alcanzado el desarrollo antes que nosotros, oportunidades de encontrar puntos de consenso respecto a cómo debiéramos enfrentar el desafío de tener una educación de calidad y que esté a la vanguardia del conocimiento, pero en un conocimiento enfocado en mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
Una de las cosas que resulta evidente en estos lugares es que las universidades, en general, son públicas, dependientes del Estado y que, además, las universidades, independiente de la propiedad, cuentan con financiamiento público. Una realidad muy diferente a la que vivimos en nuestro país donde las universidades, incluso las estatales, han sido empujadas desde hace décadas al autofinanciamiento y, por lo tanto, a abandonar o a dejar de lado ciertas áreas que se estiman en una sociedad del rendimiento que no provocan la rentabilidad necesaria para poder sostenerse. Eso es un error histórico que tenemos que ser capaces de remediar. La experiencia que adquirimos en estos viajes debiera ser importante para aquello.
En el Programa ACCESS me parece importante destacar el compromiso que hay con los investigadores jóvenes al disponer de instancias de intercambio de programas de doctorado, además de intercambio de profesores como también numerosos seminarios y talleres para fomentar la colaboración entre instituciones de educación superior.
Estamos trabajando en conjunto, por ejemplo, en investigación sobre minería sostenible de litio en salares, que es una de las riquezas importantes que tiene nuestro país, lo hemos visto en las diferentes giras que hemos hecho y que, sin lugar a duda, nos va a dar una herramienta importante para poder fomentar el desarrollo en nuestro país.
También me parece importante, para terminar, destacar que, sin inversión en ciencia, en tecnología y en innovación no hay desarrollo sostenible posible. Por eso, estamos trabajando en fortalecer el sistema de ciencia e investigación nacional; hemos apoyado, desde el Gobierno, la construcción del Centro Antártico Internacional en la Región de Magallanes —Chile es un país antártico por vocación, es la puerta de entrada a la Antártica para el mundo, como lo demostramos con nuestra visita con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres el año pasado—; y, además, estamos comenzando a implementar el fondo de investigación para universidades con recursos del Presupuesto de la Nación y los gobiernos regionales.
Ahí, tanto desde el Ministerio de Educación, en particular desde la Subsecretaría de Educación Superior y también, sobre todo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación están realizando una pega permanente que es muy importante. De hecho, seguro, Aisén va a ser parte en la discusión del Presupuesto de este año.
Por todo esto, es importante para mí el poder estar aquí hoy, poder dialogar con ustedes, poder reconocer su trabajo y que sepan que, desde Chile, estamos atentos a sus investigaciones. Nos gustaría y me gustaría, y se me ocurre desde ya, que en la Plaza de la Constitución, al frente de La Moneda, en algún momento, nos demos la oportunidad de hacer una exposición al público, a la gente común y corriente, del trabajo que ustedes están realizando, que se sepa que los estudiantes, los académicos y académicas que están representando, de una u otra manera a Chile en el extranjero, están adquiriendo conocimientos que van a servir para mejorar la calidad de vida de nuestra población.
Porque la interacción con el medio es fundamental, la extensión es fundamental y las universidades de excelencia, como siempre dijimos en nuestra época de dirigentes estudiantiles, tienen que estar al servicio de sus pueblos. Creo que este es un ejemplo muy interesante que tenemos que profundizar respecto de esa vocación.