Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibe en audiencia al Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres

2 MAY. 2024
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibe en audiencia al Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.

Muy buenas tardes a todos los medios nacionales e internacionales presentes, a los grandes y altos representantes de Naciones Unidas, a António Guterres y, a través suyo, a todos los jefes ejecutivos del sistema de Naciones Unidas que hoy están presentes en nuestro país.
 
Le pido a nuestra comunidad que note la importancia que se le da a Chile en el mundo. Esta es primera vez que en América Latina se realiza una reunión de alto nivel de todas las jefaturas de Naciones Unidas y han decidido hacerlo en Chile. Eso tiene que ver por nuestro compromiso con el multilateralismo y, lo podemos decir con orgullo, nuestro irrestricto apego al derecho internacional y al respeto a los derechos humanos.
 
Recibirlos en nuestra patria es, sin lugar a dudas, un ejemplo de la fructífera colaboración y compromiso de Chile con el sistema de Naciones Unida. Porque la crisis ambiental que vivimos, los flujos migratorios, el crimen organizado, la reducción de la pobreza y las desigualdades, la defensa de la democracia y de la paz, el estado de derecho y los derechos humanos en todo contexto y lugar, y nuestro compromiso con los objetivos de desarrollo que se han creado colaborativamente en las Naciones Unidas, constituyen desafíos globales que nos invitan a actuar con mayor urgencia que nunca.
 
Hoy, como generación, nos enfrentamos ante dilemas existenciales. Lo veíamos y lo conversábamos antes a propósito del lanzamiento de la Estrategia del Hidrógeno Verde. Uno de ellos es la crisis climática y, sin lugar a dudas, si no actuamos de manera colaborativa en esto, cada uno se hundirá por separado.
 
La ONU es un gran espacio para trabajar en conjunto. Lo hemos visto con las políticas que hemos impulsado en la colaboración de los océanos o con la provechosa visita que hicimos en conjunto con el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, a la Antártica hace un par de meses, donde eligió a nuestra patria para poder dirigirse hacia el continente blanco y estuvimos recorriendo, justamente, allá en el marco de la última COP.
 
Hace 79 años, después del conflicto global más brutal que ha conocido la humanidad, dimos paso a crear la Organización de Naciones Unidas y nos enorgullece profundamente haber sido parte de las naciones fundantes de ese acuerdo en San Francisco. Esto parte de la base del reconocimiento de la dignidad de todas las personas sin importar su raza, condición económica, lugar de nacimiento, de un derecho digno a existir.
 
Desde el primer momento Chile fue un firme defensor de la Carta de las Naciones Unidas y viene bien recordar a nuestro diplomático y profesor Hernán Santa Cruz, quien participó activamente en esos días turbulentos de 1949.
 
Por su parte, el sistema de Naciones Unidas ha realizado importantes contribuciones apoyando a las naciones que más lo necesitan, pese a enfrentarse muchas veces con obstáculos difíciles de sortear como los vetos de naciones poderosas por intereses particulares que no miran el bien común.
 
Estas contribuciones se expresan, por ejemplo, en más de 90 iniciativas destinadas a avanzar hacia la igualdad sustantiva en el acceso y el goce de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, con una inversión de más US$18 millones de dólares o en aquellas destinadas a acompañarnos en la transición hacia un modelo de producción y consumo sostenibles que ha significado una inversión de más US$20 millones solamente el 2023.
 
Al haberse conmemorado 50 años de la brutal pérdida de nuestra democracia y del golpe de Estado en nuestro país, recordamos y agradecemos la labor que cumplió Naciones Unidas cuando nuestro pueblo tuvo que hacer frente a una dictadura criminal y sanguinaria.
 
Naciones Unidas con su reiterada condena a las violaciones a los derechos humanos significó un paraguas desde donde acogerse y la comunidad internacional jugó, sin lugar a dudas, un rol importantísimo en esos momentos duros, tal como hoy lo juega para otros países en donde imperan dictaduras.
 
El vínculo de Chile y las Naciones Unidas es profundo, contribuimos a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), hemos tenido el honor de presidir órganos claves como el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico Social, liderado hoy además por nuestra embajadora, a quien aprovecho de felicitar, agradecer y recalcar su labor, Paula Narváez, que está haciendo una estupenda labor en Naciones Unidas. A cualquiera de ustedes que vaya a Nueva York y pregunte por Paula Narváez, van a decirles el tremendo trabajo que ha estado haciendo, en particular, como presidenta del ECOSOC.
 
Y en esta ocasión no puedo dejar de destacar la contribución que a Naciones Unidas ha hecho la expresidenta Bachelet, que desempeñó funciones como directora ejecutiva de la ONU Mujeres y Alta Comisionada de Derechos Humanos. Estábamos con ella hoy en la tarde y que es un referente también a nivel internacional.
 
También de Juan Somavía, quien ejerció como director de la Organización Internacional del Trabajo y otros chilenos y chilenas que se la han jugado por construir este multilateralismo, que es la única manera de garantizar y trabajar por la paz en el mundo y un desarrollo que sea justo y sustentable.
 
Hoy, el multilateralismo se enfrenta a desafíos que no son fáciles, la cooperación internacional está desafiada y las acciones unilaterales por parte de algunos países, con visión de corto plazo, cuestionan estos principios que hoy nos inspiran.
 
La prolongada guerra en Ucrania, producto de una invasión ilegal por parte de Rusia al territorio ucraniano, la brutal crisis humanitaria en Gaza donde se está llevando adelante una masacre del pueblo palestino. Conversábamos recién con el Secretario General y una de las cosas que me decía es que, en los meses que lleva la guerra en Gaza, han muerto más del doble de civiles que han fallecido en los dos años de conflagración en Ucrania entre dos ejércitos potentes. Acá no es el caso, hay una masacre unilateral.
 
Insisto y que no quepa ninguna duda, nosotros hemos condenado de manera categórica los actos terroristas de Hamás, pero, como hemos dicho en otras oportunidades, no estamos disponibles a elegir entre barbaries. Y lo que está sucediendo hoy, responsabilidad del Gobierno de Israel, presidido por el señor Netanyahu, es una masacre y tiene que parar. Desde acá hacemos un llamado firme al alto al fuego y al apoyo a las víctimas de lo que está sucediendo en Gaza.
 
También, debemos decirlo, la situación política en Haití que está hoy en una situación tremenda tremendamente crítica, con muchos sectores dominados por pandillas criminales donde no podemos mirar para el lado frente a esta crisis.
 
O la situación grave en Cuba donde hoy se está pasando hambre y donde es necesario, de una vez por todas, levantar el bloqueo unilateral, además de avanzar hacia la democratización dentro del mismo país. El bloqueo unilateral por parte de Estados Unidos.
 
Los graves atentados terroristas en Rusia nos muestran también que el imperativo de este tiempo es la paz, el respeto al derecho internacional y lograr la eficacia de los organismos multilaterales.
 
Nuestro país, Chile, quiere ser parte de las soluciones. Por ello, hemos abogado por una reforma de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad. Si no se emprenden las reformas y si países como Estados Unidos las siguen vetando, al final lo que va a suceder es que poco a poco se va a ir descomponiendo el sistema porque va a dejar de ser útil y no queremos llegar a eso, porque Naciones Unidas ha sido tremendamente importante.
 
Entonces, hacemos un llamado a tener una visión de largo plazo a los países con derecho a veto, no sólo a Estados Unidos, sino también a Rusia, China, Inglaterra, Francia, Alemania, a que puedan poner el interés de toda la humanidad por sobre los intereses particulares en un momento coyuntural determinado. Si no reformamos la gobernanza política de Naciones Unidas, el sistema va a entrar en crisis. Lo mismo ocurre con el sistema de gobernanza económica que ya no responde a la realidad que tenemos hoy.
 
Cuando se formó Naciones Unidas en 1949 la gran mayoría de los países africanos, que hoy son una gran cantidad, ni siquiera eran reconocidos como Estados independientes. No estamos en el mismo mundo de 1949. Toda institución, para ser preservada, requiere ser modificada.
 
Como reflexión final, señalo desde La Moneda, lugar histórico, que es necesario reconstruir la legitimidad del multilateralismo porque cuando no lo hacemos se empiezan a elevar voces que lo cuestionan y que desconfían de él, y prefieren emprender acciones unilaterales o desconocer el derecho internacional, desconfiando de la tremenda labor que se realiza en Naciones Unidas. Un requisito básico para ello es que todos los Estados respeten el derecho internacional y lo expresen no solamente mediante discursos, sino que a través de acciones concretas.
 
Es primordial trabajar en la protección de la democracia. Ese es el espíritu de Chile en materia internacional, por el respeto irrestricto a los derechos humanos en todos los lugares del mundo, independiente de quién sea el gobierno de turno.
 
Por cierto, en esta línea de respeto por el pluralismo y la diversidad de la democracia es que esta semana estamos celebrando la Conferencia Global del Día Mundial de la Libertad de Prensa en nuestro país, lo que nos enorgullece.
 
Estimados y estimadas, el embajador Santa Cruz tituló sus memorias, publicadas en 1984 y recientemente reeditadas, con el nombre de “Cooperar o perecer: el dilema de la comunidad mundial”, una máxima que sigue plenamente vigente al día de hoy porque nuestra supervivencia como humanidad requiere que trabajemos y actuemos juntos, que seamos firmes en el compromiso en que el diálogo y la paz son mejores que la guerra y en que nadie se va a salvar solo. Si no trabajamos juntos, nos hundiremos por separado.
 
Les doy nuevamente la cordial bienvenida a nuestro país a las altas autoridades de la ONU, les reitero nuestro orgullo porque estén aquí presentes y hayan elegido a Chile, y cuenten con nosotros para poder seguir colaborando juntos en construir un mundo más justo, más equitativo y donde todos, por el solo hecho de habitarlo, tengan derecho a una vida digna y próspera.
 
Muchas gracias, António.