Presidente de la República, Gabriel Boric Font, realiza un saludo en Asamblea Nacional de Alcaldes y Alcaldesas de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM)

4 ABR. 2024
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, realiza un saludo en la Asamblea Nacional de Alcaldes y Alcaldesas de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM).

Muy buenas tardes, alcaldes y alcaldesas de Chile, mi especial saludo a la tremenda presidenta que tienen en esta asociación, la alcaldesa Carolina Leitao y todos los integrantes de su directiva. Muchas gracias por el tremendo trabajo que hacen.
 
Me imagino que debe ser difícil con tantas necesidades en cada una de las comunas, también abocarse a la organización colectiva y a la agrupación de las necesidades de todos los alcaldes de Chile, porque implica destinar tiempo y energía. ¡Pucha qué es difícil organizarnos!
 
Por eso creo que esta asociación es particularmente valiosa porque sabemos que el tiempo de los alcaldes, a diferencia quizás de otros espacios de representación, es tremendamente escaso, porque están día a día con los ciudadanos, están día a día conversando, los conocen, salen a cualquier lugar de su comuna y se quedan inmediatamente conversando, les llenan de solicitudes, de angustias, sueños y esperanzas.
 
Por lo tanto, creo que bien vale reconocer la labor de la directiva de la Asociación Chilena de Municipalidades por el trabajo que hacen.
 
Es un honor para mí poder participar de esta asamblea que reúne año a año a las máximas autoridades comunales del país, en torno a una causa común. Esta es la tercera vez que me toca participar, una vez en Viña del Mar, otra de manera telemática porque estaba en el norte en aquella ocasión en La Serena y hoy acá en la Región Metropolitana.
 
Y qué bueno que existen estas instancias para fortalecer la gestión municipal y la mirada local para poder dar respuestas más cercanas, con un termómetro más afinado a las necesidades de nuestros vecinos y vecinas.
 
Esta y la pega que ustedes hacen es una manera muy directa de fortalecer la democracia, y la democracia —ustedes saben— no podemos darla por sentada. Quizás las nuevas generaciones o quienes nacimos a fines de la dictadura o principios de la democracia, no sabemos o no experimentamos existencialmente lo que es perderla. Por eso, por las lecturas de historia, por los testimonios de todos quienes han vivido parte de la historia de Chile, creo que tremendamente importante no dar por sentado el hecho de que hoy tenemos una democracia en nuestro país.
 
Tenemos que cuidarla  y parte de ello implica reconocer la pega de las autoridades, estar en contacto permanente con nuestro pueblo, estar con los pies en la calle, cuidar la probidad, a propósito de lo que se refería la alcaldesa, dignificar la labor política que está tan desprestigiada, porque estoy convencido que todos ustedes compartirán conmigo que la política es una herramienta que puede ser luminosa, que bien llevada es honesta, es transformadora, independiente de las legítimas diferencias que podamos tener en el plano de las ideas. Pero la política es un oficio que es necesario para una sociedad y que debemos también reivindicar en nuestras acciones día a día, no solamente en nuestros discursos.
 
Trabajar en torno a estos propósitos de forma transversal, como demuestra también su directiva e independiente de las legítimas diferencias políticas, es la impronta que caracteriza a la Asociación Chilena de Municipalidades, lo que la ha consolidado como un actor clave e importante en la política nacional.
 
Me da mucho gusto cuando llegué, y ahora desde la palestra, mirar y ver a varios de ustedes, reconocerlos no solamente por foto, sino porque me he reunido con varios de ustedes. En estos dos años he estado en todas las regiones del país y siempre que voy a giras regionales, le he encargado a mi equipo que nos vemos el tiempo de juntarnos con la mayor cantidad de alcaldes.
 
Tengo el recuerdo de haberme juntado con todos los alcaldes de la Región de Aysén, con todos los alcaldes de La Araucanía, con todos los alcaldes de la Región de Coquimbo, con todos los alcaldes del Biobío, con todos los alcaldes de la Provincia de Linares, con todos los alcaldes de la Provincia de Chiloé y con alcaldes de diferentes regiones en todas las visitas que hemos hecho. Y voy a seguir en esa misma línea porque tengo claro que conversar con ustedes es una cuestión que no es meramente protocolar y no está solamente en el terreno abstracto de las ideas, sino que conversar con ustedes me permite tener la brújula bien puesta.
 
Porque a veces las lógicas palaciegas o si uno vive encerrado solamente en discusiones entre las altas autoridades pierde de vista cuáles son las necesidades y las urgencias del pueblo. Tengo absolutamente claro que los municipios, los y las ediles, tienen ese termómetro quizás mucho mejor afinado que el resto de la política chilena y por eso para mí es tremendamente relevante poder conversar con ustedes y conocer de vuestras necesidades, y es lo que siempre hago cuando viajo a vuestras comunas y a las regiones.
 
Ustedes saben, como yo, cuán diversa es la realidad de las familias a lo largo de nuestra patria y la riqueza de esa diversidad. Hay algo que es muy particular, por cierto, todos los representantes de las regiones hablan de la región más linda de Chile cuando se refieren a la suya propia. Eso es una competencia virtuosa inacabable y todos muchas veces plantean que sus problemas merecen de la mayor urgencia y especial atención. Y ése es el rol que ustedes tienen y el rol que tengo como contraparte es poder también visualizar y entender la diversidad de los problemas y poder actuar con sentido de urgencia, pero también priorizando. Y el ejercicio de priorización que es fundamental en el arte de gobernar es un ejercicio difícil. No siempre se puede cumplir con todas las expectativas.
 
Eso es importante y algo que aprendí muy claramente, a propósito del Plan de Emergencia Habitacional, que sé que muchos de ustedes han valorado por lo que ha significado para el déficit habitacional en sus propias comunas, cuando lo presentamos con el ministro Carlos Montes nos comprometimos a construir durante nuestro Gobierno 260 mil viviendas y dejar en construcción para inauguración de un próximo gobierno 100 mil viviendas, tal como nosotros inauguramos viviendas que venían del gobierno anterior.
 
Y cuando pusimos esa cifra en la palestra, desde algunos medios de comunicación nos dijeron que era una cifra demasiado ambiciosa, que no la íbamos a poder cumplir. Hoy, acá, ante los alcaldes de Chile, ratifico que vamos a cumplir la cifra que nos comprometimos con el Plan de Emergencia Habitacional y vamos a dejar, además, 100 mil casas en construcción.
 
Y eso me parece que es importante porque —y lo menciono a propósito de las expectativas— en Chile la demanda habitacional es mayor que 260 mil casas. El déficit es del orden de las 550 mil catastradas, sabemos que hay un número por fuera que también es muy amplio.
 
Pero hacer promesas al viento o que no se pueden cumplir, daña también profundamente la democracia. Entonces, es importante ponernos metas ambiciosas, pero que cumplamos y que al final de nuestros periodos se nos evalúe no por lo que se dijo en los discursos, no por las peleas contingentes o los dimes y diretes propios de la práctica política, sino por las acciones. Obras son amores, no buenas razones y eso es algo que hemos aprendido en el diálogo permanente con ustedes.
 
Todo esto nos impone el permanente desafío como Estado de avanzar hacia mayores derechos y mejores servicios para el conjunto de la población, llegando a cada persona, a cada familia, a cada barrio de forma pertinente y oportuna.
 
Uno de nuestros sellos como gobierno progresista es que espero que avancemos hacia la construcción de una sociedad en donde la cuna no determine el camino de la vida y en donde los inexorables avatares del destino como la vejez, las enfermedades, la crianza optativa se entiendan también como tareas compartidas por toda la sociedad. Eso es lo que estamos tratando de construir.
 
Y sabemos que esto no se logra encerrados entre cuatro paredes. Los equipos de mi Gobierno tienen la clara instrucción de estar siempre en terreno y así se los expreso permanentemente a nuestros equipos cuando voy a regiones.
 
Porque los municipios sabemos que son la cara del Estado ante la ciudadanía es que, para mí, insisto, es tremendamente importante aprender de todas las experiencias que ustedes han acumulado en sus gestiones y de los diálogos que ustedes tienen con la ciudadanía.
 
Quiero hoy aprovechar de saludar a nuestra subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales, con quien sé que estuvieron revisando los desafíos y avances en materia de descentralización. Nuestra convicción y estas palabras no tendrían sentido si no vinieran ya dos años de gobierno acompañadas de acciones concretas, algunas de las cuales relataba la alcaldesa Leitao.
 
Y es que nuestra convicción se materializa, por ejemplo, en el significativo incremento de las asignaciones que Subdere ha entregado a los municipios durante nuestra gestión, superando significativamente la de los últimos años.
 
A propósito de la interpelación que en buena lid me hacía la alcaldesa, les puedo anunciar y certificar que a partir del viernes 12 de abril se inicia la transferencia de más de $93.600 millones a 307 comunas a lo largo de Chile, gracias a la Ley de Royalty Minero. Una ley que costó sacar adelante, que fue difícil construir el acuerdo, que tuvimos la oposición del gremio empresarial de la Sonami en su momento y que, sin embargo, con mucho trabajo logramos construir el acuerdo para hacerla posible.
 
El acuerdo del Royalty Minero permitió, por un lado, dar certezas a la inversión minera de largo plazo, pero, por otro, hacer este tremendo aporte significativo a los municipios y hacer de todos, la riqueza de nuestro pueblo, de nuestra patria, que es el cobre.
 
Destaco lo difícil que fue la aprobación del Royalty porque tenemos otras reformas en discusión que han sido difíciles. Pero inevitablemente pienso cómo va a ser posible, cómo vamos a permitir que, por diferencias políticas, por el gallito entre gobierno y oposición, no seamos capaces en más de 10 años de ponernos de acuerdo en una reforma estructural al Sistema de Pensiones en Chile, porque sabemos y ustedes lo saben porque conviven día a día con la precariedad de nuestros adultos mayores en nuestra patria, de pensiones que no alcanzan para vivir.
 
¿Cómo no vamos a ser capaces de ponernos de acuerdo? Logramos hacerlo en el Royalty con mucha dificultad y con mucha oposición de algunos de los sectores interesados. No me cabe ninguna duda que en materia de pensiones también poder hacer lo mismo y avanzar en esa dirección.
 
Del Royalty, se trata de recursos nuevos, recursos frescos, no de reasignaciones, que van a beneficiar a más de 12 millones de personas y cuyo monto, además, se va a duplicar a partir del 2025, según lo indica la ley.
 
Pienso en comunas como Andacollo, Catemu, Cabildo o Combarbalá, para las que va a significar un aumento de más de un 15% en su presupuesto. Esa es la magnitud del impacto que van a tener estos recursos.
 
Y esto también significa avanzar en mayor autonomía ya que cada municipio va a tener la libertad de disponer de estos recursos según las necesidades particulares de cada comuna. Sabemos que no es lo mismo vivir en la comuna de El Monte —aprovecho a recordar a su ex alcalde, fallecido trágicamente en este periodo, recuerdo que estuve con él en Arica, era el presidente de la Asociación de Municipios Rurales, además— que en una comuna chica en Quillón o en Hualañé o en Linares. Cada comuna tiene diferentes necesidades y, por lo tanto, son ustedes mejor que nadie quienes pueden determinar hacia dónde dirigir esos recursos.
 
El Royalty Minero, en ese sentido, es más justicia y bienestar para Chile. No era racional ni era justo que las comunas donde están las faenas mineras no recogieran parte significativa de estas ganancias y tampoco era comprensible que las comunas más pobres no se beneficiaran de la riqueza que es de todos los chilenos y chilenas.
 
Por eso reitero, si el cobre es el sueldo de Chile, este debe llegar a todos los chilenos y chilenas y, de esta manera, estamos avanzando.
 
Lo mismo pienso de cara a otros proyectos importantes, como lo que estamos haciendo, por ejemplo, con el litio para Chile.
 
Ahora, sabemos que la descentralización mejora la democracia porque la acerca a las personas. Y, así como decía la alcaldesa Leitao, la probidad es un principio fundamental en el que se debe sustentar la democracia. Sabemos que ninguna sociedad está exenta de vivir casos de corrupción o de falta a la probidad, ninguna sociedad está exenta, la diferencia está en cómo reaccionamos frente a ella, cómo no la dejamos pasar y la combatimos de frente.
 
Por eso, tenemos que garantizar a la ciudadanía que vamos a ser firmes ante todo hecho de corrupción, venga de donde venga, y que no vamos a permitir que unos pocos saquen provechos de los recursos que son de todos. Insisto, tenemos que defender con orgullo la actividad política como una actividad honesta, como una actividad transformadora y recuperar, de esta manera, la confianza en la democracia y en sus instituciones por el bien de Chile y su futuro.
 
Como Gobierno estamos implementando la Estrategia Nacional de Integridad Pública que presentamos en diciembre pasado y las recomendaciones de la Comisión Jaraquemada que contienen medidas en el ámbito municipal. En este marco, los esfuerzos del Gobierno en la materia se concentran hoy en el Proyecto de Ley de Integridad Municipal que está tramitándose en el Senado y que, por ejemplo, establece más control sobre corporaciones y fundaciones municipales y mejora el control interno.
 
Tengo absolutamente claro que a veces los cuidados del sacristán matan al señor cura y lo digo en el sentido en que tenemos que ser cuidadosos y encontrar ese equilibrio entre la eficiencia del gasto y la oportunidad del gasto; y los controles y la transparencia que tenemos que tener porque, muchas veces, hemos creado instituciones que no son coherentes entre sí y que generan más problemas que beneficios o soluciones.
 
Y, por lo tanto, todas estas materias que son tremendamente importantes y esenciales para el fortalecimiento de la democracia tienen que venir acompañadas de una lógica de qué es lo que va a implicar esto para un alcalde de una comuna chica o un alcalde de una comuna rural. No se puede pensar todo como si todos tuvieran exactamente los mismos recursos y las mismas competencias. Por lo tanto, la visión de la Estrategia de Probidad Pública también tiene que tener una visión descentralizada, como me han planteado muchas veces los gobernadores y los alcaldes.
 
Ahora, en un tema que nos toca a todos y que sé que es prioritario en todas las regiones de Chile. Todas las regiones tienen alguna particularidad, si voy a la Región de Coquimbo, la principal angustia es la sequía; si voy a la Región de Aysén, una de las principales preocupaciones es la conectividad; si vamos, por otro lado, a la Región del Maule es lo golpeada que ha sido por las diferentes catástrofes, incendios e inundaciones. Pero todas las regiones, independiente de donde estén ubicadas, comparten la preocupación por la delincuencia, la preocupación por otorgar más seguridad a nuestros vecinos y vecinas.
 
En esto quiero ser muy claro. Como Gobierno creo, honestamente, que estamos trabajando firmes en materia de seguridad, pero en la medida en que no seamos capaces de que la percepción respecto a la seguridad mejore en conjunto con los datos duros, tenemos un problema grave porque cuando hay una percepción de inseguridad se genera desde ya, per se, una vulneración de derechos porque hay derechos que no se ejercen.
 
Entonces, el poder hablar claramente de este tema, el poder responder, el poder hacer es tremendamente relevante para nuestra convivencia democrática. Y en esto los municipios son fundamentales.
 
Por eso, creamos el Sistema Nacional de Seguridad Municipal que, como, entiendo, expuso anteriormente el subsecretario Vergara, nos ha permitido entregar más recursos y llegar a más municipios con base en sus necesidades. Del 2022 al 2023 aumentamos en un 65% los montos asignados y pasamos de 59 a 232 comunas con financiamiento. Así, por ejemplo, la comuna de Chimbarongo inauguró hace poco su Proyecto de Alarmas Comunitarias y Patrullaje Mixto. Recuerdo haberlo conversado, también, con la alcaldesa de Cauquenes o con el alcalde de Illapel.
 
Este 2024 vamos a continuar con una inversión de más de $15.000 millones porque, lo que nos va a permitir llegar con financiamiento a todas las municipalidades del país. De esta manera, estimados y estimadas, estamos avanzando con el Plan Calle Sin Violencia, seguimos instalando juegos para niños y áreas verdes donde antes había narco-mausoleos, estamos fortaleciendo la acción de Carabineros y la Seguridad Municipal con los sistemas de televigilancia y perfeccionando nuestras herramientas con iniciativas como el Proyecto de Ley de Seguridad Municipal que esperamos sea despachado prontamente por el Congreso.
 
Respecto a seguridad, creo importante, como Presidente de un gobierno progresista, instalar una reflexión. En el debate público pareciera, a veces, que la discusión sobre seguridad se centra solamente en un punto. Estoy totalmente de acuerdo que frente a los delincuentes y a los narcotraficantes hay que tener mano dura y ser implacable en la persecución del delito. Eso es una parte importantísima de la estrategia para recuperar la seguridad de nuestra patria. También, el fortalecimiento de las policías, la PDI, Carabineros y Directemar, que cumple un rol importante en las localidades costeras. A eso, no en oposición, sino que, de manera complementaria, debemos sumarle el objetivo de construir mayor cohesión social.
 
He visto en la mayoría de sus regiones que los barrios donde hay más organización popular son barrios más seguros, los barrios donde hay más organización comunitaria, donde hay mayor tejido social son barrios donde la convivencia es mejor. Y, para eso, el Estado al hablar de seguridad tiene el deber, y como Presidente me asigno el deber, de hablar y hacer en otros ámbitos, también, en cultura, en deporte y en educación que son elementos fundamentales para poder recuperar nuestra convivencia en los espacios públicos.
 
Aprovecho de pasar el dato y de dejarlos invitados a todos, porque sé que en la mayoría de sus comunas se va a hacer, a que celebremos todos este fin de semana el Día Nacional del Deporte. Queremos convertir el Día Nacional del Deporte en algo parecido a lo que es hoy el Día del Patrimonio donde sabemos que todos nuestros espacios se llenan de gente curiosa recorriendo hasta los recovecos más insólitos de nuestras ciudades y queremos que el Día Nacional del Deporte sea una fiesta en esa misma lógica.
 
Sé que en muchas comunas hay diferentes actividades organizadas y los invito a que, como alcaldes y alcaldesas, se sumen a ellas para poder tener una fiesta nacional y empezar a transmitir que el deporte no es sencillamente un adendo de segunda categoría, sino que es una herramienta esencial para la prevención de la delincuencia, para tener una mejor salud y para generar mayor cohesión social.
 
Lo mismo respecto a la cultura. En la cultura estoy comprometido. Lo veía en Constitución con el hermoso momento de la inauguración del Teatro Municipal de Constitución, en lo que significaba para ese pueblo golpeado por el terremoto del 2010 la inauguración de ese precioso teatro municipal y como la gente estaba contenta tanto dentro como fuera.
 
Por eso, tenemos un compromiso como Gobierno de aumentar el presupuesto de Cultura para llegar al 1% del presupuesto nacional. Hoy día el presupuesto de Cultura es el orden del 0,4%, esto significa un aumento tremendamente sustantivo en este ítem, significa que este año el presupuesto de Cultura, que, por cierto, tiene que pasar por el Parlamento, pero que este año vamos a hacer el esfuerzo para que el presupuesto de Cultura aumente en un 60%. Y eso lo hacemos con la perspectiva de que la cultura es el espíritu de un pueblo y que en cada una de las comunas de Chile hay trabajadores y trabajadoras de la cultura, artistas, artesanos, músicos, música, que tienen la esencia de nuestra patria y que nos ayudan a generar esta mayor cohesión social.
 
Tomo lo que me decía, alcaldesa, sobre la educación pública. Estuve hace poquito en San Javier en la reposición de una escuela que había sufrido un grave incendio hace poco tiempo. Estuvimos con el presidente y la tesorera del centro de estudiantes en conjunto con el alcalde y era impresionante el sentido de orgullo que tenían los chicos y las chicas por su escuela, estaban felices y orgullosos de haber recuperado lo que se había perdido por un incendio por un inescrupuloso hace mucho tiempo.
 
Lo mismo en Curaco de Vélez. Los invito a conocer Curaco de Vélez en la preciosa Isla de Chiloé donde también hicimos una reposición de una escuela rural, pública, chiquitita, donde recuerdo muy patentemente a una niña emocionadísima que se puso a llorar de la emoción en ese momento y donde ellos pintaron unas piedras con símbolos de su comuna y las enterramos ahí, y les decía que en 50 años más esa parte de la historia, de niños de básica, va a seguir ahí en la educación pública de su comuna.
 
Por eso, me tomo en serio el desafío al que me invita, alcaldesa. Hemos planteado con el ministro Cataldo una cuestión que es bastante compleja, en Chile no se invierte de manera significativa y consistente —y este es un problema del Estado, no de un gobierno u otro— en infraestructura escolar, quizás, desde la Jornada Escolar Completa del gobierno del presidente Frei.
 
Y, por lo tanto, creemos que es imperativo y necesario tener un Plan Nacional de Inversión en Infraestructura porque hemos visto, a partir de las movilizaciones en Atacama, no podemos desconocer las dificultades que hemos enfrentado como Gobierno, en Copiapó, Huasco, Tierra Amarilla, etc., que cuando no cuidamos y no invertimos en nuestras escuelas públicas se degrada el espíritu nacional y dejamos de poner la atención en quienes son, quizás, lo más valiosos que tenemos, nuestros niños y niñas. Por lo tanto, vamos a avanzar con ese plan de infraestructura.
 
En esto me gustaría convocar a todos. Le di una instrucción a nuestra seremi de Educación de la Región del Maule hace poco, que convocara a las federaciones de estudiantes para que organizáramos durante este año en la Región del Maule y, ojalá, poder replicar en todo Chile estas ideas, pensar fuera de la caja, que convoquemos a los estudiantes universitarios a hacer trabajo voluntario los fines de semana o en las vacaciones para, por ejemplo, pintar las escuelas y pintemos todas las escuelas públicas de Chile que necesite ser pintadas y que con esos pequeños gestos donde, además, la comunidad se vaya entremezclando, recuperemos juntos el orgullo por la educación pública y además los lazos comunitarios que nos unen.
 
Creo que eso es algo totalmente posible, depende de voluntad política y siempre va a haber un montón de peros y problemas o, con todo respeto a quienes estudiaron Derecho, algún abogado que ponga problemas para decir por qué no se puede hacer esto. Pero lo que les pido a mis colaboradores es que siempre busquemos soluciones y algo de estas características creo que es totalmente posible y, en conjunto con un plan decidido del Estado para invertir más en infraestructura, un Plan Nacional de Infraestructura en Educación Pública, podamos involucrar al resto de la comunidad.
 
Estimados y estimadas, sabemos que este año es particularmente intenso para la gran mayoría de ustedes porque nos enfrentaremos a un nuevo proceso electoral y quiero invitarlos a todos y a todas a cuidar nuestra democracia, a confrontar nuestras legítimas discrepancias desde el respeto, desde las ideas y no desde la interpelación personal o la difusión de mentiras, velando siempre por el futuro de las instituciones porque nosotros vamos a pasar, cada uno de nosotros va a pasar, pero las instituciones se queda. Y, sobre todo, los pueblos quedan, la gente queda.
 
Por eso, en estas elecciones espero que en los proyectos que le ofrezcamos a la ciudadanía desde los diferentes sectores políticos se supere la tentación de dar respuestas fáciles a problemas complejos y nos centremos en la búsqueda del bien común. Cuidemos, así, las reglas democráticas que nos hemos dado y las instituciones encargadas de velar por ellas.
 
Un mejor futuro para Chile se construye junto a los gobiernos locales. De esta relación cercana entre la ciudadanía y sus representantes depende que tengamos una democracia más fuerte y más legitimada en momentos en donde, en el mundo, la democracia está temblando y esto tiene que estar en fina sintonía con las necesidades de cada uno de nuestros compatriotas.
 
Durante nuestro Gobierno nos ha tocado vivir los incendios e inundaciones en el Maule, Ñuble, la Araucanía, en parte de O’Higgins fueron tremendos y vi, porque estuvimos en terreno con muchos de ustedes, la angustia. Me acuerdo haber conversado en algún momento con la alcaldesa de Santa Juana o el alcalde de Quillón o la alcaldesa de Arauco por Punta Lavapié y ver como cada uno de ellos, independiente de cualquier diferencia política, estábamos trabajando en conjunto y eran los alcaldes y las alcaldesas los que estaban ahí con los pies en el barro, arriesgando incluso hasta la vida por jugársela por sus vecinos y vecinas.
 
Y, ahora, tuvimos tragedias muy grandes en Viña del Mar, en Quilpué y Villa Alemana, centrada y muy dura en particular en Villa Alemana y Viña del Mar. Y les pido que la solidaridad a la que hacía referencia la alcaldesa Leitao se mantenga porque la situación sigue siendo difícil. La tarea de la reconstrucción de más de 6 mil viviendas destruidas en el incendio es tremendamente desafiante y difícil. En esto el Estado tiene un deber y tiene que cumplir con ese deber, nosotros como Gobierno tenemos un deber, pero la solidaridad no va a dejar de ser importante.
 
Así que, les pido que sigan apoyando a las alcaldesas, en este caso, a la alcaldesa Ripamonti, a la alcaldesa Melipillán y a la alcaldesa Toledo, en este momento difícil por el que pasaron sus comunas, tal como en su momento hubo apoyo para los alcaldes de las regiones del centro-sur del país producto de las tragedias porque juntos nos vamos a poder levantar.
 
Chile avanza y avanza con ustedes, con los municipios y comunas de Chile.
 
Muchísimas gracias a todos y a todas.