S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, participa en el CEO Summit de APEC.
Buenas tardes a todos. Me gustaría agradecerles la invitación para ser parte una vez más en esta importante cumbre que reúne a los líderes del Asia Pacífico y a los CEO de las compañías líderes del mundo. Es mi segunda vez en esta reunión, la primera fue en Tailandia, donde aprendí mucho en el intercambio con otros líderes y emprendedores.
Las causas y respuestas a los desafíos más urgentes de nuestro tiempo son, por supuesto, proteger y asegurar la paz, en lo que también estamos fallando; la democracia y los derechos humanos y hay algunas partes del mundo en donde también estamos fallando; afrontar los efectos de la crisis del aumento de la crisis climática y estamos haciendo lo mejor que podemos, pero no es suficiente; potenciar nuestras economías; luchar contra la desigualdad y promover el progreso tecnológico que significa una mejor calidad de vida para la mayoría, no sólo para unos pocos. Y eso, por supuesto, trasciende no sólo las fronteras nacionales, sino también las barreras entre el sector público y el privado.
Como ustedes, por supuesto, son conscientes, los principales desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día en la humanidad no reconocen fronteras. La pandemia del Covid-19 y de seguro las que están por venir, no les importa si Chile termina en el desierto de Atacama o un poquito al norte o si Italia está más cerca o no de otros países de Europa. Pasó de largo.
También el cambio climático, nosotros como país contribuimos en una pequeña cantidad a lo que es la contaminación y los problemas que nos traído el cambio climático, pero somos uno de los países que más han sido afectados por ello. Este año hemos tenido varios incendios que destruyeron cientos de miles de hectáreas en las regiones del centro-sur de nuestro país. Y hace un par de meses atrás, también tuvimos grandes inundaciones, a las que no estábamos acostumbrados al menos desde hace 30 años.
Otro tema que tenemos que discutir es la migración. La migración es un problema que no se trata de números, se trata de personas, se trata de democracia, se trata de derechos humanos. Acabo de leer un libro sobre el viaje de unos jóvenes de Siria que tuvieron que caminar y pasar por el Mediterráneo, uno con su hijo, que sólo tenía apenas un año y medio, para llegar a Francia y todos los momentos difíciles que tuvieron que pasar. Y que podría parecer un poco lejano de nosotros, Siria.
Puede que nos resulte difícil sentir empatía cuando algo sucede tan lejos, pero en nuestra región también lo estamos viviendo. Casi seis millones de venezolanos han migrado de su país y sólo en Chile hemos recibido a más de 800.000 de ellos. Qué decir de la inmigración en Centroamérica, en que van hacia el norte, México, los Estados Unidos, quizás Canadá.
¿Y qué tienen en común todos estos temas? No podemos enfrentarlos solos. No podemos enfrentarlos solos y sé que estamos en la APEC, no estamos en la ONU ahora, así que las principales cuestiones que tenemos que discutir ahora son los temas de economía, porque somos 21 economías, 21 pujantes economías. Pero cuando la economía va bien, a la gente le va bien y creo firmemente que hoy podemos hacerlo mejor. Hoy tal vez más que nunca gracias a la globalización, el destino de cada uno de nosotros está entrelazado con el destino de otros.
Recuerdo una reflexión de un joven sirio que leí, su nombre era Hakim, él tenía una guardería en Damasco. Y una de sus reflexiones decía “que me iba tan bien, tan bien hace un año y medio, y ahora estoy intentando cruzar el mar Mediterráneo con mi hijo de un año y medio y un par de docenas de padres refugiados con grandes posibilidades de ahogarse. Pero hace un año y medio, me estaba yendo bien”.
¿Qué quiero decir con esto? Los problemas que enfrentamos en el mundo, en particular, tienen que ver con que la debilidad de nuestros sistemas políticos o la fuerza de nuestros sistemas políticos no pueden darse por sentados. Y, por lo tanto, al menos en nuestros países, estamos conscientes que la democracia debe generar beneficios para todas las personas, no sólo para los que tienen la riqueza. Por eso, estas reuniones nos abren vías de diálogo entre distintos sectores claves para el desarrollo económico y social que tan necesarios son. Y realmente espero que no sólo mi discurso, sino las reuniones que se están llevando a cabo en privado, ayuden a atraer más inversiones, para traer más conocimiento, para traer más confianza a las relaciones que debemos tener entre nuestros países.
¿Cuál es el rol de la APEC? ¿Y qué estamos en Chile al respecto? Tenemos muchísimo trabajo por hacer y debemos actuar urgentemente por nosotros mismos y por las generaciones futuras. Esta ya no es una conversación sobre el futuro, es sobre lo que está sucediendo ahora. No sé si han tenido la oportunidad de escuchar, por ejemplo, a la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, les recomiendo mucho que les echen un vistazo a sus discursos, porque su país podría desaparecer ahora. O si han visto lo que ha ocurrido en Acapulco, México.
Tenemos un papel que desempeñar el gobierno, la sociedad civil y el sector privado como inversionistas, proveedores de servicios y creadores de empleo en muchas comunidades locales, pero tenemos que reconstruir confianzas. Necesitamos reconstruir confianzas porque sin confianzas, no hay nada. Si nos vemos como extraños o sólo como chicos que intentan competir entre sí, no llegaremos muy lejos.
Sin embargo, tal vez porque soy de un pueblito del sur de Chile cerca de la Antártica, tengo mucha confianza de que podemos avanzar juntos para encontrar soluciones audaces, innovadoras y colectivas. En ese sentido, me revelo contra el pesimismo porque el pesimismo sólo sirve a quienes quieren mantener el statu quo.
En este sentido, con mucho orgullo y responsabilidad, puedo decir que nuestro país del cual estamos muy orgullosos, Chile, tiene el potencial de convertirse en la principal plataforma para la inversión e innovación sustentable no sólo en América Latina, sino en el mundo, especialmente en la transición energética y la economía digital.
Estamos comprometidos en contribuir, desde el sur del mundo, a las soluciones globales, a los desafíos que este siglo XXI nos demanda. Chile está interesado en colaborar con todos los países, no para servir a cualquier hegemonía que lo pretenda.
Es por eso por lo que tenemos la más amplia red mundial de tratados de libre comercio con países de todo el mundo. Tenemos libre comercio con China, tenemos un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, acabamos de llegar a un acuerdo de modernización de nuestro acuerdo de libre comercio, que también añade otros capítulos, por ejemplo, en cultura, innovación y educación con la Unión Europea. Y tenemos muchas ganas de concretar más tratados similares, por ejemplo, con la India u otros países, con algunos lugares que no hemos visto.
El necesario cambio global hacia una economía más verde y digital no llega a Chile como un lastre, sino como una oportunidad para hacer un cambio cualitativo en nuestro modelo de desarrollo. Si durante más de un siglo nuestro país fue bien conocido por las materias primas, que algunas compañías extranjeras extrajeron desde mi país y las vendían en el extranjero a fabricantes externos, ahora estamos viendo que somos capaces de crear cadenas de valor en nuestro país. Por supuesto, en conjunto, en síntesis, con el sector privado y con otros países.
Esto es gracias a la riqueza de nuestros recursos naturales, nuestro cobre y litio, el sol del desierto de Atacama y los fuertes vientos de la Patagonia, de donde provengo. También es resultado de políticas estatales y alianzas transversales con el sector privado.
Hemos decidido hace varios años, en la presidencia de Michelle Bachelet que algunas áreas, algunos temas no iban a ser abordados sólo por el Gobierno, sino que iban a ser políticas de Estado. Así que, no importa quien esté en el Gobierno, la política de Estado sigue siendo la misma porque sabemos que la inversión en estas áreas, por ejemplo, energía, requiere criterios de largo plazo.
Hoy estamos tomando medidas concretas para aprovechar esta oportunidad y no dejarla pasar. Queremos crecer y desarrollarnos, damos la bienvenida a la inversión extranjera, y lo hacemos con el foco en encontrar socios para agregar valor a nuestras materias primas, incorporar ciencia y tecnología de punta en los procesos, generar encadenamientos productivos y crear empleos dignos en nuestro país con respeto a las comunidades.
Chile apunta a participar activamente en las cadenas globales de valor a través de la innovación, creando productos de alta calidad que compitan en el escenario mundial. Y este potencial no es sólo un sueño, porque se está convirtiendo ahora en una realidad.
Estuve hace un par de semanas en China y tuve una buena reunión con el presidente Xi Jinping y con una de las empresas de China firmamos un acuerdo para invertir en la industria del litio por US$230 millones para desarrollar cátodos de litio en nuestro país. Y esperamos abrir ese mercado no sólo a esa empresa, sino a otras empresas en todo el mundo porque sabemos que necesitamos colaboración. No sólo competición, colaboración para aprovechar esta gran oportunidad de la transformación eléctrica.
Chile apunta a participar activamente en las cadenas globales de valor a través de la innovación, creando, como señalé, productos de alta calidad que compitan en el escenario mundial.
¿Y cuál es nuestro compromiso hoy en día? Somos es el primer país de América Latina en fijar por ley, creo que Fiji fue el primero, la meta de carbono neutralidad para 2050.
Y hoy me siento muy orgulloso porque hemos recibido una gran noticia. Mi ministro de Energía me envió una noticia que quiero compartir con ustedes. Dice que la participación de energías renovables ha alcanzado un 93.5% en el sistema eléctrico nacional. Nos alegramos y estamos orgullosos de ello. Creo que podemos hacerlo aún mejor porque hemos tenido algunos problemas en la transmisión.
Santiago es, además, la ciudad con la flota de buses eléctricos más grande después de China. Por otra parte, Chile ha alcanzado un nuevo récord del 35% de participación en energías renovables no convencionales en nuestra matriz energética. Esta participación sigue creciendo cada día. Los datos que acabo de compartirles son sólo de hoy.
Hace poco premiamos proyectos de inversión para fabricar cátodos de litio y este mes tuvimos el primer envío comercial de eco combustible basado en hidrógeno verde desde la zona sur de Magallanes hacia Inglaterra. Ya estamos produciendo hidrógeno verde para exportar.
Sé que cuando los presidentes se paran en este podio sólo les cuentan las cosas buenas de sus países. Pero, por supuesto, tenemos problemas, problemas que estamos enfrentando. Hemos tenido cierta incertidumbre en nuestro proceso constitucional durante algunos años.
Sin embargo, puedo asegurarles que este año, después del plebiscito, sea cual sea el resultado, ese proceso terminará. Sabemos que para tener un desarrollo a largo plazo necesitamos certezas y la certeza es lo que un país serio, como Chile, puede ofrecer junto a la administración fiscal de nuestra economía.
No intento mostrar una imagen desprovista de desafíos; por supuesto, los tenemos. Pero puedo asegurarles que mi país está avanzando y podemos hacer mucho más en el futuro.
Hemos demostrado que es posible alcanzar grandes cosas cuando nos enfocamos en lo que nos une. Organizamos los Juegos Panamericanos, en los cuales participaron atletas de toda América, desde Canadá hasta Argentina, el Caribe y Centroamérica. Fue un gran desafío, pero lo superamos. Y este viernes inauguraremos los Juegos Parapanamericanos. Lo hicimos, fue una gran fiesta del deporte y demostramos que es posible alcanzar grandes cosas cuando nos enfocamos en lo que nos une. Aunque hemos tenido diferencias en la política local, estoy confiado en que podemos hacerlo aún mejor.
Es por eso que Chile es un socio confiable y un destino atractivo para la inversión. Tenemos instituciones robustas y reglas claras que brindan la certeza legal necesaria para el desarrollo económico. Pueden estar seguros de que esto seguirá siendo así en los años venideros.
Permítanme darles otro ejemplo. Durante cerca de 10 años, estuvimos conversando con el Congreso de Estados Unidos sobre un tratado que eliminara el sistema de doble tributación. Hoy hemos terminado ese proceso, por lo tanto, las inversiones desde Chile a los Estados Unidos y viceversa no tendrán que sufrir una doble tributación.
Nuestro Gobierno está genuinamente comprometido con la promoción de la producción y el desarrollo sostenible. Hemos mantenido una política fiscal responsable que nos ha permitido reducir la inflación. El año pasado teníamos una inflación del 12.5%, pero hoy estamos cerca del 5%, y la meta del Banco Central es llegar a menos del 3%. Este año esperamos bajar del 5%, incluso del 4%, pero el próximo año llegaremos a la meta del Banco Central.
Hemos revertido las predicciones de una recesión económica de manera significativa. Hubo personas que decían que Chile iba inevitablemente hacia una catástrofe, pero no es así. Hemos sido capaces de combatir esos prejuicios y, con una política responsable y ambiciosa, hemos aumentado el salario mínimo, asegurado la atención de salud gratuita en el sector público, reducido la inflación y evitado la crisis económica que algunos pronosticaban.
Asimismo, hemos implementado una agenda robusta para eliminar la burocracia y agilizar la concesión de permisos para proyectos de inversión, manteniendo, al mismo tiempo, estándares ambientales y laborales adecuados para una economía sostenible y una sociedad justa.
Al mismo tiempo, estamos comprometidos con avanzar en políticas públicas que aborden las necesidades sociales de los chilenos, las cuales han sido descuidadas por mucho tiempo. Estamos convencidos de que una mayor cohesión social, una mejor convivencia y una ciudadanía satisfecha con las instituciones públicas son las mejores garantías de estabilidad que podemos ofrecer.
Necesitamos crecer más; Chile ha estado estancado por cerca de 10 años y necesitamos hacer que el Estado sea más eficiente. Estamos muy comprometidos con eso. Tenemos que aprovechar las oportunidades únicas de hoy, pero para eso tenemos que trabajar juntos, sector público y privado, y, por supuesto, con las economías que están representadas aquí. Estas son nuestras convicciones en Chile, y sé que son también compartidas por la visión de APEC 2040, la cual nos compartieron socios de ABAC en un gran seminario hace unos días.
Muchas de las soluciones que están cambiando el mundo nacen de las oportunidades proporcionadas por el avance de la ciencia y la tecnología. Sé que el cambio es reticente, como sabrán, especialmente en San Francisco. Esto es bien conocido por la ciudad anfitriona de esta APEC, San Francisco, cuna de grandes empresas y startups que han revolucionado nuestras vidas. ¿Cuántas de estas empresas no hubieran llegado a donde están si hubieran seguido las opiniones generales?
Chile reconoce el poder transformador de la innovación y su capacidad para abrir nuevas vías de crecimiento y desarrollo, pero eso también significa que tenemos que estar dispuestos a enfrentar riesgos y a fracasar porque en el fracaso hay, por supuesto, aprendizaje. Claro que cuando hablamos de recursos públicos tenemos que ser muy cuidadosos porque no es nuestro dinero, es el dinero de nuestros ciudadanos.
El programa gubernamental Start-Up Chile ha ganado reconocimiento mundial por su papel en impulsar emprendimientos como NotCo, Cornershop y Butterfly. Y pronto enviaremos un proyecto de ley al Congreso para crear una agencia de financiamiento para el desarrollo que promoverá iniciativas privadas para la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, siguiendo la experiencia de países como Nueva Zelanda y Alemania.
Las áreas de cooperación son diversas, como agrotecnología, industrias creativas y electromovilidad. Tenemos una gran oportunidad en electromovilidad, especialmente debido a nuestros recursos de cobre y litio. Y estamos completamente preparados para contribuir con la transferencia de conocimientos y tecnología, donde tenemos experiencia, por ejemplo, en infraestructuras resistentes a terremotos, astronomía y espacio, minería, entre otros, con el conocimiento que se genera en nuestras universidades, las cuales tienen un nivel muy alto.
Para finalizar esta presentación, en particular, me gustaría destacar los avances de Chile en la transformación digital. Esto nos posiciona hoy como el país mejor preparado en América Latina para iniciar el nuevo modelo económico digital, según el Digital Readiness Index. Esta no es sólo mi voluntad o deseo, está certificada por este índice.
Hemos invertido en infraestructura digital como redes de fibra óptica y redes 5G, y empresas como Google, Microsoft, Oracle y Huawei han elegido a Chile para instalar centros de datos. Asimismo, Singapur, Francia, Estados Unidos, Estonia, Reino Unido e India nos han elegido recientemente como mercado para el desarrollo de software y tecnologías de la información, y estamos buscando convertirnos en un centro de tecnología para toda América Latina.
Somos la octava economía de la OCDE con el mayor número de suscriptores de datos móviles de banda ancha y tenemos la banda ancha fija más rápida del planeta.
A nivel estatal, estamos reduciendo la burocracia, lo que no es fácil, mediante el uso de una clave digital única para los trámites gubernamentales, llamada Clave Única, y, a nivel internacional, estamos promoviendo un acuerdo de asociación para la economía digital sin precedentes, con el objetivo de impulsar el sector y garantizar la inclusión de empresas más pequeñas y grupos vulnerables.
Además, buscamos desempeñar un papel activo en la discusión sobre el establecimiento de un marco ético para el desarrollo y uso responsable de la inteligencia artificial. De hecho, el mes pasado, organizamos un foro con todos los ministros de Ciencia de América Latina y el Caribe para abordar estos temas. Y es un tema del que hablé con el Presidente Xi Jinping y con el Presidente Biden hace algunas semanas.
En este contexto, me gustaría invitarlos a ver a Chile con entusiasmo en el avance de la economía digital, que siempre estará abierto a la colaboración dentro de un marco de neutralidad tecnológica establecido por ley y tratamiento no discriminatorio.
Sabemos, amigos míos, que el mundo atraviesa tiempos difíciles y debemos redoblar nuestros esfuerzos para asegurar que prevalezca el diálogo y se respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario en nuestros países y en otros. Porque los derechos humanos no pueden ser negociables, debemos elevar nuestras voces donde quiera que los derechos humanos no se respeten, sin importar cuál sea el gobierno que los transgreda. Incluso en las condiciones más extremas, la compasión debe prevalecer. Hay ciertos valores y principios que debemos respetar, líneas rojas que no debemos cruzar.
Abogamos por la paz en Oriente Medio. Condenamos el ataque terrorista de Hamás contra civiles y exigimos la liberación inmediata de los secuestrados. Y, al mismo tiempo, exigimos el cese de los bombardeos en Gaza perpetrado por el ejército de Israel bajo el mando de Netanyahu. No podemos tolerar que miles de personas hayan sido asesinadas en tan pocas semanas.
También, como ya lo hemos dicho antes, y esto es un foro económico, pero no podemos mantenernos en silencio por esto, seguimos condenando la ilegal e injusta invasión de Rusia a Ucrania. Abogamos por la paz en nuestra región y en el mundo.
Sabemos que APEC representa un conjunto diverso de culturas y economías, y no pretendemos que todos debamos pensar igual, pero de seguro podemos coincidir en que los derechos humanos, como avance civilizatorio, deben ser preservados y la compasión debe prevalecer, ante todo.
El comercio, la ciencia, los deportes, la educación son mejores que la guerra y podemos trabajar más fuerte en eso para ayudar a países pequeños y medianos. En Chile, nos enorgullece contribuir a ser un puente entre América Latina y la región de Asia Pacífico. Esperamos que otros países en nuestra región puedan unirse a este foro como, por ejemplo, Colombia, quien está tratando de participar en la reunión de APEC.
Desde este lugar, continuaremos promoviendo la integración regional y la adopción de acuerdos efectivos con la esperanza de que el futuro que nos espera sea más auspicioso y próspero para todos, y más justo para todos los habitantes del mundo.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta; y la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, encabeza entrega de viviendas de los proyectos Escultores Lily Garafulic, Sergio Mallol y Nicanor Plaza.
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Lugar: Avenida General de Brigada Zenteno del Pozo con calle Aconcagua, Colina.jueves, 28 de noviembre de 202410:00
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta; y la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, encabeza entrega de viviendas de los proyectos Escultores Lily Garafulic, Sergio Mallol y Nicanor Plaza.