Mandatario encabeza la ceremonia de inauguración del Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) de Tirúa.
Muy buenas tardes a todos y a todas. Muchas gracias, alcalde, José Linco, muchas gracias Segundo Yevilao por traernos también la experiencia de la comunidad.
Estamos partiendo esta gira en la Región del Biobío, a la que había venido varias veces durante nuestro mandato, pero en contexto de las emergencias. Ahora venimos de manera planificada y queremos comenzar por Tirúa. Y comenzamos por Tirúa porque sabemos que hace mucho tiempo no venía un presidente de la República a la comuna.
Queremos dar una señal muy clara que el Estado no va a abandonar a Tirúa y tal como el Gobierno Regional, tal como la Delegación, tal como la Alcaldía hacen una tremenda pega, quiero que sepan que como Estado Nacional también tenemos que estar presente. Eso no se logra con discursos desde Santiago, se logra estando acá, conversando, aunque sea un ratito con la gente, escuchando las demandas de las casas atrás del estadio, entendiendo lo que pasa en Quidico, la demanda por las cámaras de seguridad o el tema del alcantarillado que nos mencionan.
Y poder venir hoy con la ministra de Salud, con la ministra de la Mujer, con parte de mi equipo, que nos acompañe también el senador Saavedra, que nos acompañen dirigentes y dirigentas sociales es tremendamente importante porque ustedes nos transmiten las urgencias que tienen acá, las que se palpan día a día.
Concuerdo plenamente con Segundo cuando hace este reclamo de no a la estigmatización, de no a la caricatura. Cuando uno entra en Tirúa lo primero que sorprende es la belleza, inmediatamente después la calidez de su gente. Sin embargo, si uno busca seguramente en las noticias, Tirúa solamente aparece por las cosas malas que pasan. Y está bien, para que no se malentienda, no digo que no se cuenten las cosas malas, las cosas malas se tienen que contar, pero creo que es importante que también se cuente todo el esfuerzo de la comunidad por sacar las cosas adelante.
Y para eso estamos acá también, para visibilizar ese proceso, ese esfuerzo, esa lucha. Me alegra mucho simbolizarlo en la inauguración de este Servicio de Urgencia de Alta Resolutividad, qué tanto tiempo y trabajo costó sacar adelante, 9 años costó, es demasiado tiempo. Entiendo que al principio la empresa quebró el 2015 y después de eso se logró recién el 2019 llamar de nuevo a licitación, cuatro años después, y tras producto de las contingencias del país y la pandemia se paralizó de nuevo y hubo que ponerle harto ñeque para sacarlo adelante.
Eso, como ustedes dos decían, se logra con voluntad política. Si las cosas no pasan solas y para que esa voluntad política se exprese más claramente es importante que nuestras autoridades, que tanto los representantes del pueblo como también los representantes del Gobierno estén en terreno conversando con ustedes. Por eso, me alegra tener este espacio lleno, por eso me alegra y me emociona también haber podido conversar con gente afuera. Por eso, les contaba que nos demoramos un poquito más porque fuimos saludando uno por uno y escuchando, en algunos casos, parte de las demandas o necesidades que tienen.
Como decía, le agradezco a José Linco por sus palabras. Créame, alcalde, que tomo nota no sólo como Presidente, sino como Gobierno de las múltiples y legítimas demandas que ha reseñado. Me pasa mucho que cuando escucho a los alcaldes, me voy con los bolsillos vacíos, pero entiendo que hay harta necesidad, en particular en zonas tan rezagadas como esta. Anoté el camino de Tirúa- Loncotripay y el camino Tirúa-La Campana; la necesidad de la fibra óptica; la construcción de vivienda en Tirúa que llevan cerca de 20 años esperando, 20 años esperando es mucho tiempo -sí, lo vamos a conversar con el ministro para ver cómo podemos también hacer el esfuerzo e incluirlos- y el diseño del Liceo C90 que está parado, lo anoté también.
Quiero que sepa que hoy no vinimos solamente a cortar una cinta o a develar una placa, sino también a escuchar, a tomar nota. Le puedo decir desde ya que he encargado al subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, que se ocupe personalmente del tema de la interculturalidad en el CFT Estatal de Tirúa. Además, les aseguro que el CFT no va a ser trasladado, entiendo que ha habido algunos “ruidos” en ese sentido. Y tomo no también de lo que señalaban, de la posibilidad de tener integrantes dentro de su directorio, de la comunidad. Le pido a mi equipo que tome nota de eso para planteárselo al subsecretario de Educación Superior.
Y como pimponeaba algunas ideas con el alcalde, hay varios proyectos acá que son de infraestructura, el tema del alcantarillado o el tema de los caminos. Entonces, le vamos a gestionar, alcalde, una reunión con la ministra del MOP, para que pueda usted presentárselos directamente.
Me hace sentido esto que ustedes señalan de que, si estamos hablando de estado de excepción en el sentido de la seguridad, también debiéramos hablar de estado de excepción en materia de desarrollo, porque tenemos que hacer un esfuerzo mayor. Me voy a referir a eso en un rato.
He tomado nota también de las inquietudes que nos transmite el alcalde Linco a propósito del Cesfam y el SAR, de la salud en general, en el sentido de aumentar la dotación de médicos en etapa de destinación y formación. Vamos a buscar y ver cómo hacer los esfuerzos en esa dirección con la ministra.
Ahora, el SAR viene a dar respuesta en parte también a las derivaciones que se hacían al Hospital de Cañete. Eso es una buena noticia y va a mejorar sustantivamente su calidad de vida ya. Esto ya está en operaciones, entiendo, desde el 9 o 10 de octubre, en marcha blanca, y en la medida en que vaya agarrando ritmo, los habitantes de Tirúa van a poder también estar más en la región, van a tener que trasladarse menos para conseguir una salud digna como la que merecen. Porque, además, ahora hay nuevas herramientas de diagnóstico como, por ejemplo, la telemedicina y hay una serie de patologías que van a poder ser tratadas aquí directamente en Tirúa, sin tener que trasladarse.
Por eso, este SAR Isabel Jiménez Riquelme, que me contaban que fue una enfermera de acá, representa más y mejor salud y es un avance concreto. Segundo nos decía “voluntad política y gestos concretos”. Esto es un gesto concreto, esto es material, se palpa. No es una promesa.
Sabemos, además, que el 90% de la población de Tirúa está en Fonasa y, por lo tanto, este SAR viene a complementar la atención del Cesfam, del consultorio. Y nos hemos puesto como meta, y en esto la ministra de Salud se la ha jugado mucho, fortalecer la salud primaria, justamente, que es donde está la clave de la prevención.
Esperamos, por eso, y estamos trabajando en escalar el Programa de Atención de Salud Primaria Universal para poder llegar a la mayor cantidad de comunas posibles de aquí al término de nuestro mandato y complementar esto con la gratuidad total que incorporamos a toda la Red Pública de Salud con el Copago Cero porque eso elimina las barreras en el acceso a la salud y creemos que es enfrentar directamente una brecha de desigualdad importante en la población.
También se mencionaba, por parte del alcalde y de Segundo, el conflicto de larga data que existe en la zona. Y, por eso, tengo absolutamente claro que la democracia, la cohesión social y el buen vivir, en el fondo, requieren que enfrentemos los grandes desafíos que aquí y en Arauco se expresan en el largo conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche.
Ahora, en esto no soy ingenuo, acá no se esperan resultados milagrosos y no hay atajos. Si algo he aprendido es que el pueblo mapuche tiene una vocación de diálogo y ese diálogo significa tiempo también. Y quienes no provenimos de la cultura mapuche muchas veces andamos muy apurados y esa voluntad de dialogar requiere respetar ciertos procesos, escuchar con atención.
Y eso es lo que estamos tratando de hacer con la Comisión para la Paz y el Entendimiento para que arribe a buen puerto. Y, por eso, agradezco mucho a Gloria Callupe y a Adolfo Millabur que están hoy acá presentes y que son integrantes de la Comisión porque el objetivo que nos pusimos fue ambicioso como Gobierno, pero con una perspectiva de Estado.
Vamos a enfrentar el conflicto desde tres ópticas, desde tres perspectivas distintas. Una es el Plan Buen Vivir y hoy están acá el representante regional y el nacional, en el sentido de acelerar y poder sacar adelante las inversiones que en la zona han quedado tan rezagadas porque, producto del conflicto, hay muchas empresas que no quieren venir, han aumentado mucho los precios, las licitaciones se caen, hay profesionales que no quieren venir.
Y, por lo tanto, el Estado tiene que hacer un esfuerzo mayor, justamente, entenderlo como una zona de excepción desde ese punto de vista, también, no solamente desde el punto de vista de la seguridad. El tema de las inversiones que es habitabilidad, acceso al agua, empleo, vivienda, incentivo a las pymes, agricultura, etc., que está viendo y empujando el Plan Buen Vivir es una pata central de nuestra forma de abordar este conflicto.
En segundo lugar, el diálogo y el diálogo de fondo en torno al tema de las tierras, no podemos obviarlo. Y, por eso, creamos la Comisión de Paz y Entendimiento con un amplio respaldo transversal que no fue fácil, les aseguro que no fue fácil, lo saben bien sus integrantes, porque hubo que sobreponerse a muchas desconfianzas. Una comunidad que está desgarrada por la violencia, violencia de todo tipo, evidentemente desconfía y cuesta mucho sentar a las diferentes partes a la mesa.
Y es tremendamente importante que desde el Estado se tenga esa perspectiva, que la cuestión de las tierras tenga una resolución porque el sistema actual de la compra de tierras mediante Conadi está absolutamente agotado y no da solución. Y, por eso, la Comisión por la Paz y el Entendimiento va a empezar ahora su trabajo en regiones, después de un proceso en el que costó su constitución, pero lo logramos sacar adelante.
Y, en tercer lugar, el tema de la seguridad, que también es importante, pero durante mucho tiempo parecía que era lo único de lo que se hablaba. Y la seguridad tiene una perspectiva, acá no podemos permitir que se cometan delitos.
Anoche, en Contulmo, dos personas quemaron una iglesia. Eso es inaceptable, es inaceptable. No hay causa que justifique la quema de una iglesia o un colegio, una escuela rural, como se hizo hace poco, y la gente que hace eso tiene que ser puesta a disposición de la justicia y enfrentar el estado de derecho. Y en eso quiero ser muy claro, lo digo desde acá Tirúa: quienes cometan ese tipo de actos van a tener que enfrentar la ley como corresponde.
Ahora, la ley tiene que tener criterio. Por eso, como usted mencionaba Segundo, nosotros hemos tenido diferencias y han sido públicas y conocidas respecto al tema de la Ley de Usurpaciones, diferencias con lo que ha legislado el Congreso, porque acá no se trata de enfrentar este conflicto sólo desde la perspectiva de la represión. También hay una visión histórica de fondo del asunto y es importante que consideremos que mi rol como Presidente y el rol del Estado es tratar de buscar todos los caminos para la paz y el entendimiento entre los pueblos que habitan este territorio y, como ustedes bien dicen, las primeras naciones lo habitan desde hace mucho tiempo antes. Esa perspectiva debe ser incorporada y, a la vez, no pero, y a la vez debe quedar claro que eso tiene que ser dentro del marco del estado de derecho y la ley.
Por eso, nuestra estrategia para abordar el conflicto es de largo aliento, con una visión de Estado y con esas tres patas, no con una sola. Acá no basta solamente con hablar de seguridad o pedir más policías, eso no va a solucionar el conflicto de fondo, las raíces, se requiere recuperar el rezago que tienen provincias como la Provincia de Arauco, en donde el Estado abandonó hace mucho tiempo. Y se requiere también un diálogo de buena fe entre las partes para abordar el conflicto desde una perspectiva histórica como en algún momento se intentó hacer como, por ejemplo, con la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato.
Nosotros no somos los primeros que tratamos de abordar esto, pero tengo claro que esta situación es compleja y requiere de una voluntad política de largo aliento y de sobreponerse a quienes van a tratar de boicotearla de diferentes lados. Los tipos que quemaron la iglesia son unos, hay otros que no quieren ningún tipo de diálogo con el pueblo mapuche. Nosotros tenemos que sobreponernos a ambos y lograr ese encuentro, y en eso estamos trabajando.
Estimados y estimadas:
Quiero que sepan que hay una voluntad real del Gobierno por avanzar en estos temas que son imprescindibles como la salud, la infraestructura y la educación, por mencionar sólo algunos ejemplos.
Además, sé que los diálogos sostenidos aquí por la delegada presidencial regional en julio van a dar frutos también, porque esos diálogos al comienzo, cuando se realizaron por primera vez, no se pudieron realizar acá y ahora lo hicimos en Quidico, acá en Tirúa.
Sé que las inversiones públicas o privadas van a dar frutos cuando la violencia dé paso al diálogo y al encuentro. Hemos avanzado, los delitos han caído significativamente desde el 2021 y 2022, pero aún hay mucho por hacer y sé que las comunidades organizadas que luchan por sus derechos y por el reconocimiento legítimo de su identidad saben que el camino para una nueva relación con el Estado pasa por un encuentro franco y sincero como en el diálogo que estamos teniendo en este momento.
Y desde el Estado tenemos el deber de reconocer las falencias que hemos tenido, no echarle la culpa ni al empedrado ni a los gobiernos anteriores porque hay una continuidad del Estado y como Presidente me tengo que hacer cargo de eso, no solamente del Gobierno en el cual llevamos un poco más de un año y medio.
Es así, trabajando juntos, codo a codo, que vamos a lograr salir adelante, encontrar justicia, paz y entendimiento para Tirúa, para el sur del Biobío, para la Región de La Araucanía y para el encuentro entre el pueblo mapuche y también el Estado chileno.
Muchísimas gracias. Es un honor y un orgullo estar acá.
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta; y la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, encabeza entrega de viviendas de los proyectos Escultores Lily Garafulic, Sergio Mallol y Nicanor Plaza.
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Lugar: Avenida General de Brigada Zenteno del Pozo con calle Aconcagua, Colina.jueves, 28 de noviembre de 202410:00
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta; y la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, encabeza entrega de viviendas de los proyectos Escultores Lily Garafulic, Sergio Mallol y Nicanor Plaza.