Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la entrega de Premios Nacionales 2022

21 DIC. 2022
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Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la entrega de Premios Nacionales 2022

Muy buenos días:
 
Me tomo la libertad de sacarme la chaqueta porque, imagínense, si Hernán Rivera, de la pampa, no soporta este calor, a un magallánico como yo me resulta absolutamente insufrible.
 
Estimadas y estimados galardonados, a todas las autoridades aquí presentes, familiares, amigos y amigas, sobre todo a los chicos y chicas del coro de Antofagasta, a sus profesores, a quienes también nos han tocado esta pieza inédita, a todos los músicos y músicas que están aquí presentes, a la prensa que nos acompaña:
 
Tomo las palabras que decían nuestros científicos de que ojalá estas buenas noticias también se cuenten con volumen más fuerte y quiero, por cierto, felicitar a cada uno y a cada una de ustedes que han recibido este Premio Nacional y me alegra mucho que nos acompañe en este momento de celebración el Coro de la Orquesta del Liceo Experimental de Antofagasta, con quienes compartimos hace algunos meses, como les contaba, en su ciudad frente a la Portada, en el mar. En ese momento los invitamos a La Moneda, me alegra que Ricardo, que está aquí, y Claudio hayan cumplido y que hoy día puedan estar aquí justamente en La Moneda. Para mí es un orgullo que estas pequeñas promesas que uno hace en los viajes se puedan cumplir y puedan conocer este espacio tan lleno de historia, de alegría y tragedia.
 
Qué bonito es ver cómo la música nos hace viajar, vivir nuevas experiencias y crecer. Y quiero que sepan que, como Presidente de la República, estoy tremendamente orgulloso de ustedes y ésa es la gracia de lo que premiamos hoy día también.
 
Como bien decía uno de los profesores que nos precedió, que me precedió en la palabra, cada una de las disciplinas que han ejercido ha sido, también, una manera de permitir viajes. Hernán Rivera lo ha logrado con sus obras alrededor de todo el mundo, ustedes con sus estudiantes, Elisa con su canto, con la recuperación de su cultura.
 
Y, por lo tanto, la obra trasciende territorialidad, trasciende el espacio, trasciende el tiempo.
 
Y este año estamos cumpliendo ocho décadas desde que se otorgara el primer Premio Nacional de Literatura, el más antiguo de los Premios Nacionales y que fue entregado en su momento a un escritor que ojalá volviéramos a leer más, que se llama Augusto d'Halmar.
 
Y me gustaría, a propósito de ese recuerdo, leerles unos pequeños versos, más que unos versos, unos consejos de higiene que hiciera Augusto d'Halmar allá en la década de los 30. Decía Augusto “tú, que, a la vez, deseas prolongar la fresca belleza de tu juventud y valorarla con aquella que procura el tiempo noblemente vivido, transmutar el término ‘envejecer’, en la imagen embellecerse. Copia, amigo, esta receta no un joven viejo, sino de un viejo joven”.
 
Augusto d'Halmar se las dedicó a ustedes y da consejos para cada parte del cuerpo, da consejos para el cutis, da consejos para los ojos, da consejos para la boca, para el cabello y para las manos, pero también da consejos para la voz.
 
Y en virtud del tiempo me voy a remitir al consejo que Augusto les da a ustedes, del Liceo Experimental de Antofagasta, sobre la voz. Dice que “el gran misterio que no me pertenece y que, sin embargo, es más que yo mismo, no responde sino al movimiento más íntimo de nuestro ser y es su manifestación. Pensando con sinceridad, sintiendo con serenidad, hablando con lealtad, la voz ejercerá sin desfallecimiento todo su encantador influjo. Y la misma inflexión, morir, expirará suavemente con nosotros desprendida del humano dolor”. A mí me parece un consejo digno de seguir de don Augusto.
 
Después del Premio Nacional de Literatura que se otorgó, por primera vez, hace 80 años, vendría después el de Artes en 1944, el de Periodismo en 1969 y, más tarde, se sumarían la Historia, las Ciencias y las Humanidades. Hoy nos acompañan los mayores exponentes del país en cada una de las disciplinas premiadas, esto es en las Ciencias, la Historia, la Música y la Literatura.
 
¿Cuáles son los premios que entregamos? Es bueno que esto se sepa, no hemos dividido en años pares y en años impares. Los años pares entregamos el Premio Nacional de Ciencias Naturales, el de Ciencias Aplicadas, el de Historia, el de Artes Musicales y el de Literatura. Los años impares entregamos el Premio Nacional de Periodismo, el de Ciencias Exactas, el de Ciencias de la Educación, el de Artes Plásticas, el de Artes de la Representación y Audiovisuales y el de Humanidades y Ciencias Sociales.
 
Y yo, justamente, le decía a la Ministra que Chile, siendo un país que tanto nos ha dado en la Literatura, me resultaba extraño que nos dividamos cada dos años y qué tácitamente se divida justamente entre Poesía y Narrativa.
 
Y, por lo tanto, lo tenía pensado de antes, pero qué bueno que se me adelantó en el anuncio, don Hernán. Me alegro de anunciar acá, y esto es sorpresa incluso para mi equipo, pero lo vamos a hacer, lo vamos a implementar, que de aquí en adelante vamos a entregar todos los años el Premio Nacional de Literatura, un año a la Narrativa y un año a la Poesía.
 
Eso, seguramente, requiere proyecto de ley y una tramitación, pero sepan que, como bien decía Hernán, acá hay una cuestión de voluntad política y en un país donde las letras nos han dado tanto me parece que ese gesto lo tenemos que empujar, impulsar. Así que, cóbrennos esta palabra.
 
Ahora, este premio no debe ser entendido como un reconocimiento que está allá arriba, lejos del conocimiento que construye día a día el pueblo chileno, como de alguna manera nos advertía “el duende” de Hernán. Este premio reconoce y recoge lo que estas disciplinas y todos quienes las desarrollan aportan al país y no sólo al país, desde aquí están aportando al mundo entero y más importante aún, como estos avances y creaciones impactan en la vida cotidiana de los pueblos, de cada uno de nuestros compatriotas.
 
¿Qué afán tendría retratar el largo viaje del Longitudinal Norte, sino contarle a un joven de la Patagonia, como yo, cómo son la arena y el calor del desierto? que me los imaginé, por primera vez, cuando leí Todos los trenes se van al Purgatorio.
 
¿Cuál es el objeto de rescatar los cantos ancestrales, sino para mantenerlos vivos y vibrando entre nuevas voces y oídos? como hace Elisa; y, además, organizando un festival, que me parece tremendamente destacable y que debiera tener más difusión por nuestra parte.
 
¿Qué sentido puede tener publicar en las más prestigiosas revistas internacionales, como Lancet, sin que esto se traduzca en contribuir a mejorar la calidad de vida de la gente de manera concreta? Como hacen nuestros científicos aquí presentes.
 
¿Para qué hablar de la historia, la historia de las ciencias, del recorrido, por ejemplo, de Claudio Gay? Uno de los formadores olvidados de nuestra Patria, como hace el Profesor Sagredo, si no es para reconocernos en nuestros orígenes y entender mejor el lugar de dónde venimos.
 
Éstas son algunas de las contribuciones que hacen que hoy celebremos con alegría y no con sencilla formalidad, no con parsimonia, sino de verdad con alegría a estos Premios Nacionales 2022.
 
Hemos, como decía antes, sentido de alguna manera el sol y el aire salado de la pampa con Hernán Rivera. Revisitamos la historia de Chile y las historias de chilenas y chilenas, sus costumbres, sus vivencias, la historia no contada de las ciencias en nuestro país, con Rafael Sagredo. Insisto, recomiendo el Álbum de Viaje por la República de Chile de Claudio Gay.
 
Elisa Avendaño Curaqueo ha hecho eco de los sonidos mapuches y nos emociona al permitirnos escuchar esta música originaria, que no es de museo, que está viva.
 
Chile, nuestro país, y lo decimos con orgullo, ha mejorado el tratamiento de la depresión en la Atención Primaria a partir de la investigación que ha hecho Ricardo Araya. Y el hablar públicamente de salud mental hoy día también es más fácil gracias al trabajo que realiza, justamente, Ricardo con sus discípulos y discípulas.
 
Sergio Lavandero está a la vanguardia en el mundo en el estudio de enfermedades que son comunes en nuestro país como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, pero, además de todo eso, decide dedicarle el tiempo a la creación de Universidad Pública desde el Senado, de la Universidad de Chile, en donde se elabora proyecto institucional.
 
La verdad es que, a nombre de todos los chilenos y chilenas, les expreso mi admiración y, también, les agradezco.
 
Cuando repensamos los caminos posibles de nuestro país, cuando buscamos mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas, tenemos necesariamente que recurrir al conocimiento expresado a través de la ciencia, al espíritu del pueblo que son las artes que ustedes cultivan.
 
El patrimonio cultural de un pueblo va construyendo y forjando nuestra identidad que está siempre en movimiento y nos permite conocernos, sentirnos parte de un grupo común, de un futuro común, de una comunidad de la cual podemos participar de forma libre y segura.
 
Las ciencias, a su vez, nos guía para ir trazando nuevas rutas, para mirar a nuevos horizontes, para superar fronteras y para poder crecer juntos.
 
Cuando pienso en el aporte magnífico que representan estas mujeres y estos hombres que engrandecen la Patria -y ahí hay una deuda del Premio Nacional porque son demasiados más hombres que mujeres y hay muchas mujeres que perfectamente son merecedoras también de estos premios y eso es algo en lo que nos tenemos que poner al día, también, como Patria-, pienso que es precisamente este espíritu el que necesitamos proyectar: una mayor cohesión social, unidos en la tarea de construir un país en equidad, en justicia, en progreso, que valore, que escuche a la ciencia y a la cultura en todas sus dimensiones.
 
Amiga y amigos:
 
Ustedes hacen cierto aquello que decía Gabriela Mistral sobre que el profesional y el artista no sólo deben dar ciencia, sino también su amistad cotidiana, su asistencia, su compañía y formación al hombre y la mujer de nuestra Patria. Ustedes, tal como cantaba una de las canciones con las que nos ha deleitado el coro, son también esperanza, son futuro, son presente y futuro para Chile, y es bueno que los reconozcamos en vida, vitales, aportando aún porque ésa es una forma, también, de construir nuestra historia y nuestra Patria.
 
Chile reconoce hoy a sus Premios Nacionales 2022 porque sus quehaceres y obras los hacen merecedores de ello.
 
Espero que estos pasos que han andado y las huellas que han dejado sirvan también de inspiración, tal como lo decían, a propósito de toda la gente que han formado, para los que vendrán.
 
Muchísimas, muchísimas gracias. Orgullosos de ustedes.