Discurso del Presidente Gabriel Boric Font.
27 de octubre del 2024
Muy buenas noches a todas y todos los chilenos.
Compatriotas, ayer y hoy hemos vivido dos jornadas de elecciones impecables, como es habitual y un orgullo en nuestro país. La institucionalidad nuevamente y la organización de las elecciones son muestra de que en Chile las instituciones funcionan y donde no hay duda de la legitimidad de los resultados electorales.
Quiero agradecer al Servel, a los efectivos de las Fuerzas Armadas y, en especial, a todos los vocales y las vocales, apoderados y apoderadas de mesa, a quienes trabajaron en estos días por el correcto desarrollo de las votaciones. La limpieza y la transparencia de los procesos electorales son un patrimonio que no podemos perder y la rápida entrega de resultados es una señal de fortaleza institucional y motivo de legítimo orgullo para Chile.
Hemos tenido una gran participación ciudadana con voto obligatorio y eso es una gran noticia para la democracia. Hoy la mayoría de los chilenos y chilenas eligió a quienes van a gobernar sus territorios, con quienes van a tener una relación más cercana. Y ratifica, también, como se dio la elección, lo oportuno que fue tomar la decisión de realizar este proceso en dos días. Quiero agradecer también al Parlamento, que ayudó a que esta decisión cursara.
Quiero felicitar a todos y todas los candidatas y candidatos que han sido electos en esta elección y que deberán representar a la ciudadanía desde los gobiernos regionales y comunales. Queda una larga noche para los concejales y los cores que seguramente estarán esperando atentamente ese conteo de votos, pero mañana seguramente tendremos noticias más claras al respecto.
Nuestra tarea como Gobierno, nuestro compromiso, estará en colaborar con todos los gobernadores, con todos los alcaldes y alcaldesas electos, porque somos el Gobierno de Chile y nos debemos a sus ciudadanos, independiente del color político que represente la autoridad de turno. Como he dicho muchas veces, las autoridades pasan, el pueblo queda, las instituciones quedan y tenemos que cuidarlas. Una democracia fuerte es aquella que permite la pluralidad de voces que hay en una nación y que puedan expresarse libremente y desde la representación dialogar, construir y avanzar.
En el recorrido largo que he tenido por el país he visto en carne propia el valor del trabajo que realizan alcaldes, gobernadores, concejales y consejeros regionales. De las diferencias que tenemos que, a veces, se exacerban, tenemos el deber de pensar en el país común que estamos construyendo. Las elecciones van y vienen y hemos visto el resultado de los últimos cinco años que han favorecido por mucho a un sector, después por mucho a otro, y hoy se vuelven a equilibrar.
¿Cuál es la enseñanza que nos deja eso? Que no es posible construir un país si es que no respetamos a quien discrepa de nuestras ideas, que no es posible construir un país si es que nos juntamos sólo los que pensamos igual, que el país que queremos construir es uno en donde quepan todos y todas, independiente de su nivel de ingreso, independiente de dónde vivan en el territorio nacional, independiente de su posición política. Ese es el deber que me impongo como Presidente de la República y que compartimos con mi Comité Político y, por cierto, con el resto del Gabinete y con todos nuestros colaboradores.
Para todas las nuevas autoridades y aquellas que fueron reelectas, cuenten conmigo para materializar los proyectos que mejoren la vida de las personas, en sus barrios y en sus comunidades. Chile lo construimos entre todos.
A su vez, quiero destacar la fuerza y la unidad del oficialismo y el progresismo en esta elección, que ha dejado importantes triunfos en diversas comunas y regiones del país. Lo digo como Presidente que cree en un proyecto que avanza y consolida poniendo en el centro el bienestar de los chilenos y chilenas, avanzando en más seguridad pública, en más seguridad social, en más seguridad económica.
Estas elecciones, por cierto, tienen de dulce y agraz para todos los sectores. No hay ninguno que pueda atribuirse triunfos arrolladores en el global, más allá de las tremendas mayorías que han sacado algunos alcaldes y alcaldesas, como en Maipú, en Renca, en Vitacura o en otras comunas del país, y los pronósticos catastrofistas de uno y otro lado no se han cumplido. Tenemos un país diverso y tenemos el deber de convivir mejor entre nosotros y de que las diferencias políticas legítimas no impliquen que no trabajemos por el bien común de Chile y de su pueblo.
En tiempos en que diversas instituciones se han visto golpeadas por hechos dolorosos e inaceptables, como sociedad y como país tenemos el deber de fortalecer la democracia. A la democracia no hay que darla por obvia, a la democracia no hay que darla por sentada, tenemos que cuidarla todos los días. Hoy ha habido una instancia en donde hemos dado, como país, un ejemplo claro respecto de esto donde, además, he visto que la gran mayoría de los candidatos, quienes pierden, saludan a los que ganan porque entienden que, al final del día, es la gente la que importa.
Con acciones y no palabras, sin privilegios, con total prioridad, con transparencia y con honestidad, seremos capaces de superar esta crisis de confianza que vivimos en Chile y que se replica en muchas partes del mundo. Tenemos que hacerlo desde la convicción de que estamos aquí para servir a la patria, respondiendo con altura de miras la confianza que en nosotros se ha depositado. Somos servidores públicos, por lo tanto, debemos servir a nuestro pueblo y jamás servirnos de él. Este es un compromiso que hay que renovar cada día, no sólo en cada elección, con trabajo, con gestión y con convicción.
Chile quiere y necesita cambios, anhela vivir en condiciones de más seguridad y justicia, demanda una política limpia y honesta, con autoridades que sean honestas y austeras, quiere mirar con esperanza el futuro. Tenemos un hermoso país del que estar orgullosos con tremendas oportunidades que, si somos capaces de ponernos de acuerdo en más cosas, no me cabe ninguna duda que podemos dar un salto hacia adelante.
El mandato en el año y tres meses aproximadamente que nos queda de Gobierno es a trabajar hasta el último día y, con la unidad de los sectores progresistas, mejorar la condición de vida de las personas, derrotar la delincuencia, subir de una vez por todas las pensiones, pagar la deuda histórica, disminuir las deudas estudiantiles, mejorar la salud pública y fortalecer la educación pública.
En la construcción del Chile que soñamos todas y todos tenemos responsabilidad, los ciudadanos, ustedes que nos están escuchando en sus casas, sin lugar a duda también las tienen y hoy han dado un ejemplo de ello. En esta noble tarea nos necesitamos todos.
Durante estos días se van a decir muchas cosas, va a haber muchas interpretaciones de quién ganó y se va a hacer en función de diferentes datos, según la visión que más le convenga a quien lo diga, pero desde mi perspectiva, al menos, lo cierto es que en Chile conviven diferentes fuerzas políticas que tienen que aprender a entenderse para mejorar la calidad de vida de quienes nos están viendo y a quienes nos debemos. Yo, por lo menos, les digo sinceramente, estoy contento con esta elección, estoy contento con Chile, estoy contento con sus resultados.
Sabemos del compromiso por Chile de cada uno de ustedes, lo veo en una cuidadora de una persona mayor en Arica, en los trabajadores de la minería en Tierra Amarilla, en la profesora de una escuela rural en Marchigüe, en los pescadores de Aysén, en los conductores de transporte público en San Bernardo, en los trabajadores del gas en Magallanes. Todos ustedes hacen grande a Chile, no tengo ninguna duda de aquello.
Los invito a que mantengamos el optimismo en nuestro país, con las diferencias políticas que son legítimas, pero que estas no nos transformen en enemigos, que todos aprendamos de los errores que cada uno comete para ser mejores y que de aquí en adelante tengamos más puntos de encuentro que de diferencia, porque eso es lo que nos pide la gente, eso es lo que nos piden quienes nos están escuchando en su casa, acuerdos para hacer un Chile mejor, un Chile más justo, un Chile más solidario y un Chile en donde todos y todas tengan derecho a ser felices.
Muchísimas gracias y felicitaciones por este día impecable para la democracia en nuestro país. Muchas gracias.
S.E. la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, Firma de Proyecto de Ley que crea la Región de Ñuble.