A continuación, las palabras del Presidente de la República, Gabriel Boric Font:

Muchísimas gracias a todos y a todas.
 
Es realmente una alegría, y no lo digo de manera protocolar, sino que la siento, una alegría celebrar esta noticia que el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el J.J. Aguirre, que tanto ha aportado a la salud, al conocimiento y a la formación de especialistas para nuestra patria, hoy esté fortaleciendo de manera definitiva su vínculo con la Red Pública de Salud.
 
Quiero saludar, por cierto, a la rectora de la Universidad de Chile, profesora Rosa Devés. Me acuerdo cuando conversamos y nos comprometimos conjuntamente en la inauguración del año académico del primer año de nuestro mandato, justamente de que el Jota iba a volver a la Red Pública durante nuestro Gobierno y hoy estamos cumpliendo.
 
Saludo también al doctor Eduardo Tovar, a todas y todos los trabajadores, los funcionarios de este recinto que tan bien atienden. Recién nos encontrábamos con dos TENS que habían estado atendiendo al compañero Guillermo Teillier en sus últimos días acá, y con Camila nos emocionábamos porque vinimos a verlo varias veces, estaba Karol también, sabemos lo bien que lo trataron y sabemos lo bien que se trata a todos los pacientes que están acá.
 
Saludo, por cierto, a los parlamentarios, parlamentarias, alcaldes y alcaldesas, vecinos que hoy nos acompañan, sobre todo a los trabajadores y trabajadoras de la salud, a los estudiantes que son los que hacen posible que esto esté andando.
 
Quiero extender el reconocimiento a alguien que está lejos de aquí, pero que también se la jugó mucho por esto, al doctor Ennio Vivaldi que ahora lo mandamos a Italia y me costó mucho que aceptara, que durante también su gestión estuvo empujando, cosa que continuó la rectora Rosa Devés. También a la doctora Graciela Rojas, qué gusto verte Graciela de nuevo y al doctor Luis Berr, quienes tuvieron roles tremendamente importantes en el logro de este objetivo.
 
Y, también, esto es algo que no pasa mucho en actos en donde estamos nosotros, pero que haya algún nivel de transversalidad en parlamentarios esto da cuenta de la importancia de este proyecto. Así que, agradezco a los parlamentarios y parlamentarias aquí presentes porque cómo se la jugaron.
 
Está acá, pero me gustaría, en especial porque me tocó verlo, saludar la pega que hizo Karol Cariola en esto, que, además, Karol es matrona de la Universidad de Concepción y se la jugó muy firmemente, me acuerdo desde nuestro periodo de diputados para que el Jota volviera a la Red Pública y estuvo ahí machacando, machacando, machacando. Es súper difícil sacar leyes en el Parlamento, se requiere de mucha voluntad, mucha resiliencia y la transversalidad que se logró a partir de esto, da cuenta de lo importante que era este proyecto.
 
No fue sencillo que se reconociera algo que debiera ser obvio, que es el carácter público del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y no sólo porque depende de una de las principales universidades del Estado, sino por su enorme aporte a la docencia universitaria, a la formación de especialistas y a la investigación durante sus 71 años de historia. Cuando veníamos antes de entrar al acto, nos encontrábamos con especialistas en oftalmología, en geriatría, en traumatología, en diferentes áreas que son tremendamente importantes y que se están formando acá, en la Universidad de Chile.
 
Y, por mucho tiempo, este hospital se sometió, de manera injusta, a una modalidad de autofinanciamiento, como si se tratara de una institución privada más. En esa lógica terrible de empujar a lo estatal a convertirlo, en la práctica, en instituciones privadas.
 
Una de las cosas que nosotros decíamos hace mucho tiempo es que el problema que se generó a fines de los 70 y los 80, no es solamente que privatizaron la salud, privatizaron la educación, privatizaron la previsión, sino que privatizaron la idea misma de Estado. Y, por lo tanto, muchas veces, cuando decíamos: “Pero, bueno, sí la Universidad de Chile es estatal y, por lo tanto, se le imponen todas las obligaciones de universidad estatal, todos los controles de universidad estatal, pero no tiene prácticamente o muy poco apoyo del Estado para poder sacar esto adelante y lo del Jota era un tema claro y prístino.
 
Quiero también saludar en esto porque la lucha por la defensa de la Universidad de Chile en lo estatal ha sido muy importante también el movimiento estudiantil y quiero aprovechar de saludar a Catalina Lufín, presidenta de la Fech, un gusto también, compañera, estar contigo acá. Entiendo que hay integrantes del Senado Universitario de diferentes estamentos. Así que, mis respetos también a todos ustedes por estar aquí presentes y por la pelea que se está dando de defender lo público.

También, lo que se les hizo a estas instituciones estatales, y en particular a la Universidad de Chile y el Jota condujo a una situación de desfinanciamiento y endeudamiento brutal, como si el hospital fuera un problema y no una tremenda oportunidad para Chile. De hecho, me acuerdo, yo también estuve en el Senado Universitario dos años entre el 2010 y el 2011 y me acuerdo que en algún momento votamos un leasing para el hospital. Se propuso traspasar al Jota a una modalidad de leasing en el Senado Universitario rechazamos esa propuesta en ese momento.
 
Me acuerdo que cuando veíamos el presupuesto de la Universidad de Chile en el Senado Universitario, veíamos la carga que significaba el Jota y el Estado miraba para el lado. Y noten esto porque terminaba afectando el desempeño de toda la universidad.
 
Con eso hoy estamos comenzando, sabemos que queda mucho trabajo por delante, que hay muchas más cosas que hacer, pero el fortalecimiento del Jota es también un fortalecimiento de la Universidad de Chile, es también un fortalecimiento del concepto de lo público en nuestro país. Por eso, es tan relevante, este no es un acto que se restrinja solamente al ámbito de la salud, sino que tiene que ver con la concepción de sociedad que tenemos en donde, como bien decía la rectora, hay ciertos espacios de nuestra vida en común, ciertas esferas de la sociedad que no debieran estar sometidas a la lógica del negocio y del autofinanciamiento, y la salud, sin lugar a dudas, es una de ellas. Y, por eso, esto es una muy buena noticia.
 
¿Cuáles son los beneficios? Este nuevo vínculo entre el hospital y la Red Pública de Salud va a significar un reforzamiento para la atención de los habitantes de Recoleta, Independencia, Conchalí, Huechuraba, Quilicura, Lampa, Tiltil, Colina y Renca. Y ello va a permitir descongestionar el Hospital San José, como lo mencionaba también la señora Brenda, y entregar una atención más oportuna para los vecinos de estas comunas.
 
También es una ley que busca ampliar los cupos de formación en las especialidades, en particular de geriatría. Me pasaron recién este pin de geriatría porque en Chile tenemos una pirámide poblacional envejeciendo y como país no nos estamos haciendo cargo de las personas mayores. Esto se vincula, también, con el Sistema Nacional de Cuidados en el que estamos sentando sus cimientos para poder construir una red que enfrente esta realidad.
 
Todo esto va a generar un impacto positivo en la calidad de vida de las personas, en los vecinos y vecinas de la zona norte de la Región Metropolitana como de todos aquellos que sean atendidos por un profesional formado en esta universidad.
 
Ahora, vinculémoslo con otras cosas que están pasando en nuestro país porque esta buena noticia que, espero, podamos contar y difundir se suma a otras alegrías que hemos estado viviendo como país y que nos han hecho muy bien para nuestra salud y convivencia. Creo que vale la pena destacar que ayer estuvimos con los deportistas de los Panamericanos, no solamente con los que obtuvieron medallas, sino con todos los que participaron.
 
Y hay algo que he tratado de recalcar respecto a lo que significaron los Panamericanos para toda la sociedad, que es que nos unimos detrás de una misma causa y la sacamos adelante cuando nos dijeron que lo más probable era que no pudiéramos sacarla adelante. Ese sentido de desafío conjunto creo que en Chile lo llevamos muy bien cuando logramos ponernos de acuerdo en qué es un desafío conjunto.
 
Así debiera ser con tantas otras cosas; las pensiones, por ejemplo, —me lo decían pacientes que estaban esperando dentro del hospital— o el cómo generamos el Sistema Nacional de Cuidados o el combate a la delincuencia, por ejemplo, que son desafíos presentes y que debiéramos tener más transversalidad y menos trincheras.
 
Estamos —yo, por lo menos— orgullosos de lo que hemos logrado, sé que faltan todavía muchas cosas, nos quedan todavía dos años de Gobierno y no les quepa duda que vamos a poner lo mejor de nosotros para poder sacar todos estos desafíos adelante.
 
Permítanme terminar con un recuerdo personal. En general, siempre he tratado de atenderme en la Red Pública de Salud y en Magallanes me atiendo en Punta Arenas en el Hospital Dr. Lautaro Navarro, en el Cesfam Damianovic, pero estando en Santiago siempre voy al Jota. Una vez me quisieron dejar hospitalizado, de hecho, porque tenía los triglicéridos como en 1.500, no me acuerdo cuánto es lo normal, pero creo que estaba bien por encima, 150 y yo los tenía en 1.500, pero estaba en campaña y no se pudo. También estuve internado en el Horwitz, estuve un mes en el Horwitz y he visto cómo los funcionarios trabajadores y trabajadores de la salud se sobreponen a todas las dificultades y las precariedades que pueden existir y he visto, en persona, la buena y tremenda atención que tienen acá.
 
Tenemos un compromiso existencial con el Jota. Me contaba la ministra Vallejo que el 2013 a su hija la tuvo acá, a Adela. El ministro Grau a su primera hija también, acá en el Jota. Y así, de seguro, podemos contar muchas anécdotas acá en el hospital, pero quiero decirles que tenemos un compromiso que es profundo y me alegra demasiado lo que estamos haciendo.
 
Estamos obrando bien y entiendo la desesperación que hubo en su momento por las diferentes autoridades para buscar soluciones a la situación de desfinanciamiento por la cual se estaba pasando, pero con la promulgación de esta ley podemos decir que estamos coronando con éxito un largo esfuerzo: más responsabilidad del Estado con el hospital, reconocer su carácter público y formador, poner al servicio de Chile sus enormes capacidades, atender mejor a los habitantes del sector norte de la Región Metropolitana y, además, fortalecer el concepto de lo público y a la Universidad de Chile.
 
Con esta ley avanzamos hacia una mejor salud pública poniendo al servicio de ese propósito al Hospital Clínico J.J. Aguirre de la Universidad de Chile con toda su complejidad, saber y experiencia, con la riqueza de sus trabajadores y trabajadoras. Y es un gran motivo para sentirnos orgullosos, optimistas en este día porque con Chile y con la Chile avanzamos.
 
Muchas, muchas gracias.