Buenas tardes a todos y a todas.
 
Hemos concluido un corta, pero intensa y muy buena estadía en Brasilia que comenzó el día de ayer con la ceremonia de traspaso de mando, traspaso sin el Presidente saliente, pero con el Presidente entrante y actual, Luiz Inácio Lula da Silva.
 
Pudimos presenciar una fiesta ciudadana en donde celebramos, juntos, que nuestro hermano país de Brasil recupera la esperanza, avanza con justicia y con un líder que siempre, durante toda su historia y toda la trayectoria, ha luchado por la dignidad de su pueblo.
 
Pudimos presenciar, en vivo y en directo, esa convicción democrática que encarna y que tanto se asemeja a lo que hemos defendido en Chile y que el Presidente Lula, el día de ayer, mencionó en su discurso, democracia para siempre. Y, así mismo, la convicción que transmitió el Presidente Lula sobre la preocupación, que comparto, por el cuidado del medio ambiente, la preocupación por la reforestación y los océanos en un contexto de grave crisis climática; lo que nosotros hemos llamado una política exterior turquesa.
 
Ambas preocupaciones, el cuidado y fortalecimiento de la democracia, que está en riesgo en el mundo, como la prioridad que le debemos dar al medio ambiente, son anhelos comunes entre nuestros países y creo que será la base que impulse nuestra relación bilateral, además, compartiendo el trabajo por las urgencias de nuestro pueblo, en particular en lo que se refiere a seguridad y al costo de la vida que ha impactado tan fuertemente en nuestros pueblos durante los últimos años.
 
Esta tarde, además, junto a las Ministras Urrejola y Vallejo, hemos sostenido una reunión de trabajo con el Presidente Lula y junto con su Canciller y su equipo internacional hemos retomado una larga y, espero, fructífera relación entre Chile y Brasil. Hemos conversado sobre el deseo mutuo y el trabajo mutuo que realizaremos para que la relación entre Chile y Brasil vuelva a ser lo que era con base en proyectos que vayan en directo beneficio de nuestros pueblos como, por ejemplo, lo que es el Canal Bioceánico que unirá los océanos Atlántico y Pacífico, abriéndole la puerta, y lo conversamos justamente con el Presidente Lula, a Brasil a todo el mercado del Asía-Pacífico y a Chile un nuevo mundo que no ha explorado que es el África.
 
Brasil es el principal receptor de la inversión extranjera directa en China el exterior con un stock acumulado de USD$ 37.000 millones entre 1990 al 2020. Además, para nuestro país, Brasil es el socio comercial número uno en la región y el tercero a nivel mundial.
 
Uno de los proyectos que nos interesa de sobremanera que avancemos y logremos concretar durante nuestros respectivos periodos de gobierno es el Corredor Bioceánico. Este es un proyecto de integración física que va a conectar, vialmente, Chile, Argentina, Paraguay y Brasil, y que permitirá que el comercio, la cultura, la integración académica y la integración física puedan multiplicarse. Son 2.290 kilómetros, 7 pasos fronterizos y 4 puertos los involucrados. Es un desafío tremendo y concreto de integración en donde no nos quedamos solamente en las palabras, declaraciones y buenas intenciones, sino en obras públicas, en intercambio real que va, insisto, en mejora de las condiciones de vida de nuestro pueblo.
 
Otros ámbitos en que vamos a cooperar y que conversamos en la bilateral es enfrentar juntos la crisis climática poniendo ambiciones más altas en la próxima COP y trabajando, desde ya, para que América del Sur tenga una posición común de cara a la próxima COP en donde vamos a exigir a los países más desarrollados, más arrojos en la disminución del CO₂ y también a los países en vía de desarrollo.
 
También conversamos la importancia del combate a la desinformación. Esto es algo crucial porque está directamente vinculado a cómo en los últimos años se ha horadado la democracia y a cómo la fortalecemos, y cómo logramos, justamente, equilibrar la importancia de combatir la desinformación con la libertad de expresión y la libertad de prensa. Hemos visto lo que ocurre cuando la desinformación manda, el pueblo desconfía de las instituciones y se vuelve cada vez más común creer teorías que no tienen ningún tipo de sustento científico. Vamos a crear instituciones que permitan combatir la desinformación y, sobre todo, entregar a las personas una educación que las empodere para distinguir por sí mismas lo que es informativo de lo que es desinformativo.
 
También me gustaría, y se lo planteamos al Presidente Lula, que trabajemos en conjunto en la estabilidad y cohesión regional. Le he planteado al Presidente Lula que avancemos con rapidez en la concreción de un espacio que nos permita debatir, sin exclusiones, con el resto de los países sudamericanos en donde podamos comenzar a resolver tremendos desafíos de la región como es, por ejemplo, el fenómeno migratorio, cómo controlamos el crimen organizado internacional, cómo abordamos la crisis climática, la integración académica, la integración energética, entre otros temas.
 
Agrego, además, que, por parte de la Cancillería brasileña, hemos recibido buenas noticias respecto al restablecimiento normal de nuestras relaciones diplomáticas y eso lo anunciará, por cierto, como le corresponde, el Gobierno de Brasil durante las próximas horas.
 
Muchísimas gracias.