Presidente de la República promulga Ley que establece requisitos para asimilar las entidades que prestan servicios culturales a las sociedades de profesionales

10 NOV. 2023

La normativa establece que las distintas formas de asociatividad del sector cultural, artístico y patrimonial pueden exceptuarse del pago IVA siempre que corresponden a sociedades o empresas que cumplan con los siguientes requisitos: estar conformadas exclusivamente por personas naturales, que el conjunto de los ingresos no exceda el 35% del total de sus ingresos brutos y que predomine el trabajo personal por sobre el empleo de capital.

A continuación las palabras del Presidente de la República, Gabriel Boric Font:

Muy buenas tardes, muchísimas gracias a todas y a todos los presentes.
 
Muchas gracias Carolina por la pega. Muchas gracias Tito, no sé si esto es un error o no, pero siempre me pasan una minuta con algunos datos de las personas que hablan y, por supuesto, conozco parte de tu trayectoria, pero dice que tienes 86 años. No sé si es cierto o no, pero si llego a los 40, como estás tú a los 86, me doy por pagado. Impresionante, gracias Tito, de verdad. Además, en el teatro El Camino estrena obra hoy. Así que, todos invitados desde ya a ver Hamlet.
 
Voy a hacer un cambio en lo que tengo pensado. Quiero contarles un poco cómo funciona esto. Ahora vengo del Estadio Nacional, en donde estábamos firmando un convenio con los voluntarios de los Juegos Parapanamericanos para capacitación en materia de discapacidad. Después, un rato más tengo una reunión con el embajador de Chile en Israel, que llamamos a consulta con la situación que está allá. Estamos en una discusión muy difícil en materia de presupuesto. Están pasando varias cosas a la vez, el tema del inaceptable y terrible secuestro de un empresario que, afortunadamente, fue liberado, pero estamos muy encima de ese tema porque está muy difícil.
 
Entonces, al llegar a hablar a un lugar, me pasan unas palabras, tengo un equipo relativamente grande que está viendo los temas y el detalle para que, en el fondo, no venga a improvisar. Y el tono de las palabras generalmente es de celebración porque uno, como Gobierno, para contrarrestar la hegemonía de algunos medios de comunicación, uno tiene que tratar de contar las buenas noticias que no se cuentan tanto. Esta, efectivamente, es una buena noticia y tiene un tono de celebración, pero no me quiero pasar rollos porque no creo que sea tan motivo de celebración, porque básicamente estamos volviendo al estatus donde estábamos antes. Cuando se promulgó la ley original, no se tomó en cuenta la situación de la cultura y, por lo tanto, estamos volviendo al estado anterior.
 
No quiero aquí aparecer como diciendo: “Como Gobierno hemos hecho un gran favor y hemos dado un tremendo apoyo a la cultura”, cuando básicamente nos devolvemos a la situación ya precarizada en la que estaban antes y no se les impone una nueva carga.
 
Y desde esa perspectiva, me interesa también reflexionar sobre los tremendos desafíos que tenemos en cultura porque sé que, como Gobierno, no hemos estado a la altura. Creo que, pese a las declaraciones de buenas intenciones de nuestra parte, pese a haber hecho muchos esfuerzos, creo que no hemos logrado sacar adelante todo lo que nos proponíamos.
 
Ahí la principal responsabilidad es mía. El equipo que está es relativamente nuevo. Ustedes saben, Carolina Arredondo, Noela Salas y Carolina Pérez no empezaron el 11 de marzo del 2022, hemos hecho bastantes cambios en Cultura, nos ha costado afianzar un equipo. No quiero entrar a determinar responsabilidades personales en una u otra persona, no es el momento ni el espacio. Pero sí quiero que sepan que estoy consciente de ese déficit.
 
Con Carolina hablamos permanentemente y ella sabe, y quiero transmitirles a ustedes también, que para mí este tema efectivamente es prioritario y tengo una frustración no completa en el sentido de que no me resigno, pero frustración de que hasta el momento no hemos logrado sacar todas las cosas que queremos adelante.
 
Porque una cosa es la discusión de presupuesto, y les aseguro que vamos a cumplir con el compromiso que adoptamos de que Cultura sea el 1% del Presupuesto. Ahí como decía Tito, hay que romper muchas barreras porque hay mucha porfiadez en diferentes espacios en donde cuesta entender el valor que tiene la cultura y el sentido que tiene también la cultura. Hay algunos desde los mismos gobiernos, hablo en genérico, que piensan que la cultura es una suerte de adendo, el cual tiene que organizar actividades para que la gente esté contenta y, básicamente, resaltar a través de eso la opinión o la simpatía hacia el gobierno de turno.
 
Quiero decirles que tengo absolutamente claro que no es así, no puede ser así, ese no es el principal centro del asunto. Por supuesto que la cultura puede traer alegría, puede traer sentimiento, puede traer cosas tremendamente positivas, no me cabe ninguna duda de aquello, lo mismo que el deporte, la ciencia u otras áreas de la educación, pero la cultura no es y no puede ser entendida por parte de ningún gobierno y, particularmente, el nuestro porque creo que tenemos una complicidad, como una productora de eventos.
 
Y, en ese sentido, es importante reconocer, primero, la cultura como trabajo y no romantizar la precarización en la que han vivido históricamente los trabajadores y trabajadoras de la cultura. Creemos que estamos avanzando en esa dirección y no ha sido fácil, el tema del Estatuto del Trabajador Cultural o el seguir insistiendo con los puntos de Cultura o la Ley de Artesanía apuntan en esa dirección, pero nos falta.
 
Y lo que les quiero plantear ahora, más allá de los discursos escritos, es que generemos esa complicidad crítica. Hace poco leía, y creo que lo conté en alguna parte, una entrevista a Enrique Lihn en donde él era muy crítico de la actitud que habían adoptado algunos poetas y escritores, era particularmente su gremio, durante el gobierno de la UP, porque decía que fueron todos muy obsecuentes, siendo Lihn una persona que uno podría considerar de izquierda.
 
Y lo que les pido a los artistas no podría ser jamás obsecuencia porque sería traición a la esencia misma del arte, necesitamos capacidad crítica. Y, por lo tanto, no quiero ni pretendo pedirles un apoyo desinteresado al Gobierno, lo que quiero es que pensemos en conjunto, y eso lo he conversado con Carolina y con Noela, en particular, que, desde ese ámbito, pensemos cómo mejorar la actual situación con una perspectiva de largo plazo porque estamos permanentemente enfrentando dificultades contingentes, demandas contingentes o gremiales que pueden tener mucho sentido desde su punto específico, pero que no nos permiten ver el bosque completo.
 
Para poder salir de la lógica de estar apagando incendio permanente y ver la cuestión más estructural de la importancia de la cultura, de la relevancia de la cultura y cómo podemos darle un sostén mucho más sólido, tanto desde la perspectiva de la seguridad social como de la importancia en el espíritu de la comunidad, necesitamos tener un diálogo más fluido.
 
Y, por eso, me salto el discurso que tenía porque, insisto, para mí este no es un momento de celebración, es reconocer algo mínimo y volvemos al statu quo, pero tenemos demasiado que hacer para adelante y esa complicidad crítica creo que es importante para poder sacar adelante esta pega.
 
Nos quedan dos años. No sabemos qué va a pasar más adelante. Soy un optimista empedernido, creo que, pese a que tenemos visiones muy distintas de país con la actual oposición política, por lo menos la expresada en el Parlamento, creo que hemos logrado encauzar parte de los principales problemas que nos tocó afrontar cuando asumimos el país y soy optimista respecto a lo que viene, pero sé que acá estamos en deuda y no lo vamos a poder solucionar sólo desde el Gobierno.
 
Así que, me alegro que esta ley haya salido relativamente rápido, me lo plantearon varios de ustedes en conversaciones desde la perspectiva de cómo es posible que haya pasado esto. Y, a través de diálogo, de escucha, de conversación logramos sacarla adelante relativamente rápido y, además, retroactiva porque eso también es un elemento importante de la ley, pero creo que lo que viene, más allá de lo material, puede ser mucho más significativo.
 
Tenemos tiempo, existe la voluntad, no tenemos todas las respuestas, de seguro ustedes lo saben, hemos tropezado muchas veces por errores propios en muchas cuestiones, otras veces por cuestiones estructurales, pero queremos sacar esto adelante. Tenemos una visión de la cultura que no es instrumental y para poder hacerlo, y tener un vínculo sano y no utilitario entre la política y la cultura necesitamos más diálogo, más conversa. Eso es lo que les quiero plantear en este espacio, con la excusa de la promulgación de esta ley, que es una buena cosa, pero sabemos que no soluciona los problemas del sector.
 
Así que, muchas gracias. Un abrazo grande y sigamos conversando.
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