Presidente Piñera recibe a Selección Femenina de Fútbol

23 ABR. 2018
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El Presidente, Sebastián Piñera recibió en el Palacio de La Moneda a la Selección Femenina de Fútbol.

Muy buenas tardes:
 
Bueno, qué puedo decirles: al igual que, creo, todos los chilenos y las chilenas, no solamente vimos el partido ayer, sino que nos sentimos profundamente contentos y profundamente orgullosos, porque vimos algo que hacía mucho tiempo queríamos ver.
 
Podría referirme a cada uno de los goles. El primer gol, el cabezazo, si pega en el palo, rompe el arco, porque fue una irrupción, de esos cabezazos que no es capaz de atajar nadie, ni siquiera Óscar Wirth. Bueno, el segundo gol fue fruto de la perseverancia, de la astucia, porque la pelota estaba en manos de la arquera y después en manos de la defensa, pero se descuidaron un segundo, suficiente para el 2-0. El tercero gol, un infortunio. Y el cuarto gol, cómo le pegó desde fuera del área, bombeado, por arriba de la arquera, perfecto.
 
Yo creo, Arturo Salah, que deberíamos considerar para la Selección Masculina de Fútbol traer algunos refuerzos, porque vimos todo: garra, fuerza, corazón, esfuerzo, un despliegue de talento y de perseverancia impresionante.
 
Lo cierto es que, sin duda, la capitana, que atajó todo, yo le decía a Christiane que podríamos traerla al Gobierno para que ataje todos los goles que a veces nos quieren meter. Atajó todo y con una seguridad, con una prestancia, que le daba seguridad al equipo entero. Bueno, la jefa, la Carla, corrió la cancha como nunca había visto a alguien correr: me recordó a Rubén Marcos, “el siete pulmones”, cómo corría.
 
Bueno, y el entrenador, que es un privilegio ser el entrenador de esta selección, tiene varias características: ha sido campeón de la Copa Libertadores el año ‘91, campeón de la Copa Libertadores Femenina, y la tercera tarea que le quiero encargar, don José Letelier, es muy simple: que sea campeón del Mundial de Fútbol Femenino de Francia. Con esa trilogía, se puede ir tranquilo a su casa y contarles a los nietos que le tocó dirigir, quizás, una de las mejores selecciones de todos los tiempos y, sin duda, la mejor selección femenina que hemos tenido en toda nuestra historia.
 
Pero lo cierto es que esto no es casualidad, esto no es casualidad, porque ustedes demostraron -entre otras cosas- que el fútbol no es solamente cosa de hombres, y ojalá eso se difundiera, se impregnara en toda la sociedad. Porque a lo que aspiramos -y ustedes dieron un gran paso adelante- es una sociedad en que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Va a ser más entretenido para los hombres, más entretenido para las mujeres y mejor para nuestra sociedad.
 
Porque si uno ve bien lo que ocurrió, no solamente salieron vice-campeonas y tienen sus medallas con mucho y merecido orgullo, sino que además clasificaron al Mundial de Fútbol y tenemos un repechaje para ir a las Olimpíadas de Tokio. Todavía no sabemos el rival, pero sí que se va a jugar muy cerca las Olimpíadas y, por tanto, vamos a estar con esa incertidumbre. Yo tengo la seguridad, después de lo que vi ayer, que vamos a estar en las Olimpíadas de Tokio del año 2020.
 
Pero además de eso, lo que yo vi fue un amor por la camiseta, un compromiso, una garra, un sentido del orgullo de vestir la camiseta roja, que le haría mucha falta a otras selecciones nacionales, y por eso me sentí profundamente orgulloso, igual que todos y cada uno de los chilenos y las chilenas.
 
Porque vimos mucho más que talento, vimos cómo ustedes nos demostraban que sí se puede, sí se puede lograr grandes cosas cuando soñamos en grande, cuando tenemos la perseverancia y la voluntad, y cuando entregamos todo lo mejor de cada uno de nosotros en la cancha.
 
Y eso fue lo que anoche pudimos apreciar todos los chilenos: 22 mujeres fantásticas. Fantásticas no solamente por el talento, fantásticas por lo que se podía percibir: el sentido de compañerismo, la humildad, la lealtad, el cariño entre ustedes, el ejemplo de profesionalismo, de perseverancia, de pasión, eso fue lo que nos llenó de orgullo a todos los chilenos y todas las chilenas.
 
Y, además, esto no fue gratis. Yo sé que han venido trabajando durante casi 10 años y muchas veces en condiciones muy difíciles, porque la única parte donde la palabra “éxito” está antes que la palabra “trabajo” es en el diccionario, en todo lo demás hay que trabajar para conquistar el éxito. Y ustedes trabajaron durante 10 años con una perseverancia, un cariño, superando todas las dificultades y todas las adversidades, y si no lo hubieran hecho, no habrían tenido la inmensa alegría que sintieron ustedes ayer en el Estadio La Portada -que entre paréntesis nos tocó construirlo a nosotros durante nuestro Gobierno y vi que pasó la prueba, un gran estadio-, y además habernos dado esa tremenda felicidad y orgullo a todos los chilenos.
 
Y quiero también felicitar a sus familias y especialmente a sus padres, porque yo sé que ellos tuvieron que comprometerse con ustedes, apoyarlas en todo ese camino largo, a veces difícil, para poder llegar a conquistar las estrellas.
 
Por todo eso, me siento profundamente orgulloso y contento, y sé que represento a todos y cada uno de mis compatriotas al decirles que pusieron muy en alto el nombre de Chile, que nos dieron una tremenda alegría y que nos dieron una nueva razón para sentirnos orgullosos de ser chilenos.
 
Y les deseo la mejor de las suertes en el Mundial de Francia, donde el entrenador tiene ya una misión a cumplir. Señor entrenador, ¿dónde está? ¿Acepta la misión? Ustedes vieron: Copa Libertadores con Colo Colo ’91, Copa Libertadores con el equipo femenino de Colo Colo y la Copa del Mundo con la Selección Chilena ¿qué más podemos pedir?
 
Así que, cuando las cosas se han dado tan bien hay que saber actuar con humildad, humildad y grandeza en el triunfo es una muy buena combinación.
 
Y por eso, estoy seguro que vamos a seguir sintiéndonos cada día más orgullosas y más orgullosos de lo que ustedes nos han mostrado, nos han mostrado que en Chile cuando uno quiere, cuando uno se esfuerza, se puede llegar a tocar las estrellas.
 
Muchas gracias.