Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la ceremonia de inauguración del Congreso Iberoamericano de municipalistas.

4 DIC. 2023
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Presidente de la República, Gabriel Boric Font, encabeza la ceremonia de inauguración del Congreso Iberoamericano de municipalistas.

Muchísimas gracias, Vicky y Néstor. Es un honor estar con todos ustedes, con todos los que aquí presentes, con todas las autoridades, hago también propio los vocativos.
 
Es bonito, para mí por lo menos, imaginarme por un segundo estar en San José de Uruguay o en el Estado de Veracruz en México, en Orizaba, en lugares tan distintos que podemos ver hoy desde Valdivia e intercambiar experiencias que pueden ser tan valiosas para mejorar nuestra gestión en función del bienestar del pueblo al que nos debemos. Porque si algo tenemos en común es que somos autoridades electas con nuestros pueblos y no podemos olvidar en ningún momento justamente ellos, a quienes estaban afuera, tanto apoyando como también quienes tenían visiones críticas, es justamente a ellos a quienes tenemos que responderles.
 
La democracia tiene que dar respuesta y no tengo ninguna duda de que los municipalistas lo tienen absolutamente claro porque son, justamente, el primer nivel, los que día a día reciben las peticiones más inmediatas, las angustias, los sueños, las preocupaciones más latentes, más calientes de la gente a la que representamos.
 
Por eso inaugurar este XIV Congreso Iberoamericano de Municipalistas y que entiendo, por primera vez, se realiza en nuestro país, es realmente un gusto y un honor para todo Chile. Creo que deja en alto el nombre de Chile y me alegra que sea la ciudad de Valdivia, en este sur hermoso, la elegida para poder albergar este evento. Sé que esto no es producto de la casualidad, sino del gran liderazgo de su alcaldesa que, como ya podrán haber notado, tiene una capacidad de dirección con claridad política, una tremenda vocación pública que hoy pone a Valdivia en el centro de las organizaciones municipalistas del mundo, de Iberoamérica al menos.
 
Por lo mismo quiero felicitarla a usted, alcaldesa, por el merecido cargo de presidencia que posterior a este congreso, entiendo, ocupará como presidenta de la Agrupación Unión Iberoamericana de Municipalistas.
 
También saludo y agradezco por su empeño en aunar voluntades en favor del desarrollo local, democrático, equitativo y sostenible en toda Iberoamérica. A Igor que está terminando a cumplir este rol y a todos quienes están participando de este Congreso.
 
Cuando asumí como Presidente el 11 de marzo del 2022, una de las primeras cosas que le pregunté a los presidentes que nos acompañaban en esa primera reunión de cambio de mando de otros países de América Latina, fue si es que estas cumbres servían para algo. Y muchos me miraron con escepticismo, el Presidente Lacalle Pou, de hecho, recuerdo que me dijo algo así como “mira, no estoy seguro, pero por lo menos cuando nos criticamos lo hacemos con un poquito más de cariño que si no nos conociéramos”.
 
Pero en las diferentes cumbres que he participado, pienso en la Celac-Unión Europea, en la Cumbre Iberoamericana que tuvimos hace poco en la República Dominicana con la participación, como bien dice el nombre, no solamente de todos los países de América Latina, sino también de España y Portugal, he podido compartir experiencias y preocupaciones que son globales y que transcienden, sin lugar a dudas, las fronteras en un mundo cada vez más globalizado y en donde parte importante de los desafíos que tenemos no conocen fronteras.
 
Lo vimos muy claramente con la pandemia, en donde el virus que nos encerró y que mató a tanta gente, a tantos seres queridos alrededor de todo el mundo, no le importaba si estábamos en Italia, en Estados Unidos, en China, en Paraguay o en Chile. Fue letal por igual, pero quizás en estos eventos que trascienden fronteras también se notan las desigualdades de nuestro mundo y nuestros continentes. De hecho, América Latina fue una de las regiones que tuvo la tasa de mortalidad más alta durante la pandemia, en comparación a su nivel de población con el resto del mundo.
 
Eso tiene que ver con el desafío que tenemos como sociedad y lo importante que es poder compartir experiencia, compartir y colaborar en vez de competir. Lo sabemos también, por ejemplo, a propósito de la crisis climática de la cual la misma humanidad es responsable y los países desarrollados y aquellos, en particular, los del G20 son principales responsables de las emisiones hoy, que sin embargo afectan a los países más vulnerables, no sólo a los países isleños, pienso en países chicos con Tuvalu o Barbadas, sino también a los nuestros.
 
Acabo hace poco de tener una muy buena conversación en medio de la angustia, pero buena por los resultados con el Presidente de Bolivia, Luis Arce, que cuando se estaba quemando parte de su bosque, nos llamó para pedir ayuda. Y nosotros como chilenos acudimos, tal como parte importante de Iberoamérica -México, España, Portugal, muchos países de la región acudieron a nuestra ayuda durante los incendios de febrero.
 
Por eso, lo que quiero transmitirles con estas palabras es que estas instancias de cooperación no son meros encuentros para sencillamente hacer un check en que participamos, sino que efectivamente se construyen lazos que terminan beneficiando a nuestros pueblos. Si cada uno de nosotros se los toma en serio, pensando en las personas a las que representamos, pueden significar un avance en torno a las experiencias compartidas.
 
Desde el Gobierno Central, Chile es un país históricamente muy centralista de 1829, después de la Batalla de Lircay, en donde los federalistas perdieron frente a los centralistas, desde ese entonces hemos tenido un régimen muy centralizado en Santiago, su capital. Y en Chile, somos conscientes de que estos territorios, junto a las personas donde las políticas públicas cobran vida y en donde los municipios son quienes las viven en primera persona, es necesario fortalecerlos.
 
De hecho, de un tiempo a esta parte, hemos estado impulsando cómo país un proceso de descentralización. Ustedes hablaban de los 30 años de municipalismo, en Chile me atrevería a decir que, desde el retorno a la democracia y con mayor fuerza aún, desde el Gobierno de la presidenta Bachelet.
 
Por lo tanto, se requiere de mucha convicción, de mucha organización, de mucha decisión para poder concretar y demostrar que instancias como esta de descentralizar las decisiones son importantes y, sobre todo, pueden dar resultados para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
 
Sólo con unidad, con gestión, con compromiso podremos avanzar hacia una sociedad más justa, más igualitaria, más libre y más humana para todos. Y eso no se construye solamente desde los grandes discursos en los grandes foros internacionales, que también son importantes, pero se construye, sobre todo, desde la base de la gestión del poder local, como bien decía la alcaldesa Carla Amtmann.
 
Por eso este encuentro me parece que es relevante y tiene un sentido político profundo, en tiempos donde justamente la democracia está cuestionada. Y este compromiso tiene que manifestarse en acciones concretas. Como bien decía Igor, en mayores recursos para las regiones y comunas de los países, para que el desarrollo llegue a todos los rincones de las respectivas naciones que están aquí representadas.
 
Hoy me toca con mucho honor hablar del caso de Chile. No solamente discursos de buena voluntad, sino acciones concretas. En particular, permítanme poner el ejemplo de la Ley de Royalty que acabamos de aprobar en el Parlamento gracias a un consenso transversal que no fue fácil sacar adelante.
 
Una de las estrategias que como Gobierno llevamos adelante para sacar este Royalty, permitir que parte de la riqueza se genera por la minería en nuestro país, Chile es un país esencialmente minero desde los albores de su historia, hoy principalmente con el cobre, pero, también, con la perspectiva del litio, antes lo fue con la plata, en algunos casos pequeños con el oro.
 
Lo logramos en alianza con los gobiernos regionales, porque cuando hubo resistencia en ciertos sectores de Parlamento, resistencia y opiniones diversas, propias de toda democracia, los gobiernos regionales y los municipios fueron nuestros principales aliados para poder sacar adelante esta Ley de Royalty que permite, y lo hicimos de esta manera, un financiamiento mucho más directo hacia justamente los gobiernos locales.
 
Permítanme poner un ejemplo ahora que estamos en la Región de Los Ríos, región joven, pero poderosa y potente. Solamente la comuna de Valdivia que tiene del orden de 170 mil habitantes va a recibir durante este año alrededor de $360 millones adicionales a los que recibía en su presupuesto total y el próximo año, el doble. Otras comunas más chicas de la región como La Unión recibirá alrededor de $200 millones y el próximo año del orden de los $400 millones. Y la comuna de Los Lagos, donde estaremos mañana poniendo la primera piedra de su nuevo hospital recibirá alrededor de $175 millones y el próximo año también el doble.
 
Esa es una buena noticia concreta para las regiones y las municipalidades para poder satisfacer las demandas que tienen en el día a día los habitantes de nuestras comunas. Pero, más allá de eso, el punto es que son nuevos recursos frescos que antes no estaban para satisfacer las demandas inmediatas de la ciudadanía.
 
¿Qué más estamos haciendo? Hemos creado el Sistema Nacional de Seguridad Municipal con un financiamiento histórico de proyectos que mejoran las condiciones de seguridad como luminarias, televigilancia, recuperación de espacios públicos y destrucción de narco mausoleos para disputarle el espacio público a la delincuencia, en particular al narco, porque desde Chile les decimos que no pasarán, no los vamos a dejar tomarse los espacios que son de todos los chilenos y chilenas. Además, el arreglo de fachadas en los sectores históricos de nuestras ciudades.
 
De esta manera, estamos cumpliendo con un objetivo de un gobierno progresista como el nuestro que es distribuir de manera más justa la riqueza que se genera y, además, permitir que las decisiones, respecto de política pública y de inversión, se tomen en las localidades y no desde las capitales.
 
Hemos aumentado el presupuesto de los Programas de Mejoramiento de Barrios y el Programa de Mejoramiento Urbano y Equipamiento Comunal, ambos destinados a infraestructura pública, entregando condiciones dignas a los territorios. De esto está a cargo Francisca Perales. Sabemos que es una pega bien difícil porque nosotros tenemos 345 municipalidades. Por lo tanto, las necesidades, como en todos los países, son múltiples y los recursos escasos, pero estamos haciendo el esfuerzo por priorizar en esta línea.
 
Es importante no solamente hablar de plata, de recursos, sino también de lo que mencionaba, de transferencia de poder, que las decisiones se puedan tomar en las regiones.
 
En mi caso, vengo del sur. Acá se dice que estamos en el sur de Chile, pero vengo de más al sur, de Punta Arenas en la Región de Magallanes y siempre nos daba mucha rabia a los magallánicos, a los puntarenenses, cuando desde el norte nos imponían políticas públicas que no tenían que ver con la realidad que vivíamos en un país tan diverso y con condiciones tan distintas como Chile. Por ejemplo, cuando nos imponían un criterio único para la construcción de casas, sabiendo que es muy distinto construir una casa en Puerto Williams que, en el centro del país, tanto por las condiciones meteorológicas o por las condiciones del clima como también por los precios que se requieren para poder llegar allá. O cuando a algún ingenioso en alguna oficina en Santiago se le ocurría que una obra pública buena no tenía nada que ver con la realidad de los habitantes que día a día transitan en nuestras ciudades.
 
Por eso, creo que ha sido un buen paso, más allá de las dificultades que ha habido como en toda política pública que implica una transformación, la creación de los gobiernos regionales electos. Por eso, saludo al gobernador regional aquí presente y, en su nombre, a todos los gobiernos regionales.
 
Antes era más fácil para un gobierno central tener intendentes, sin lugar a duda. Teníamos menos disputas políticas, menos críticas, pero no tengo ninguna duda de que la democracia se ha fortalecido en la medida en que son las regiones las que hoy en Chile eligen a sus principales autoridades.
 
Quienes creemos en la descentralización como parte integrante de toda democracia, sabemos que ésta tiene que venir acompañada por altos estándares en materia de probidad y transparencia. Esto es un desafío permanente, que no es fácil de abordar porque evitar las irregularidades en el uso de los recursos y los bienes públicos es un desafío, me imagino, compartidos todos los aquí presentes. Desde la empresa privada al Estado, en toda su estructura y en todos los niveles.
 
Cuando se utilizan recursos públicos para el enriquecimiento personal o para adquirir poder ilegítimo, lo que se termina haciendo es no solamente cometer un delito, sino que también se debilita la democracia. Y cuando se debilita la democracia es el advenimiento de los populismos en su peor sentido.
 
Por eso es tan importante que seamos implacables en la persecución de la corrupción, del uso ilegítimo de los recursos que son de nuestros habitantes. Nosotros somos mandatarios de nuestros mandantes que, en nuestro caso, es el pueblo de Chile. Para mí es tremendamente relevante que ese mandato se cumpla sin importar que quienes lo vulneren, sean de un sector u otro, debemos tener todo el mismo estándar para poder combatir de manera firme esta tremenda amenaza a la democracia.
 
Lo hemos estado haciendo, por ejemplo, hoy en la mañana de la primera Estrategia Nacional de Integridad Pública del país o con las modificaciones que introdujimos a la Ley de Presupuesto, justamente para poder mejorar la transparencia y la probidad en materia de uso de recursos públicos.
 
Tal como conversábamos con miembros del GORE hace poquito en una reunión que tuvimos con el gobernador y un breve encuentro con los CORE, tenemos un desafío que es muy complejo, que en la medida que avanzamos en transparencia y en probidad, esenciales para el fortalecimiento de la democracia, no podemos descuidar o entorpecer el uso oportuno y eficiente de los recursos porque pareciera que, a veces, en el día a día y en el uso de los recursos públicos uno tiende a construir, desde el normativismo, mayores redes que se transforman en burocracias absurdas, tipo kafkianas, que no terminan de ayudar a la gente, que es a quien nos debemos. Hay que encontrar ese equilibrio; transparencia y probidad junto con oportunidad en el uso de los recursos.
 
Uno de los problemas que tenemos en Chile, y me imagino que les debe pasar en muchas partes, es que hay algunas trabas para la ejecución de recursos que van en beneficio de las personas porque los trámites que hay que seguir para poder cumplirlos se han elevado a tal nivel que, incluso, dejan de ser coherentes en sí mismo. En esto tenemos que ser muy cuidadosos para encontrar ese justo equilibrio y lograr que mientras fortalecemos la probidad también logramos que la democracia responda a las necesidades inmediatas y urgentes de nuestro pueblo.
 
Quiero cerrar valorando tremendamente la labor que ustedes municipalistas hacen. Muchas veces, para quienes estamos en política nacional ya sea en el Congreso o en mi caso en el Ejecutivo es fácil o es un desvío común el quedarse en los grandes discursos o en las grandes ideas de cambio, pero ninguna revolución o ninguna transformación profunda se hace sin sacar la basura el día siguiente, sin que se iluminen las calles de nuestras ciudades, sin que se cuiden los parques o se pavimenten los caminos.
 
Por lo tanto, el fortalecimiento, insisto, de la cohesión de la sociedad pasa por el trabajo que tiene que ser complementario entre los diferentes Poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y sobre todo por el intercambio de experiencia entre los diferentes espacios de poder, por ejemplo, el nacional, los regionales y locales, como son los municipios trabajando en conjunto con alcaldes, alcaldesas, concejales y concejeros regionales; y con la sociedad civil que no puede estar nunca ausente porque son ellos quienes viven en carne propia las políticas públicas que desde acá trabajamos.
 
Estoy orgulloso de estar aquí en Valdivia, la joven Región de Los Ríos, inaugurando este encuentro de municipalistas, les deseo mucho éxito en las jornadas de deliberación que van a tener, que sean siempre pensando en el beneficio de nuestro pueblo.
 
Un abrazo y muchas gracias.