Presidente de la República encabeza homenaje a Pablo de Rokha

17 OCT. 2023
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Presidente de la República encabeza homenaje a Pablo de Rokha

Muchísimas gracias a todas y todos los presentes, muchísimas gracias en representación de la Fundación De Rokha que, como bien dices, recupera la historia no solamente de este poeta volcánico, telúrico, que era don Pablo, sino también de toda una familia, de una familia de artes, de letras que, contra viento y madera, se dedicó a la cultura en Chile, que es tan difícil.
 
Cuando leí por primera vez en un panfleto: “Yo soy como el fracaso total del mundo, ¡oh, Pueblos! El canto frente a frente al mismo Satanás, dialoga con la ciencia tremenda de los muertos, y mi dolor chorrea de sangre la ciudad”, quedé tiritando y dije: “¿Quién es?, ¿Qué está pasando acá?”.
 
Uno estaba acostumbrado a la poesía épica, no quiero calificarla mal, pero a una poesía distinta, por lo menos a la que nos enseñaban en los colegios, esta poesía francesa de Huidobro, la poesía épica de Neruda, la poesía tan terrenal de Gabriela Mistral y aparece este tipo escupiendo volcanes por todas partes, quedé realmente fascinado.
 
Después uno dice esto es como sólo agresividad con adjetivo y te encuentras, permítanme un breve recordatorio.  No he conocido historia de amor más desgarradora, más fiel, más bonita que la de Pablo de Rokha con Winétt de Rokha. Además, les recomiendo que lean a Winétt de Rokha porque también es tremenda.
 
Escuchen esto:
 
Niña de las historias melancólicas, niña,
niña de las novelas, niña de las tonadas
tienes un gesto inmóvil de estampa de provincia
en el agua de otoño de la cara perdida
y en los serios cabellos goteados de dramas.
Estás sobre mi vida de piedra y hierro ardiente
como la eternidad encima de los muertos,
recuerdo que viniste y has existido siempre,
mujer, mi mujer mía, conjunto de mujeres,
toda la especie humana se lamenta en tus huesos.
Llenas la tierra entera, como un viento rodante,
y tus cabellos huelen a tonada oceánica,
naranjo de los pueblos terrosos y joviales,
tienes la soledad llena de soledades.
 
Para mí este es un homenaje al gran solitario de las letras chilenas como se autodefinía y que escribió invitado por el mismo Gobierno de China en 1964 el Canto a la China Roja, a propósito de un poema que publica en una de las tantas revistas autogestionadas que Pablo Rokha tenía.
 
Y Carlos Díaz Loyola que es el nombre original de don Pablo, que es licantenino además, de Licantén, un pueblo golpeado y duramente golpeado en el último tiempo, creo que no le gustaría saber que las manos que lo trabajaron, que lo esculpieron son las mismas que esculpieron también a la “vaca sagrada”, como le llamaba y a quien le dedicó este libro de los Tercetos Dantescos A Casiano Basualto, que es Pablo Neruda.
 
Pero sucede que cuando el mundo y, en particular, en Chile tenía que decidir entre China y Rusia en ese quiebre doloroso para la Izquierda en los años 60 y principios de los 70, y cuando nuestro poeta decano, de alguna manera, como era Pablo Neruda, opta sin lugar a dudas por la Unión Soviética, incluso con cantos y Homenajes a Stalingrado, unos cantos preciosos de Residencia en la Tierra, Pablo de Rokha es de los pocos en Chile que se queda con China.
 
Y, sin embargo, hoy en una plaza de Beijing, que no sé dónde está y que me encantaría conocer, si la seguridad china me dejara, hay un busto de Pablo Neruda y cuando supe esto, que me lo contó un escritor magallánico, Oscar Barrientos Bradasic, me dijo que De Rokha se merece estar ahí, mirándose, y decirle: “Yo también pertenezco a este lugar”.
 
Así que le agradezco mucho, embajador, que me haya acompañado en esta cruzada de justicia histórica tardía porque De Rokha, que hoy cumpliría 129 años, conoció y amó a China, y me alegra saber que cuando conmemoramos 130 años de su nacimiento va a circular nuevamente una edición bilingüe entre español y chino mandarín de “China Roja”. El próximo año vamos a poder recuperar aquello.
 
La primera vez que llegué a “China Roja” antes de Lavquén no había sido publicada en español y, como ratón de biblioteca, cuando uno va a hurgar a esos lugares medios perdidos en el centro de Santiago, me encontré con un manuscrito en chino y lo compré sin entender absolutamente nada, pero por el placer de tener este detallito y me alegro mucho de que ahora va a ser traducido a los dos idiomas.
 
Los poemas del libro están inspirados en la gesta de la nueva China de 1949. Veníamos llegando con algunos parlamentarios y la ministra Vallejo del Museo del Partido Comunista y es realmente impresionante, todo es impresionante en China. Estamos hablando de 1.400 millones de personas, en 30 años han sacado a 800 millones de personas de la pobreza, están con unas transformaciones radicales y eso se remonta a 1949 en adelante, pero, además, si uno va más atrás, se remonta a 5 mil años de continuidad histórica.
 
Entonces, poder entender a China es importante hacerlo y, como he reiterado tantas veces durante esta gira, a través del arte y la poesía. Como ayer estábamos con la obra pictórica de Venturelli que habitó en China, que vivió en China desde 1952 al 1959, hoy lo hacemos con Pablo de Rokha.
 
Y Pablo de Rokha en unos de estos 50 poemas -si no me equivoco eran 80 poemas, pero ahí se publican 50- dice, y les pido atención a esto: “Afirmo, que a esta tormenta que es con viento y es con fuego del alma llegan las épocas y convergen los océanos. Pongo el ojo en mi conciencia proclamo que estoy viendo como pariendo a la tierra”, respecto de lo que estaba sucediendo en China en ese momento.   
 
Y hoy, casi 60 años después, finalizando esta visita de Estado, en las últimas horas que nos quedan en China, sentimos también que a nuestro encuentro llegan épocas y convergen océanos, en particular el Océano Pacífico que nos hermana con la República Popular China.
 
En estos días hemos visto el vínculo profundo que existe entre nuestros pueblos, pese a toda la distancia y las culturas tan distintas, y nos vamos con la convicción de que ese vínculo se puede profundizar aún más. Y creo que todos quienes hemos participado de esta gira, tanto parlamentarios, empresarios, agentes culturales, nos vamos con el mandato autoimpuesto de seguir abriendo caminos en este país milenario y con tantas oportunidades que es esta “China Roja”, con la cual queremos seguir tejiendo lazos de amistad, como hace tanto tiempo lo hizo el vate Pablo de Rokha.
 
Así que, muchísimas gracias por acompañarnos hoy acá, es un orgullo estar representando a Chile junto con el pueblo.